La temporada 2018/2019, el Centro Dramático Nacional programaba Tres sombreros de copa (CLIKEAR) (1932), dirigida por Natalia Menéndez, actual directora del Teatro Español de Madrid en a partir de la temporada 2019/2020. Sorpresivamente el Teatro de la Zarzuela programó para la temporada 2019/20 Tres sombreros de Copa en versión zarzuela, por lo tanto con números musicales. Su compositor Ricardo Llorca nos desvela el nacimiento de la obra:
En el año 2014, después del estreno de mi ópera Las horas vacías en São Paulo, The New York Opera Society me ofreció escribir una nueva obra para estrenar en Brasil durante la temporada 2017-2018. La idea original fue de Jennifer Cho, directora de NYOS, una gran experta en el teatro del absurdo y gran conocedora de las obras de Samuel Beckett, Jean Genet y Eugène Ionesco. Fue Cho quien me sugirió componer una obra basada en alguna obra del teatro del absurdo español, tan brillante, tan sutil, y tan poco conocido internacionalmente. De todos modos, aunque el impulso para poner música al teatro del absurdo procedió de Jenifer Cho, Ricardo confiesa que estudié en el Colegio Estilo, el colegio de Aldecoa, y tenía como compañeros al hijo de Azcona, a los Buero Vallejo, a los García Berlanga…, todos ellos hijos de una generación que había brillado mucho en los años cuarenta y cincuenta. Entonces desde niño el tema del absurdo me venía como algo muy natural y conocía muy bien. Por su mente pasaron Edgar Neville, Tono (Antonio Lara), Jardiel Poncela y Miguel Mihura. En la mayoría no encontraba motivo musicales para componer una ópera o una zarzuela. Al final Miguel Mihura fue el elegido y en concreto su obra Tres sombreros de copa. Vi que era muy traducible en música por el sentimiento y la ironía que tiene, lo divertida que es muchas veces, lo amarga otras veces, y luego es simple, es fácil de convertirla en zarzuela.
El 28 de septiembre de 2005 se estrenaba en El Nuevo Apolo de Madrid Maribel y la extraña familia de Miguel Mihura en clave de comedia musical con música de José Ramón de Aguirre, letras de Fernando Albares, adaptación de Juan José Arteche y dirección escénica de Ángel Fernández Montesinos. En aquella ocasión en la presentación de la obra se hablaba de que Mihura tenía muchos elementos musicales en sus obras. Incluso se le propuso, en vida, musicar Maribel y la extraña familia, pero él no lo acababa de ver. Ricardo Llorca precisa que cuando hablo de elementos musicales, y en concreto en esta obra de Tres sombreros de copa, que Mihura se puede traducir en música, es porque Mihura es todo sentimiento. Es muy fácil traducirlo, sobre todo cuando hablamos de música tradicional. La música que yo hago es de armonías funcionales. He estudiado música en EEUU y todavía creo en la expresión y en este tipo de conceptos decimonónicos que a Mihura le vienen muy bien también. REPRESENTAR COMPOSITORES ACTUALES VIVOS Programar Tres sombreros de copa, por parte del Teatro de la Zarzuela, entra dentro de la política de representar compositores actuales vivos. En esta ocasión es una zarzuela nueva. Daniel Bianco, director artístico del Teatro de la Zarzuela, pone en relieve en valor de su autor Miguel Mihura, no siempre bien reconocido y que se mueve en la línea del teatro del absurdo en España. Miguel Mihura se ha movido en este tipo de teatro cómico y del absurdo, y otro más de corte policial y costumbrista como sería Maribel y la extraña familia (CLIKEAR). En opinión de Daniel, Ricardo LLorca ha escogido una obra maravillosa donde se enfrentan dos personajes, que representan dos maneras de vivir: un mundo condicional y restringido encarnado por Dionisio (Jorge Rodríguez-Norton), y otro como es el mundo de la libertad y la imaginación personificado en Paula (Rocío Pérez). De Ricardo Llorca destaca su capacidad como compositor teatral y como nota particular el que musicalmente el protagonista absoluto es un acordeón. Esto me gusta mucho, porque, generalmente, en la lírica no es un instrumento que tenga protagonismo. Esta obra la estrenó en el 2017 en un teatro pequeño de Sao Paulo, pero antes de estrenarla conocí a Ricardo en una cena en Sao Paulo y me entusiasmé mucho. Luego se hizo una presentación muy bonita donde Enrique Viana ya cantaba la Madame Olga. RICARDO LLORCA, compositor
