Dos hermanos en la víspera de Navidad, imaginan observando a través de la ventana, cómo sería vivir las vidas de sus vecinos. Reciben una extraña visita y una extraña encomienda: ir en busca de un pájaro azul muy especial. Así, acompañados por un perro, una gata, una hogaza de pan duro y guiados por la luz, emprenden un viaje por diferentes mundos, donde deberán adentrarse en el país de la memoria, el reino de la noche y viajar al porvenir en busca del pájaro que cura la enfermedad de la tristeza
Esta es la historia de El pájaro azul que en 1906 escribe Maurice Maeterlinck. Según Álex Rojo, director de este montaje
representa el inmutable espíritu de la infancia, en conflicto permanente contra el tiempo, con el objetivo de la preservación de la inocencia y la obtención de autoconocimiento, abordando con tanta ternura como nostalgia el imaginario propio de la niñez. Este montaje estaba previsto para el mes de abril de 2020. El COVID19 lo impidió y ahora se retoma. Álex Rojo, director de escena, dramaturgo y productor teatral, funda en 2013 la compañía Aidos Teatro y en 2019, la empresa productora Daimon Says. Ha dirigido y producido La última cinta de Krapp (Samuel Beckett), El candidato (David Barreiro), y sus propias dramaturgias: Desde brotes Secos y Dejar atrás. Realiza la adaptación teatral del cuento El pabellón número 6 (Antón Chejov), estrenada en el Teatro Tribueñe y en la II Semana de Teatro Ruso de Madrid. Versiona y dirige la obra épica Gilgamesh estrenada en el teatro Fernán Gómez. CC de la Villa en 2019 y ahora El Pájaro Azul. Actualmente trabaja en su próximo proyecto, dramaturgia y dirección, La siesta de un fauno. En El Pájaro azul se encarga de la versión, la dirección y la música.
De El pájaro azul se ha dicho que es un cuento de hadas dirigido a niños, aunque es para todos los públicos, porque tiene un mensaje muy contundente para todos los adultos: ese reencontrarnos con el alma de la infancia. Todos hemos pasado por ahí y sabemos lo que es. También habla de la búsqueda de la felicidad y sobre todo plantea «¿qué es la felicidad?» Para cada uno es algo diferente; una búsqueda individual, y muchas veces no tiene porqué ser común. Hay ciertos elementos comunes a todos y otros inherentes a cada uno. Eso es lo que nos cuenta la obra: ese viaje interior en el cual nos vamos dando cuenta de quiénes somos, de cómo somos, quién nos acompaña, qué queremos, de cómo sentimos. Es un viaje emocional y representa el mirarse por dentro. A la vez nos pone en la necesidad de tender más allá. Como cualquier obra perteneciente al simbolismo nos insta a descubrir. Creo que es una propuesta muy interesante, además de estar plagada de ternura y mucha ironía. Sobre todo es una comedia que puede resultar efectiva y muy grata para cualquier tipo de público sin excepciones. El pájaro azul se estrenó por el Teatro del Arte de Moscú en 1908, con dirección de Konstantin Stanislavski. Posteriormente se representó en 1911 en París y Nueva York. Dado el gran éxito se convirtió en ópera con libreto propio Maeterlinck. Le siguieron adaptaciones al cine: 1918: versión muda de Maurice Toruner La obra es una alegoría sobre la búsqueda incesante de la felicidad, una pieza de gran belleza poética y con aparentes dificultades de escenificación que supuso un hito en el estilo de Maeterlinck ya entonces máximo exponente del simbolismo, quien, dando luz a la esperanza, renunció en cierta manera al silencio, al diálogo interno y estatismo que lo caracterizaban, en favor de un tono más activo y discursivo.
