El grupo infantil de natación Caballitos de mar, empiezan a nadar sin burbuja. Este momento crucial para los más pequeños de la piscina es el desencadenante de que salgan a la superficie sospechas, dudas y temores. Anna, la directora del club deportivo, le pide explicaciones a Jordi, el entrenador de los Caballitos, porque algunos padres se han quejado de cómo ha gestionado la negativa de lanzarse al agua de uno de los niños, Alex, porque tiene miedo al agua y se pone a llorar. A partir de aquí surge el tema de la obra. Jordi asegura que ha actuado con tacto y que no lo ha reñido ni asustado, pero la queja va por otro lado: dudan de las intenciones de Jordi, ya que para tranquilizarle le ha abrazado y le ha dado un beso. Una niña dice que fue un beso en los labios, y se genera toda una espiral sobre el tipo de beso.
JOSEP MARÍA MIRÓ I COROMINA José María Miró escribe la obra en 2022 y se estrena en el 2012 en la Sala Becket de Barcelona en el Festival Greck.
Desde entonces han pasado 10 años de su estreno – recuerda Josep María Miro –, y la productora El Trío Caracoles, me propuso volverla a levantar. Me parecía que 10 años era un tiempo interesante para revisitar una obra. Esa intuición de escritura del 2011, hoy en el 2022 siento que se ha asentado como sistema de control y de vida y estamos contentos de enseñarla al público. Hace 10 años la divulgación de bulos, sospechas, noticias por las redes sociales no era tan llamativa como lo es ahora. Quiere decir que la problemática de la obra venía a ser como una profecía. Miro precisa que más que profecía, es algo que está inscrito en todo escritor. Un autor de teatro siempre tiene que estar conectado con el mundo, y, en este sentido, yo decía hace 10 años que esa obra 15 años antes no tenía ningún sentido. En ese momento empezaba un mundo de cambio que tiene mucho que ver con la aparición de las redes sociales, este mundo sobreinformado y sobredimensionado en este sentido. Miró escribe El principio de Arquímedes después de haber estrenado en el Teatro Nacional de Cataluña su primera obra:Gang Bang (Obert fins l’hora de l’Àngelus) una obra que tuvo una recepción crítica y pública, caliente. Hubo movida. En una función fueron a atacarla unos legionarios de Cristo; el sindicato manos limpias o blancas, que nunca sé cómo se llaman, la denunciaron y también varios políticos de la antigua Convèrgencia y Unió o del Partido Popular. Se estaba diciendo si esa obra era adecuada para un teatro público. Eso, para mí, marcó mucho más la escritura de Arquímides que el tema del que, propiamente, habla la obra. Una sociedad que a un acto cultural «se tiene que prohibir, porque es peligroso», me hacía reflexionar sobre el tiempo que me había tocado vivir. Luego la anécdota de la trama que encontré, tenía que ver una cosa cercana: era el momento en que la mayoría de mis amigos empezaban a ser padres. Todos padres jóvenes, progres, estupendos, pero en el momento en que empezaban a ser padres, les salían todos proteccionismo, de cómo cuidamos los hijos. Por tanto hay una anécdota que tiene que ver con mi trayectoria artística y otra que tiene que ver con la circunstancia vital del momento.
Se han hecho casi 50 montajes de la obra en lugares muy distintos del mundo, lo cual, para Miró, es un signo de que esto es una situación global. En los últimos montajes que he visto sentí que la obra era más actual ahora, seguramente, que cuando la escribí. Por eso me he metido en esta aventura. Por ejemplo el fenómeno de Me Too (denuncia del acoso y agresión sexual), hay toda una serie de cuestiones que en los últimos años han ido a más. Eso no quiere decir que yo no haga un discurso de tolerancia cero en cualquier abuso, pero este concepto de la presunción de inocencia, es un tema que ha quedado un poco en un lugar extraño. Hoy recordaba que me parece interesante contarla. En 2014, cuando presentamos la producción catalana en el Teatro de la Abadía, vino Juan Mayorga, y me dijo: «Siempre cuando es la mirada de alguien te das cuenta de la lucidez y de la inteligencia». Para mí Juan es un hombre que respeto y admiro y me parce que es una voz muy lúcida. Me decía: «Esta obra recupera un tema que parecía relegado al siglo de oro, que es el derecho al honor». Es verdad. Esta obra, seguramente, en un mundo donde existen las redes sociales, nos vuelven a poner en la palestra el «derecho al honor«, y a la «dignidad«. Tras estos prolegómenos nace esta El principio de Arquímedes, cuyo objetivo, precisa Miró no es hablar sobre la pedofilia, sino que habla sobre los sistemas de control: ¿qué pasa en la sociedad en que el límite es muy delgado ente lo es el control y la seguridad, y lo que es el peligro?. Una sociedad que no sabe distinguir un gesto de afecto de uno de peligroso, es una sociedad que se lo tiene que pensar. Estas son las razones por las que se ha decidido Miró a retomar la obra. En cuanto a la productora la opción por retomarla fueron el que «les gustó el texto«. ¿A FAVOR O EN CONTRA DE LOS PADRES? En el extracto del Pase Gráfico para la prensa, la figura del padre que sospecha y denuncia no aparece muy simpática. Miró es claro en su respuesta: Hay que ver las siete escenas desde cada costado, y luego hablamos. Ana Belén Beas, que interpreta a Ana, la directora del deportivo precisa: Esa apreciación sobre alguna escena vista, es muy