Nápoles (Italia). Diana, condesa de Belfor, es una joven hermosa y obstinada a la que acosan varios pretendientes aristocráticos que desean casarse con ella. Sin embargo, Diana rechaza constantemente todos sus intentos. Una noche, después de ver a su secretario hacer el amor con su dama de compañía favorita se enamora locamente de él y enferma de celos. Esta es la historia de un triángulo amoroso, de amores prohibidos y traiciones, que acontece cuando Nápoles era una ciudad española. Así, la casa de la Condesa manipulada por los nobles representa a esa parte de la sociedad española que vivía fuera del país. Dominic Dromgoole y la Fundación Siglo de Oro adaptan El perro del hortelano de Lope de Vega. Se trata de una historia de sangre azul, de erotismo y de privilegios, los que ostentaba la aristocracia a comienzos del siglo XVII. El perro del hortelano, drama de amor, envidia, celos y honor, fue escrito en 1613. El hecho de situar la acción en Nápoles permite que la obra esté llena de influencias y tramas italianas a las que era tan aficionado Lope de Vega. LOPE DE VEGA Y SHAKESPEARE
Según Dominic Dromgoole, directora de este montaje, tras relacionar el teatro de Lope de Vega y el de Shakespeare en cuanto que ambos son un teatro de acción y representados a la luz del día retratan a un ser humano en movimiento, que se cambia a sí mismo y cambia a los demás con patrones dinámicos y a una velocidad de vértigo. Estas historias psicológicas turbulentas están adornadas con un lenguaje de belleza rica e ingeniosa que sirve de paisaje a sus obras. En el teatro de Lope y Shakespeare el lenguaje de sus personajes, expresivo y rebelde, se convierte en telón de fondo del drama. En ambos hay un sentido de la sociedad cambiante, de las placas tectónicas de la historia moviéndose bajo las historias humanas. Esto amplía la sensación de que todas las acciones que tenemos ante nosotros ocurren en un precipicio, al borde de un abismo. EL PERRO DEL HORTELANO, En el caso concreto de El perro del hortelano hay una sensación de cambio de las normas en los límites de la clase social y de la emoción que se da cuando las personas prueban y transgreden esos límites. Se produce una rápida pérdida de identidad y con esta, una sensación de que las posibilidades son ilimitadas. Como ocurre con el ritmo acelerado de la farsa, esto produce un sentimiento liberado de comicidad divertida, aunque sea una comedia ensombrecida por el peligro. Es también una obra sin pudor en su descripción del deseo y del caos que este puede producir. EL PERRO DEL HORTELANO Dominic Dromgoole ha trabajado mucho sobre Shakespeare inserto en el teatro The Globe. Al abordar El perro del hortelanoha seguido un método similar. He afrontado el reto de El perro del hortelano de Lope de Vega revisitando desde la mirada actual la arquitectura que él imaginó para su obra: la de los corrales de comedias. Invito a que el público pueda, tal y como me ha sucedido a mí, profundizar en el entendimiento de Lope y fascinarse por lo que nos plantea en una obra de una calidad incuestionable: El Perro del Hortelano.
FUNCIÓN PRECIO Descuentos Grupos de 5 a 9 personas Grupos
Título: El perro del hortelano
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