El Teatro María Guerrero acoge el viernes 17 de septiembre el estreno absoluto de N.E.V.E.R.M.O.R.E., la nueva propuesta de la compañía gallega Chévere, con dramaturgia y dirección de Xron. El montaje sigue el característico estilo de trabajo de la formación Premio Nacional de Teatro en 2014, una creación colectiva a partir de técnicas documentales que conjuga humor con pensamiento crítico, en la línea de anteriores títulos como Eroski Paraíso (CLICK) o Curva España (CLICK). Es una coproducción del CDN y la Compañía Chévere, la cual se define como Compañía de Agitación Teatral. han sabido usar la ficción par contar lo verdadero que es una de las funciones máximas que tiene el teatro ,frene a las verdades que se nos cuentan. Este trabajo surge de no querer dejar por solucionado lo que pasó con el Prestige.
Noviembre 2002. El Prestige, otro viejo petrolero cargado con fuel pesado, lanza un S.O.S. en medio de un fuerte temporal, a 28 millas de Cabo Fisterra. Durante seis días es remolcado sin un destino cierto, vertiendo su carga al mar, y al séptimo día se hunde a más de 3.000 metros de profundidad. Sucesivas mareas negras llegan a la costa de Galicia. Otra vez. Otra catástrofe. Después del último día del mes, miles de personas que han sabido escuchar el mar en medio de aquel sobrecogedor silencio impuesto a las olas por el chapapote, gritan juntas: ¡Nunca Máis! UN ESPECTÁCULO PARA El CDN llamó a Chévere para un posible montaje a estrenar. Lo obvió parecía que la representación sería en el Teatro Valle Inclán. No obstante al ofrecerles el Teatro María Guerrero, surgieron las primeras ideas. Xron, responsable de la dramaturgia y dirección, precisa que este montaje
está totalmente pensado para el Teatro María Guerrero y ha sido una invitación a jugar en un espacio y un territorio en el que no estamos acostumbrados a jugar. Eso nos gusta. Después de 35 años es la primera vez que podemos hacer un espectáculo para un teatro a la italiana y jugar con todas las posibilidades de maquinaria y escenario. Lo hemos hecho con todo el cariño del mundo y es también un homenaje a este tipo de teatros, y a esas cajas negras que, para nosotros, no es llenarlas de ilusión sino para vaciarlas de esa ilusión y llenarlas, un poco, este testimonio y memoria. LA CAJA NEGRA DEL PRESTIGE La caja negra tiene una doble relación: la Caja Negra que cualquier barco tiene y del que se puede obtener la grabación de los sucedido, y la Caja Negra escénica.
En este caso la Caja Negra del Prestige no se puede obtener porque está a 3.000 metros bajo el mar. Entonces la Caja Negra escénica funciona como Caja Negra de grabaciones que es lo que ofrecemos al espectador, para conocerlo que pasó con el Prestige. De este modo hacemos memoria de una catástrofe como fue el Prestige, y que nos dejó una marca personal a nosotros, y, al mismo tiempo, nos dejó una marca como sociedad. Como en estos últimos años trabajamos en esa línea en la que se roza la memoria personal y la memoria colectiva, el Prestige era una historia que intuíamos desde hace tiempo y nos iba a tocar contarla de alguna manera. Era una cuenta pendiente con nosotros mismos, con nuestra memoria personal y nuestra memoria como sociedad. También nuestra memoria como jefes de la creación, porque el Prestige, al menos en Galicia, marcó a la gente de la cultura y supuso, que fuera de las diferencias, nos vimos juntos. Otro aspecto es el del testimonio, ya que se está dando testimonio desde el presente. El espectáculo trata de acercarse a aquello que pasó, dando testimonio nuestro y de otras personas que compartieron sus recuerdos, sus silencios, sus marcas personales, su heridas…Nosotros tenemos la responsabilidad de llevarlo al escenario porque nos parece que el teatro tiene la capacidad de ofrecer un testimonio muy directo, muy real, muy vivido a los espectadores. UN ACTO DE ESCUHA COLECTIVA El proceso ha supuesto para los actores exponer su memoria personal y escuchando la de otros. Es un espectáculo construido desde el escuchar, y lo escuchado es lo que ponemos en el escenario. Por este acto de escuchar el sonido es muy importante. Además de escuchar y escucharnos cuando nos enfrentamos con la documentación de los hechos de lo que fue el Prestige, gran parte de esa documentación, sobre todo la del juicio para tratar de probar cómo fueron los hechos, que no se consiguió porque el Prestige está a 3.000 metros de profundidad y es difícil saber lo que pasó, con lo cual el misterio