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EL GATO MONTÉS. Película |
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EL GATO MONTÉS MANUEL PENELLA DIRECCIÓN: ROSARIO PI
En 1935 Rosario Pi llevaba al cine la ópera de Manuel Penella, El Gato Montés. Lo peculiar de esta iniciativa es: primero que se trataba de una ópera a la que las compañías de repertorio no acudían mucho, y segundo que la dirigiera una mujer. Rosario Pi adapta la ópera al medio cinematográfico y huye del retratar una ópera. De la partitura recoge parte instrumental que aprovecha como banda sonora en muchos momentos y respeta ciertas arias y dúos claves. Crea una estética, un tanto extraña, pues parte en la imagen, interpretación y caracterización de un realismo, sobre todo en el mundo gitano, y coquetea con un folklorismo sobrio en la sociedad taurina y su entorno. En lo que respecta a la parte musical se comporta con el estilo convencional de los musicales. Se ponen a cantar. La película comienza con la infancia de Julianillo (El gato Montés) y la de Solea, dos humildísimos gitanillos afincados en su familia y que se profesan su amor infantil. Ese amor continuará en Julianillo, que, de adulto, la fortuna no le favorece y se lanza a la Sierra como bandolero. Soleá ha conocido un torero de moda, quien se rinde ante sus encantos. Las dos vidas se han separado, pero el fatum volverá a juntarlas en la muerte. Las imágenes que abren la película, la infancia, la cierran. Divisa Producciones (Valladolid) en su colección Clásico Español ha recuperado la cinta en VHS. la ha convertido en una joya para coleccionistas. Fundamentalmente la calidad de la imagen y sonido es aceptable, salvo algunas escenas que han resistido mal el paso del tiempo. No parece que se haya hecho un trabajo de remasterización digital, pero se deja ver. Que se sepa no ha sido recuperada en DVD.
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