
EL MANDARÍN MARAVILLOSO (ballet-pantomima)
MÚSICA PARA CUERDA, PERCUSIÓN Y CELESTA (primer movimiento)
EL CASTILLO DE BARBAZUL (ópera)
Música
BÉLA BARTÓK
Intérpretes
GORKA CULEBRAS/ CARLA PÉREZ MORA / NICKY VAN CLEEF /
DAVID VENTO / JONI ÖSTERLUND / MÁRIO BRANCO /
NICOLAS FRANCISCUS / CHRISTOPH FISCHESSER / EVELYN HERLITZIUS
en el
TEATRO REAL
(SALA PRINCIPAL)
de
MADRID
Del 2 al 10 de noviembre de 2025
– Entre el 2 y el 10 de noviembre, el Teatro Real de Madrid ofrece el Programa Bartók: el ballet-pantomima “El mandarín maravilloso” (1926) y el primer movimiento de la obra “Música para cuerda, percusión y celesta” (1937), en la primera parte; y la ópera “El castillo de Barbazul” (1918), en la segunda, que se presenta por primera vez en el Real, en una nueva coproducción del Teatro Real con la Ópera de Basilea, donde se estrenó, con gran éxito, en 2022.
– Christof Loy dirige la puesta en escena. Es su octavo título en el Teatro Real. En esta ocasión su lectura es conceptual, inquietante, honda e intimista y une el ballet y la ópera de Béla Bartók a través de las contradicciones y los misterios del amor, en contextos de extrema violencia.
– Gustavo Gimeno, director musical del Teatro Real desde el inicio de esta temporada, vuelve a dirigir una producción al lado de Christof Loy – después del éxito que cosecharon juntos con “Eugenio Oneguin” (click) – y de nuevo al frente del Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real.
– Participan en “El mandarín maravilloso” Gorka Culebras (El mandarín), Carla Pérez Mora (La chica), Nicky van Cleef (Primer vagabundo), David Vento (Segundo vagabundo), Joni Österlund (Tercer vagabundo), Nicolas Franciscus (El poeta) y Mário Branco (Un libertino)
– “El castillo de Barbazul” estará protagonizado por el bajo Christoph Fischesser (El duque Barbazul), la soprano Evelyn Herlitzius (Judith) y el actor Nicolas Franciscus (poeta).
– El Programa Bartók cuenta con el patrocinio de la Fundación Amigos del Teatro Real y del Consejo de Amigos del Teatro Real.

