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LA CANCIÓN DEL OVIDO EL DÚO DE LA AFRICANA. AUDITORIO NACIONAL |
LA CANCIÓN DEL OVIDO y EL DÚO DE LA AFRICANA (CICLO ITALIANO DE ZARZUELA) en el AUDITORIO NACIONAL DE MADRID 23 de noviembre de 2011
El mundo de la Zarzuela, reivindicado en los últimos años tras el complejo de un género trasnochado y con tufillo a derechismo y conservadurismo, toma múltiples tipos de representación. Está la representación con puesta en escena total. De ello se encarga el Teatro de la Zarzuela y otras Compañías privadas. Está también la versión en concierto, huésped habitual en el Auditorio Nacional, que repone zarzuelas completas, pero sólo en lo que se refiere a los cantables y partes instrumentales. Por último se recurre a la fórmula, tomada de lo que en teatro de prosa se llama lectura dramatizada, la semiescenificación. Lo de "semi" se refiere a que no hay una puesta en escena total, pero sí mantiene la acción, y es una versión completa: cantables, coros, partes instrumentales y diálogos. Este es el caso de La Canción del Olvido de José Serrano y El dúo de la Africana de Manuel Fernández Caballero, del 23 de noviembre de 2011 en el Auditorio Nacional de Madrid. El unir estos dos títulos, recurrentes entre la farándula y espectadores de la Zarzuela, se debe a que ambos tienen en común un elemento italianizante. La Canción se desarrolla en Nápoles y El dúo es una parodia de las itinerantes y compañías de Óperas modestas, al frente de la cual está el empresario italiano Querubini, quien, por activa y por pasiva, deja bien claro, en su jerga "itañolo", que se trata de una Compañía de ópera "barata", cuyo título en gira es la ópera L’Africaine (La africana) de Giacomo Meyerbeer. De ahí el subtítulo para ambas: Ciclo Italiano de Zarzuela.
PASCUAL OSSA EL ACERCAMIENTO DE LA MÚSICA CLÁSICA Responsables de esta semiescenificación son Pascual Ossa en lo que respecta a la dirección musical y Jesús Peñas, en lo concerniente a la puesta en escena. A Pascual Ossa y su Orquesta Filarmonía, de la cual es el fundador y director, el público de televisión los conoce por el programa que lideraba Fernando Argenta – hijo de Ataulfo Argenta -, El Conciertazo. Un programa televisivo que acercaba el mundo de la música clásica y de la zarzuela a los niños de 3 a 12 años. Él y su orquesta conocen los intríngulis de lo que es la "puesta en escena semiescenificada", debido a ese programa, que tras 9 años de emisión, inexplicablemente ha dejado de existir. JESÚS PEÑAS MAGO DEL PUZZLE DE ZARZUELAS Jesús Peñas, además de sus direcciones de Zarzuela, es ducho en esto de montar Galas de Zarzuela, Conciertos y Zarzuelas semiescenificadas y forma "tamdem artístico" con Pascual Ossa y la Orquesta Filarmonía: Fiesta Nacional de la Zarzuela (La Tauromaquia), Tres sopranos de Zarzuela, Madrileña Bonita, entre otras. La "semiescenificación" es un mundo distinto del de la representación total o del Concierto y no fácil, pero permite montar zarzuelas sin la parafernalia de la escenografía – sólo aludida por el atrezzo o el mobiliario – o la movilidad escénica de los coros, al que de otro modo se le hace intervenir, no solamente musicalmente sino también con pinceladas, de acciones insinuadas. Por parte de los intérpretes protagonistas, con un vestuario simbólico o alusivo al personaje, requiere una capacidad interpretativa como la de una representación total. En el fondo, hay bastante de "brechtiano" en este recursos de la semiescenificación. La ventaja de este sistema es que, sin gran costo y sin tener que emplear mucho tiempo, se pueden montar títulos y colmar las ansias de un público que ama la Zarzuela. Cuando el "género chico" dejó de ser demandado como fórmula de producción – funciones de una hora -, y se volvió a la zarzuela, opereta o comedia musical larga, el género chico quedó un tanto marginado. Pronto se acudió a él, pero surgía un problema. Había que programar dos títulos para colmar las dos horas que pagaba el público. Los criterios han sido de los más variados: el mismo autor; la misma temática; el mismo compositor; el combinar una zarzuela con un "pupurri" de fragmentos de zarzuela en la primera hora; añadir textos y composiciones musicales como se hizo con Bohemios – zarzuela corta, más que género chico – de Amadeo Vives, o hace dos temporadas alargar La Verbena de la paloma con un ambiente de la época etc… Estas fórmulas, en la representación total, se topaban con un escollo: la escenografía, distinta la una de la otra. Cuando la zarzuela recurría a telones pintados de sube y baja, la dificultad era poca. Con los decorados de volumen, aquello se complicó. Así pues, junto a los criterios internos para unir títulos diversos, se tenía en cuenta. también, el espacio escénico. En la representación semiescenificada, tal dificultad no existe y, en el caso que nos ocupa, la unión se ha encontrado como ya he dicho, en lo "italiano".
La orquesta a la vista del público, propio de los conciertos, entra también EN el juego escénico. Pascual Ossa la dirige con habilidad y yo diría con gran confianza. Ella y él forman uña y carne. Esta fórmula de semiescenificación es una solución para poder montar en poco tiempo una zarzuela y, por lo tanto, divulgar el repertorio. Esto no quiere decir que sea una solución fácil, ya que hay que contar con cantantes e intérpretes solventes que, imagino, no necesiten de mucho ensayo, pero que el resultado sea eficaz. También es una oportunidad para que los cantantes jóvenes – los de concierto son jóvenes, pero con una amplia y cariada trayectoria lírica -, muestren sus posibilidades y los ya veteranos, absorbidos por mil contratos, puedan dedicar un poco de tiempo a que oigamos sus voces. La Canción y El Dúo, flor de un día de representación, han ofrecido una velada agradable, en el que, al tener sobre el escenario orquesta, coro y solistas, la música y el canto cobra especial relieve.
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