Ginés, estimado actor y comediante, en el año 303 d.C, fue decapitado bajo el mandato de Diocleciano, convirtiéndose en mártir. La razón de su martirio fue simple, aunque su “culpa” se desarrolló en una situación compleja: el mimo romano fue encargado de escenificar la farsa del rito bautismal de los cristianos, por aquellos tiempos perseguidos cruelmente. Mientras representaba la obra ante el emperador Diocleciano, sobrevino en él una crisis mística y en medio de la actuación Ginés se convirtió al cristianismo, improvisando oraciones e himnos a Jesús. LO FINGIDO VERDADERO
El perfil Lope de Vega se presenta como hombre mujeriego y conquistador, emparentado con el perfil de Don Juan. A los 48 años ingresa en la Congregación de Esclavos del Santísimo Sacramento de Madrid. En este entorno espiritual escribe Lo fingido verdadero en 1620, que se incluye en la llamada «comedia de santos«. Existen divergencias en cuanto a la fecha de escritura. Esta tragicomedia sucede en la Antigua Roma y la trama gira en torno a un actor pagano, Ginés, que terminaría siendo mártir. Lope la dedica al «Reverendo Padre Presentado Fray Gabriel Téllez, religioso de Nuestra Señora de la Merced, Redención de Cautivos». La adaptación dramatúrgica de Lo fingido verdadero es de Luca Vonella y Chiara Crupi, cuyo director es también Luca Vonella, el cual precisa que esta tragicomedia cuenta la historia de la vida y martirio de San Ginés, santo patrón de los actores y en cuyo honor, hasta no hace mucho, se celebraban misas. Todo sucede entre la ficción teatral y la realidad, que en este caso raro se solapan. Tras el espectáculo la compañía fue arrestada. Los actores fueron interrogados y liberados, mientras que Ginés fue condenado a muerte. El resto de la compañía fue condenada al exilio, presenciando la ejecución de Ginés mientras abandonaban Roma. La obra es una reflexión sutil sobre la interacción de la realidad y la representación de dicha verdad.
FUNCIÓN PRECIO
Título: Lo fingido verdadero
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