Aromas de Soledad, la España vaciada. TFG

Dramaturgia: RAÚL LOSÁNEZ
(A PARTIR DE LA OBRA POÉTICA DE JOSÉ Mª GABRIEL Y GALÁN)
Dirección escénica: ANA CONTRERAS
Intérpretes: JESÚS NOGUERO / CARMEN DEL VALLE / NACHO VERA
en el
TEATRO FERNÁN GÓMEZ
(SALA JARDIEL PONCELA)
de
MADRID

Del 20 de noviembre al 7 de diciembre de 2025

– El Teatro Fernán Gómez presenta “Aromas de soledad”, un espectáculo teatral que rinde homenaje a la España vaciada
– La propuesta parte de la obra literaria de José María Gabriel y Galán, un poeta casi olvidado en la actualidad, pero en su momento fue uno de los más leídos por las clases humildes, y supo retratar la vida campesina con especial sensibilidad.  
– Raúl Losánez escribe la dramaturgia que dirige Ana Contreras e interpretan Carmen del Valle, Jesús Noguero y Nacho Vera.

“Aromas de soledad” reflexiona sobre la pérdida del mundo rural, la despoblación y el modo en que el materialismo contemporáneo ha desplazado los vínculos esenciales con la naturaleza. “Aromas de soledad” es un homenaje a la España vaciada y al mundo rural. El espectáculo teatral está construido a partir de la producción poética de José María Gabriel y Galán, uno de los autores más leídos por las clases humildes y que más versos dedicó a la naturaleza y al campesinado

En los años cuarenta, en la escuela primaria, se aprendían poesías de memoria, para ejercitarla, imagino, y luego en clase había que recitarla. Existían textos con esa selección de poesías. Una de ellas era “Mi vaquerillo” de Gabriel y Galán. Al recitarla se comenzaba con el título: “Mi vaquerillo de Gabriel y Galán”

He dormido esta noche en el monte
Con el niño que guarda mis vacas
En el valle tendió para ambos
el rapaz su raquítica manta
¡y se quiso quitar- ¡pobrecito! –
su blusilla y hacerme almohada!
Una noche solemne de junio,
una noche de junio muy clara…

Sin razón alguna, yo la situaba en Extremadura, tierra que nunca había pisado, y a Gabriel y Galán me lo imaginaba, sin fundamento, un poeta urbanita de chaqueta y corbata. Error mayúsculo este último porque el José María Gabriel y Galán (1870 – 1905), según la nota de prensa, con motivo de “Aromas de soledad”, nació en el municipio salmantino de Frades de la Sierra en 1870, en el seno de una familia de labradores y ganaderos acomodados.
Se convirtió pronto, antes de que le sorprendiera la muerte con solo 34 años, en uno de los poetas más leídos en España. Contó con el aplauso y el elogio de grandes escritores e intelectuales del momento. Fue precisamente Miguel de Unamuno quien lanzó su carrera y le dio a conocer en los círculos literarios y editoriales. Emilia Pardo Bazán no dudó en decir que por primera vez en su vida había sido testigo de “el efecto de la poesía en el alma del pueblo” después de ver “correr lágrimas mezcladas con risas ingenuas” en el semblante de un grupo de labriegos que escuchaban recitar un poema de Gabriel y Galán, al que describía como un autor de “exquisito sentimiento, hábil retórica y gran sentido artístico”.
Que yo imaginase que su personaje “mi vaquerillo” habitase en Extremadura, tiene su razón de ser ya que de su obra poética rezuma espacios castellanos y extremeños.
Si bien fueron las tierras de Castilla y de Extremadura la fuente de inspiración para Gabriel y Galán, su poesía puede leerse en verdad como un hermoso canto a la naturaleza en su sentido más amplio y como una conmovedora reflexión sobre la vida espiritual y sencilla, alejada del materialismo y las vanidades del mundo.  Pocos escritores habrá que hayan sido capaces de penetrar como él en el alma de las gentes humildes del campo, que, siendo analfabetas en muchos casos, aún recitaban de memoria muchos de sus poemas más de medio siglo después de su muerte.

