Siglo XVII. Corral de Comedias, unos cómicos cuentan anécdotas, ríen, chismorrean y se ponen al día de dimes y diretes… El director les anuncia la disolución de la compañía, a causa de la falta de público, de actuaciones y del alto porcentaje a pagar al dueño del corral. La noticia cae como una bomba… Cuando todo parece perdido reciben la inesperada visita de un lacayo anunciando la presencia de su señor, un aristocrático y egregio personaje, que requiere a la compañía, para representar una comedia en la celebración de los esponsales de su única hija. Alegría en los cómicos cercenada por una condición: el papel protagonista debe ser interpretado por su guapísima y joven amante, que no ha pisado en su vida un tablado, es ignorante, necia, engreída, estúpida y osada… Esto dará pie a multitud de escenas cómicas, divertidas, equívocos y juegos meta teatrales…
EVA DEL PALACIO,
Eva del Palacio, además de la directora de escena, es el «alma mater» de Morboria Teatro. Entre las cosas que le ha fascinado al llegar al Teatro Fernán Gómez para su espectáculo Del teatro y otros males que acechan en los corrales ha sido la entrega de todo el personal técnico en las labores de montaje, trabajando todos a una. Con este espectáculo se celebran los 40 años de Morboria, aunque más bien son 38 años corrige Eva, porque los dos primeros años allá por el año 1983 eran creaciones colectivas algo que es muy bonito, pero es una locura. Nadie tiene la última palabra, todo se alarga, un espectáculo puede durar cuatro horas…En 1985 asumí la dirección de Morboria y es desde donde empezamos a contar. Con ese motivo de cumplir años Fernando Aguado me regaló Del teatro y otros males que acechan en los corralesy yo, como sorpresa, decidí ponerla en pie sin que él lo supiese y ahora contamos con otra sorpresa, y es que Daniel Migueláñez ha hecho la edición escrita de la obra. Es la quinta versión y ello se debe a que el espectáculo está vivo. Si hay una baja se adapta el texto. Si hay que meter a más personajes, porque nos gusta ver un escenario lleno de intérpretes como las viejas compañías. ME PERMITO METER NUEVOS PERSONAJES Últimamente por caída de uno de los personajes debido a la retirada de uno de los actores, se transformó ese personaje en Paquita, que interpreta Luna, la hija de Eva y Fernando, la cual aporta
esas voces feministas de estos tiempos y que reclaman otra manera de ver el mundo. Reconocen el machismo en cualquier gesto, en cualquier palabra y a Paquita se le ha dado ese don de hacernos pensar un poco cómo tienen que cambiar las cosas, pero no desde un panfleto sino desde una manera muy natural. Me permito meter nuevos personajes porque es una satisfacción, y la satisfacción que me da el escenario, no me la va a quitar nadie. Luego ya veremos si nos arruinamos o no, pero, para eso hacemos la cabalgata de Reyes de Madrid, otros eventos, y todo eso lo vamos invirtiendo para producir los espectáculos como queremos. El placer que te da tener una música en directo, una violinista maravillosa, eso no te lo quita nadie. Es vida dentro y fuera del escenario. SI LOS POLÍTICOS Aún hay más noticias gratificantes: Ponerla en pie es un homenaje al mundo del teatro, la fascinación que produce en los propios intérpretes, en los técnicos ese amor maravilloso, que se traduce después en todo. La sociedad debería aprender del teatro ya que cada es de su padre y de su madre, y todos son capaces de llevar adelante un espectáculo, a veces, milagrosamente en un equilibrio mágico que se establece. Si los políticos aprendiesen del teatro y todos fuesen a por una y tienes los objetivos claros, las cosas saldrían Eva precisa que en el espectáculo hay todo un trabajo físico corporal de movimiento y de danza, ya que no somos actores de texto. Hay un trabajo gestual muy duro. Quietos no hay ninguno en ningún momento. Hay una plasticidad muy trabajada y eso llega al público. Soy hija de un artista pintor y todo lo que es el color, la plasticidad y composición es algo que va conmigo. El público podrá disfrutar, prácticamente, de cuadros. SOMOS ACTORES Y ARTISTAS Amén de un nutrido número de actores – en total 16 artistas – hay también todo un vestuario de época, músicos en directo, con lo cual quiere ser un homenaje a esas Compañías del siglo XVII con todos esos personajes es establecidos como la damita, el señor mayor, el galán…y a ese cordón umbilical a través del tiempo. Morboria no distingue entre actores y otros participantes, ya que todos son artistas. Es el caso de Ana del Palacio que se encarga del vestuario Hace con sus propias manos el vestuario de época siguiendo patrones, ayer estaba con los telares arriba y abajo, otro día está en regiduría…O sea somos actores y artistas a la antigua usanza como se llevaban entonces y somos como las antiguas compañías de repertorio, que ya quedan poquísimas en este país, y que no se cuidan. Realmente somos una «rara avis». FERNANDO AGUADO, texto
Fernando Aguado es el autor del texto y que ha regalado a Eva. La rima parece ser su fuerte, y de sus labios fluyen continuos rosarios de versos en sus más variadas medidas. También es el autor de la historia de esos cómicos del Siglo de Oro. «Después de tanto interpretar a los clásicos rimados, el verso me ha secuestrado y ya no me puedo escapar. Y practico de tal modo este bizarro deporte, que ya no hay quien me soporte…, pero este mal no tiene cura, y aunque pierda la cordura moriré versificando». (Fernando Aguado) Del teatro y otros males que acechan en los corrales la califica de«locura»y no hay un razón que lo sostenga, porque se me ocurrió porque sí. Rinde homenaje a todos los filólogos y estudioso y a los texto clásicos que tantos hemos hecho y que se nos han metido en los huesos. Me puse a escribirla sin pensar que se iba a montar y salió el ritmo de Molière, los versos de Moreto, los versos de Lope, los de Tirso de Molina, sobre todo, que me apasiona. Hay muchas referencias, hay muchos guiños Fernando trataba de contar las aventuras que acaecen a los cómicos, y se ha convertido en una verdad dentro de una mentira, que es verdad, porque están basados en hechos que nos han pasado y en hechos que podrían pasar durante un montaje o una creación artística. Luego ensayando nos pasa lo mismo porque entramos en un bucle que nos pasa lo mismo: lo que está pasando en la función. Es muy curioso. Es un círculo vicioso teatral. Fernando ha sido siempre muy dadivoso para con Eva, pues confiesa sin inmutarse que le ha regalado coches de alta gama, diamantes, pisos y chalets, pero nunca le había regalado versos, así que un día se lo regalé, y era un regalo envenenado porque, además, me enteré por la prensa que ella lo iba a montar. Ella no me lo dijo a mí. Entonces nos hemos embarcado en esta chaladura, que nos está dando muchas satisfacciones, nos estamos riendo mucho y también pasamos fatiguitas.
