Konstantin, hijo de la gran actriz Arkádina, está enamorado de Nina, aspirante a actriz que, a su vez, se enamora de Boris, renombrado escritor y pareja de Arkádina. Son parte de un grupo que veranea al pie de un lago y que está dispuesto a todo para matar el aburrimiento (o desamparo) que los reúne: escribir una obra apocalíptica, matar a una gaviota, jugar bingo, aspirar rapé, bailar a ciegas, y… ¿karaoke? Es una tragedia que bordea la comedia y que terminará con un tiro.
CHELA DE FERRARI, pintora y dramaturga Chela De Ferrari (Lima, Perú) estudió pintura en la Universidad de Rio Piedras, en Puerto Rico, y teatro en el Club de Teatro de Lima. Es fundadora y directora del Teatro La Plaza de Lima, Perú, institución sin fines de lucro que nace en el 2003. La directora peruana continua dotando de sangre nueva a las grandes obras del repertorio. Al acercar al público la experiencia vital del propio elenco, arroja nueva luz sobre la obra de Chéjov. En esta ocasión la obra es La Gaviota. Según Chela, Chéjov es un autor esencial en el mundo teatral occidental del siglo XX.
Presentamos un texto icónico de gran valor, en manos de un elenco que forma parte de un colectivo de personas a las que no solemos dar valor. Nuestra versión quiere acercar al espectador a la compleja realidad que viven las personas con discapacidad visual a través del tejido que se produce entre las historias de sus personajes y las propias. En lo personal, busco enriquecer mi entendimiento sobre lo que es arte y ampliar horizontes estéticos. Este montaje viene de presentarse en el Festival d’Avignon, y es fruto de un proceso de investigación nacido en un taller con un grupo de actores y actrices con discapacidad visual, en Lima, Los sinVERgüenzas y de algunas entrevistas. Esa experiencia me permitió adquirir herramientas para la dirección e ideas para la dramaturgia. Ya en Madrid, durante las sesiones de casting y proceso de ensayo, fueron las actrices y actores quienes se encargaron de confrontar el texto con sus propias experiencias. Las palabras de Chejov, emitidas por el elenco, fueron consiguiendo que su sentido varíe, que tomen nuevos significados, y que sus cuerpos expresen ideas e imágenes que actores videntes no hubieran sido capaces de expresar. De sobras es conocido que los personajes de Chéjov transitan entre la comedia y la tragedia. En La Gaviota los personajes viven atormentados están enamorados de la persona equivocada Están afligidos por la sensación de su propia inutilidad y dueños de ambiciones mayores a sus fuerzas. Incapaces de ver la realidad que habitan, caminan a tientas buscando un paraíso perdido, irrecuperable. Los actores ciegos que los encarnan, en cambio, tienen la capacidad de ver a sus personajes con humor, irreverencia y compasión. Buscamos generar un diálogo entre la ceguera de los personajes, la de los actores y la nuestra. El discurso al que Chela llega con esta experiencia es que La gaviota nos habla del teatro y de la proeza que exige de los artistas. Los actores y actrices que encarnan esta versión, se encuentran entre ellos. La proeza que los convoca quizá sea mayor que la que atravesamos la mayoría de artistas, pero las posibilidades que ofrecen de resignificar la obra y decir algo nuevo, también. Chela confiesa que como directora de esta experiencia, ha tenido que aprender de nuevo y de hacerse entender. Al principio con mucha torpeza porque estaba acostumbrada a trabajar con personas videntes. Fueron mis compañeros los que me corregían y en buena hora. El mundo interior de los personajes interpretados por este tipo de actores, ha sido una gran intención desde la dramaturgia. Ya los propios personajes de Chéjov tienen esa riqueza. Combinar esa riqueza de Chéjov, al punto de pensar que escribió esta obra para personas si visión, me resultaba inquietante. Los personajes son metafóricamente ciegos, no ven la realidad que habitan. En cambio los actores ven, y ven a sus personajes con humor irreverencia, pero desde una ceguera literal creo que produce una riqueza y quiero que así lo vea el público. MEMORIZAR EL TEXTO Y El teatro exige aprenderse un texto y moverse en el espacio escénico, lo cual, en principio, supone un «handicap» para los invidentes. En el caso de aprender el texto. Lola Robles que interpreta a Arkádina aclara que hay diversas posibilidades
Yo sobre el escenario me siento una actriz más. Subo al escenario y, para mí, desparece la discapacidad. Para eso hemos tenido que trabajar para que el espacio sea un lugar seguro y nos movamos con seguridad. Para aprenderse el texto hay soluciones diferentes, porque todos somos diferentes. Aquí somos nueve personas afiliadas, y para afiliarse a la ONCE necesitas solamente el 10% de discapacidad. Parece que no es mucho, pero para el que no tiene nada, el ver la luz es un tesoro. Entonces cada uno utiliza lo que necesite. Yo lo estudio en Braille y también el sonido grabado; otras personas ven un resto visual y lo estudian en fotocopias, pero ampliado de 20,30, 40…lo que necesiten. Hay muchísimas maneras de estudiar, Al pensar en el espacio escénico en el que se tienen que mover los actores invidentes, uno imagina el mundo del ballet, que exige una escenografía y mobiliario que no invada el escenario. En el caso de operar con invidentes podría pensarse que cuantos menos trastos en la escena, mejor. para nada, para nada es necesario no tener muebles. El caso es tener los muebles, sillas siempre en el mismo sitio y, si es ciego total, tener una guía con alfombras y sabes que hacia la izquierda con dos pasos llegas a la mesa; a la derecha tienes un mueble, una silla…no tienes más que moverte por el escenario, memorizar el espacio y ya está. Eso para el actor que no ve. Para los que tiene un resto visual necesitan contrastes, luces… También con el sonido. Cuando salimos de patas (entre cajas), me tienen que chasquear con los dedos para que vaya a ellos y ya está. Desde el primer momento que el grupo entró en el CDN, empezando por Chela, no tuvieron ningún problema a este respecto, pues siempre se puede adaptar. Todos han estado para ponerlo fácil y quitar cosas del suelo. Yo esto ya lo sabía porque he trabajado en el CDN en Una mirada diferente, un proyecto escénico para los actores discapacitados.
El reparto está formado por actores invidentes de distinta capacidad visual y algunos actores videntes. Ellos son: Patty Bonet (Mascha), Paloma de Mingo (Polina), Miguel Escabias (Eugenio), Emilio Gálvez (Elías), Belén González del Amo (Nina), Antonio Lancis (Peter), Domingo López (Semión), Eduart Mediterrani (Konstantín), Lola Robles (Arkádina), Agus Ruiz (Trigorin), Macarena Sanz (Alicia) y Nacho Bilbao (músico). FUNCIÓN PRECIO
Título: La Gaviota
|