Con el estreno de El Chico de la última fila de Juan Mayorga, el Teatro Galileo de Madrid inicia la temporada teatral. SOY CHICO DE ESTE BARRIO
El que el grupo teatral La Fila de al lado estrene en el Teatro Galileo, tiene un significado especial para Juan Mayorga. Soy chico de este barrio. Por eso es muy emocionante el que esta obra en que se muestra el paso de niño a hombre, se haga aquí. Desde el 2006 que se estrenó lleva ya 11 montajes profesionales: 2 en Italia, 2 en España, y 1 en Francia, en Portugal, en Rumanía, en Bulgaria, en Argentina, Perú, Costa Rica. y hay proyectos en Inglaterra y México. LA ESCUELA QUE CADA UNO IMAGINA Cierto bombazo placentero ha sido la versión cinematográfica: La película de Ozon es excelente. Se ve, en ella, su imaginación y cierto compromiso. Lleva la obra al lenguaje del cine, y a su ambiente francés. pero esto no supone que se entable una competición entre el cine y el original teatral. En el teatro se juega con la imaginación del espectador y no tanto la mía o la de Víctor Velasco, el director de este nuevo montaje. No se muestra tal escuela concreta, sino la que el espectador imagina y que es fruto de sus sueños y pesadillas. A PARTIR DE UNA EXPERIENCIA REAL:
Sobre el papel, no en la mente que ya había aparecido por la experiencia propia de Juan Mayorga como profesor. Helena Pimenta – actual directora de la Compañía de Teatro Clásico – y José Tomé, querían un texto mío. Escribí la obra para ellos y para ser estrenada en el Festival de Otoño. Yo soy profesor de Secundaria en excedencia. Me sucedió en el Colegio Rey Pastor de Moratalaz, donde los alumnos del curso nocturno se dedicaban también a otras cosas. Corregía los exámenes y un alumno, Juan, no contestó a nada del examen. Por el contrario escribió: «no he estudiado. Juego muy bien al tenis y seré campeón y lo celebraremos los dos«. Era genial que te contaran su vida en un examen. La escuela que aparece en el texto es la escuela que yo he conocido. Lo curioso es que al cogerla los distintos países, y ahora se está haciendo la adaptación coreana, cada uno se puede acomodar a ella, lo cual quiere decir que es universal mi discurso. La obra habla de la imaginación, y ésta es el nervio de la vida. Si no estamos en los cuentos de los otros, nos desvanecemos. Podríamos relacionarnos de otro modo, y construir un mundo distinto. Pero el centro de la imaginación no basta. Hay que imaginar la vida de alrededor y pensar cómo se viviría detrás de tal puerta o tal ventana. Es imaginar la vida de los otros e indagar. Posiblemente hay un futuro escritor y no lo sabe. Es una obra sobre el placer de asomarse a las vidas ajenas y sobre los riesgos de confundir vida y literatura. Una obra sobre los que eligen la última fila: aquella desde la que se ve todas las demás. CUANDO LO VI,
Tras tantos montajes, Juan Mayorga precisa que Yo estoy orgulloso de este montaje de La fila de al lado. Miguel Lago Casal (Germán en la obra), me dijo. «Queremos montarlo». Yo no tenía ninguna referencia del grupo, pro me dije «¿Por qué no?» Lo presentaron en Tabacalera – antigua Fábrica de Tabacos de Lavapiés, hoy Centro Nacional de Artes Visuales (CNAV) – y cuando lo vi, me resultó un montaje excelente. La excelencia del montaje la calibra Juan porque Víctor Velasco, el director, es extraordinariamente imaginativo. Si el teatro es el arte de la imaginación, esto cobra especial sentido en una obra que habla de la imaginación. Hay por lo tanto unión de contenido y forma. Otra de las excelencias es que estamos ante una compañía y no un mero agrupamiento de actores que se unen para un montaje. Esto lo consiguió Víctor.
OBRA MAESTRA DE LA LITERATURA ESPAÑOLA
Miguel Lago Casal, interpreta a Germán, el profesor. Según él El Chico de la última fila es una obra maestra de la literatura española. Explicarla resulta muy complicado. Alguien la vio en Francia – François Ozon – y vio que era una obra maestra. El guión cinematográfico es casi fidedigno al de Juan. Caben muchas posibilidades cinematográficas. Es una película muy buena, pero el prestigio procede del texto. Con este texto, el colectivo teatral La fila de al lado ha dado su salto al teatro profesional. Somos un grupo que sale de la nada y nos hacemos profesionales. Nuestro montaje lo han visto 9.000 espectadores y hemos estados en tres países, así como en el Festival Don Quijote de París. También hemos obtenido el Premio del Público. La hemos defendido tal cual es, como obra maestra, que está por encima del propio escritor. EL CHICO DE LA ÚLTIMA FILA
Óscar Nieto San José, interpreta a Claudio. Su incorporación al colectivo es nueva. Vi la función en la Tabacalera. Mi personaje puede parecer siniestro, pero depende del punto de vista que se tenga, ya que puede no serlo y se sienta en la última fila. Cuando vi la función con el otro actor – Samuel Viyuela –, me di cuenta que el chico de la última fila puede ser cualquiera. Pueden ser todos. Juan Mayorga resume su experiencia con el colectivo de La última Fila: Siento gratitud hacia todos ellos por la hermosa velada que me hicieron pasar. También por haberme ayudado a comprobar, una vez más, que un texto puede saber cosas que su autor desconoce: que un buen actor puede hallar en un personaje luces o sombras ignorada por el dramaturgo; que un buen montaje puede descubrir en una obra sentidos ocultos para quien la escribió.
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