Fernando subraya que aunque está ambientada en el siglo de oro, 400 años después hay cosas que no han cambiado tanto. Todo eso se refleja en la función. Está escrita en versos antiguos, pero los temas que se tocan son de ahora y desde el punto de vista de ahora. PERSONAJES ARQUETIPOS Y En cuanto a los personajes, según Fernando, son los arquetipos de personajes de una Compañía del Siglo de Oro: la actriz de reparto, con ínfulas; el ayudante; el que viene de fuera, y es actor por gracia del Espíritu Santo sin más, se cree que cualquiera que se haya acostado con quien quiera, ya es actor o es diseñador de joyas y que el mundo del arte es muy fácil entrar. Además de los arquetipos hay personajes basados en personas que conocemos, y no voy a decir quiénes. Se hace una caricatura con cariño, pero también con un poquito de mala leche. Eva añade que tras tanto años representando a los clásico queda un poso de muchos personajes. Igual que cuando estás preparando una obra llega un momento en que hablas con las frases, palabras y versos de la obra, de igual modo esos personajes se han quedado impregnados en nosotros. Muchos personajes, las formas de hablar, el ritmo que es de Molière, lo hemos mamado. EN LA TRANSTIENDA DE MORBORIA Todos los objetos, vestuario forman parte de la historia de Morboria y a ese fondo recurren, de modo que tienen un pátina de uso, y por tanto «vida propia«. En Morboria todo tiene una segunda vida, hasta cualquier trapo. Todo se recicla y es transformable. La firma escénica de Morboria es el uso de veinte mil caracterizaciones de rostros y vestuario que raya en el barroquismo. Tal tratamiento escénico repercute en la propia interpretación, en opinión de Daniel Migueláñez, actor y mucho más en Morboria, como es la de editor del texto Del teatro y otro males que acechan al teatro. Destaca cómo lo de fuera afecta a lo de dentro. Cómo un actor está trabajando un texto de una manera y al colocarle unos coturnos, ponerle una levita, un sombrero, un bastón, una napia y unas orejas postizas se convierte en otra cosa. También trabajar desde la caricatura con una expresividad muy barroca definen el sello Morboria. El viaje de dentro afuera o de afuera a dentro llega a mover el sentimiento, y eso lo consigues. A veces no te encuentras en el personaje y te empiezas a ponerte cosas y, de pronto, te entre una fuerza interior y dices: «¡Allá voy! Lo he encontrado», y no sabes con qué peluca o con qué zapatos que te dan la manera de andar, o la manga de un vestido… Eso te lleva a conectar y se te enciende una luz. «Ya no soy yo, soy el otro» – añade Eva. TRAS LOS MONTAJES DE MORBORIA, El trabajo de Morboria con los clásicos supone una gran documentación no sólo extraída de libros sino también de las Jornadas de Almagro, las de Olmedo, el contacto con la Universidad de Burgos, de Valladolid, de Almería y con los filólogos y estudiosos que se zabullen en los legajos de la época y empiezan a investigar, como si fueran arqueólogos que tienen que tener mucho de imaginación y mucho de sabiduría para ir tirando del hilo. Eso me enamoró, y siempre que podemos vamos a todas esas Jornadas. EL ÚLTIMO REGALO, Aquí no acaban los «dones y dádivas», pues no contentos con la escena, los versos van a quedar impresos en una publicación escrita, cuya alma impulsora es Daniel Migueláñez. No es la primera comedia que escribe, pues su haber cuenta con unas 6 comedias que no pienso que se monten, pero tampoco pensaba publicar ésta, y se le ocurrió a este lumbreras – Daniel Migueláñez – editarla y se ha metido de cabeza. Quisiera destacar que en la primera versión hay un escena de los cómicos que comentan un suceso que ha ocurrido en el Corral. En la puesta en escena Eva lo quitó, porque no aportaba nada a la acción, pero daba mucha información sobre lo que pasaba en los Corrales durante la función. Eran los llamados mentideros que en Madrid estaban en las gradas de San Felipe en la Puerta del Sol, al lado del edificio del reloj, y cascaban lo que no estaba escrito. Era el Sálvame del siglo de oro. Esa referencia se menciona en muchas obras de Moreto, de Lope, en todos los clásicos.
FUNCIÓN PRECIO
Título: Del teatro y otros males… que acechan en los corrales
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