FOTO: THEATER BASEL
UN CUENTO DE NIÑOS
CON UNA VUELTA DE TUERCA
Charles Perrault (1628-1703) inmortalizó al personaje Barbazul, y este es uno de los ejes de la presente temporada del Teatro Real con tres distintas obras: “El castillo de Barbazul”, de Béla Bartók (1881-1945), “Ariadna y Barbazul”, de Paul Dukas (1865-1935) y una versión musical dramatizada pensada para el público infantil, en una nueva producción del Real Teatro de Retiro, titulada también “Ariadna y Barbazul”.
En principio, la figura de Barbazul, creado en 1897 por Charles Perrault, se engloba en un cuento para niños, pero como sucede con todos los cuentos infantiles en una capa algo más profunda termina por ser consumida por los adultos. En este caso Béla Bartók y Paul Dukas se apoderan del personaje para construir dos óperas, con lecturas opuestas.
“Ariadna y Barbazul” de Paul Dukas se estrenó en 1907 y sube al escenario del Real en enero de 2027. Ahora en noviembre sube “El castillo de Barbazul” de Béla Bartók estrenada en 1918, el cual se complementa con el ballet-Pantomima “El mandarín maravilloso” y la “Música para cuerdas, percusión y celesta”.
EL MANDARÍN MARAVILLOSO
OPERAR EN LOS BAJOS FONDOS
“El mandarín maravilloso”, se engolfa en los bajos fondos de una gran ciudad. Tres maleantes fuerzan a una joven a prostituirse para poder robar a sus clientes. El primero, un viejo y repugnante libertino; el segundo, un joven tímido y pobre; y el tercero, un misterioso y excéntrico mandarín, poseído por el deseo, pero con un magnetismo desconcertante para los tres maleantes, que intentan matarlo cruelmente, asfixiándolo, apuñalándolo y ahogándolo, siempre sin éxito. Una misteriosa fuerza –¿amor, pasión, erotismo, deseo? – mantiene vivo al mandarín hasta poseer a la joven, muriendo después en sus brazos.
El estreno del ballet en Colonia, en 1926, causó un estrepitoso escándalo y la obra fue prohibida posteriormente en Alemania.
CHRISTOPH LOY, director de escena
SIMILAR ESTILO MUSICAL
Y DE HISTORIA
RIGEN LA VELADA BARTÓK
El director de escena Christoph Loy es la octava vez que dirige en el Teatro Real, y responsable de la unión de este triple programa: “El mandarín maravilloso”, la “Música para cuerdas, percusión y celesta” y El castillo de Barbazul”, que se rige por tener una unidad y temática musical. La intención por parte de Christopf fue, según sus palabras
Crear una velada con la música del mismo compositor, Béla Bartók, porque cuando vi otras producciones de Barbazul, en combinación con otro compositor me faltaba siempre una coherencia musical y atmosférica. Cuando pensamos en Basilea crear esta coherencia, buscamos en las obras de Bartók, para ver si había música o una pieza teatral que completase una velada centrada en Bartók. Encontré este ballet-pantomima, “el maravilloso mandarín”, que es una obra teatral, cuya coreografía no quería que fuese creada por un coreógrafo normal, como se desprende de algunas cartas suyas. Prefería un director de teatro. Entonces pensé es mi oportunidad (risas). Yo había trabajado coreografías en fragmentos de óperas, como fue la bacanal de “Tannhäuser”, en Amsterdam, que tiene 20 minutos de música. Por otro lado, la música de “El mandarín” me comunica mucho, y también “El Castillo” y “El mandarín” son dos historias de amor y agresión. En “El madarín” se ve no sólo una pareja, sino también la necesidad de los seres humanos de tener una relación para crear algo juntos, y entonces siempre surgen momentos en que hay necesidad de amar y ser amado, lo cual crea una tensión y una adhesión. En “El Castillo de Barbazul”, hay un estilo casi wagneriano, en donde la mujer tiene una función redentora, mientras que en “El mandarín maravilloso”, es el mandarín el redentor de la prostituta en la casa del mandarín.

FOTO: THEATER BASEL
RECUPERACIÓN DEL PRÓLOGO
La obra tiene un prólogo hablado que normalmente se corta. En esta ocasión estará presente de dos formas muy diferentes.
Yo había decidido no cortar este prólogo hablado, porque se trata de un texto, muy bonito, muy poético, que es una invitación al público y una reflexión muy inteligente sobre el teatro, como un lugar del público, pero también del intérprete en el escenario que tiene una relación con el público viendo y actuando para el público. En mi versión el joven poeta habla de que ver una cosa es verla primero en su superficialidad, pero también siempre hay algo detrás, y por eso habla también de una relación de pareja, como es la de Judith y Barbazul, y también El Mandarín con esta chica que encuentra por azar. Normalmente el prólogo está escrito para “Barbazul”, pero pensé que, al ser un texto tan profundo, escucharlo sólo una vez, es casi imposible captar todos los matices. Antes de “El mandarín”, nuestro poeta lo expresa con un aire juvenil, y habla de estos temas tan profundos de un modo “naif”. Se presenta como un artista joven que tiene talento, conoce mucho sobre el mundo, pero no tiene experiencia de la vida. Contando la historia de “El Mandarín”, le pasan cosas que lo transforman. Cuando repite el mismo texto antes de la segunda parte – “El castillo de Barbazul” – aparece como un artista más reflexivo y más maduro. Habla más despacio y se presenta como más triste que al principio de la velada. El joven poeta es uno de los personajes de “El mandarín”, y actuando en su propia vida, el mismo texto lo va a decir de modo diferente.

