A Crónica del alba (Valentina (película de 1982) 1ª parte; 1919 (película 1983) 2ª parte), le siguen nueve novelas del escritor español Ramón José Sender Garcés (Chalamera, Huesca, 1901-1982) editada en México en 1942, el cual se había exiliado a México tras la guerra civil española, por su condición de republicano. En ese mismo año situaba su residencia en los EEUU donde permanecería hasta su muerte. Las nueve novelas protagonizadas por Pepe Garcés, contrafigura del escritor, publicadas a lo largo de un cuarto de siglo (1942-1967), dan cuenta de la transformación de una sociedad de valores eminentemente rurales convulsionada por las novedades técnicas, estéticas, morales y sociales que se agolpan en unos tiempos revolucionarios para todos. Sender fue promotor en su vida y en su obra de estas innovaciones pero también el campesino altoaragonés en que siempre quiso reconocerse. Las tres primeras novelas de Crónica del Alba no se publicaron en España hasta 1965, cuando comenzaron los estertores del franquismo, aunque tuvo que brujulear con la censura. En 1966 obtenía el Premio Ciudad de Barcelona de literatura.
Sender vivió en primera persona la monarquía, la dictadura de Primo de Rivera, la República, y el exilio. Ha publicado más veinte libros y centenares de artículos como periodista que era en La Libertad y El Sol. Paralelamente ha sido militante anarquista, soldado en Marruecos, capitán de Estado Mayor en el ejército republicano. Padre de tres hijos, su mujer y su hermano Manuel, alcalde de Huesca, fueron fusilados por el bando franquista. Ha sido Premio Nacional de Literatura. Todas esas experiencias vividas se vierten en Crónica del Alba, pero sin amargura. Miguel Ángel Berna y Sara Calero nos entregan ese cúmulo de novelas que relatan la vida de Pepe Garcés, traducidos en pasos de danza. De quién fue tal idea con ribetes de quijotismo, Sara Calero no sabe exactamente de dónde surgió primigeniamente Solo sé que Miguel cuando me llamó, ya directamente me llamó con esta propuesta. Tenía claro que fuera una obra basada en Crónica del Alba, que fuéramos sólo dos personas y sin música en directo. Tenía muy claro el formato. Ahora lo que había que hacer es convertir esa aparente locura en realidad. MIGUEL ÁNGEL BERNA,
Quien le metió el diente a este monumental texto para subirlo al escenario fue el jotero Migué Ángel Berna (CLICK), en un doble desafío: primero trasladarlo textualmente a la escena, y segundo a la escena dancística, una empresa titánica. Siendo yo aragonés también y viniendo de donde vengo, del folclore, intentado crear un lenguaje también para poder contar historias, se me aparece delante Sender. Ya desde el Instituto estaba en mí, porque yo siempre tenía en la mesilla de noche Requiem por un campesino español. Y pensé «un día haré esta obra«. Curiosamente no fue el Requiem, sino Crónica del Alba, que por otra parte ha sido maravilloso porque son 9 libros y, ya, cada título de cada libro, es sugerente para hacer un espectáculo. Es verdad que teatralmente, por lo que sea, no se ha abordado nunca y si se ha hecho algo, yo no lo sé. Sé que hay dos películas: Valentina y 1919, y con grandes actores españoles. El problema era cómo abordamos esta Crónica del Alba. Efectivamente estando solamente dos personasen el escenario, lo más interesante era hacerlo a través de una historia de amor como es la tiene Pepe Garcés, el protagonista, que es realmente Sender. Creo que es una autobiografía lo que hace con Valentina. Ahí se crea esa historia maravillosa de amor, que, prácticamente, sería un poco como Don Quijote y Dulcinea. Un amor maravilloso un amor perfecto, pero que no llegan nunca a la conclusión. La dificultad era contarlo a través de la danza. Fue el momento de buscar una cómplice y la encontró en la bailarina/bailaora Sara Calero (CLICK) que han subido Crónica del alba al escenario, a nivel de punta tacón y jeroglíficos de brazos. Dos lenguajes de diversa procedencia que se maridan para narrarnos las vivencias de Pepe Garcés.
El único medio que teníamos era, primero asesorarnos bien con intelectuales, leyendo mucho, exprimiendo bien el libro porque Crónica del Alba es maravilloso y me ha servido muchísimo. De ahí hemos extraído las emociones, los sentimientos que podemos transmitir al espectador. Hemos ido, casi, capítulo por capítulo contando lo más importante de lo que Sender quiere decirnos. Hay una cosa muy importante que a mí me sorprendió: el recuerdo en cuanto que él viaja a la infancia, al niñez. Ahí tenemos todos un montón de cosas abiertas que no hemos abordado y que es bonito para resolver conflictos, pues, probablemente, hoy somos el producto de lo que fuimos de niños. Sender hace esta reflexión, pero no de forma traumática. Lo hace de una forma bonita: sin palabras feas. Hace una radiografía de España muy interesante. Lo más bonito es una lucha con él mismo; es una liquidación del YO, Esto ya merece la pena, porque es una obra muy alquímica, y hacerla a través de una historia de amor tan bonita como la que él cuenta, tanto Sara y yo, cada uno con su lenguaje, que quizá eso ha sido, un poco, lo más complicado y lo más fácil, porque ha fluido superbien. Esta confluencia de dos lenguajes diferentes, en este caso, tiene una peculiaridad. En julio de 2023 la Compañía Nacional de Danza (CND) en su programa Europa presentaba la coreografía A tu vera (CLICK), interpretado por Joaquín de Luz y Sara Calero, donde se encontraban dos lenguajes diversos: clásico y flamenco sin tópicos. Ahora con Miguel Ángel Berna y Sara Calero, se repite el experimento entre la jota de Berna y el peculiar flamenco de Sara. El interrogante es si ha habido interferencias entre uno y otro espectáculo. Cotejando fechas, ya en la rueda de prensa de la ópera La Dolores de Tomás Bretón, cuya jota coreografío y bailó Miguel Ángel brillantemente, anunciaba su coreografía sobre Crónica del Alba. Era el 20 de enero de 2023. De hecho Crónica del Alba se presentó a la prensa en Zaragoza el 14 de noviembre de 2022, y las 5 funciones tuvieron lugar en el Teatro Principal de Zaragoza del 16 al 20 de noviembre de 2022, Sara ya tiene un conexión con el ballet clásico más fuerte, que yo no la tengo, porque yo no he estudiado en el conservatorio. Para ella abordar a través del clásico con la Compañía Nacional de Danza y en concreto con Joaquín de Luz es más fácil. Es cierto que confluimos Sara, Joaquín de Luz y yo en un espectáculo del coreógrafo y bailarín Carlos Rodríguez que es Eterno, un homenaje a la figura de Picasso, y ahí nos conocemos, pero ya la idea era de antes. Me acuerdo cuando Joaquín me dijo: «Voy a hacer una cosa con Sara«. Le contesté: «Pues yo también, probablemente». Son esas confluencias…A mí no se me había pasado por la cabeza llamar a Sara para hacer nada, porque no nos conocíamos, pero son de estas cosas de la vida, que no sabes por qué, te llevan a ese punto y a ella, probablemente, le pasaría exactamente igual. Lo bonito de todo, y a veces pasa, es que entablas relación con un bailarín, piensas que va a fluir, y surgen muchas trabas, porque ya no es solamente cómo uno baila. En este caso, y no sé por qué, ha fluido perfectamente. Joaquín es un bailarín del mundo del ballet clásico, y aquí Sara se enfrenta al mundo del folclore, e incluso de la «tradición» entre comillas. Yo vengo de grupos folclóricos y es otro mundo. Lo que pasa es que como el flamenco lo he tenido como referencia, no por ser bailaor porque no me he puesto las botas nunca ni nada de flamenco, es porque yo sentía que en el flamenco, ese mundo que yo buscaba en la jota no lo encontraba. Sentía que el flamenco estaba vivo. En el pueblo la gente lo baila, lo canta. Yo llevo bailando la jota desde el 1975, el año que murió Franco, y desde esa época no he tenido la conexión con el pueblo. Sí, se baila la jota, y es importante, pero desde los grupos folclóricos, y desde los escenarios. Yo tenía ganas y la necesidad de encontrar el pueblo. Entonces Sara con Joaquín es una mezcla estupenda porque es flamenco y clásico español, ballet clásico que también hace Sara, con el universo que tiene Joaquín de su experiencia fuera, en América, y tiene una visión mucho más abierta. Conmigo es otra historia completamente diferente, pero, curiosamente, se empasta bien. UN MUY BONITA BANDA SONORA Esos dos lenguajes diferentes consiguen fusionarse a través de