Otra de las aportaciones de Gabriel y Galán es haber sido el primer poeta que se ocupó un poco del habla de las gentes de Extremadura antes de que se sistematizase, se estudiase y se denominase con el término “castúo”. Se inició en la escritura en castúo a raíz del nacimiento de su primer hijo en 1898, a quien le dedicó el poema “Cristu benditu”, perteneciente a su obra “Extremeñas”. Junto al poeta Luis Chamizo, divulgaron el habla de los labradores de Extremadura. En la función hay un giño al “castúo”,

LA ESPAÑA VACIADA.
LO TRISTE ES QUE LLEGUEMOS AL SIGLO XXI Y
LAS MUJERES Y HOMBRES DE LA TIERRA,
SIGAN PASANDO MUCHA MISERIA

Raúl Losánez crea una dramaturgia cuyo punto de partida es el mundo poético de Gabriel y Galán, que evoca la naturaleza, incluido su misterio y paz, pero que hoy se denomina la España vaciada, a la cual vuelve Juan Carlos Pérez de la Fuente, director artístico del Teatro Fernán Gómez, con un testimonio personal.
Han pasado muchos años. Yo recuerdo el día que me dijo mi padre, “tengo tres vacas y me dicen que no las puedo seguir teniendo”. Entonces ahí empezó es club llamado Europa, que trajeron muchas miserias. Recuerdo, como si fuera ahora mismo, a los 10 años cuando me dejaban en el Calasancio interno, que me dijo “Sé egoísta, estudia aquí, en el pueblo sólo hay hambre y miseria. Lo triste es que lleguemos al siglo XXI y sigamos diciendo que las mujeres y hombres de la tierra, de lo rural, de la España vaciada, siguen pasando mucha miseria. Desde aquí, hoy, quiero decirles a los políticos, a unos y a otros, que cuiden a las mujeres y hombres de la tierra, que más allá de las palabras están los hechos. Nosotros como gentes del teatro, haciendo teatro. Recojo las palabras de Raúl (Losánez) diciendo: “’Aromas de Soledad’ es un proyecto en clave teatral, poética y musical para hablar de la tierra, de los hombres y mujeres de la tierra, del mundo rural.

Una crítica sobre “Aromas de soledad”, previa al estreno, por parte de Juan Carlos, se resume en unas entusiastas calificaciones
Habéis hecho un espectáculo bellísimo, con una sensibilidad especial. Habéis elegido a un hombre olvidado, a Gabriel y Galán. Muere con 34 años, pero los vive al lado de las gentes que labraban la tierra. Cuando vayamos al supermercado, recordemos que detrás de esos colores tan maravillosos, hay mujeres y hombres que labran la tierra.

RAÚL LOSÁNEZ, dramaturgo
MERECE LA PENA DAR CABIDA Y VOZ A
DETERMINADAS CUESTIONES Y ESCRITORES

La Compañía La Otra Arcadia ha creado este espectáculo, cuya filosofía creativa parte de ideas abstractas muy generales. A ello se une el trabajar con voces poco “transitadas” lo cual según Raúl Losánez, creador de la dramaturgia, son las menos comerciales del mundo.

Nos aventuramos en cosas raras y arriesgadas, porque creemos firmemente en ello y no por hacer rarezas, sino porque creemos que merece la pena para dar cabida y voz a determinadas cuestiones y escritores que han sabido hablar muy bien de asuntos que nos han tocado antes y nos tocarán siempre. Me gusta tocar esos temas desde un mundo general, abstracto o filosófico. Uno de esos asuntos que nos parecían interesantes era el mundo rural. No se trataba de hacer una defensa desde el punto de vista pueril, naif de la tierra y de la vida en el campo como que “¡Qué maravillosa es!”, sino reflexionar sobre la relación del hombre con su entorno, con el espacio natural, que creo que es un tema profundo, hondo, complejo y universal y que acompañará siempre a la existencia humana, en cuanto que el ser humano es animal racional, provisto de inteligencia en ese espacio natural que le permite la subsistencia y cómo en esa intervención sobre el entorno, logra cargarse su propia subsistencia. Esa paradoja me parece una fuente formidable de conflictos para el teatro.

