![]() |
ESPAÑA CREA
OPTIMISMO ESPERANZADOR
|
ESPAÑA CREA
UNDSOUND, BABYLON, DEMODÉ
OPTIMISMO ESPERANZADOR
Con el título España Crea se pretende fomentar el aspecto creativo y personal de España con respecto al ballet, en sus diversos estilos: clásico y contemporáneo (CLIKEAR). También recoge otra idea que anidaba en la antigua CND 2 (Compañía Nacional de Danza 2), la cual ofrecía espacio para los jóvenes y nacientes coreógrafos. A la vista del programa ofrecido, los coreógrafos de esta hornada van más allá del llamado "naciente" coreógrafo, pues poseen un buen "bagage" a sus espaldas.
Los títulos ofrecidos son Undsound de Juanjo Arqués y Heidi Vierthaler; Babylon de Arantxa Sagardoy y Alfredo Bravo, y Demodé de Iván Pérez. Lo que se percibe en las tres coreografías como denominador común – en unas más y en otras menos – , es que rompen con los compartimentos estancos de clásico y sus derivados, y contemporáneo. Sin llegar a un eclecticismo total, sí se constata que el coreógrafo echa mano de aquellos movimientos o estilos que más le conviene. Otro aspecto común es la fluidez de movimientos, que se ligan y desligan con gran facilidad. Todo ello lleva consigo el que tales coreografías no resultan fáciles y requieren expertos bailarines. En general, muestran que lo son.
A nivel de contenido también se puede extraer un mismo perfil, aunque con variantes. En el centro de estas coreografías están los seres humanos con su relaciones unipersonales y emocionales. No hay historias propiamente dichas, pero tampoco se puede decir que optan por la abstracción. Bucean en el interior del ser humano sin distinción de sexos o culturas.
Undsound es una coreografía para siete bailarines – cuatro chicas y tres chicos – cuyo núcleo a nivel de contenido lo marca la oposición de contrarios, que surgen en las relaciones humanas de pareja. La intención final es poder llegar a la comunicación. Los coreógrafos Juanjo Arqués y Heidi Vierthaler, lo muestran a través de movimientos agresivos, por parejas, en los que el equilibrio de cuerpos es fundamental. Otras veces el movimiento es más pausado y más distendido. