Tosca llega después de un año en que se abriera el Teatro Real con La Traviata (CLICK) con una puesta en escena dictada por las medidas de seguridad a las que nos obligó el COVID19. Ignacio García Berenguer, director gerente del Teatro Real, recuerda que ha sido un año con sus más y sus menos dificultades personales, institucionales, laborales, pero la mirada hacia atrás por parte del Teatro ha sido positiva con novedades en esta última temporada. El 2 de julio tenemos un preestreno para jóvenes a las siete de la tarde. El 10 de julio volvemos con la Semana de la Ópera; volvemos con las pantallas en el exterior, una pantalla en la Plaza de Oriente y la otra en la plaza de la Ópera. Aproximadamente serán unas 1000 butacas manteniendo la distancia preasignadas. Hay un formulario en la página web del Teatro Real para que la gente se inscriba.
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TOSCA SALVA LAS CAMPANAS DE BARGECCHIA, Nicola Luisotti, director musical habitual en el Teatro Real, ha fijado su residencia en España y es quien se encarga de dirigir esta versión. Con Tosca tiene una relación particular con Tosca, conocida por unos cuantos.
Yo he nacido en un pequeño pueblo de La Toscana, que se llama Bargecchia. En mi biografía está escrito Viareggio, porque nací en el hospital de Viareggio, porque era el hospital más cercano de Bargecchia. Bargecchia tiene una torre con campanas que suenan con una melodía «ding, dong, ding, dong…» En el primer acto de Tosca hay campanas, las mismas que las de mi pueblo. Puccini tenía un amigo en mi pueblo que se llamaba doctor Giacchi. En 1942/43 los fascistas de Mussolini vinieron a mi pueblo para tomar las campanas y construir los cañones. Fueron al cura del pueblo, don Giuseppe di Fioenttino que era músico, y tomó la partitura de Tosca y les dijo «estas campanas no se pueden requisar porque tienen un valor artístico. Puccini las ha puesto en la Tosca: «ding, dong, ding, dong …Va al campanario toca las campanas «ding, dong, ding, dong…» Las campanas se quedaron allí. Este cura, en el 8 de septiembre del convulsionado siguiente año, permitió esconder armas de los partisanos dentro del altar de la Iglesia. Los fascistas fueron a la Iglesia, abrieron el altar y las armas estaban allí. El cura fue arrestado y fusilado. Este cura pudo salvar las campanas, pero no pudo salvar su vida. TOSCA, MAS ALLÁ DE UNA ESTÉTICA VOCAL Tosca como ópera ha sido una de las más populares, y su razón de ser Luisotti la justifica analizando el recorrido de la ópera anterior.
Antes de Tosca hemos tenido muchísima ópera lírica, la cual comenzó en Nápoles con Carlos III. Se caracterizaba por su calidad. Se hablaba solamente de estética – Rossini, Bellini…. La gente estaba en los palcos y se valoraba al cantante famoso. Cuando llegaba se corría la cortina y se le escuchaba. Al terminar se cerraba la cortina y la gente se ponía a comer o a discutir o hacer el amor. La ópera era una cuestión de estética. Con Verdi se empieza a considerar la ópera de un modo diferente. Verdi piensa que la ópera es importante desde el punto de vista social, y empieza a componer cosas que al público le interesa más. Poseen más verdad. Con Puccini, y precisamente con Tosca, se va a Hollywood directamente. Tosca, sobre todo en el segundo acto, hace que la gente se olvide de que se está cantando, de la orquesta y, yo mismo, empiezo a creer en lo que veo. Es importante la transformación del primer Acto que tiene el aria de Recondita armonia y situaciones que es un poquito de cine y un poquito de ópera. Cuando Scarpia – un personaje malo que sólo se puede hacer si el intérprete, en su vida, es bueno – entra en ese primera acto, es una convulsión, te olvidas de que es una ópera lírica. En el segundo acto estás expectante, y cuando Scarpia muere, crees que está muerto. Luego volvemos al tercer acto, que es el final de esta película, porque no es una ópera lírica. Tosca es una película bien hecha. PACO AZORÍN: MÚSICA Y ACCIÓN INDISOLUBLES Quien se encarga de la puesta en escena y la escenografía es Paco Azorín, el cual cree que Tosca es una ópera perfecta, frente a otra cuya partitura es una maravilla, pero argumentalmente no se sostiene.
En Tosca música y acción son indisolubles. Prueba de ello es lo bien que nos lo hemos pasado en los ensayos Luisotti y yo, haciendo música y teatro juntos. Si vamos al libreto, podemos decir que Tosca es una obra claramente anticlerical. Puccini pone a un personaje que es Scarpia, el malvado en el cual religión y política van de la mano, para hacer una crítica al abuso de poder, pero sobre todo es una obra iconoclasta contra la gente que ostenta el poder en ese momento y contra el pensamiento único. Merece la pena pensar que es el poder contra los artistas. Tosca es una gran cantante de ópera muy conocida; Caravadossi es un gran pintor, y su condición de personas liberales son especialmente atractivas para un Scarpia que ejerce el poder, no desde el punto de vista de la autoridad, como «autoritas», sino del poder entendido como la coerción contra los artistas. Eso está muy presente en mi puesta en escena. EL ARTE, ¿MERECE LA PENA? Otro aspecto a resaltar en Tosca, por parte de Paco Azorín, es una reflexión sobre Arte. Por ejemplo el aria de CaravadossiRecondita armonia en el Primer Acto, es una reflexión sobre la naturaleza ambigua y miscelánea del Arte. Dice: «Veo a Tosca, veo a la Attavanti, veo diferentes bellezas» El Arte se trata de eso: mezclar diferentes bellezas en una sola. El aria de Tosca,Vissi d’arte, vendría a ser el Ser o no Ser de esta ópera. Es un planteamiento donde una artista se pregunta «si haber vivido del Arte, merece la pena para adónde hemos llegado». Es decir si un artista tiene que esperar algo de su vida de artista o no. En último caso Lucevan le stelle plantea una reflexión sobre el «carpe diem», sobre una actualización del momento final cuando todo parece acabar y si ha merecido la pena la existencia y el camino del artista. EL PODER CONTRA LOS ARTISTAS HOY
Trayendo Tosca a la actualidad ese poder contra los artistas, Paco Azorín lo ve en luchar contra el pensamiento único, la globalización, la falta de color local, pues ya todo es universal. Antes cuando viajábamos traíamos cosas que no había en nuestro país; antes se podía disentir de las opiniones. Ahora hay un pensamiento único brutal, una combinación que excede lo político y que pasa a lo económico. El capitalismo que nos va a matar a todos. Entonces creo que ahora el artista tiene que luchar contra eso. Por otro lado el capitalismo se inocula por todas partes hasta por los agujeros más impensables para llevarnos a un pensamiento único: tienes que producir; trabajar rápido; ser muy bueno en corto espacio de tiempo. Por el contrario ese espacio de libertad que es el escenario, necesita de tiempo. Los proyectos se tienen que hacer a fuego lento. Los artistas necesitamos el espacio y el tiempo para equivocarnos, porque es así como crecemos. Esa máxima que suena por ahí «en unos proyectos tengo éxito y en otros aprendo», pues yo soy de los que aprendo. Entonces para eso necesitamos tiempo. El capitalismo nos quita tiempo, nos quita los recursos. Contra eso es lo que tenemos que luchar ahora los artistas. MUEREN LOS REVOLUCIONARIOS A Puccini, según Paco Azorín, le gusta coger al espectador de la mano en el Acto Primero y después llevarlo por caminos insospechados. Esta producción tiene un Primer Acto que yo le llamo de bienvenida, donde hay que dar mucha información: quiénes son los personajes y sus interrelaciones; cuál es el entorno histórico político y personal de todos ellos. Sin embargo la producción va caminando poco a poco para llegar a un segundo acto, donde, si en el primer acto era la idea de la Iglesia, el altar de Andrea de Santa Valle, en este segundo acto giramos ese altar y vemos la parte de atrás, no sólo del decorado, sino la parte de atrás de la Iglesia, que viene a significar la parte de atrás del poder. Vemos cómo un Scarpia mueve los hilos de la Iglesia, los hilos del poder y llegamos a un segundo acto que me atrevo a calificar de expresionista, donde lo fundamental es ese duelo a vida y muerte que juegan Tosca y Scarpia. Un duelo teatral y musical casi perfecto, y en una escena continua que acaba con la muerte del tirano. Eso nos lleva a un tercer acto de carácter absolutamente simbólico, poético y casi onírico, donde si bien mueren los protagonistas, Cavaradossi y Tosca, su sacrificio no queda en saco roto. Me gusta pensar que mueren los revolucionarios, pero la revolución continúa. Han dado libertad, por el arte y eso queda. Este progresivo desarrollo argumental Paco Azorín lo consigue incluyendo a un personaje que encarna a la Revolución, y no se encuentra en la producción original del Liceu de Barcelona. Es una chica joven inspirada en el cuadro de Delacroix La libertad que guía al