VOLVER A LA INFANCIA RURAL,
UN MUNDO ABANDONADO

En “Aromas de Soledad” el argumento es la llegada de una mujer, con su trayectoria, a una alquería donde nació y transcurrió su infancia con su Padre (Jesús Noguero).

Ese mundo del pasado se va desarrollando en dos planos temporales anímicos de reflexiones diferentes que, a veces, convergen, otras veces se separan. Al mismo tiempo el personaje de Nacho Vera, es una especie de narrador muy juglaresco que va introduciendo a los personajes y las escenas en este viaje evocador onírico. Todo es muy simbólico. Que nadie espere ver un espectáculo naturalista con personajes naturalistas, la Madre, el Padre, la hija… Todo está contado desde un lugar poético y simbólico a través de imágenes poéticas. Más allá de esa línea argumental, hay una reflexión muy simbólica y muy poética acerca de ese entorno, sobre el cual el ser humano interviene y, a veces, se le va de las manos. Lo que permite la poesía es movernos en un plano de abstracción maravilloso que hace que lo que parece dicho desde el Yo de la persona concreta. Cómo es el campesino que reflexiona se va transformando en otra cosa. A lo largo de la función hay muchas transformaciones de los personajes que no son exactamente ellos. Ese entorno tiene lo mejor y lo peor. Por eso se habla, también, de la dureza del campo y que hay mucha desigualdad entre las mujeres del campo y los hombres. Con todo eso tratamos de invitar al espectador a que reflexione sobre qué hemos hecho con ese espacio, ese medio natural, y lo que deberíamos hacer. En la obra se habla mucho del progreso, y se especifica que no es que no hay progresado el mundo rural, sino que ha sido abandonado. Se habla también de la belleza, de la contemplación, de la soledad, y eso sirve para colocar al ser humano en algo que me interesa mucho y a todos que es algo muy oportuno, colocar al hombre fuera de sí, algo necesario en estos tiempos.

VIVIR EN EL MEDIO RURAL
TE HACE LLEGAR A LA HUMILDAD

Colocar al hombre fuera de sí se traduce en ponerlo en contacto con la naturaleza y para ello se impone vivir en el medio rural.

Vivir en el medio rural, la naturaleza, te hace llegar a la humildad de una manera directa e inapelable. Te coloca en un lugar donde eres un ser insignificante. Eres una hormiguita y eres muy consciente todo el tiempo. Das un paseo por el monte y, en realidad, no eres nada. Eres una cosita más que intenta llegar a su hormiguero, cada día, haciendo las cosas de la mejor manera posible. Ceo que tendríamos que ser más conscientes de esa insignificancia en un orden más complejo, y no estoy hablando religión ni de algo parecido, sino de física y pura metafísica. Es así el ser humano es algo minúsculo en la existencia. Eso nos permitiría abordar la vida y las preocupaciones con un poco más de modestia, de inteligencia y de sensibilidad.  

ANA CONTRERAS, dirección escénica
EL MUNDO RURAL, OTRA DIMENSIÓN TEMPORAL

Tras la tormenta de ideas de los componentes de la Compañía y la creación del libreto, surge siempre la misma muletilla “¿Ahora cómo se pone en escena?” Quien encuentra la solución se Ana Contreras.

