Ainhoa debutó en el Teatro de la Zarzuela con la zarzuela La canción del Olvido, dirigida escénicamente por Pier Luigi Pizzi. Era la primera vez que se invitaba a un director extranjero a dirigir una zarzuela. Dijo la crítica de entonces: «Pocas veces se ha cantado mejor ese feliz sentimiento que es la canción de Marinella. La bellísima soprano vasca canta con una expresividad que tiene algo de irreal y onírico. Parece una ensoñación». Era muy joven, todavía soñaba – apostilla Ainhoa. (aplausos) EL RETORNO A LOS ESCENARIOS Daniel Bianco, director artístico del Teatro de la Zarzuela, celebra el regreso de Ainhoa Arteta al Teatro de la Zarzuela, compartiendo escenario con el tenor mexicano Ramón Vargas. Ainhoa tenía que estar en el Concierto de Navidad (CLICK) del Teatro de la Zarzuela, también en Entre Sevilla y Triana (CLICK), y no ha podido ser. Vino a ver Los Gavilanes (CLICK) y en la puerta del teatro me dijo: «Mañana marcho a Alemania. Voy a hacer todo lo posible por recuperarme pronto». En ese día dijimos: «El día que vuelvas que sea en este Teatro». Gracias por estar aquí. Le acompaña Ramón Vargas, lo cual es todo un honor. ME HAN MANTENIDO EN PIE Ainhoa se siente muy agradecida por volver al Teatro de la Zarzuela y estar acompañada por «mi querido» Ramón, porque
durante estos 8 meses han pasado muchas cosas, pero la que más me asustó es cuando perdí la voz, por circunstancias médica e intubaciones… Entonces llamé a Ramón, porque es como mi hermano. Nos llamamos «ranitas», y me dice «¿Qué te pasa ranita?» Me pasa que no puedo ni hablar. Entonces él me dirigió al doctor Guerriz, y la situación era que había que operarse «Sí o Sí». Todos han estado muy pendientes de mí y muy atentos. Por descontado lo que me ha mantenido fue el amor de todos los que han estado conmigo, desde mis amigos hasta mi familia. Es cuando se descubre la gente que te quiere de verdad y otra para la que eres uno más. Luego cuando vi que mi voz peligraba, la tristeza era tan monstruosa en vida de llegar a pensar que no volvería a sentir esa sensación tan inmensa, que llevo siempre conmigo y por la que me dedico a esto, son los dos valores y los dos pilares fundamentales que hacían que yo me levantase todas las mañanas con energía para seguir. Para la recuperación le daban de seis meses a un año sin embargo con un trabajo excelente del doctor y de recuperación, y sobre todo los ánimos continuos de mi colega, amigo, hermano, no sé. Amantes no somos, hermanos sí (risas). Hermanos de corazón – precisa Ramón Eso: «de corazón». Cuando vi que la cosa estaba cuajando, llamé a Vicente Alhambra que es nuestro representante. Hablamos con Daniel , y no puedo dar más que gracias a Dios, gracias a mis amigos, gracias a todos por poderme brindar esta oportunidad, volver a sentir lo que es cantar. El domingo, para mí, va a ser muy emotivo y espero que esa misma emoción la podamos trasladar al público. Sé que viene con muchísimas ganas, se vendieron las entradas enseguida, cosa que agradezco muchísimo en la situación que estamos ahora. El programa ofrecido es entorno a la música española e hispana, que Ainhoa subraya es lo que deberíamos defender nosotros. Cedo la palabra a Ramón, porque yo seré lo que soy en este país, pero Ramón lo es en todo el mundo. RAMÓN VARGAS, tenor
Para Ramón Vargas el Teatro de la Zarzuela no es un desconocido, es más lo amo mucho porque cuando se hacía ópera, debuté con Lucia de Lamermour, hace algún tiempecito, y tengo un recuerdo inolvidable de este Teatro. Ahora gracias a Ainhoa, a nuestros amigos estamos aquí de regreso. Daniel, muchas gracias. Quiero decir algo que es muy importante. El éxito no es solamente cuando estás bien. El éxito está en los fracasos superados. El éxito nace cuando tú te caes y si hay alguien en este mundo que tiene una fuerza espiritual y moral de enorme capacidad de recuperación envidiable, a quien yo te envidio muchísimo Ainhoa, es por esa capacidad de caer y de levantarte. Todas las personas que han tenido éxito en nuestras profesiones, y cada quien en lo suyo, hemos sido aquellas que en algún momento nos ha ido mal. Nos hemos caído, pero nos hemos sabido levantar y seguir adelante. Ainhoa es una prueba muy grande de ello, porque, Ainhoa, lo que has pasado ha sido tremendo a nivel emocional y a nivel físico. Eres un ejemplo que nos sirve a todos. Un ejemplo para todo el mundo de esta capacidad y fuerza espiritual y emocional para seguir adelante. Los amigos te ayudan, la gente que está junto a ti te ayuda, pero, realmente, la fuerza interna la tienes que tener tú para superarlo. Eso lo has hecho y lo estás haciendo, lo aplaudo y lo agradezco porque sirve de ejemplo también para mucha gente y también para mí. JAVIER CARMENA, pianista Javier Carmena es el acompañante al piano y también responsable de la programación en buena medida.
