En esta ocasión el crítico arremete con el deficiente modo de decir el verso. Eran años en que volvíamos a potenciar los clásicos, después de un olvido generacional. Comenzaba también el Centro Nacional de Teatro Clásico y con él nacía una esperanza de un buen decir.
El crítico muestra preocupación por el endeble panorama teatral español, que, a pesar de la democracia, parece no haber dado los frutos que se esperaba con la apertura ideológica.
Gran Vía 66 abre un nuevo espacio en los bajos del Teatro. Parece que la intención de sus responsables es dedicar la sala a la programación de la escritura española contemporánea.
En estos años se comienza a intentar representar al irrepresentable Valle Inclán. En los años posteriores los directores abordarán otros textos más allá de las Comedias Bárbaras.
Roland Topor (1938 – 1997), hijo de emigrantes polacos en París, es hombre multidisciplinar en el arte plástico: dibujos, programas televisivos, ilustrador de cuentos y en menor cantidad autor teatral…