DON GIL DE ALCALÁ CUMPLE 90 AÑOS Recién celebrados los 40 años sobre los escenarios, Emilio Sagi ha recibido la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, y su trayectoria escénica ha sido reconocida con el Premio Ópera XXI. D. Gil de Alcalá con música y libreto de Manuel Penella narra las aventuras de un capitán español, Don Gil de Alcalá, y su relación con una huérfana mestiza, Niña Estrella. Esta historia de amor pronto se convierte en una comedia de enredos que hace frente a un triángulo amoroso, en el que la picardía lo resuelve todo.
Musicalmente la orquesta es sólo de cuerdas para evocar la música del siglo XVIII y con el lenguaje de su época. Muestra de ello son la Pavana y la Habanera, ésta última de gran popularidad. Para Daniel Bianco, director artístico del Teatro de la Zarzuela, Don Gil de Alcalá particularmente es una obra que quiero mucho. Debuté en 1989 como escenógrafo en una producción del Teatro de la Zarzuela como escenógrafo, cuando ni me imaginaba que pudiera ser director artístico de este Teatro. Por lo tanto volver y volver de la mano de Emilio Sagi, es un placer. Siempre que se ha hecho, ha tenido éxito. Ha resistido al paso del tiempo y eso que nosotros somos un país que siempre hemos tenido cierta resistencia a la ópera cantada en español. No ha sido el caso de Don Gil. En esta producción hay dos novedades: El coro cantará sin mascarilla, de uso obligatorio durante la Pandemia, pero voluntario actualmente. El coro ha decidido por unanimidad hacer los ensayos con mascarilla, pero la función sin ella. La otra novedad es que la orquesta está completa, 38 profesores. Le edición de la partitura es propiedad del Teatro de la Zarzuela y ha sido copiada a partir de los materiales de la Biblioteca Nacional por los maestro Juan de Udaeta y Enrique Amodeo. El que la edición sea propiedad del Teatro de la Zarzuela, me pone muy contento, porque siempre que el Teatro quiera volver a hacerlo está en el Archivo de la Sociedad General de Autores y Editores (Teatro de la Zarzuela, 2021), donde están todos los materiales. LUCAS MACÍAS, solista oboísta y director de orquesta
Lucas Macías (Valverde del Camino, Huelva) debuta en el Teatro de la Zarzuela. Comenzó sus estudios musicales a los nueve años y más tarde fue aceptado en la clase de oboe de Heinz Holliger en la Universidad de Friburgo. Continuó su formación en la Academia Karajan de la Filarmónica de Berlín, y en la ciudad de Ginebra con Maurice Bourgue. Ganó varios primeros premios, incluyendo el Concurso Internacional de Oboe de Tokio, de la Fundación Sony Music, en 2006. Desarrolló una excepcional carrera como uno de los principales oboístas del mundo, siendo solista. También fue miembro fundador de la Orquesta Mozart de Claudio Abbado, mentor junto al que adquirió un profundo conocimiento y comprensión tanto del repertorio camerístico, y sinfónico. Participó en un gran número de grabaciones. Estudió dirección con Mark Stringer en la Universidad de Música y Artes Escénicas de Viena. En 2014 debutó como director en el Teatro Colón de Buenos Aires. A partir de entonces dirigió diversas orquestas en España, Europa y Buenos Aires. Desde 2018 es director titular de Oviedo Filarmonía. Comenzó la presente temporada 2021-2022 con un programa dedicado Ludwig van Beethoven, junto a la Orquesta Ciudad de Granada. A continuación dirigió Simon Boccanegra (Verdi) en versión de concierto con la Filarmónica de Málaga. Más tarde dirigirá la Sinfónica de Tenerife y la Oviedo Filarmonía en un homenaje a Beethoven (Sinfonía nº 9, Egmont y Fidelio). Desde noviembre de 2020 es director artístico de la Orquesta Ciudad de Granada. UNA PARTITURA CONMOVEDORA El email que Daniel Bianco envió a Lucas Macías rezaba: «Quiero que debutes en el Teatro de la Zarzuela con Don Gil de Alcalá». La respuesta primera fue:
«¡Estás loco! ¿Porqué yo?» Eso ha sido realmente un descubrimiento para mí. Siempre se habla de Penella y de El Gato Montés y ahora estoy descubriendo Don Gil de Alcalá, día a día, y es fascinante, como lo es estar al lado de Emilio Sagi. Faltan palabras para decir si es un honor, privilegio o placer. Todo se queda corto. Estoy descubriendo una partitura conmovedora. Hay momentos cómicos, momentos tan nostálgicos que hace que la música llegue al corazón. Descubro, día a día, ese lirismo y lo lejos que va esta partitura a nivel de expresión. A esta brillante partitura Lucas añade la labor de los cantantes. Estoy encantado de trabajar con estos cantantes, excelentes, consagrados todos con un brillante presente, brillante futuro. Hay un ambiente excelente sobre todo de humildad, de estar al servicio de la música, que es lo principal, para que se haga al más alto nivel. Tengo que dar las gracias a mi asistenta Lara Diloy, excelente y brillante directora así como al coro y orquesta, que están muy bien. Estoy encantado de haber llegado a este Teatro, pues todo el mundo me lleva en volandas. EMILIO SAGI, director de escena Emilio Sagi, con una carrera prolífica como directorde escenaa nivel nacional e internacional de óperas y zarzuelas, vuelve a retomar Don Gil de Alcalá que estrenó en Oviedo.
