Jacinta, un año después de haber perdido a su amado Clarindo, se mantiene fiel a su amor. A su vez, Don Álvaro, amigo del difunto, la corteja y pide su mano, sin embargo, Jacinta tiene sospechas fundadas de que él es el auténtico asesino de Clarindo. Mientras tanto, Lisarda, hermana del presunto fallecido, acudirá a la corte disfrazada de hombre para averiguar quién fue el homicida de su hermano. En realidad Clarindo, no está muerto y vuelve vestido de dama para comprobar si su amada le es fiel y para vengarse de Álvaro.
UNA PORTUGUESA QUE ESCRIBE EN CASTELLANO Ángela de Acevedo (Ángela de Azevedo) (Lisboa, 1600 – Madrid,1644), dramaturga de origen portugués, es hija de Juan de Acevedo Pereyra e Isabel de Oliveira. Su madre fue presentada a Isabel de Borbón, mujer del futuro Felipe IV, en un viaje oficial de su padre Felipe III a Lisboa. Ángela se trasladó a Madrid y entró en la corte como dama de Isabel de Borbón. Se casó en Madrid y tras quedarse viuda, se retiró al convento de las benedictinas. En su época era costumbre de la época escribir en castellano, lengua familiar en Portugal, lo cual explica que aunque era portuguesa escribió sus obras en castellano. El conocimiento del castellano en Portugal permitía que muchas compañías teatrales itinerantes representaban también en Lisboa. Entre su comedias destacan: Dicha y desdicha del juego y devoción de la virgen, La Margarita del Tajo que dio nombre a Santarem, El muerto disimulado EL MUERTO DISIMULADO
El muerto disimulado la escribió después de la independencia de Portugal en 1640, y pertenece a la llamada «comedia de enredo de lenguaje barroco«: paralelismos, juegos de palabras, hipérbatos, paréntesis, apartes y larguísimos párrafos y variedad de versificación como es romance octosílabo, redondillas, romance heptasílabo, décimas, quintillas, sextetos-lira, una silva, una octava real y un soneto. No consta que haya sido representada en España. También entra en la llamada «comedia de espada«. La adaptación dramatúrgica se debe a Laura Garmo y Nacho León, los cuales codirigen el espectáculo, quienes declaran: En nuestro montaje, desde un enfoque contemporáneo, apostamos por un concepto claro: el del teatro como Fiesta Barroca. Así pues, nuestra propuesta incluye la música en directo, el humor y el juego con el público como ejes vertebradores. En la obra se reivindica el valor de la palabra de la mujer como contestación a algunos de los tópicos tradicionalmente asumidos en su tiempo. Los textos dramáticos escritos por mujeres en el Siglo de Oro aportan otra visión sobre el discurso dominante, una experiencia desde el otro género, y la reivindicación de que su voz, y su concepción de la realidad de su tiempo, merecen ser escuchadas. Un tema esencial de la obra es la inaccesibilidad de la verdad a través de los sentidos. El consabido tema del travestismo frecuente en el siglo de oro, se proyecta en dos direcciones, de mujer a hombre y, lo que es más raro, de hombre a mujer. Ello crea cierta ambigüedad sugiriendo en algunos momentos el tema de la homosexualidad, según algunos especialistas. FUNCIÓN PRECIO
Título: El muerto disimulado
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