sigue ahí. Las pruebas del juicio y las que nos conectan con los hechos son sonoras. Son las grabaciones que se hicieron desde la torre de control de tráfico marítimo de Fisterra, por los remolcadores, por otros barcos, por el Prestige y otras instancias de salvamento. Con todo este material sonoro, el espectáculo se nos ha convertido en un acto de escucha colectiva. La puesta en escena se ha guiado por ese elemento sonoro y reproduce esas grabaciones con elementos y con una acción muy teatral. No se trata de reproducir nada real sino reconstrucciones en escena. la idea es jugar con los hechos, jugar con las pruebas, jugar con las situaciones, pero manteniendo esa verdad que puede tener el teatro y que esa verdad pueda llegar a los espectadores. Las grabaciones de testimonios las han escuchado y los actores reproducen lo que dicen tales grabaciones, pero no oímos las voces de los testigos reales. Damos el testimonio recibido, pero dentro de este juego teatral. Como grupo Chévere no es proclive a transmitir emociones a los espectadores, pero, en esta ocasión, las emociones han aflorado constantemente y absolutamente tanto en nuestro equipo con las primeras improvisaciones en que afloran los recuerdos, como después hablando con la gente surge una reacción emocional de esa memoria. Hemos tratado de recoger todas esas emociones y las hemos llevado al escenario. PARA PODER VIVIR EN ESTE MUNDO El acontecimiento del Pandemia ha llevado a reflexionar acerca de la actualidad de esta memoria. Hay unas coincidencias. Los trajes usados en el Prestige son los mismos que se han usado en la Pandemia. En la Pandemia era contra virus que estaba en el aire. En el Prestige era contra una sustancia pegajosa, viscosa, negra, olorosa, y tomamos conciencia de que lo que nos está pasando ahora, lleva pasando mucho tiempo. En el Coronavirus hemos reconocido situaciones, imágenes que hemos vivido desde que somos muy pequeños. La reflexión general es «nos hemos acostumbrado a vivir o a habitar este mundo desde la catástrofe». Un recuerdo desde niño, cuando tenía 5 años, era que cuando salías de la playa te limpiabas la planta de los pies, porque toda la arena estaba llena de petróleo. Poco tiempo después en La Coruña, una de las imágenes más impactantes erala ciudad de La Coruña bajo una nube inmensa que se elevaba kilómetros hacia el cielo y oscureció toda la ciudad, porque un petrolero al entrar en el puerto explotó y derramó todo su petróleo y luego la lluvia era negra. Nadie se sorprendía. Otros años después en Fisterra un barco con productos químicos encalla y todo un pueblo, 15.000 personas, se auto-evacuan. El gobierno no transmitió qué pasaba y la gente, por su propia cuenta se fue de allí, y hay que improvisar en La Coruña lugares para acogerlos… Llegó el Prestige y eso ya fue más grave. Eso les ha pasado también a otras personas en otros lugares del mundo. De ahí esa reflexión de que «para poder vivir en este mundo tengamos que habitar la catástrofe, y sobre todo en un mundo que parece va a ser más inhabitable». De ahí el título
HACEMOS TEATRO Patricia de Lorenzo una de las intérpretes, precisa que este es un espectáculo de Chévere que
nos complementa como individuos y nos hace crecer. Hacemos teatro, pero no porque es nuestro trabajo y vivimos de eso, sino que procuramos que nos complete como personas. Aparte de aportar algo al público procuramos que, también, nos aporte algo a nosotros.N.E.V.E.R.M.O.R.E., especialmente lo hace. Un aspecto de este montaje es el trabajar con un equipo grande, seis personas en escena, que considera un placer, así como el poder utilizar todos los mecanismos de un teatro como el María Guerrero. Los actores Manuel Cortés, Borja Fernández, Mónica García, Miguel de Lira, Patricia de Lorenzo y Arantza Villar se desdoblan para interpretar a los autores de los testimonios recogidos pero también a sí mismos, ofreciendo un enriquecido coro de recuerdos e impresiones en torno a los hechos, tiene un carácter “muy artesanal, que propicia la cercanía con el espectador” y es además muy sensorial, otorgando especial importancia al universo sonoro. Xron subraya y alaba que el trabajo de los seis actores es excepcional porque
