En el Teatro Galileo se ha recuperado un espacio para lo que se ha llamado la Función Golfa. La oferta es de jueves a sábado, cuando se supone que el personal comienza- un poco adelantado – el fin de semana. Otro criterio es el de los garitos del cabaret: un tipo de textos noveles, fuera de lo común, no importa si es experimental pero sí debe tener algo de humor e incluso, si se tercia, de trasgresor. Hay una categoría en el mundo del cine y del teatro que responde al nombre de extras o figurantes. No se necesitan muchos estudios de interpretación y grandes estrellas comenzaron así.
Pues aquí en Cada día estoy mejor de Josep Linuesa, Antonio, Pura y Quique son extras en una compañía de danza clásica que representa Spartacus de Aram Khachaturian. Los tres son capaces de interpretar a todo el ejército romano que lucha contra la rebelión de los esclavos.
Tres vidas, tres historias se entrelazan… Una ex-banquera que cometió un crimen inconfesable que terminará confesando; un fontanero abandonado por su mujer en Hollywood Boulevard, y un actor sin éxito que sigue intentándolo a pesar de los pesares. Tres perdedores que ganan día a día en humanidad. Cada día estoy mejor entroniza a Josep Linuesa en la carrera de escritor teatral. TRES EXTRAS Antonio, Pura y Kique cuando dejan sus petos de centuriones y armas, y se enfundan en su ropa de descanso, dan lugar a un total de 6 personajes de ricas vivencias y con necesidad de cierto transformismo en su interior y exterior. Manuel Brun, Cristina Juan, y David Sánchez/Víctor Tejera (sustituto) – , son duchos en patear el escenario y prestar sus rostros a las pantallas de cine y televisión. Es lógico, porque un texto no así no tiene nada de fácil.
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