Ricardo LLorca comienza por aclarar lo que Daniel ha destacado: el acordeón. Fui yo quien lo decidió, porque me encanta el acordeón y nunca había tenido hacer una cosa con el acordeón. Me dije: «Ahora lo voy a hacer». Entra en la obertura y luego más veces. El acordeón está en el escenario y participa con el elenco. Entra y sale de escena, y la obra termina con el acordeón. Ricardo tiene palabras de agradecimiento tanto a Daniel como a todo el equipo porque los estáis haciendo muy bien. Mi zarzuela es muy difícil no solamente en la música sino también en el concepto, los cantantes tienen mucha parte hablada pues hay mucho diálogo. Las arias y tienen una técnica muy especial. Todo lo que he visto hasta ahora (antes del estreno) es fantástico y creo que va a ser un éxito. MÚSICA MEDITERRÁNEA PARA UN CIRCO La música de esta obra con respecto a Las hora vacías, su primera ópera, mantiene como aquella los «ostinati rítmico» (un patrón rítmico que se repite continuamente. Hay muchos ostinati, y también un uso orquestal que yo hago mucho, sobre todo con el metal y con las maderas de hacer colchones en el ostinati. Lo que no hay en Horas vacías y aquí sí, mucha más riqueza temática porque es una obra mucho más larga. Tiene mucho más ensemble (grupo de intérpretes), en horas vacías es una soprano, pues aquí tenemos muchos más solistas. Hay también varios elementos: uno es que, por ser alicantino, hay un homenaje a la música Bandas, por lo tanto hay mucho metal. Otra referencia abundante es a la música del Sur de Italia, porque la obra de Mihura que, originariamente ocurre con un Cabaret cubano, yo lo he pasado a un circo italiano. Esto me daba un abanico más amplio de músicas: hay tarantelas, nina-nanas, música muy inspirada en XVII italiano.
Ciertos aspectos del texto de Mihura han sido cambiados porque el texto de Mihura es una obra de teatro y no una ópera o zarzuela. El cambio hay que hacerlo sí o sí. Si estás haciendo una zarzuela de formato tradicional como es ésta con arias, duos, cuartetos y con una obertura, Tres sombreros de copa no es eso y tienes que adaptarla al lenguaje operístico o de zarzuela. Es lo que han hecho casi todos los autores: Verdi con Traviata, Puccini con Butterflye,… Con todo el texto es muy fiel, lo que sucede es que hay cosas que se han quitado. Con la música estoy intentando seguir a Mihura, y expresar con música lo que Mihura expresa con palabras, pero he tenido que adaptarlo a un lenguaje operístico. El teatro del absurdo tiene fuertes rasgos existencialistas y cuestiona la sociedad y al hombre, y esto me interesa mucho. Todos estos elementos del imaginario de Mihura me sirvieron como orientación para esta zarzuela y han sido transformados por mí en un lenguaje musical operístico cálido, apasionado y nostálgico. DIEGO MARTIN – ETXEBARRÍA, director musical
La dirección musical se debe a Diego Martin – Etxebarría, quien define a la música como un taburete de tres patas: melodía, ritmo y armonía. Al principio de mi carrera dirigí mucha música contemporánea. Siendo alumno nos pedían a los instrumentista y de dirección que estrenásemos obras. Siempre he sido un músico muy curioso: he explorado mucha música contemporánea. Después me fui mucho más lejos hasta el mundo barroco. Ahora me siento muy cómodo en el repertorio clásico, romántico…Sí que es verdad que con el repertorio contemporáneo, poco a poco, me fue pasando que con los lenguajes no me sentía cercano. No se trata de que seas mejor o peor, sino que, a veces, los artistas, sobre todo los directores, tenemos la pretensión de dirigir absolutamente todo, y no todos somos buenos en todo o no nos sentimos cercanos a todo tipo de lenguajes. Cuando Daniel le llamó para esta zarzuela sintió algo muy interesante al llegarle la partitura. Cuando nos llega una partitura de un compositor vivo, a casi todos nos da un poquito de miedo. Cuando pensamos en el repertorio vocal pensamos: ¡»Madre mía! ¡Qué es lo que nos espera aquí!» Fue interesante el que cuando abrí la primera hoja de la partitura empezamos con un solo de acordeón, escrito en Do mayor con terceras. Eso hoy, en día, se dice que es muy valiente. No – interrumpe Ricardo. En los años setenta sería muy valiente hacer una cosa así en Nueva York, pero hoy en día algente joven está haciendo cosas en Do mayor sin ningún problema. Las cosas han cambiado gracias a Dios. Ya se puede volver otra vez a la tonalidad, a la armonía funcional.