Cuando Raúl me propuso este trabajo antes de hacer la dramaturgia, me pareció maravilloso porque yo vengo del mundo rural, y conozco, como Raúl, qué pasa con las vacas cuando se dejaron de tener vacas, la trilla… Es otro mundo, y esto me pasa a mí y a otras muchas personas, como es el tener el privilegio de vivir en dos mundos. Hemos vivido en un mundo que ya no existe, pero lo hemos vivido. Ese mundo en que vivíamos tenía otra temporalidad, otras reglas, el modo de entender el contacto con la naturaleza y con el resto de los seres humanos. Cuando venimos a este mundo que, también, habitamos plenamente y muy maravillosamente, pero que no tiene nada que ver, es un privilegio que, quizás, la gente más joven no lo ha tenido. Eso nos ha pasado con todo el equipo que tenemos de diseño, que son mucho más jóvenes. Yo les decía “quiero tener la luz de las luciérnagas en todo el teatro”. Me decían “Y eso ¿qué es?” “¿Esto ocurría de verdad?” “Tú ¿lo has visto?” “Sí, ya no vemos las luciérnagas nunca más, pero esto era como la obsesión”. Luego ocurre una cosa muy chula en nuestra compañía, y es que Raúl y yo nos entendemos muy bien, pero sin palabras. Cada uno trabaja en lo suyo, pero estamos sintonizados como de una manera mágica. Raúl me hablaba, antes de hacer la dramaturgia, “He pensado en una hija, en un padre…” “Estupendo, esto es Juan Rulfo – escritor, guionista y fotógrafo mexicano, autor de la novela “Pedro Páramo” (1955) – maravilloso”. Me preguntaba “¿Qué hacemos con el narrador?, ¿Qué puede ser?” Le dije “Quizás puede ser esto y lo otro” Ya me monté mi película, y resulta que eso aparece en el libreto, también. Ya veréis lo que es “esto y lo otro”, pues el narrador no sólo canta, sino que actúa y representa a un personaje entrañable y maravilloso. A partir de ahí, mientras Raúl preparaba la dramaturgia yo me fui haciendo una idea de las escenas del campo, porque yo todos los veranos voy a mi pueblo y sigo esa vida, bailo las jotas…, y si hay un baile tiene que haber una serie de cosas que, después, hemos encontrado en el libreto.

Después vino el trabajo con los diseñadores, y entre ellos una bonita escenografía, en proyección, del campo.

El campo está todo el rato, porque está en los paisajes de la escenografía, está en la luz de los paisajes que ha creado Violeta Némec para la función. Todo el rato se habla sobre el campo y su relación con el ser humano.

UN PADRE ENAMORADO DE LA TIERRA
Y UNA HIJA SE VA PORQUE
NO LE GUSTA DEL CAMPO

Posteriormente viene el trabajo con los intérpretes que califica de

maravillosos, con ellos hemos ido encontrando y descubriendo a través de las ideas que traían en la cabeza, hasta que las concretamos, por petición de Jesús Noguero. De esta manera tranquila y sosegada, se ha ido creando y apareciendo la escena y descubriendo a los personajes, con los que pretendíamos mostrar cómo es ese mundo rural, distinguiendo lo que es el espacio y quiénes son las gentes que habitan este mundo rural. ¿Quién es este Padre, este hombre labrador? Ha sido un descubrimiento. ¿Es un esteta? ¿Es un poeta? ¿Es músico? Es muchas cosas. Es alguien que sabe apreciar la belleza, y eso es, en el fondo, lo espiritual en el arte. La Hija, ¿qué le pasa? ¿Por qué a determinada edad hay que volver al campo? Algo que pasa cuando uno es más mayor, pero he descubierto que, también, le pasa a la gente más joven. El otro día he descubierto que la mayoría de mis alumnos están haciendo proyectos sobre el mundo rural.              

Aunque los personajes se ciñen a la Hija y el Padre, no se olvida a la mujer del labrador, colaboradorafiel en ese mundo rural.

Se habla de las mujeres del campo y cómo hablan del campo, y cómo sobrevivir en el campo. La Hija procede del campo. Ha visto a su madre, y decide irse del campo por todo lo que no le gusta del campo. Tenemos como las dos figuras antitéticas, aunque convergen en el Padre que está enamorado de la tierra y la Hija que ve lo que no está bien de la tierra, porque la ve como sus medidas discriminatorias.  

Y JOSÉ MARÍA GABRIEL Y GALÁN
¿QUÉ PINTA EN TODO ESTO?

En todo este torrente de ideas, emociones y palabras de Raúl y Ana, el nombre de Gabriel y Galán ha estado ausente. Según Raúl este es, también, uno de los objetivos de la Compañía Arcadia, traer a la vida a aquellos autores que están un poco arrinconados de manera injusta.