FOTO: THEATER BASEL
GUSTAVO GIMENO, director musical
DOS COMPOSICIONES MUSICALES
UNIDAS POR TOQUES FOLK
En ese consorcio de obras Bartók, entre “El mandarín maravilloso” (pantomima) y “El castillo de Barbazul” (ópera), transita “Música para cuerdas, percusión y celesta” (primer movimiento). Gustavo Gimeno, director musical del Teatro Real desde el inicio de esta temporada, tras su contacto con Christoph Loy, percibe esa composición como
Momento redentor o conexión, que sirve como epílogo de “El mandarín maravilloso”. Es increíble cómo se funden música y escena, y estas dos obras – la Pantomima y la ópera, ambas maravillosas y fascinantes – que no han sido concebidas para ir una tras otra, sí es interesante ver que cronológicamente se solapan, no suceden inmediatamente una tras otra, pero es curioso ver que Barbazul se estrena en 1918, y ya ese mismo año, aunque tanto Barbazul como El Mandarín suceden durante varios años, la composición, en el 1918 cuando se estrena Barbazul, comienza Bartók a trabajar sobre El mandarín (1926). En ambas el lenguaje típico folk está presente, pero son obras muy diferentes. El lenguaje folk era el de la zona de Hungría, y de lo que hoy es Rumanía. Igual que hizo el compositor Olivier Messiaen con la investigación del canto de los pájaros, los transcribió y los incorporó a su música, o Leoš Janáček investigando en la lengua de Moravia y eslavas y creo un estilo musical moderno, Bartók anotó y coleccionó todos aquellos motivos y material de la música folk, de Hungría donde nació y pasó gran parte de su vida.

EVELYN HERLITZIUS / CHRISTOPH FISCHESSER
FOTO: THEATER BASEL
En el caso de Barbazul, no es el Bartók más característico precisa Gustavo Gimeno
Sí que va de gran oscuridad y misterio, a la luz más increíble que es el momento de mayor luminosidad de toda la función, que sucede en la Quinta puerta del castillo. Es una música muy bella y tierna, pero romántica como si estuviera en proceso de su propio desarrollo, que se verá en el concierto de “El Príncipe de madera”, que compuso inmediatamente después (1917), y empezando a trabajar en “El Mandarín”. Es cuando explora el colorismo orquestal al máximo. Incluso cuando nos referimos hoy a piezas icónicas como “La Consagración de la primavera” de Stravinski, y otras piezas. En esa fase de “El mandarín” aún sigue siendo una pieza icónica de su propio lenguaje, y muy extrema por todos estos cambios de velocidad, de tempo que tienen que sonar de manera orgánica, pero por la exploración de colores y efectos en todos los instrumentos de la orquesta. Por ejemplo, en “Barbazul” el lenguaje de las cuerdas es aún bastante convencional y típicamente romántico, mientras que en “El Mandarín” es completamente diferente. Es mucho más rítmico, más color. Es como si los violines estuvieran tocando partes de arpa, instrumentos de percusión, pizzicatos, trémolos… Tanto en la historia como en la música va de momentos muy bellos a otros de verdadera agresividad. Incluso detrás de esa agresividad en la historia y en el sonido orquestal, en las armonías y en las texturas también hay una zona de gran ternura y belleza, que hace que tanto a nivel emocional como compositivamente es muy interesante.

FOTO: JAVIER DEL REAL
BARBAZUL Y EL MADARÍN
PUNTOS EN COMÚN
Y ESTÉTICAS DIFERENTES
Gustavo Gimeno sintetiza la comparación de ambas obras:
“El castillo de Barbazul” es herencia de esa música romántico tardía influenciada por Richard Strauss (1864 – 1949), pero también por Debussy. Por otro lado, es precursora de la música del siglo XX, de los “thriller” clásicos de Hollywood, y en concreto de Bernard Herrmann, colaborador musical de Hitchcock. En “El mandarín maravilloso”, la música es de una audacia increíble. Cada compositor llega un momento de su vida, en que desea llegar al límite en todos los sentidos, tanto en la composición musical como lo que se exige a los ejecutantes. “El mandarín maravilloso” requiere de una concentración y de una adrenalina, y de una preparación de cada una de las secciones de los músicos muy exigente a todos los niveles, técnico, musical, como colectivo, para mí mismo, y para la concentración. Es obra fascinante que lleva a sus propios límites numerosísimos de compás, de tempo etc., Resumiendo se puede decir que ambas composiciones tienen muchos puntos en común, pero con estéticas diferentes.
En su época, “El castillo de Barbazul” se consideró, ópera imposible de representar y en años posteriores se divulgó como concierto con dos voces. A partir de los finales años veinte se vio la necesidad representación escénica, y de los años cincuenta está considerada como una de las óperas más importantes y reconocidas