la música, y ello se debe al bagaje, tanto el de Sara como el mío. Yo llevo 30 años interpretando músicas de todo tipo y ella también con su Compañía, con lo cual nos ha sido muy fácil poder escoger lo que fuera encajando. Hay músicas de varios compositores. Es un puzzle que ha sido posible por la trayectoria que llevamos. son músicas que no las hemos cogido de Internet. Son músicas nuevas que hemos pagado. Eso es un plus porque te mueves en un estilo que te es familiar. Después Guille Mata, que es un compositor tremendo que tenemos en Zaragoza, lo ha combinado y la simbiosis ha sido estupenda. La verdad es que hay una muy bonita banda sonora en la obra. NARRA SU DRAMA SIN RENCOR Aunque la transposición de lo literario a la danza se ha fijado en las emociones, a través de una serie momentos de dramatización gestual se intuye una trama argumental del protagonista Pepe Garcés. Sí. Desde que empieza el espectáculo no desenganchas, aparte de que estamos siempre en el escenario y por tanto siempre presentes. Es una osa como hipnótica, una cosa te lleva a la otra, y no desenganchas la trama siempre estás conectado. Eso me parece hermoso. Es verdad que hay mucho drama también, pero también mucho amor. Hay drama porque Sender todo lo que cuenta lo cuestionó. A él lo exiliaron y lo peor que se puede hacer a una persona es exiliarte. Ya en el mundo clásico cuando le daban la opción de exiliarse o suicidarse, muchos se suicidaban, porque elegían el suicidio antes que el destierro. Él lo cuenta haciendo un esfuerzo muy grande, pensando que le matan a la mujer, le matan al hermano, que los hijos tiene que dejarlos en adopción, y que tienes que irte de tu país. Esto es verdaderamente un drama. Me gusta cómo lo hace. No a través del rencor, ni el odio. Lo hace a través del recuerdo, pero ese recuerdo bonito en que casi haríamos paz, porque estamos siempre igual, echándonos las culpas unos a otros. ¡No!, tenemos que aprender a saber convivir y ser felices. Esto lo plasma muy bien. Entonces la obra tiene ese punto dramático, pero fundamentalmente está basada en el amor que tienen Pepe Garcés y Valentina, que he leído que está enterrada en Borja, un pueblo de Aragón que debió existir. Lo que ya no sé es la historia que ellos tendrían, pero es su amor idílico. PEPE GARCÉS ENTRE DOS MUJERES Sara Calero interpreta a Valentina y a otras mujeres Son mujeres que le van salvando. Hay una dicotomía muy especial entre lo que es Valentina y lo que es Isabelita. Valentina es lo máximo, pero Isabelita es lo carnal. Es el sexo. Por una parte es lo que le complace, pero el amor verdadero lo tiene por Valentina. Creo que ahí tiene unos conflictos que lo plasmamos también. Isabelita era una novia que él tenía en Alcañíz, un pueblo de Aragón, y él habla de orgías en el sentido normal, en cuanto que había sexo entre la pareja. Eso con Valentina no pasa, porque los separan. A él lo mandan a un sitio y a Valentina a otro. Al final ella acaba casi en un convento. Ese contraste es muy bonito: una Valentina más presente, más etérea, y esa Isabelita más sensual, más sexual, más erótica. Eso nos da más juego a nosotros. Eso está en los Niveles del existir(la 6ª novela). Esa tensión entre lo espiritual y lo carnal le lleva al suicidio. No se atreve a suicidarse con una pistola en la sien, sino que pone su cabeza en las vías del tren. Lo que pasa es que cuando el tren va a pasar, el tren cambia de vía. SARA CALERO, Sara Calero es la otra parte de Crónica del Alba. En esta misma temporada la hemos podido ver en la coreografía de A tu vera (CLICK) junto Joaquín de Luz, y la Compañía Nacional de Danza en el espectáculo Europa (CLICK) estrenado en el Teatro de la Zarzuela. Junto a Miguel Ángel Berna es responsable de la adaptación y la coreografía, lo cual