importante porque marca un poco los tiempos en que vivimos ahora: la necesidad de posicionarse ante un tema de modo muy rápido. «¿De qué lado estoy o qué pienso?» Hoy en día parece que todos tenemos que posicionarnos, muy rápidamente, ante un conflicto. Si William Smith da un bofetón, enseguida tienes que posicionarte: ¿a favor de él o no? Tengo que expresarlo ya en las redes sociales y se crea rápidamente una red de información. De esto también habla la obra. Por el tema de las redes y por tener que posicionarnos, unos conflictos que en otros tiempos se solucionarían de forma más meditada, hoy hace que nuestros juicios o prejuicios y el tener que decir ¿de qué lado estamos?, quizás cometamos errores. La obra va mucho de la mirada del otro muy encima, y por eso nosotros desde la grada de atrás también lo estamos viendo como personajes y actores, y también del cuidado que hay que tener con las redes y con este juicio tan rápido porque, a veces, no tenemos toda la información, y ya nos hemos posicionado. LA ESTRUCTURA SE ORDENA Alejandro Tous encarna al padre que denuncia esa dudosa afectividad del entrenador Jordi para con el niño Alex. el orden en el que recibimos la información modifica nuestro pensamiento y nuestro posicionamiento sobre un tema. En esta obra esto es magistral el modo en que está estructurada. La primera escena es la del padre que viene a pedir explicaciones, pero el cómo te va llegando una información antes que la otra, y cómo tu, como espectador, te vas creando tu propia opinión sin tener toda la información. En lo que dice Alejandro – matiza Miró – me han preguntado muchas veces sobre esta estructura desordenada que tiene la función, ya que es una obra desestructurada, que pasa en el tiempo real de una hora y 15 minutos, si contamos las escenas que tiene continuidad lineal. Está ordenada de la misma forma que recibimos la información en la crónica periodística. Entra una noticia, y sale u testigo que cuenta lo que pasó hace dos días y generas una opinión; luego al día siguiente tienes otro que habla de una cosa que pasó anteriormente y esto ya te cambia. A medida que vas teniendo la información, vas juntando las pesas, te vas generando una opinión y, a veces, también un prejuicio. Son 7 escenas: en las escenas impares la acción avanza, y en las escenas pares la acción retrocede. Esto plantea al espectador: ¿Sigue pensando lo mismo? Ahora volvemos y avanzamos. Es una obra que tiene esta cosa de rebobinar y de resituarte. Como ha dicho Ana estamos en un mundo que se nos pide tener una opinión rápida, sin pensar, ejecutemos enseguida. Tenemos que atuar. Tal cual está planteada la estructura, apunta a que es posible que la obra tenga, también, algo de «thriller». En algunas de las obras de Miró se les ha aplicado este género literario. yo creo que el misterio siempre es interesante. Creo que el misterio es sexy, y por lo tanto poner un poco de cosa sexy sobre el escenario siempre es interesante. El misterio me gusta. PUESTA EN ESCENA ACUATRO BANDAS La puesta en escena en esta ocasión es a cuatro bandas. En el Teatro de la Abadía era suelo, paredes y techo. Era como una caja abierta por los dos costados. Había público por esos dos costados y eso producía un efecto como un negativo de fotografía. En este proyecto nuevo, ideado por Efer, y como siempre he pensado que una escenografía no es un simple decorado sino que tiene que tener una función narrativa, y la obra la he visto a la italiana y horizontal. Le dije a Efer: «la única que no he visto es a cuatro costados. Hagámosla a cuatro costados». El efecto que conseguíamos en la Abadía es muy diferente, porque aquí se amplifica a un cambio por escena y eran sólo dos cambios aunque parecían muchos más. Aquí es una escenografía que gira como las agujas del reloj, pero son los elementos que cambian de una forma muy leve. Incluso la cuarta grada de público, al fondo, es una grada falsa, porque no se puede poner público. Es espacio escénico y lo ocupan los actores que cierran este espacio a cuatro costados, y, por tanto, ellos también son como nosotros. El espectador se encuentra una butaca al que le estamos contando la historia, y puede ser culpado o culpabilizado o culpa, en este sentido. Además de concebir una nueva puesta en escena para la obra, ésta también cambia, como sucede frecuentemente, al tener nuevos actores. Cuando tienes cuatro actores nuevos, evidentemente que lo que te da cada uno de ellos es ya como un traje nuevo. Tienen otra forma de relacionarse con el cuerpo, con el personaje y con la emoción. En lo referente a cambios en el propio texto, yo ya lo había revisitado en 2018/ 2019 cuando publicamos con la Editorial cubana Alarcos, toda mi obra. Yo soy de los que los cambios los voy anotando y, por tanto, algunos ya los había sugerido en los últimos años. No son tantos. El conflicto que es terrible, es, como he dicho, más actual ahora que cuando la escribí. Sí hay cosas que caducan muy rápidamente: en 2011 todo giraba con facebook, incluso las fotos. Hoy unos alumnos de nueve, diez, doce años, dirían que esto del facebook es «vintage». Es para gente vieja. Ellos son instagrames. Por tanto hay algunos elementos que hemos cambiado para buscar esta verosimilitud y adecuarlos a la realidad. Algunas cositas pequeñas sí las hemos intentado, pero el texto, básicamente, es el mismo.
