Lucía acaba de enterarse de que ella y sus dos hijas son las herederas de su ex marido… ¡Y les deja a cada una la friolera de un millón de euros! Pero hay una condición, porque en la vida, siempre hay una condición… Para cobrar el millón, tienen que ver un vídeo donde el ex marido les cuenta algunos de los secretos no compartidos entre ellas. ¿Qué puede salir mal? Al fin y al cabo, son familia… No puede ser muy grave… ¿O sí?
¿TODOS TENEMOS UN PRECIO? El autor del texto es Ramón Paso quien desvela el nacimiento de este nuevo texto. El mensajese inicia con una llamada de Antonio Fuentes, director del Teatro Lara, pidiendo una función a Ramón Paso, quien nos cuenta de qué va la función:
La historia de una madre, interpretada por Natalia Millán que lucha por el alma de sus hijas. El padre, interpretado por Carlos Seguí, ha dejado unos videos donde les dice ciertas verdades ocultas de la historia familiar. A cambio les ofrece un millón de euros a cada una. Lo que pretende es proteger a sus hijas. En el fondo es el mercantilismo de la sociedad. La pregunta central es ¿Todos los secretos tienen un precio? ¿Todos tenemos un precio? Lucía, la madre apuesta por sus hijas: «no lo tienen». Lo que sucede es que un millón de Euros es un millón. Es una comedia protagonizada por personajes que necesitan decirse cosas, esas cosas que si no se dicen se encallan y no ayuda a que las relaciones avancen NATALIA MILLÁN, CÓMPLICE EN EL PROYECTO Con El mensaje llega no solamente un texto nuevo, sino Natalia Millán, que se sintió atraída por el proyecto en sí y las premisas de la productora. Directamente de Ramón llega a mis manos el texto y encantada de la vida. Hacía mucho tiempo que hablábamos, Ramón y yo, de estar en un proyecto juntos y aterrizamos en este maravilloso teatro en el que nunca había trabajado. Sólo había estado como espectadora y soñando con pisar estas tablas algún día. Estoy encantada de estar con esta familia maravillosa y con mucha ilusión de estar en este proyecto. Ramón Paso precisa que el texto lo fue recibiendo acto a acto, con lo cual, para mí, ha sido una cómplice absoluta, pues muchas cosas del texto las hemos concebido juntos, según iba escribiendo las comentábamos juntos. Ha sido una cómplice maravillosa. CUATRO PERSONAJES FRENTE A UN TELEVISOR Los personajes presenciales son la madre y sus tres hijas interpretados por Natalia Millán (Lucía), Ana Azorín (Andrea), Inés Kerzán (Irene) y Ángela Peirat (Daniela). Existe un cuarto personaje, el padre interpretado por Carlos Seguí (César) que sale durante toda la función en los videos que ha dejado tras su muerte. pero tiene importancia – subraya Carlos Seguí. Muchísima importancia. Lo presencial y lo telemático están a tono con la Pandemia que vivimos, aunque aquí el recurrir a lo telemático no es fruto de la Pandemia, sino de la muerte. DESHAZME LA ESCENOGRAFÍA El espacio escénico de Javier Ruiz de Alegría es un tanto peculiar. Un televisor preside un interior cuyas alturas suben escalonadamente A Javier le pedí: «deshazme la escenografía», y creó un espacio especial y maravilloso, Según Javier Ruiz de Alegría La escenografía propone un diálogo en el que el concepto de vacío convive con la idea de lo sólido, generando un discurso espacial en el que la materia que compone la escenografía va desapareciendo de forma paulatina. Los muros perimetrales del despacho, donde se desarrolla la acción, van desapareciendo como si se disolviese la materia, y genera un contrapunto entre lo inmaterial y lo sólido, entre el vacío y lo corpóreo; contraposición que desnaturaliza la estancia y nos acerca al entorno de lo imaginario. El color no está presente, prefiriendo lo blanco en los muros. Su ausencia establece el parámetro mas estilizado del conjunto, el blanco se trabaja como centro del espectro y única palabra cromática del trabajo, solo enmarcado por un «azul acentuador», azul que parece surgir de dentro de la pieza misma para enmarcar, dibujar y organizar los límites del espacio. La idea que rige toda la escenografía es la de diseñar un espacio donde las acciones de los personajes tengan valor dramático real, pero al mismo tiempo el entorno no nos limite a un ambiente realista, un espacio al servicio de la escena que Ramón Paso nos propone, que sirva de manera práctica el juego escénico, y que también proporcione plasticidad estética a la función; digamos que pretende aportar el mensaje pictórico al mensaje general de El Mensaje. LA ILUMINACIÓN La iluminación parte de una mañana soleada que entra a través de una ventana y que según Carlos Alzueta, responsable de la luz se conforma con el estilo de comedia. Una vez que no estamos ante un espacio realista, sino un espacio que completa el propio espectador hace que, según Carlos hace que la escenografía se contemple de forma personal la que hace oportuna la procedencia de la otra luz de nuestra función: la que saldrá desde el interior de los personajes; psicológica y subjetiva. Será usada esporádicamente. Ramón Paso completa la descripción visual El vestuario es de Carmen Beloso, con un look de elegancia. Hay dos productores delegados que son Inés Kerzan por parte de Paso Azorín y Antonio Rincón-Cano por parte del Teatro Lara. Ellos son los que han hecho posible la materialización del diseño escenográfico y el vestuario. Han sido dos personas fabulosas e imprescindibles. Todo esto surge de la idea de superjefe Antonio Fuentes, de hacer un teatro contemporáneo y un teatro con corazón. UNA PRODUCTORA CON REPARTOS La productora Paso Azorín nace en el 2012. Ramón Paso y Ana Azorín, componentes de la productora, hartos de la Televisión vuelven al teatro que es lo que realmente nos hace felices – confiesa Ana Azorín. Nace con el compromiso de hacer proyectos con repartos esencialmente femeninos…
Con El Mensaje, propiciado por Antonio Fuentes se han embarcado en un proyecto que Ana Azorín califica de el más ambicioso hasta el momento…
FUNCIÓN PRECIO
Título: El Mensaje
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