Cayo Julio César Augusto Germánico (12 a. C. – 41 d. C.), más conocido como Cayo-César o Calígula, perteneciente a la dinastía Julio-Claudia fue el tercer emperador romano. Su abuelo era Nerón y su madre la famosa Agripina. Desde niño acompañó a su padre Germánico en las expediciones militares. Su gobierno fue marcado al inicio por una prosperidad y gestión notable, pero después cambió debido, según se ha dicho, a una grave enfermedad. Errores en la administración produjeron una crisis económica y las reformas urbanísticas y públicas terminaron por vaciar el tesoro. Las deudas le llevó a pedir dinero a la plebe.
Agustín Muñoz Sanz, escritor extremeño que ya en la edición de Mérida había escrito sobre Marco Aurelio, toma la figura de Cayo César y escribe un drama en un acto que titula Cayo César. El más cuerdo de los locos, producido por Atakama Creatividad Cultural para la 66 edición del Festival de Teatro Cásico de Mérida, con la dirección de Jesús Manchón. La obra se adentra en la etapa pública más conocida del tercer emperador romano y heredero de Tiberio, Cayo César. Muñoz Sanz presenta a un personaje peculiar: irreflexivo, caprichoso, histriónico, extravagante, cruel, vengativo, amoral e inmoral. Un loco para muchos. Cayo Julio César Augusto Germánico gobernó durante casi cinco años (marzo de 37 a enero de 41 d. C.) sin dejar, para los historiadores, acciones políticas, militares o culturales de calado, pero tuvo tiempo suficiente de aterrorizar a las élites de Roma (patricios y senadores) y al pueblo con sus graves decisiones, sin freno que las contuvieran. El modelo de gobernante que el autor propone le sirve para reflexionar, y trasladar al espectador su inquietud, sobre la maldad y las consecuencias del poder ejercido sin escrúpulos ni límites éticos o legales. Un viejo asunto de la época imperial, previo y posterior, que sigue vigente en el siglo XXI. Lo califica de complejo y peligroso. Se ha presentado a Calígula como un loco, no obstante piensa que no lo era, sino que no empatizaba con nadie debido a su borrachera de poder. En el fondo hacía lo que le daba la gana. No oculta la dureza del texto y del montaje, pero nos ilustra que cuando «decidimos dar un voto no se lo podemos dar a cualquiera». Cayo César se puede ver actualmente y a lo largo de la historia en muchos gobernantes. Jesús Manchón se encarga de la dirección y considera que el texto es muy ágil. Dirigirlo cumple la oportunidad deseada de dirigir un montaje en Mérida y con un excelente elenco:
Título: Cayo César
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