En este caso cuando pensamos íbamos a hablar sobre el campo y lo rural, dijimos: “¿Qué mejor que hacerlo que a través de la voz de Gabriel y Galán?, que fue un hombre que murió en 1905, pero creo que, aunque se ha hablado de algunos otros en cuanto a lo popular y no popular, fue, realmente, el primer poeta popular en todo su significado. Es el primer poeta al que la gente llana, sin estudios lo recita, lo quiere, lo aprende de memoria. De eso dan fue autores de la talla de Salvador Rueda, Unamuno, Pardo Bazán que proclamaba “He visto a una gente recitando a Gabriel y Galán junto a una hoguera, me han conmovido, y me he dado cuenta de que ningún “vate” de tronío ha logrado, lo que ha logrado él, que es penetrar en el alma del pueblo campesino, pueblo sin posibilidades y sin estudios”. No se trataba de hablar desde la atalaya del erudito. Después de dedicarse un poco a la enseñanza en Ávila, necesitó volver al campo. En la ciudad no se encontraba, no se hallaba gusto. Lo dice en muchas de sus cartas y sus poemas. Va al campo a administrar la hacienda de la familia de su mujer, y decide pasar allí su vida. Lo que es cierto es que no deja de ser un privilegiado, con cultura, con posibilidades económicas, pero preocupado por todos los males que veía en su en derredor. Cuando yo era pequeño, en todas las estanterías de las casas, junto al “Quijote”, había un libro de poemas de Gabriel y Galán. Yo, que soy de Extremadura, recuerdo que, de pequeño, cuando iba al pueblo de mi madre, la gente, analfabeta, te recitaba Gabriel y Galán, de memoria. Yo, de pequeño, con el poema “El embargo”, incluido en esta función, lloraba y ahora me cuesta mucho no llorar en los ensayos todos los días. Me tengo que contener las lágrimas porque es de una profunda emoción y de una verdad sobre el padecimiento del humilde desfavorecido. Por eso me decía “Hay que recuperar a Gabriel y Galán”. Unamuno recitaba de memoria a Gabriel y Galán cuando venía Madrid, y se peleaba con el hermano de Gabriel y Galán, a ver quién de los dos se convertía en su “manager”. Los dos querían patrocinarle como locos, porque veían que lo que escribía llegaba directo al corazón del pueblo.

EL PROGRESO DEL S. XIX
ABOCADO AL PURO MATERIALISMO

Dada ese influjo de Gabriel y Galán en el pueblo y los intelectuales, la pregunta obligada es ¿por qué ha caído en el olvido?

Gabriel y Galán, tiene el marchamo de ser de derechas, tradicionalista, muy católico, con mucha fe, pero cuando vemos el pensamiento político y la ideología del diecinueve, no tiene nada que ver con lo que era en aquel momento. Es decir, Gabriel y Galán sería lo más anticapitalista que pueda haber hoy. Era un señor tradicionalista, pero en aquel momento que el progreso es de izquierdas, y los republicanos lo apadrinan. Él es contrario a la idea de progreso, porque, en cierto modo, ya estaba vaticinando los males con los que nos encontramos hoy en día. Es decir, cómo esa intervención desmedida sobre las cosas, se va traduciendo, simple y llanamente, en puro materialismo, el cual echa por tierra todas las posibilidades espirituales, morales, éticas o como las queramos llamar, que debería tener el concepto “progreso”. Por eso Gabriel y Galán había que recuperarlo. Es un poeta que tiene cosas que entran de manera muy directa.

LOS ACTORES

A los intérpretes, Ana Contreras, los califica de

maravillosos, con ellos hemos ido encontrando y descubriendo a través de las ideas que traían en la cabeza, hasta que las concretamos. De esta manera tranquila y sosegada, se ha ido creando y apareciendo la escena y descubriendo a los personajes, con los que pretendíamos mostrar cómo es ese mundo rural. Tales personajes son: Padre (Jesús Noguero), Hija (Carmen del Valle), Narrador y más (Nacho Vera).

CARMEN DEL VALLE, actriz, la Hija
LO QUE TENEMOS QUE HACER LOS ACTORES
ES TRADUCIR LA TEORÍA A CORAZÓN Y EMOCIÓN

Carmen del Valle interpreta a la Hija que vuelve a sus raíces rurales. De la función resalta el mundo musical en directo, ausente en la mayoría de los espectáculos teatrales de texto.

