Harry y Edna huyen de su casa ante un irracional miedo invasor y se presentan en casa de Agnes y Tobías, sus amigos de toda la vida, que viven una vida placentera y sin sustos, ni miedos irracionales. La situación placentera y equilibrada Agnes y Tobías se altera ante las dudas y recriminaciones que traen sus vecinos. Un delicado equilibrio de Edward Albee está considerada como una obra cumbre del teatro americano del siglo XX, Premio Pullitzer de 1967. Se estrenó en el Martin Beck Theatre, Broadway, Nueva York, 22 de septiembre de 1966, alcanzando varios estrenos internacionales. A España llegó en 1969 al Teatro Español de Madrid con dirección de Claudio Guerin y un reparto formado por Fernando Delgado, Luisa Sala, Nela Conjiu, Charo Soriano, José Vivó y Amparo Valle. En 2011 volvería al Teatre Lliure de Barcelona con dirección de Mario Gas, y con Mia Esteve, Pep Ferrer, Mercè Montalà, Rosa Novell, Rosa Renom y Albert Vidal como intérpretes. En 1973 Tony Richardson dirige una versión televisiva interpretada por Katharine Hepburn (Agnes), Paul Scofield (Tobías), Lee Remick (Julia), Kate Reid (Claire), Joseph Cotten (Harry) y Betsy Blair (Edna). Ahora, en 2024, llega una versión al Teatro Fernando Fernán Gómez de Madrid, dirigida por Nelson Valente e interpretada por Joan Bentallé (Harry), Alicia Borrachero (Agnes), Cristina de Inza (Edna), Anna Moliner (Julia), Ben Temple (Tobías) y Manuela Velasco (Claire), con traducción de Alicia Borrachero y Ben Temple. Han pasado 58 años desde su estreno, pero el tema central de la obra parece no perder actualidad. Un tema que ha obsesionado y obsesiona a una serie de obras de la época: la crisis del mundo social occidental y el fin de la seguridad. En esta ocasión Nelson Valente ha retomado este texto. NELSON VALENTE, director teatral y profesor
Nelson Valente (Argentina), director, dramaturgo y profesor de teatro, se ha formado en la EMAD (Escuela municipal de Arte Dramático, Madrid) y en la Escuela de la Fundación Teatro del Sur y en una serie de talleres particulares. Ha sido director de la Comedia Municipal, de la escuela de teatro y director artístico del Teatro Municipal de Lomas de Zamora. Actualmente es fundador y director de la Compañía del Complejo Cultural Banfield Teatro Ensamble. Entre sus creaciones destacan El loco y la camisa, El declive, Sólo llamé para decirte que te amo y Lontano Blue. Como director ha dirigido Los días felices y Comedia (Beckett), El don de las sirenas (Pere Riera), Destierro (Nelly Fernández), Tiscornia, Sueño de una noche de verano (W. Shakespeare), Jugadores (Pau Miró), Pequeño Pony (Paco Bezerra), Ejércitos fantásticos (Sabina Berman), 7 años (José Cabeza) y Aquí cantó Gardel (Mariano Saba). Cuenta con giras internacionales y diversos Festivales. Nelson Valente analiza a lo que hemos llegado en la sociedad desde que Albee abordó esta temática
Vamos construyendo signos y formas que nos refuerzan la ilusión de lo seguro, lo concreto y lo confiable, mientras esa misma realidad que creamos se va desmoronando frente a nuestros propios ojos; el tiempo se escapa como arena entre los dedos, la vejez avanza implacable, las culpas se yerguen victoriosas. La realidad del mundo de hoy día no podría ser más ajustada al trasfondo de inquietud que presenta Un delicado equilibrio. Todo lo que podría ser una garantía de estabilidad ya no lo es; todo lo que se ha construido ve temblar sus cimientos. COMPARTIR LO COTIDIANO, UN CASTIGO Damos por supuesto que la familia es el núcleo en el que se puede garantizar esa seguridad anhelada, pues sus coordenadas son el perdurar, perpetuar el hogar, ser testigos de la vida de los seres amados y, en definitiva, estar juntos. En Albee se convierte en el más minucioso de los infiernos. Un delicado equilibrio presenta el compartir cotidiano como un castigo en el que el ribete más perverso consiste en que el otro sea exactamente como es, sin el menor disimulo e incluso, al contrario, con una sinceridad exacerbada, obstinada, temeraria. En un hogar, como el de Anges y Tobías en el que todo está tranquilo, Nelson lo equipara a un vaso que contiene un líquido cristalino, en el que no se percibe el sedimento de fondo. Basta removerlo y el líquido se enturbia. En la obra quien lo remueve son Harry y Edna con su llegada alarmista. Son los amigos de toda la vida que junto a esa entrada descaradamente “teatral”, viene adosado un subtítulo directo: el Miedo. Es eso lo que los trae, es eso lo que sus presencias invasoras presentan como tarjeta de visita el día de su llegada, pero también mañana, y también a lo largo de un evidente “para siempre”. Parece mentira que Teorema, de Pier Paolo Pasolini, haya visto la luz casi al mismo tiempo que la obra de Albee. En ambos trabajos, la figura del invasor pone al invadido frente a una crisis vital; en ambos trabajos, la controversia de la destrucción o el renacer llega con la inesperada partida del que invade. EL ALCOHOL DA LA PALABRA En esta historia Nelson piensa que la multiplicidad de personajes encarnan un pensamiento colectivo, por lo tanto podría ser el monólogo de una sola persona que habla a través de seis personajes. Ello lleva a un «no naturalismo«, en el momento de la puesta en escena. La presencia permanente del alcohol parece invocar la excusa perfecta para un nivel de diálogo tan peligroso como excitante: todo se dice y nada se termina de decir, porque la idea formulada es tomada por el interlocutor para respaldar sus propios y no menos delirantes argumentos. Agnes, Claire, Tobias y Julia producen en el espectador sentimientos violentamente contrastados: ternura, repulsión, compasión, indignación, simpatía. E incluso entre ellos la tensión del vínculo preestablecido va cediendo por momentos mediante variantes inesperadas. No parecen personas sino dolores, heridas que no cierran. EL MUNDO DE HOY SE TAMBALEA Aunque la historia es de 1966, para Nelson, sigue vigente porque La realidad del mundo de hoy día no podría ser más ajustada al trasfondo de inquietud que presenta Un delicado equilibrio. Todo lo que podría ser una garantía de estabilidad ya no lo es; todo lo que se ha construido ve temblar sus cimientos.
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Título: Un delicado equilibrio
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