En este sentido – continúa Diego – lo que yo agradezco es que se mantenga esta teoría mía de ritmo reconocible que uno pueda bailar, una melodía que se pueda cantar y un recorrido armónico que de un soporte a lo que está sucediendo teatralmente. Eso es lo que hace que el público y los artistas tengamos asidero al que agarrarnos y poder continuar con el discurso musical y también teatral que es en el que se ha apoyado José Luis Arellano(el director de escena) para el espectáculo que tenemos. En ese sentido ha hecho mi trabajo mucho más fácil, porque hay una gran coherencia entre el discurso musical y teatral, y, al final, tanto los artistas involucrados como el público podrán disfrutar de la función sin tener que hacer un esfuerzo extra. Esto es lo que tenemos que conjugar los artistas: hasta qué punto se trata de educar o de entretener, y en este sentido hemos encontrado el punto medio entre la tradición y la vanguardia, para que todo el mundo al final del espectáculo quede satisfecho. Aunque se habla de armonía funcional y de tradición, a nivel orquestal no es fácil, según Diego. Como cualquier obra de estreno fácil no es. De cara al público no es una obra que presente dificultad de escuchar, pero eso no significa que no tenga dificultad de tocar. Quizás la mayor dificultad que tenemos el que partes habladas estén encima de la música. Eso requiere un nivel de pianísimo realmente extremo que es lo que estamos trabajando, para que realmente tengamos un colchón de música con los ostinati mencionados, que fáciles no son de mantener. De todo modos desde el primer día yo estoy encantado con la orquesta. Es la primera vez que estoy con la ORCAM (Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid), y ha sido fantástico tanto el nivel de la Orquesta como la buena voluntad, porque, incluso las orquestas de ópera, no siempre se toman bien que un director musical esté cada dos minutos «piano, más piano, más piano…» Aquí no tenemos problema y llevamos más de dos semanas con «piano, más piano…» y todavía estamos explorando niveles de pianísimo que estoy descubriendo. En este sentido un 10 para la orquesta. JOSÉ LUIS ARELLANO, director de escena
José Luis Arellano se ocupa de la dirección escénica. En el Teatro de la Zarzuela ya estuvo implicado en La Revoltosa (2017) dentro del Proyecto Zarza (CLIKEAR). El dirigir Mihura, siempre ha sido un sueño imposible en su carrera como director, puesto que es un autor con muchos personajes. Cuando Daniel le ofrece Tres sombreros de copa lo que le interesó no es solamente Mihura, sino que Mihura, un personaje de la tradición, conversa con Ricardo Llorca, un autor musical con muchísimo talento, y, de repente, esta conversación tiene que ver mucho con nosotros, con el país. Hablamos de un talento contemporáneo. Hay un talento en el pasado y otro contemporáneo que aúna tradición, el clasicismo de este país, con la nueva creación, y siempre desde lo popular. Esto último es lo que me gustó mucho. Es un espectáculo muy popular en todos los sentidos. Ricardo enhebra muy bien las emociones y los sentimientos de todo este mundo fisicalizado en Dionisio y Paula que tan maravillosa interpreta mis amigos Norton y Rocío. José Luis revela que cree conocer bien a Mihura. Una de sus últimos títulos de este autor fue Maribel y la extraña familia (CLIKEAR), dirigida por Gerardo Vera y en la que