Cuando Ainhoa me dijo que quería volver, porque según ella «me cantaba encima«, «Volver en el Teatro de la Zarzuela», me dijo. Lo primero que me dijo que quería un programa puramente de canción española, ya que es una gran defensora de la canción española. También me dijo que quería hacer varios homenajes: uno a hispanoamérica, otro a su tierra vasca, otro a su queridísimo amigo Antón García Abril, y el último a la canción popular española. De eso se compone su ciclo. En el caso de Ramón lo mismo. Quería rendir homenaje a su maravillosa tierra con tres bellísimas canciones; también canción de concierto italiana y canción napolitana. Tal elección por parte de Ramón tenía como fin lo que él denomina «equilibrar el concierto», un vez que Ainhoa se centraba en la canción española. Pudimos haber hecho sólo de canción española, pues hay repertorio más que suficiente, pero creo que, de alguna manera, buscamos equilibrar y que quedara al gusto de todos. Nos debemos al público y lo que queremos es que el público esté bien, se divierta, esté contento pues para nosotros es doble placer. Es un programa exigente, elegante, y, a la vez, fácil de escuchar, que no es fácil conseguir las tres cosas – concluye Ainhoa. De todo el programa algo especial será cantar a Antón García Abril, que nos dejó el año pasado. Se nos fue uno de los grandísimos compositores del siglo XX-XXI. Cada vez lo canto, siempre miro arriba, y me siento que él está por ahí. Soy una gran defensora de su obra, y, quizá, por poner un diferencia, mis Canciones de Antón García Abril son algo especial porque llevan el recuerdo, el gran compositor y el gran amigo. Yo con Antón hablaba después de la siesta. Hablábamos, prácticamente, todos los días. Era un ser humano extraordinario. Ese ciclo va a ser especial. No está descartado que en eso que se denominan propinas, haya algún dúo o dúos de zarzuela, y el ciclo es redondo.
