De Juan Rana se ha escrito que era «el gracioso más vivo que hubo en España», en palabras de su contemporáneo Juan Caramuel, filósofo y erudito cisterciense. Un manuscrito de la época refiere que le basta salir a escena para provocar la risa antes y el aplauso de que emitiera ninguna palabra. Juan Rana, con nombre de Pila Cosme Pérez, nació en Tudela del Duero (Valladolid) a primeros de abril de 1593 en Madrid y murió el 20 de abril de 1672. Fue un actor cómico, cuya popularidad llegó a tal calibre que, en la época, las compañías anunciaban, falsamente, su actuación en la comedia que iban a representar para atraer a los espectadores. De él se conserva su retrato en la Real Academia Española. Nos muestra su figura contrahecha.
EL CANTO DE JUAN RANA DE JOSÉ SANCHIS SINISTERRA El personaje cobró actualidad como motivo del monólogo escrito por José Sanchis Sinisterra titulado El canto de Juan Rana escrita entre 183 y 1987 y publicada en 1995. En 2009 subió al escenario de la Sala Montacargas, interpretado por Manuel Fernández y dirigido por Aurora Navarro, y fue escogido por el Ayuntamiento de Madrid para las Fiestas de San Isidro y los Veranos de la Villa de Madrid. Continuó su andadura en una gira nacional e internacional en Argentina. En julio de 2019 volvía este texto de la mano del actor Toni Misó en la 42 edición del Festival de Teatro Clásico de Almagro. JUAN RANA VUELVE DE NUEVO A LOS ESCENARIOS
Juan Rana vuelve a la actualidad, pero no de la mano de José Sachis Sinisterra, sino de Ron La-la, dirigida por Yayo Cáceres con un montaje marcado por su peculiar estilo ronlalero en el que la Inquisición cobra protagonismo ante la desfachatez liberadora del cómico Juan Rana. Después de la creación del espectáculo y de todo el proceso de ensayos, Yayo Cáceres confiesa que no sabe si este montaje es una excusa para hablar de la risa o si ese juicio es una excusa para hablar de Juan Rana. Lo cierto es que estamos ante un hombre que marcó toda una época. Un hombre «contrahecho» y yo digo y «hecho contra el mal humor hecho contra los esquemas que impedían en su momento poder reírnos», y quitarle los límites al humor para poder ser libres, porque, probablemente, el humor es la única manera de poder soportar la vida que a fin de cuentas no tiene final feliz.
«¿QUÉ PASARÍA SI UN DÍA YA NO NOS PODRÍAMOS REÍR DE LO QUE NOS SUCEDE?»
Andanzas y entremeses Yayo lo define como un espectáculo «ronralero» basado en el cuadro Auto de Fe en la Plaza Mayor de Madrid (1683) de Francisco Rizi, celebrado en 1680. El montaje cuenta con
todos los recursos de Ron la-la, el ritmo, la música en directo y con el elenco habitual: Íñigo Echevarría que hace Inquisidor General; Juan Cañas que hace de Calderón, de Velázquez y otros; Daniel Rovalher que hace fundamentalmente de Bernarda Ramírez que fue la actriz compañera de todos los años de Juan Rana y Fran García, nuestra nueva adquisición, que hace el papel de Verdugo y otros papeles secundarios. Juan Rana es Miguel Magdalena. Nuestra idea es en vez de traer respuestas, intentar despertar preguntas en el espectador, y la pregunta fundamental es «¿Qué pasaría si un día ya no nos podríamos reír de lo que nos sucede?»
Este interrogante, en los tiempos que corren que intentan controlar o penalizar todo hasta llegar a la violencia como el ataque yihadista en 2015 a la revista Charlie Hebdo o bien manifiestos de otras corrientes, ponen de actualidad tal pregunta, Eso es, precisamente lo que ponemos de manifiesto – ratifica Yayo. Probablemente tengamos que empezar nosotros: yo haciendo bromas sobre los calvos y los homosexuales, siendo las dos cosas. A lo mejor volver a reírnos todos de lo que somos de manera libre y desenfadada, para reírnos de lo que no tenemos resuelto como sociedad. Por lo menos es un tema a tener en cuenta. Monty Pyton, probablemente, no podría hacer los espectáculos que hacía o Gila…Creo que vale la pregunta, por lo menos.