José Luis fue ayudante de dirección. Subraya que ahora no sólo estamos haciendo Miguel Mihura sino Ricardo Llorca. Mucha música y mucha emoción que implica la música y que tiene que ver con él. Mihura y Llorca dialogan en un mismo universo, y, para mí, ha sido absolutamente maravilloso encontrar ese universo común en el que dialogan. Miguel Mihura escribe esto en 1932 y Ricardo los escribe en el 2017. Este diálogo ha sido, para mí, absolutamente apasionante porque comparten muchas cosas y otras ha habido que entender por qué Ricardo decide este texto. Se ha mencionado el acordeón, pero hay en el escenario tres instrumentistas: acordeón, trompeta y violín, y el acordeón representa toda esa alma popular de Paula. Es precioso como está contado en la función. Igual que la trompeta representa toda esa fanfarria de Don Sacramento y Don Rosario. En ese discurso musical hay todo un discurso teatral, algo que hemos indagado para ofrecerlo de modo sencillo y claro.
El espectáculo, para José Luis, va más allá de un mero sueño de dirigir un Mihura. Es un sueño tener todo el equipo que hemos tenido. Primero gracias a mi amigo Etxevarría porque ha sido un placer trabajar con él. Desde el primer momento hemos entendido muy bien a Ricardo, y hemos jugado juntos sin que se diesen nuestros Egos sobre el trabajo teatral. Muchas gracias a todo el equipo: cantantes, actores, bailarines, técnicos que durante un mes y medio hemos sudado, luchado día a día, contra mí algunos veces, porque sé que yo soy muy pesado. Gracias a todo el equipo artístico, y, sobre todo, a Ricardo porque hay un alma de autor muy bonita y en esa cadencias mediterráneas de su tierra natal, Benidor. Diariamente escuché la partitura a piano, pero en el primer ensayo total por primera vez con orquesta, me resultó muy emocionante escuchar todo el universo musical de Ricardo. Agradezco que haya venido de la Julliard School (escuela musical en Nueva York donde estudió Ricardo y de la que ahora es profesor) y hayamos rescatado para poder disfrutarlo. Es un trabajo precioso donde la tradición y el hoy se aúnan de la mano y de una forma muy estrecha. El texto es de 1932 y estamos en 2018. Para José Luis la conexión con el público actual es posible ya que la historia de Dionisio y Paula forma parte de la herencia de este país. Tienen la temperatura de grandes personajes del teatro mundial y cuando al final Paula se queda sola en esa habitación del hotel y Dionisio dice «Adiós» y Don Rosario dice «¿Por qué se despide de las habitaciones de los hoteles, si los hoteles no tienen ningún recuerdo?» Emociona, porque, al final, las grandes historias nos emocionan a todos. Es una historia que nos va a emocionar. Con nuestras historias teatrales y musicales, la final, lo que contamos es una historia de amor, de deseos , de mundos que se encuentran un instante, y, como decía Mihura, «esta función es un instante» y un instante puede destruirnos las felicidad. Es lo que cuenta esta función.
FUNCIÓN PRECIO
Título: Tres sombreros de copa (Zarzuela basada en la obra homónima de Miguel Mihura (1932) Orquesta de la Comunidad de Madrid (Titular del Teatro de la Zarzuela) Figuración: Gema Álvaro, Marina Esteve, Víctor de la Fuente, Jaime López, Cayetana Payno, Álex Robles, Esther Ruiz Intérpretes: Director del Coro: Antonio Fauró
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