EL PÚBLICO DE TODA LA VIDA Ainhoa constata, y de la misma opinión es Ramón, la ausencia de un público exigente, como era en otro tiempo. Ese público que ha escuchado la ópera durante muchísimos años y que sabe y se sienta ahí, y, de repente, se encuentra con repartos desequilibrados; voces que no empastan entre ellos; algunos ni se escuchan… Entonces el público nuevo está teniendo una desinformación importante sobre los roles que se deben interpretar, cómo se deben interpretar, y quiénes los deben interpretar. No sé si llegaremos a tiempo, pero yo soy muy cabezona y no me voy a callar. Reivindico repartos hechos a conciencia, hechos por gente que sabe de lo que es la voz y de lo que cada obra necesita para salir adelante. La gente que ha escuchado ópera de toda la vida, es la gente que lo sabe. Me da mucha pena cuando vienen y se van defraudados porque no es lo que había escuchado en su día: voces cuajadas, voces intelectualmente formadas. Como dice Ramón: está bien el cambio, pero no se puede dejar atrás lo que es la verdad. SOY UNA PERSONA DE ESCENARIO Tras esta recuperación los proyectos de Ainhoa están ligados al escenario más que al mundo del concierto. Soy una persona de escenario, me encanta estar allí, cantar y poder sentir cuando canto. Tengo la gran suerte de haber llegado a un status en mi carrera y en mi vida que puedo elegir, puedo hacer lo que yo quiero y a mí me gusta, y trabajo no me falta. Con la edad una ya está muy cansada de ir con maletas para atrás y para adelante, y posiblemente, no quiere decir que cante menos, pero sí lo que yo quiero y cuando yo quiero. NERVIOSISIMO DE RESPONSABILIDAD
El volver a los escenarios supone a Ainhoa cierto nerviosismo y emoción. Espero contener esa emoción, porque yo he estado a punto de morir. No era sólo una cuestión de perder la voz, sino es que casi me muero. El ya estar aquí es un regalo. Encima poder estar cantando es un regalo mayor, cuando vi que había posibilidades no volver a poder cantar. Lo único que puedo es dar las gracias y cuando me pongo un poco atacada o nerviosa paro el tren y me digo: «Ainhoa estás haciendo lo que te gusta, lo que quieres, rodeada de tus mejores amigos con un colega que no podía tener mejor como Ramón, para enfrentarme a esta situación. Me respalda, me ayuda, me acompaña, encima me ha venido el médico con el asistente – están presentes en la rueda de prensa -, no puedo pedir más». Lo afronto con un cierto nervio de la responsabilidad, pero no con el nervio de me voy a tirar a la piscina, sino el nervio que tiene cada uno cada vez que sale a cantar. También con muchísima emoción, pero espero contenerla o trasmitirla a través del canto, y no echarme a llorar como una plañidera porque no es la cuestión. Llevo treinta y…años de carrera y eso me servirá a la hora de subirme a las tablas, aunque cuando llevas muchos años te das cuenta de que menos sabes. Ves que el mundo del saber no tiene fin, y nosotros sí caducamos. Me harían falta otras 7 vidas más para poder aprender todo lo que yo quisiera. Me conformo con la mía, y pienso que es como si hubiera tenido 7. Tenemos vidas muy ajetreadas. LOS ARTISTAS VIVIMOS A TRAVÉS DEL EGO Muy ajetreadas– corrobora Ramón. La vida del artista de ópera es muy difícil, más para las mujeres por varias razones: una porque la vida privada cuesta más trabajo ser aceptada cuando una mujer toma el liderazgo en la familia. Un artista es un artista y vivimos a través del Ego que hay que saber controlar, pero el Ego es importantísimo. Si no tuviéramos un Ego suficientemente grande nadie se paraba delante del escenario(subía al escenario) a interpretar algo. En las mujer la parte tiempo se vuelve muy despiadado. La mujer sigue siendo hermosa a los 50 y 60 años, pero, para muchos, no es así. Entonces buscan más jóvenes y eso es más complicado para la mujer. Están los hijos, la familia…Alguna han renunciado a los hijos, pues sienten que no lo pueden combinar. Por otra parte la carrera es tan difícil, que difícilmente te va a «regresar» (devolver) todo aquello que tú le has ofrecido. Lo que vas a ganar siempre es cuando estás en el escenario, y la satisfacciones que tienes lo que tú crees que es correcto y que la gente te lo haya entendido. Esos momentos, que pueden ser minutos, valen todo. A veces la gente sacrifica todo lo que tienen la vida y ni siquiera tiene una partecita