El principio de Arquímedes ha sido merecedor, entre muchos otros galardones nacionales e internacionales, del prestigioso Premio Born de Teatro en 2011 entre muchos otros galardones nacionales e internacionales. El texto y espectáculo fueron declarados de interés legislativo y cultural por el senado de la provincia de Mendoza (Argentina) en 2019. La obra ha recibido otros destacados reconocimientos a nivel internacional, como el Premio Villanueva de la Asociación de Escritores y Artistas de Cuba en 2019 o la mención como mejor texto en el Cycle de lectures d’auteurs contemporanis de la Comédie Française de París (Francia) en 2014. JOSEP MARIA MIRÓ, escritor y director
Josep Maria Miró (Prats de Lluçanès, 1977) comenzó como periodista, profesión que abandonó para escribir textos teatrales: Restos del fulgor nocturno (2021), La mayordoma (2020), El cuerpo más bonito que se habrá encontrado nunca en este lugar (2020, XLV Premio Born 2020), La habitación blanca (2020), Tiempo salvaje (2017, Premio Max 2019 y pieza seleccionada por la asociación europea EURODRAM 2019 entre los tres mejores textos estrenados en Catalunya el 2018-2019), Olvidémonos de ser turistas (2017), Cúbito (2016), La travesía (2015, Premio Frederic Roda 2015), Umbrío (2014, Finalista XL Premio Born 2015), Rasgar la tierra (2013, Premio Autor Exprés – Fundación SGAE 2013), Humo (2012), Nerium Park (2012, Premio Jaume Vidal i Alcover 2013 y VII Premio Quim Masó 2013), El principio de Arquímedes (2011, XXXVI Premio Born de Teatro 2011), Gang Bang (Abierto hasta la hora del Ángelus) (2010-11, autor residente en el Teatre Nacional de Catalunya – Proyecto T6) o La mujer que perdía todos los aviones (2009, XXXIV Premio Born de Teatro 2009). En Miró ambas profesiones tiene un denominador común: «un observador que busca la verdad» Asimismo, Miró ha firmado múltiples dramaturgias y adaptaciones: Los hombres y los días (2021-2022), a partir de la novela de David Vilaseca; Reencuentro (2019), a partir de la novela de Fred Uhlman; L’Aplec del Remei (2016), a partir de la zarzuela de Josep Anselm Clavé; Neus Català (2015), a partir de la biografía novelada de Carme Martí; Esperança Dinamita (2014); o Como si entrara en una patria (2010) a partir de textos poéticos y periodísticos de Joan Maragall, entre otras. Sus obras han sido traducidas a más de 20 idiomas -de forma individual o en antologías- y cuentan con más de un centenar de producciones en todo el mundo. Miró ha dirigido en diferentes ocasiones textos propios o ajenos, como La calle Franklin de Lluïsa Cunillé (Teatre Nacional de Catalunya, 2013) o La voix humaine, de Jean Cocteau y Francis Poulenc (Espai Brossa, 2010 – Teatre Akademia, 2015). En el curso 2015-1016, se incorpora como docente en el Grado de Artes Escénicas de la Universidad de Girona (ERAM). Imparte regularmente cursos en el Obrador de la Sala Beckett de Barcelona y, puntualmente, talleres y seminarios nacionales e internacionales. Entre 2013 y 2017 fue miembro del Comité de lectura del Teatre Nacional de Catalunya (TNC). En el ámbito periodístico, ha trabajado en Radio Nacional de España, COM Ràdio y El 9 Nou, entre otros, y ha colaborado en Els matins de Catalunya Ràdio o en Matins de la Xarxa.
FUNCIÓN PRECIO
Título: El principio de Arquímedes
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