no es el trabajo que normalmente hace un actor en un escenario, sino mucho más. Sobre todo porque se han comprometido a hacer todos los efectos de sonido y lo están haciendo. Ello supone que hay menos espacio de lucimiento y muestran una gran generosidad. No es lo mismo estar en primera fila haciendo tu trabajo de actor/actriz y luego ir para atrás y estar golpeando un globo, o frotando un forespan… Esa escucha de la que he hablado se ha trasladado al escenario también, pues se tienen que escuchar unos a otros par que luego el mecanismo funcione. De ahí el título N.E.V.E.R.M.O.R.E. que es el grito indescifrable del cuervo del poema de Edgar AllanPoe – que en su traducción al gallego alude a la plataforma ciudadana Nunca Máis. Es ese grito incomprensible y nosotros lo hacemos nuestro queriendo significar que no estamos dispuestos a vivir así. Se puede vivir de otra manera, pero seguramente para eso hay que hacer muchos cambios. Los actores no encarnan propiamente personajes. Son dos actores y dos actrices acercándose al testimonio que da ese personaje. Cada uno de nosotros se hace cargo de los efectos cuando le corresponde y , a lo más, aparecen personajes muy esporádicos, pero no hay personajes madre que guíen la obra. En un momento haces un piloto y en otro una señora que está protestando en otro sitio… Estamos a disposición de infinidad de intervenciones distintas – añade Mónica. EFECTO ESPECIALES DE TEATRO Los efectos de sonido recuperan el antiguo modo teatral de realizarlos en directo entre cajas. Aquí a la vista del público. Para realizar la parte sonora fuimos a visitar un estudio de Foley Art (Efectos sala), que no sabíamos ni lo que era. Es la gente que hace toda la banda sonora de las películas. El espacio donde trabajaba esta gente ya nos pareció original. Tienes un armario con infinidad de zapatos distintos; superficies de todo tipo para pisar; una puerta de un coche en una pared… Objetos de todo tipo. La manipulación que hacen de esto es superinteresante y superescénico. Se escapa de los instrumentos musicales. Esa parte fue muy creativa y divertida para nosotros, en el momento de manipularlos. Al volver a ese teatro antiguo – añade Xron – es recuperar toda esa parte operativa del teatro que era desconocida para nosotros, y que era esencial en el teatro. Nosotros lo que hemos hecho es mostrarlos y que el público disfrute al verlo. Lo mismo que jugamos con esos efectos, también mostramos la tramoya. Fue algo complicado jugar con tantos elementos, pero, al final, lo hemos conseguido.
INMENSA DOCUMENTACIÓN
Chévere era consciente de que se iban a encontrar con un inmenso número de información y las dificultades serían muy grandes. Desde aquel momento hasta hoy se ha seguido generando información: periódicos, trabajos especializados sobre todos los aspectos del Prestigi, incluidas las Universidades. Xron precisa: Esa información tiene muchas caras, no sólo la ecológica sino también la jurídica, la sociológica, la política… Muchísimas. Hubo un momento de desbordamiento absoluto. Dentro de esta documentación está todo lo del juicio; las grabaciones públicas que en un primer momento fueron publicadas por los Medios de Comunicación porque el gobierno estuvo reteniendo una parte de esas grabaciones durante meses, pero, al final, fueron aflorando. Hay una conversación, un poco clave a las dos horas de producirse el accidente, publicada entre el Director de la Marina Mercante con el Director de la Oficina de Salvamento que hemos transcrito directamente de El País. En esa conversación, dos horas después, ya se da la orden de que «el barco esté como esté» hay que llevarlo fuera lo más lejos posible. De toda esta documentación, al final, nos hemos quedado con la parte sonora porque nos permitía el juego teatral que proponemos en el escenario. Además nos permitía acercarnos a los hechos del primer momento con todo el conocimiento que tenemos al día de hoy. Al poseer tanta documentación no da lugar a la ficción como sucedía en Curva España, cuya documentación era muy débil. En palabras de Xron: Al final hemos hecho una obra de teatro muy sencilla, muy para disfrutar, muy artesanal, muy a la vista. No me atrevo a decir que sea documental porque, aunque hay muchísima documentación que hemos manejado, al final, el ideal es que casi no se percibiese y que nos pudiéramos quedar con que es un juego teatral. Tiene una parte de ironía; momentos divertidos, aunque en este caso hemos atacado más desde lo emocional que desde lo irónico, porque no puedes evitar que tu implicación en determinados sucesos permanezcan ahí y nos han marcado un poco. Contamos lo que hemos vivido y todo ello es real.
FUNCIÓN PRECIO
Idea y creación: Chévere
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