Yo añadiría – precisa Álvaro Tato, autor de la versión y dramaturgia – que el propio personaje de Juan Rana, además de un contrahecho, es un ejemplo maravilloso de reírse de su propia sombra, de su sociedad, de los estamentos, de las clases sociales, de sí mismo, de su profesión y de todo el mundo que le rodeaba, incluida la aristocracia la realeza y los grandes valores de la Contrarreforma que, a veces, se han creído que eran inamovibles en el Siglo de Oro. El traer a Juan Rana en relación con este debate social que hay en torno de la risa, del escándalo, de la autocensura y la vigilancia es particularmente fascinante en este tiempo. Juan Rana como personaje y Cosme Pérez como actor y los escritores que le rodean que son nada menos que Calderón, Moreto, Jerónimo de Cáncer y un montón de autores que practican ya un humor humanista ya cervantino. Se nos ha querido colocar a un Calderón serio, trascendental y valedor de la Contrarreforma, pero es el mismo Calderón que está escribiendo unos entremeses para Juan Rana. Literalmente se ríen de todo. Juan Rana pasa por un proceso por «sodomita » y por «puto» literalmente. Rescatamos un fragmento de la Crónica de la Bella y Corte de aquel año en que es juzgado de Puto y sodomita. Él, lejos de retractarse ya que te quemaban, sale de la cárcel y es cuando se escribe Los putos de Jerónimo de Cáncer, La boda de Juan Rana, Juan Rana embarazado, Juan Rana es mujer y pare a la hija de Pilar Escamilla, la otra actriz de la época, …Se ríe absolutamente de todo «in situ», con riesgo de su propia vida. En cambio, al mismo tiempo, tenía un sitio en la mesa de Felipe IV; es muy amigo de Mariana de Austria y protegido de los Austrias. Parece que incluso, hacía labores de embajador cuando venia otro embajador extranjero. Lo único que es increíble es que Velázquez no lo pintara, pero forma parte de ese mundo y ese submundo del barroco en el que la monarquía se une con lo más bajo; la comedia se une con la comedia del poder de modo que nos da una imagen tan profunda y tridimensional del Siglo de Oro que parece mentira que no hayamos abordado antes no digo Ron La-la, sino desde el mundo de los cómicos una figura que nos pone tan en peligro y que nos hace una pregunta tan grande a la sociedad entera.
Miguel Magdalena, que interpreta a Juan Rana, hace hincapié en que lo fascinante para Ron La-la el Siglo de Oro es lo que tiene de popular, como puede verse en el estrellado que alcanza Juan Rana en el teatro. La labor de Ron La-la es desempolvarlo, ir a esa conexión que tiene ese mundo con el substrato popular. Esa sinergia que debería crearse en los Corrales de Comedias, entre la gente que estaba representando problemas de la gente que estaba viendo y que tenía esos mismo problemas, ese camino debe abrirse porque nunca debe escaparse la cultura de un pueblo. LA DRAMATURGIA A PARTIR DE UN JUICIO INQUSITORIAL La dramaturgia, de la que es responsable Álvaro Tato, es una selección de los muchos entremeses que había de Juan Rana. Juan Cañas que además de Inquisidor encarna otros múltiples papeles especifica que la columna vertebral del espectáculo
es un juicio de la Inquisición. Se está juzgando, precisamente, a la risa. A partirde ahí planteamos esa pregunta mencionada: «¿Qué pasaría si un día ya no nos podríamos reír de lo que nos sucede?» Nos pareció una idea estupenda como es el paralelismo de un juicio inquisitorial con lo que está ocurriendo hoy en día, con una diferencia fundamental, que es que la idea se ha vuelto más perversa todavía, porque hoy en día los jueces somos nosotros mismos. No hay una Superioridad externa, sino que es la propia sociedad la que hace que uno se muerda la lengua. Este es el esqueleto. Siempre creemos que es importante dar un pasito más allá del propio texto que estamos versionando para darle ese sello «ronlalero» ayudado de la música en directo el humor y el ritmo. TODAS LAS BURLAS SOBRE LA SOCIEDAD