ha sido muy complicado. Miguel encargó una adaptación a unos dramaturgos, Cristina Yañez y Manuela Adamo, pero era un grueso tocho con imágenes muy descriptivas. Ahondaron mucho en el entorno, además de los personajes. Eso, para nosotros nos limitaba muchísimo pues o entrábamos en una gran producción como en una ópera o en crear esa secuencia de diversos espacios y esto resultaba complejo. Entonces me encargué con Miguel de realizar un extracto de lo esencial de cada capítulo. Qué parte de su vida quería narrar el escritor en ese momento. Qué era lo básico, lo importantísimo para él. De esa manera nos resultó muchísimo más sencillo acerca de lo que ponemos, y podíamos trabajar con mayor facilidad. Este es un trabajo que me gusta mucho, pues se trata de guionizar los espectáculos para después construir sobre ellos. Es una parte muy bonita de nuestro trabajo y de la creación. Era difícil pero disfruté mucho, así como también el que Miguel confiar en mí. El siguiente paso buscar la músicas que «navegaban por esas escenas». En todos los años de producción de muchos espectáculos de Miguel Ángel, había muchas músicas que servían para apoyar cada escena. Al final vimos cómo todo cobraba sentido, al menos el camino del personaje principal que es Pepe Garcés, y nos quedamos con la emocionalidad del personaje. Yo soy el personaje que va creando sus diferentes ambientes, sus estados de ánimo; la que le provoca, la que le retiene. Para mí es muy divertido porque represento en una sola obra muchos personajes, y a mí me gusta mucho eso. Todos son personajes sacados de la novela y que han influido en Pepe Garcés. Están Valentina, de muchas formas, Isabelita, la Dama del lago… Valentina es la mujer con quien se cría de niño, luego pasa a ser un amor platónico, está sólo en su recuerdo… Para Miguel Ángel y Sara ese recorrido del personaje puede evocar su biografía, pero Sara precisa que
nunca pretendo que el espectador lo vea de una forma literal. No me gusta guionizar la historia en el programa de mano para llevar a los espectadores donde yo quiero sino que se sumerja en lo que le estoy contando. Hay un sentido biográfico pero va a depender mucho de los ojos que lo miran. Depende de quién lo esté viendo, si conoce la novela, y si no la conoce cómo interpreta mis personajes, como interpreta el viaje que está haciendo Miguel con su vida. Hay algo argumental, pero desde una forma muy inspiradora. Es cómo abrir la imaginación de quién nos mira para que haga su propia interpretación de lo que ve. Hay una línea teatral que intentamos no abandonar, donde no vamos a bailar sino a narrar una parte de la historia. Al interpretar yo varios personajes, éstos tenían que diferenciarse mucho unos de otros. Eso también ha influido en cómo seleccionamos las escenas y ver en qué escena mi personaje cambie drásticamente. Por ejemplo en el capítulo de La Dama del Lago, incido en lo maternal, en cuanto que necesita apoyo. La dama es una mujer imaginaria que, a través de proyecciones, sale del agua. El aspecto dancístico que aborda dos estilos distintos de base van a tener que encontrarse sin perder su identidad cada uno. Sara aclara que entendemos la danza en el amplio sentido de «danza española», tanto Miguel usando su lenguaje jotero que todos conocemos, pero que se sale en lo dramático de su danza habitual, como yo. En mi caso hago como siempre, me voy de unos códigos a otros en función de lo que esté queriendo contar, con que música lo hacemos, qué carácter tiene el personaje. Esto forma parte de mi vocabulario y según lo que quiero expresar. Después ha venido el modo de hilvanar esos dos estilo diferentes, que en A tu vera (CLICK) con Joaquín de Luz en la Compañía Nacional de Danza, repetirá la metodología Aquello con Joaquín tampoco fue fácil. En este caso Miguel ha sido generoso, sabía a quien llamaba y desde el principio dijo: «Quiero hacer un espectáculo contigo» con lo que eso conllevaba, que no te puede quitar fácilmente y llamar a otra. Entonces tiene mucho de mi personalidad, mucho de mi forma de ver la danza, mucho de forma de ver los espectáculos. Luego está el haberlo construido juntos, dejándonos ese espacio libre para la propuesta. Con Miguel ha funcionado muy bien la improvisación. Como cuando empezamos el proyecto no nos conocíamos dancísticamente ni personalmente, con lo que más trabajamos fue con improvisaciones y sin espejo. Curiosamente cuando, después, intentamos darle forma a las coreografía de otra manera, tuvimos que echar mano de las improvisaciones, porque era donde funcionábamos bien, en esa libertad de «no sé por dónde vas a salir», «si sales por aquí, yo voy por este otro lado». Es como tener un diálogo de verdad con alguien: de lo que se tenga, del carácter…Ha funcionado muy bien siendo los dos tan diferentes por esta razón.
FUNCIÓN PRECIO
Título: Crónica del Alba (Homenaje a Ramón J. Sender)
|
Crónica del alba. Sender. Berna. Calero. TBA