Estoy muy contento de estar aquí, mi casa, pues yo dirigí el Teatro de la Zarzuela durante 10 años. Me sigo sintiendo muy bien y feliz de trabajar aquí, y sobre todo siendo el director Daniel, que somos amigos desde hace mucho tiempo y trabajamos desde hace mucho tiempo juntos. Conocedor del mundo lírico como nadie piensa que Don Gil de Alcalá es una ópera estupenda. La inspiración del maestro Penella es inmensa, las melodías son sensacionales, la orquesta es una preciosidad y, sobre todo, suena de una manera estupenda y con un preciosismo y una exquisitez grandísima, cosa que es lo que tiene la partitura del maestro Penella. DanielBianco , Pepa Ojanguren y yo cuando enfocamos esta función en Oviedo, hace unos años, yo quería hacer una cosa muy discreta, muy pequeña. Me parecía que el maestro Penella no quiso tener una orquesta completa como en El Gato Montés (CLICK), sino una orquesta pequeña. Contar una historia pequeña, que puede ser hasta un poco cursilona, en principio, pero, luego, como dramaturgo, su inteligencia es muy grande, porque de una historia de amor, casi cursi y como muy edulcorada, de repente casi, pasa a una situación de embrollo rossiniano y acaba de una manera muy divertida. Lo que quería es hacer una cosa muy discreta, narrar la historia, y hacerla lo más bonita posible. Creo que el maestro Penella busca en la orquesta y en esas melodías un preciosismo inmenso, y eso es lo que hemos intentado hace desde el principio. Los ensayos han ido muy bien, y el teatro me ha dado un regalo muy grande al tener estos dos estupendos repartos, que entienden nuestra idea de contar la historia de una manera muy simple, sin buscar alaracas, ni buscar una gran producción, ni buscar grandes efectos. Es una historia muy compacta y así queremos hacerla. Además yo detesto la pretenciosidad en el espectáculo. Muchas veces un espectáculo aburrido si encima es pretencioso y pretende intelectualmente convencer de algo, me parece espantoso. Yo pienso así y que las cosas tienen que ser de otra manera, pero cada uno es cada uno, y busca las cosas y las soluciones. Busca su profesión de la manera que quiere. Yo la busco así y es así como quiero hacer el Don Gil de Alcalá. ÓPERA COMICA El maestro Penella en la partitura la califica como ópera cómica y desde luego no como zarzuela. De hecho toda es cantada con sus respectivos recitativos. El apelativo de cómica le viene dado una vez que avanza la función
Al principio no lo es. Parece que es una historia de amor que no sabes cómo va a terminar. Empieza de una manera muy edulcorada e inmediatamente aparece un problemilla y ese problemilla se resuelve según el típico embrollo rossiniano o mozartiano, la típica tradición lírica que Penella conoce. Luego introduce personajes muy cómicos, que algunos califican de «zarzuelero», pero no lo es. Si se analiza La forza del destino, y toquemos madera porque dicen que da mala pata, yo hice esa obra, y trabajando sobre las cartas de Verdi le da tanta importancia a los momentos de Preciosilla, «Que vergogna…» como a las romanzas de Don Álvaro o a los dúos de Don Álvaro con Don Carlos. Le parece importantísimo que en las óperas haya esa parte cómica con esos personajes populares que se ríen de las clases altas. Eso existe en la ópera y en la zarzuela, con lo cual no es una cosa de la zarzuela, y no se puede adjudicar de «zarzuelero» este recurso. Yo hice mi tesis doctoral sobre Verdi y Shakespeare, y defiende esa parte de «Que vergogna». Alguien podría decir «¡qué zarzuelero!», palabra que me parece tremebunda. Me parece despreciativa cuando no tiene que ser así. Don Gil de Alcalá es una ópera cómica. UNA HABANERA QUE HA HECHO HISTORIA En la obra se canta una habanera «Canta y no llores» que se ha hecho famosa y es muy conocida, aunque muchos no sabe que pertenece a Don Gil de Alcalá. Es una pieza popular que se canta en todos los sitios. Yo ahora vivo en Alicante y en Torrevieja hay una tradición de Habaneras y la cantan. Hay también otras partes de Don Gil como es el dúo de Maya y Chamaco que también entra dentro del acervo popular. Esta pieza ambientada en Veracruz, el México colonial de la Nueva España, no quería narrarla de forma totalmente histórica o bibliográfica, sino que tuviera esa idea de América que podíamos tener de El Dorado. Por eso tanto Daniel, Pepa y yo, queríamos exagerar todo lo dorado: El decorado, el vestuario… Todo el mundo va muy exagerado