Hay pocos espectáculos con música compuesta exprofeso y canciones originales y en directo, pero de eso hablará Nacho Vera, el compositor de una música que es una joya. Quiero decir una cosa muy pequeña, a nivel vivencial, porque lo que tenemos que hacer los actores es traducir toda esta teoría de estos señores, en nuestro corazón, en nuestras emociones, y me gustaría reivindicar, algo que ya se ha dicho, lo de la delicadeza, de lo pequeño, del tiempo, del silencio, del respirar, de crear un espacio y de entrar en otro tiempo temporal y de invocar a nuestros antepasados, Hay algo mágico que tiene el teatro que es hablar con los fantasmas que habitan los teatros, que habitan nuestra vida, y esto viajes emocionales como el de la Hija, que va a sus orígenes, hará volver al espectador a estos orígenes y a la magia         

NACHO VERA, músico, actor, creador y productor
SOY MÚSICO DE CONSERVATORIO,
PERO TENGO ALGO DE POPULAR

Nacho Vera, músico, compositor, actor, y creador, es el autor de lo que Carmen ha calificado como “joya de música”, lo cual le alegra de modo especial.

Cuando me llaman para hacer cosas, siempre me pregunto, “¿Por qué me llaman a mí?”, pues pienso que no soy el adecuado, pero creo que viendo lo que yo hacía, les interesaba. Yo soy músico de conservatorio, pero tengo algo de popular en el sentido de que siempre he tocado mis canciones. Esa apuesta que han hecho ellos, creo, era también así, porque querían dar a toda la obra un matiz popular. Para mí ha sido sencillo, porque los poemas tienen una musicalidad interna que hace que de todas las músicas que se puedan poner hay algo que encaja mejor. Las músicas tienen algo como popular, pero filtrado por lo que yo hago. No vamos a encontrar una jota, pero sí hay un regusto a un cantautor antiguo, quizás, o trovador. Para mí ha sido muy importante este viaje, porque, a mi pesar, soy un urbanita y un “charnego”, mi padre es de Sevilla y mi madre de un pueblo de Palencia. Se encontraron en Barcelona, yo nací allí y nos movemos por grandes ciudades. Yo nunca he tenido un pueblo. Lo he echado mucho de menos, porque me encantaría tener un pueblo. Ahora que tengo una hija pequeña, me pregunto “¡Dios mío! Cómo vivimos aquí en Usera (barrio de Madrid). ¿Por qué no estamos en el campo?” Este proyecto me ha hecho imaginar ese otro mundo más sosegado, que yo necesito. Estoy encantado de estar en este proyecto.       

En el espectáculo hay un par de canciones de Raquel Riaño y sobre ellas Nacho Vera las ha elaborado.

JESÚS NOGUERO, actor, el Padre
“Yo soy el padre, la cuna, la tumba de los trabajadores”

Jesús Noguero interpreta al Padre y ve la función como una oportunidad de acercarse a la lírica, no solo con la poesía de Gabriel y Galán, sino con el trabajo del equipo.

Para mí es un “lujazo” poder estar en este proyecto, y soy un afortunado por ligar proyectos de esta altura, estética, poética, de esta sensibilidad, de esta hondura. Hay un momento en que habla la propia tierra, “Yo soy el padre, la cuna, la tumba de los trabajadores”, y hay un alegato muy fuerte de esa gente que se deja la sustancia de su carne ahí y regando los surcos. Es la propia tierra la que lo pone en valor. Hace falta luz fecunda, hace falta sol de ideas. Hay un mitin que lanza la tierra. Participar en espectáculos como éste no me va a solucionar el tema de la hipoteca, pero me da para estar bien arropado espiritualmente. Y ahora que Juan Carlos nos ha abierto el Teatro vamos a poner en el camerino un “chaiselongue”. 