FOTO: JAVIER DEL REAL
EL ESPACIO ESCÉNICO
UN MISMO ESPACIO CON
ATMÓSFERAS DISTINTAS
La atmósfera de “El mandarín” es muy agresiva, muy brutal y estamos casi al fin del mundo, en una sociedad en declive y sólo hay un resto de civilización. Para “Barbazul” es el mismo espacio, pero después de la utopía final de “El mandarín”, un dúo que hemos añadido entre la chica y El mandarín, hay casi una esperanza que podemos comenzar con la pareja Judith-Barbazul, en un espacio menos inquietante. Con todo, algo pasa durante “Barbazul” por lo que, de nuevo, perdemos esta esperanza.– Describe Christoph Loy
EN TORNO A BARBAZUL
– En torno al personaje de Barbazul, uno de los ejes conceptuales de la presente temporada, se ofrecerá la ópera “Ariadna y Barbazul”, de Paul Dukas –del 26 de enero al 20 de febrero de 2026– y el espectáculo infantil titulado también “Ariadna y Barbazul”– del 16 al 24 de mayo de 2026 – en una nueva producción del Real Teatro de Retiro.
– Asimismo, se han organizado actividades culturales en torno a la producción en el Teatro Real – Enfoques y el curso Comprender a Bartok – y, en Real Teatro de Retiro, el taller familiar “¿Te suena El mandarín maravilloso?”.
– Participan en “El mandarín maravilloso” Gorka Culebras (El mandarín), Carla Pérez Mora (La chica), Nicky van Cleef (Primer vagabundo), David Vento (Segundo vagabundo), Joni Österlund (Tercer vagabundo), Nicolas Franciscus (El poeta) y Mário Branco (Un libertino)
– “El castillo de Barbazul” estará protagonizado por el bajo Christoph Fischesser (El duque Barbazul), la soprano Evelyn Herlitzius (Judith) y el actor Nicolas Franciscus (poeta).
FUNCIÓN
2 de noviembre 2025: 18:00
4 de noviembre 2025: 19:30
6 de noviembre 2025: 19:30
8 de noviembre 2025: 19:30
PRECIO
2 de noviembre 2025: De 421 € a 18 €
4 de noviembre 2025: De 163,20 € a 18 €
6 de noviembre 2025: De 272 € a 18 €
8 de noviembre 2025: De 165,50 € a 21 €
10 de noviembre de 2025: De 163,20 € a 18 €
Programa Béla Bartók
Idioma: Húngaro
Subtítulos en Inglés, Español
Producción del Teatro Real en coproducción con la Ópera de Basilea)
Escenografía: Márton Ágh
Vestuario: Barbara Drosihn
Iluminación: Thomas Kleinstück
Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real
Título: El mandarín maravilloso (Ballet pantomima en un acto, Op. 19, Sz. 73)
Basado en el relato homónimo de Menyhért Lengyel (1917)
Estrenada en la Oper Köln el 27 de noviembre de 1926
Música: Béla Bartók (1881-1945)
Intérpretes: Gorka Culebras (El mandarín), Carla Pérez Mora (La chica), Nicky van Cleef (Primer vagabundo), David Vento (Segundo vagabundo), Joni Österlund (Tercer vagabundo), Mário Branco (Un libertino), Nicolas Franciscus (El poeta)
Título: Música para cuerdas, percusión y celesta
Música: Béla Bartók
Título: El castillo de Barbazul (Ópera en un acto)
Libreto: Béla Balázs, basado en el cuento de La Barbe bleu de Charles Perrault (1697)
Estrenada en la Ópera Real de Budapest el 24 de mayo de 1918
Música: Béla Bartók
Intérpretes: Christoph Fischesser (El duque Barbazul), Evelyn Herlitzius (Judith), Nicolas Franciscus (El prólogo)
Dirección del coro: José Luis Basso
Dirección musical: Gustavo Gimeno
Dirección de escena y coreografía: Christoph Loy
Duración: Total: 2 horas y 15 minutos – Parte I: 45 minutos / Pausa: 25 minutos / Parte II: 1 hora
Estreno en Madrid: Teatro Real (Sala Principal), 2 – XI – 2025

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Teatro Real
Pz. Isabel II s/n Centro
28013 – Madrid
Tf. 900 244 848
Metro: L 2,5, Ramal Ópera-Príncipe Pío (Ópera), L. 1,2,3 (Sol)
Bus: L 3, 25, 39 y 148 (inmediaciones del teatro).
Parking: Pz. de Oriente (C/Bailén 6) / Ópera, Palacio de los Duques (Cuesta Santo domingo, 5) / Garage Fermar (C/de la Escalinata, 1) / Pz. de las Descalzas (Travesía de Trujillo, 5)/ COPARK Santo (Pz de Santo Domingo).