A los dos hermanos los interpretan Adrián Rico y Andrea Viña. Adrián Rico (Alicante, España) es actor y modelo de fotografía. En teatro ha participado en Hamlet o no Hamlet, Cachorros de negro y Supertop. En 2018 trabaja en El candidato de David Barreiro dirigida por Álex Rojo. En la rama audiovisual ha participado en numerosas campañas publicitarias para televisión y en cine trabaja en el cortometraje Dos dirigido por Belén Herrera. Esos dos hermanos viven en una casa pobre y se refugian un poco en lo onírico, y buscan más allá de lo material y lo tangible. Es una obra muy tierna y va a generar muchas más preguntas de las respuestas que se van a dar luego. Cada uno tendrá qué es el Pájaro Azul, cuál es su propósito y cómo lo utilizamos cada uno. Andrea Viña (Galicia) es licenciada por la RESAD en el itinerario de interpretación gestual. Sus últimos trabajos en teatro han sido Ay, que nos hemos quedado solas con dirección de Soledad Garre; Galitzia con dirección Karol Wisniewski; Cleo 1,2,3 dirigida por África Romera y Cuando el cuerpo habla obra realizada en Museo Reina Sofía. Andrea abunda en recordar que es para todos los públicos. A todo el mundo le va a llegar de una manera u otra, porque en nuestra vida cuando no nos damos cuenta es cuando todo lo entendemos más. Todo el mundo se va a sentir identificado con esta obra. BUSCAR LA ILUSIÓN INNATA DE LOS NIÑOS Los personajes no humanos en el simbolismo no son fáciles. Los dos niños tienen algo más a lo que agarrarse, pero dentro de los cánones simbólicos. Andrea reconoce que sus personajes
al ser dos niños tenemos elementos cercanos a los que acogernos. A la hora de abordarlos he ido a la esencia de la obra que es la ilusión, algo que los niños tienen muy innato. La ilusión por cualquier pequeña cosa y descubrirla. Entonces a través de buscar internamente esa ilusión, por conocer mundos nuevos, por lo que me están proponiendo, por el juego en escena…, por todo eso es lo que me ha ayudado a construir el personaje. IR A LA INFANCIA Y EL DESCUBRIR COSAS NUEVAS Adrián coincide en que nuestros personajes son los más anclados en la realidad, aunque luego transiten en distintos mundos de fantasía y sueño. En mi caso me retrotraí mucho a mi infancia y a esos momentos de descubrir cosas nuevas, que te explican tus padres o tus amigos. Esa pureza de no conocer, pero querer. El deseo inherente de los niños de probar cosas nuevas, de viajar sin miedo, de querer tocar más allá. También he estado con familiares y es que es sorprendente la capacidad para aceptar las cosas y seguir con ello. Da igual lo que les pongas delante. Es un viaje muy imaginario y muy de sentir que, a pesar del pasado, todavía tenemos muchos sentimientos muy marcados. El resto del reparto lo forman Macarena Robledo, Irene Álvarez, Ángel Mauri, Daniel Brotons, Lucas Ares. UN MINIMALISTA ESPACIO AZUL El espacio escénico de esta versión es minimalista: un suelo azul, dos sillas azules y una pequeña escalera de tijera, también azul, y un cajón-baúl azul. La escalera-tijera parece evocar a una de las escenificaciones en el Teatro del Arte de Moscú de 1955: Una interminable escalera de castillo practicable. al fondo se pierde en las alturas del escenario y por ella suben los personajes. Álex Rojo aclara: La escenografía junto con el vestuario es de Javier Noriega. Aunque parezca que tenemos pocas cosas, todas ellas tienen un carácter simbólico. En este caso la escalera como símbolo puede indicar la ascensión y nos invita a pensar en todos los vaivenes que nos vamos a encontrar. En esta obra todo es complementario. Está tan cargada de tristeza como de alegría. Es muy extrema. En este caso la escalera es un símbolo del movimiento y estatismo al que nos vamos a embarcar. Son muchos elementos a los que hemos traducido a una versión totalmente personal, dando por supuesto de la obra de Maeterlink. En este caso la hemos querido reducir al máximo y dejar los elementos concretos. La escalera la utilizamos como elemento estático y es símbolo de la altitud y el movimiento en que nos embarcamos. El riesgo del teatro simbólico es el poder seguir la historia y no perdernos. De tal riesgo es consciente Álex. Siendo consciente de que no es un texto naturalista, nos hemos dejado llevar y hacer florecer el carácter de los personajes desde la pura libertad. En el primer análisis de la obra encontramos muchas conclusiones y mucha contradicción. Prácticamente cada frase es independiente como concepto. Al final es ofrecer sentidos. No es un juego de adivinanzas, pero sí que el espectador reflexione en el momento de lo que va sucediendo y vaya respondiendo. Topar más con el sentido que con lo que se está diciendo puramente literal. Sabíamos de antemano que el riesgo era poder conseguirlo o no. Creo que hemos conseguido superarlo. Como lo hemos enfocado la obra te lleva a una comprensión más de tipo emocional que intelectual. Es un experimento.
FUNCIÓN PRECIO OTRAS TARIFAS Grupos escolares (hasta 18 años) – 12€ (todos los días por la tarde) Reservas de grupos y Amigos TFG:
Título: El pájaro azul
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