Álvaro Tato, también autor de los versos que no pertenecen a los entremeses añade que ese juicio está basado en el concepto de espectáculo de las «follas» del Siglo de Oro que tanto juego nos dio en nuestros comienzos con los clásicos del Siglo de Oro, Siglo de ahora 2012 y luego Cervantina (CLIKEAR), esa colección de «follas». «Folía» es locura y también «folla de hojas», de los diferentes entremeses que son las pruebas del juicio. Los testigos van a ser grandes personajes de la época: Bernarda Ramírez, una de las grandes actrices de la época junto con La Calderona, y pareja artística de Juan Rana; Cosme Pérez Juan Rana; Calderón de la Barca, el principal testigo; Velázquez… Ese esqueleto soporta un espectáculo que tiene mucho de «folla», de folía, de locura y una estructura de fiesta. Hemos elegido los entremeses, de entre los cuales unos son obras maestras de la dramaturgia breve del Siglo de Oro y se han representado mil veces: El toreador (1661) de Calderón, El retrato vivo (1661) de Agustín Moreto. También hay algunos que creemos que no han vuelto a representarse y si no es sí que alguno lo diga. Por ejemplo de la Biblioteca Nacional, gracias a Javier Huerta Calvo y a María Teresa Lobato y a todos los filólogos que nos han ayudado, hemos exhumado una maravilla: El triunfo de Juan Rana (1672) de Calderón. Juan Rana ya no se podía mover y Calderón le escribió una despedida. Para poderlo llevar en angarillas, él dice que es una estatua y se interpreta a sí mismo como una estatua que van a llevar al Retiro para convertirlo en una fuente. Se representó en el Retiro una única vez, porque después se murió con 79 años. Muy longevo para la época. Todos los entremeses cuentan el tipo de burla por el que pasó Juan Rana. En Los galeotes (1649) de Jerónimo de Cáncer se burla del poder; en El retrato vivo se burla del amor marital y los cuernos; en Los dos Juan Ranas (1644) de Calderón se burla de la caballerosidad y del honor; en El Toreador y en El triunfo de Juan Rana se burla del poder y de sí mismo. Es decir son todas las risas que hay en el Siglo de Oro a través de un personaje y una colección de entremeses.
VERSOS CLÁSICOS DE 1660 Y VERSOS CLÁSICOS DE 2020
Los entremeses forman el cuerpo principal con la versificación original y el entramado de toda la estructura tiene una versificación clásica del propio Álvaro Tato: redondillas, romances, décimas… El Inquisidor general, cuando se confiesa con Dios, habla en décimas; cuando discute con el Verdugo en el juicio lo hace en redondillas o romance. A pesar de que el tono general es festivo, no se escapa un cierto lado oscuro que conecta con nuestra época. Yayo Cáceres desvela que empezó siendo una cosa y nos sorprendió el propio montaje a nosotros mismos, porque es un «descojone», al menos nosotros nos hemos descojonado, y luego vimos que hay un sustrato aquí bastante profundo. Eso me hace pensar en una frase, atribuida a Molière, que me gusta muchísimo y nos la decían en la Escuela de Teatro donde estudié: «Cuando el ser humano se ríe, abre la boca y la palabra se le incrusta directamente en el cerebro». Entonces la risa es la mejor manera, no sé si los mensajes, porque es un modo pretencioso hablar de mensajes, pero sí de hablar de lo que sucede. Hasta los gatos tienen sentido del humor y cómo lo va a perder el ser humano. Se supone que somos los más altos de la especie. Aparte de estas reflexiones de contenido, también a través de los entremeses nos acercamos a la biografía del Juan Rana, aunque no se ha pretendido contar la vida de un persona. Más que una biografía como tal, aunque hay datos históricos, es mostrar un estado de ánimo, según Miguel Magdalena.