de lo que se merecería. Es algo muy complicado pero es nuestra vida, es la pasión que nos lleva a hacer esto. Tampoco nos lamentamos, pues tenemos una vida magnífica y estamos en el escenario y podemos vivir muy bien cuando lo hacemos bien. Hay ventajas y desventajas, y hay que ponerlo en la báscula para ver a dónde se va. Ainhoa en menos de un año ha vivido una serie de agresiones de la parte de la salud, de la vida, de emociones que la hacen ser todavía más grande. Es verdad lo que ha dicho Ramón: todo lo que damos no nos viene de vuelta, pero sí hay una cosa que nosotros poseemos y no la puede poseer cualquiera de los mortales: La voz, el único instrumento vivo que existe. Nosotros somos el vehículo de estos grandísimos compositores y de estos grandísimos poetas. Hace poco le decía a un psiquiatra ¿porqué no me sentía bien sin cantar? Todos han visto la película Avatar. Cuando el Avatar se sube al caballito, va. Cuando se sube al dragón que ese dragón lo puede matar o llevar a la cumbre, y juntan los dos espíritu, el dragón y el avatar, llega a estar como en una simbiosis, como un monstruo, que es la voz, que puede ser maravillosamente dura o te puede llevar a cotas inalcanzables, pues esa sensación es la que sentimos los cantantes. Por ejemplo cuando canto las cuatro últimas canciones de Strauss y encima me pagan. Lo que yo experimento corporalmente y mentalmente cantando esas cosas, eso es lo que nos llevamos nosotros como bagaje y nos llevaremos nosotros para nuestros días cuando ya no en un escenario, pero habremos vivido momentos de gloria a través de estos grandísimos compositores como pueden ser Beethoven, Puccini, Strauss…, me dejo muchísimos. Poder interpretar su gran música a través de nuestro cuerpo y nuestra voz. Eso es lo más sensacional que me ha podido ocurrir a mí en la vida, además de mis hijos.
EL COVID NOS HA DADO Ante este mundo operístico de Egos, aunque sean pocos, Ainhoa echa mano de la experiencia última llamada COVID. Nos ha dado una buena lección a todos. Aquí no se libera nadie. Nadie está a salvo de nada. Es una buena lección para el Egocentrismo. Ahora, por desgracia, estamos teniendo otra historia. No acabamos de salir del COVID y hay un conflicto bélico abierto. Todas estas cosas hacen pensar que con el egocentrismo se llega a muy pocas cosas, y con el ecocentrismo, que estemos todos unidos, podemos alcanzar metas mucho mejores y mucho mayores para el bien común de todos. Eso, para nosotros los países latinos – añade Ramón – , tendríamos que aprender de otros países que basan la sociedad en la comunidad. Con el COVID hemos aprendido muchas cosas, como ha dicho Ainhoa. Cuando vine a España durante lo álgido de la Pandemia, tanto en Madrid como en Sevilla, me encontré un país con muchísima responsabilidad. Tal vez influyó el que España sufrió muchísimo al principio de la Pandemia, vivimos momentos de terror que vimos en la televisión: gente que fallecía, los hospitales llenos, … Esto dio a España una conciencia muy grande. Cuando vengo a España me siento más seguro que cuando voy a otros países que debieran estar más desarrollados en el sentido comunitario, como Suecia o esos otros en que la gente no usa el «cubrebocas» y le importaba poco lo que estaba pasando. En Suiza estaban todos sin nada. Se enfermó medio teatro, en el coro había 5 cantantes y luego los críticos decían que el coro no sonaba bien. No se dieron cuenta de que faltaban la mitad (risas). Estas cosas son increíbles. Me ha revolucionado el modo de pensar. Me di cuenta de que los países latinos, cuando nos unimos, somos imparables. En España nunca se detuvieron las actividades, más que por urgencia. Había muchísima conciencia y responsabilidad. Mis felicidades porque en el Teatro de la Zarzuela no se suspendiera ninguna función. España dio un ejemplo mundial de cómo se podrían hacer las cosas. No sé si fue consciente o inconsciente, pero funcionó. Otros países con muchísima más tradición de comunidad, tuvieron problema gravísimos. Vivo en Viena y allí hay gente que no se quiere vacunar. Es algo impresionante. Es un país culturizado y temen cosas raras: les metan «chips» y les controlen… La conclusión que yo saqué personalmente es que cuando los países latinos nos unimos y nos responsabilizamos, realmente, somos los mejores.
FUNCIÓN PRECIO Título: Ainhoa Arteta y Ramón Vargas en concierto
|