de blanco y de dorado todo el tiempo, pero siempre con las botas manchadas de barro. Es como un mundo en que nada es muy cierto, pero, por arriba, todo el mundo intenta estar lo mejor que se puede. Esa idea coincide perfectamente con las partes populares que tiene y también con las otras más extensas. «Canta y no llores» es una pieza que la cantan en cantidad decoros, bandas en todo el país y también el «Jerez es el vino de la tierra mía» que entona el sargento. Es frecuente, en la zarzuela y en la revista, que con melodías populares el público las cante, bien porque en el descanso baja un telón con la letra o acompañando a los cantantes, sobre todo si es coral, en el momento de la representación. El maestro Lucas Macías reacciona: Yo estaré encantado si, de repente, el público empieza a catar la Habanera, a darme la vuelta y dirigir. El sábado 6 de mayo el público no cantó, pero sí reaccionó con largos aplausos y bravos que ocasionó un «bis». OLVIDADAS LAS MARIPOSAS Entre los números musicales se encuentra una romanza de Niña Estrella con coro de damas: «Vuela, vuela, mariposa», que rezuma almíbar y no siempre encuentra su afortunada puesta en escena. Emilio Sagi es claro en su respuesta Decidí no hacerlo(risas). Lo mismo que hay alguna otra frase cortada como es en el convento donde una chica dice a otra «¡Acusona! que me sacaste la lengua». Las chicas que están son chicas adolescentes, pero no niñas de siete años. El número de las mariposas me pareció innecesario. Es lo único que yo destacaría como malo en Don Gil de Alcalá, en primer lugar, y luego no dice nada y no tiene nada que ver con el resto. Es un número que, estoy seguro, Penella escribió para la señora que cantaba en el estreno porque tiene muchas coloraturas, y la señora le dijo, como ocurre en la ópera. A Rossini le pedían un aria más si El Barbero de Sevilla lo hacía una soprano que quería lucirse. Estoy seguro que es eso e hizo lo de las mariposas. No tiene nada que ver con el resto de la partitura, la cual tiene una cohesión total a nivel musical y escénico. Entonces se dice que Niña Estrella fue a buscar mariposas y está muy colorada porque corrió detrás de las mariposas (risas). Al principio puede parecer una obra edulcorada por la pasión que Niña Estrella manifiesta al recibir la carta, pero pronto se da una vuelta. Penella no era sólo un gran músico, era un hombre de teatro. El libreto está muy bien hecho, y la letra es muy bonita y muy inspirada. Luego hay metáforas que uno puede pensar que están fuera de tono, pero, no. También están en Puccini cuando Rodolfo habla de Mimí parece una cursilada. Por eso los amigos hacen «Ja,Ja,ja», como diciendo «Vaya lo que dice este señor». Aquí también ocurre en algunas metáforas, pero en la zarzuela, lo mismo que en la ópera, no hay que tener reparo en hacer ciertos cortes. Se han hecho toda la vida. Los propios autores, de repente, veían que había una cosa que era muy larga y lo cortaban, cogiendo tal o cual aria y la pasan a otro acto. Otras veces hay repeticiones que las proporciones musicales exigen que se repitan, y otras no tienen importancia. En el caso de Don Gil pensé que lo de las mariposas no venía a cuento y decidí quitarlo. Luego el maestro lo aceptó y estaba contento con ello y el maestro que lo dirigió en Oviedo, también. Cuando estamos de acuerdo en la parte musical y en la escénica, es estupendo. Cuando no estamos, cada uno va por nuestro lado (risas). Me preguntan ¿hay una buena relación entre el director de orquesta y el director de escena, pues «¡Sí! la hay cuando la hay. (risas) Cuando no la hay, pues no la hay» En las grabaciones y otras versiones escénicas cuando Don Gil, al ver las mejillas «encarnadas como una amapola» por haber corrido Niña Estrella tras las mariposas le dice «Dos rosas de fuego / se ven en tu cara / ¿Qué harías ahora/ si yo las besara?», Niña Estrella contesta «Llorar… Aún no. Besarse así es un pecado, cuando nos hayan casado, yo te ofrezco besos mil» «¡Bendita seas!» «¡Mí don Gil!»En la versión que nos ocupa, dado los tiempos que corren, el fragmento queda así: «Soñar…» en vez de «Llorar», y enlaza directamente con «Mi bien», «Don Gil, mi amor, don Gil»
FUNCIÓN PRECIO
Título: Don Gil de Alcalá (Ópera cómica en tres actos) Orquesta de la Comunidad de Madrid ,Titular del Teatro de la Zarzuela Director del coro: Antonio Fauró
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