pueblo. Ese personaje aparece en momentos muy icónicos para recordarnos que la Libertad, la Revolución, antes de darse fue ya una idea en la caretas de muchas personas y que todos contribuimos, de alguna manera, a que esa Revolución se produzca. UN «TRHILLER» CINEMATOGRÁFICO Esta producción Paco Azorín la califica de «thriller cinematográfico«. El apelativo de «thriller» viene justificado en cuanto que Paco presta mucha atención a los géneros de las obras. Cuando una comedia, un drama, una tragedia tienen como género normas, o las respetas o no puedes ir contra ellas. Esto es un «thriller» y así lo plantea Puccini. Hay política, hay acción en un muy corto espacio de tiempo, siguiendo la unidad clásica de tiempo y espacio de Aristóteles. Todo sucede en 24 horas y hay una trama policial a desarrollar: un «thriller». Es cinematográfico en el sentido de que hay una estética muy en blanco y negro; una estética en que cada acto comienza y empieza como el anterior. El Acto segundo no empieza en el Palazzo Farnese , sino justo donde lo hemos dejado en el acto anterior. Al final del Te Deum, Scarpia sufre una especie de ataque de fiebre, donde le cuesta discernir entre realidad y ficción, hasta el punto de decir: «¡Tosca, tú me haces olvidar a Dios!» Eso llega a una temperatura y en el inicio del segundo acto está en ese mismo lugar y en esa misma temperatura. Ahí el personaje evoluciona hacia un acto segundo. El principio del acto tercero empieza exactamente con el final del acto segundo, con Scarpia y muerto en la escena, de manera que hay una solución de continuidad muy cinematográfica y también en lo estético. Es una estética que coge al espectador de la mano y lo lleva desde un realismo hacia lo onírico. En ese sentido es cinematográfico. Joan Matabosch precisa que lo que hace Paco es recuperar una serie de escenas que están en el texto Sardou, que en la adaptación de Puccini se eliminaron. TRES ESPACIOS EN 24 HORAS Los espacios tradicionales de Tosca son muy específicos y reales, hasta el punto de que actualmente existen: Iglesia Sant’Andrea della Valle (Acto I), Palacio Farnese. Oficinas de Scarpia (Acto II),Terraza superior del castillo de Sant’Angelo (Acto III) (1). En esta producción el primer acto es la Iglesia Sant’Andrea della Valle, pero elevado un poco del naturalismo y llevado al realismo. Ese espacio va mutando a lo largo de la puesta en escena. El paso del acto dos al acto tres es un acto que se realiza con una inmensa mutación escénica que visualiza y pone en valor la maquinaria del Teatro Real. Un cambio a vista de unos 4 minutos en donde vemos cómo el escenario se traga una realidad para que venga otra realidad en movimiento. Me recuerda cuando yo era pequeño y era un niño «friki». En mi casa teníamos un supermercado y yo con las cajas de galletas hacía maquetas de zarzuelas que escuchaba. Estos días cuando pienso cómo este retablo se hunde y desde el fondo viene lo otro, me recuerda yo de pequeño con mis juguetitos haciendo estas cosas. Este espectáculo además de tener estos solistas inmensos, tiene unos coprimarios excelentes y algo que me gusta del teatro: jugar con todas las posibilidades de la caja escénica, de su equipo técnico que son extraordinarios. El mejor teatro del mundo se hace con el mejor equipo técnico del mundo y estoy absorbiendo de ellos todo para hacer un espectáculo donde la música sea indivisible del texto, indivisible de la imagen, indivisible del gran espectáculo que esta caja escénica puede ofrecer. Este cambio a vista ya estaba en el Liceu de Barcelona, pero aquí cobra mayor espectacularidad al jugar con las plataformas y la venida de otro decorado desde el fondo, en vez de los laterales como sucedía en el Liceu.
(1) La RAI (Radio televisión italiana) en coproducción con Andrea Anderman, retransmitieron en directo a 107 países, menos España, un experimento artístico electrónico peculiar, que convocó ante el televisor a 1.000 millones de espectadores. Se utilizaron los espacios reales de la Ópera y el tiempo real en el que transcurre. Entre acto y acto se dejaba transcurrir el tiempo de la narración: el primer acto al mediodía en San Andrea del Valle; el segundo acto las 20.15 h en el Palacio Farnesse, de modo que el último acto sucede a las 6 horas de la madrugada en el Castillo de Sant Angelo. Sus intérpretes fueron Plácido Domingo, Catherina Malfitano y Ruggero Raimondi, bajo la dirección musical de Zubin Mehta. En DVD se puede encontrar la posterior grabación. FUNCIÓN PRECIO
Título: Tosca (Melodramma en tres actos) Intérpretes: Las funciones de Tosca cuentan con el patrocinio de Fundación BBVA
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