JOSÉ MARÍA GABRIEL Y GALÁN

José María Gabriel y Galán, nació en el municipio salmantino de Frades de la Sierra ( Guijuelo, 28 de junio de 1870 – Guijo de Granadilla, 6 de enero de 1905), en el seno de una familia de labradores y ganaderos acomodados, Gabriel y Galán se convirtió pronto, antes de que le sorprendiera la muerte con solo 34 años, en uno de los poetas más leídos en España. Contó con el aplauso y el elogio de grandes escritores e intelectuales del momento. Fue precisamente Miguel de Unamuno quien lanzó su carrera y le dio a conocer en los círculos literarios y editoriales. Emilia Pardo Bazán no dudó en decir que por primera vez en su vida había sido testigo de “el efecto de la poesía en el alma del pueblo” después de ver “correr lágrimas mezcladas con risas ingenuas” en el semblante de un grupo de labriegos que escuchaban recitar un poema de Gabriel y Galán, al que describía como un autor de “exquisito sentimiento, hábil retórica y gran sentido artístico”.
Si bien fueron las tierras de Castilla y de Extremadura la fuente de inspiración para Gabriel y Galán, su poesía puede leerse en verdad como un hermoso canto a la naturaleza en su sentido más amplio y como una conmovedora reflexión sobre la vida espiritual y sencilla, alejada del materialismo y las vanidades del mundo.  Pocos escritores habrá que hayan sido capaces de penetrar como él en el alma de las gentes humildes del campo, que, siendo analfabetas en muchos casos, aún recitaban de memoria muchos de sus poemas más de medio siglo después de su muerte.

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AROMAS DE SOLEDAD
Taller: Percusión con instrumentos de cocina por Vanesa Muela. De raíz
Taller Rap Rural: Pucherito de palabras. Taller colectivo de creación de canciones por Bewis de la Rosa
Exposición – Conversación: Contado por nosotras – un mapa de nuestra memoria, por Laura Santos & almealera.
Mesa Redonda: Una visión femenina en las Artes escénicas por la España Vaciada.

FUNCIÓN
De martes a domingo: 19:30 horas
Encuentro con el público
27 de noviembre de 2025

PRECIO
20 €
Descuento (Todos los días)
Carné joven, mayores de 65, familia numerosa, discapacidad y acompañante, desempleados y carné de bibliotecas municipales de Madrid.
16 €
Otros descuentos
Amigos TFG – 14 €.
Grupos (+ de 20) – 15 €
Discapacidad y acompañante – 16 €
Personas con movilidad reducida y acompañante – 14,5 €
Menores de 14 años – 15 €
Reservas de Amigos TFG
Acogido al Joven Bono Cultural (JOBO).  (De martes a viernes incluidos)
Gratis

Título: Aromas de soledad (Homenaje a la España vaciada y al mundo rural)
Dramaturgia: Raúl Losánez (a partir de la obra poética de José Mª Gabriel y Galán)
Escenografía: Iván López-Ortega
Iluminación: Clavija Estudio (Inés de la Iglesia / Carlos Carpintero)
Vestuario: Lara Contreras
Videoescena y ayudantía de dirección: Violeta Némec
Composición y dirección musical: Nacho Vera
Composición de canciones preexistentes: Raquel Riaño
Producción de canciones preexistentes: Óscar Claros
Producción ejecutiva y prensa: Manuel Benito
Diseño gráfico: Nuria Cuesta
Fotografías: Enrico Bárbaro Jr.
Producción: La Otra Arcadia
Intérpretes: Jesús Noguero, Carmen del Valle y Nacho Vera
Dirección escénica: Ana Contreras
Duración: 75 minutos
Estreno en Madrid: Teatro Fernán Gómez (Sala Jardiel Poncela): 20 – XI – 2025

Teatro Fernán Gómez
(Sala Guirau)
Pza. de Colón, 4, Salamanca
28001 – Madrid
Metro: Líneas 4 (Colón y Serrano).
Bús: Líneas 14, 150, 27, 45, 5, 21, 37, C03 y 53.
Parking: Empark Plaza de Colón, Plaza de Colón, s/n // IH Centro Colón, Calle Marqués de la Ensenada, 16, Abierto 24 horas // Parking Público, Paseo de Recoletos, 37, Abierto 24 horas