Es casi un Auto Sacramental en el que Juan Rana sería el humor o la risa. Un símbolo. Un estado de ánimo que nos sirve para hablar del ahora a través del antes, que es lo que nos gusta.
Los entremeses fluyen entrelazados con la estructura general de todo el espectáculo de modo que no pierden ritmo alguno. Todo está fijado y cosido a la manera ronlalera – añade Álvaro Tato.
LA MÚSICA LLENO DE MÚSICA PROTAGONISTA Marca de Ron Lá-lá es trabajar con música original y en directo. Daniel Rovalher, músico y cantante autodidacta, subraya que en esta ocasión pesa mucho. Hay mucha proporción musical en el espectáculo.
Nosotros utilizamos siempre la música de dos formas – añade Juan Cañas. Una música que colorea la escena y está en un segundo plano, y otras veces la ponemos como protagonista en primer plano. Vamos todos al frente y cantamos la canción, de modo que se pone en primer lugar. Este espectáculo está lleno de música protagonista. En Crimen y telón (CLIKEAR) había música continuamente, pero n tantos momentos como protagonista y el público pensaba que había poca. Era como una música en el cine que te va guiando. En este no. La mayor partes son canciones construidas de modo muy sencillo.
FUNCIÓN Martes y domingos: 19:00 h. De miércoles a sábados: 20:00 h. PRECIO
Título: Andanzas y entremeses de Juan Rana Creación colectiva: Ron Lalá Dramaturgia y versiones: Álvaro Tato Composición y arreglos: Yayo Cáceres, Juan Cañas, Miguel Magdalena, Daniel Rovalher Vestuario: Tatiana de Sarabia Escenografía y atrezzo: Carolina González Iluminación: Miguel Á. Camacho Sonido: Eduardo Gandulfo Realización de escenografía: Mambo Decorados Realización de telones y acabados: Sfumato Pintura Escénica Sastrería: Maribel RH Pintura y ambientación: Davinia Fillol Tocados: Diana García Máscaras: artmakerstudio Foto del retrato Juan Rana: RAE, Archivo fotográfico: Pablo Linés Asistente de ensayos: Javier Bernat Jefe técnico: Eduardo Gandulfo Técnico de luces: Javier Bernat Maquinista: Elena Cañizares Fotografía y audiovisuales: David Ruiz, Txus Jiménez Redes: Ron Lalá Prensa: María Díaz Administración: Juan Cañas Producción ejecutiva: Martín Vaamonde Diseño de producción: Ron Lalá / Emilia Yagüe Una coproducción de la Compañía Nacional de Teatro Clásico y Ron Lalá Compañía Ron Lalá son: Yayo Cáceres, Juan Cañas, Íñigo Echevarría, Miguel Magdalena, Daniel Rovalher, Álvaro Tato Intérpretes (por orden de intervención): Juan Cañas: Inquisidor / Amigo / Matalotodo / Galeote / Velázquez / Pintor / Caballero / Calderón / Comediante Daniel Rovalher: Inquisidor / Bernarda / Comisario / Alguacil / Comediante / Musa / Soldado / Demonio Miguel Magdalena: Inquisidor / Juan Rana Íñigo Echevarría: Inquisidor general / Vejete Fran García: Verdugo / Sacristán / Escribano / Galeote / Comisario / Criada / Cortesano / Acotador /Diosa Fama / Demonio Dirección musical: Miguel Magdalena Dirección: Yayo Cáceres Estreno en Madrid: 14 de febrero 2020, Teatro de la Comedia de Madrid
|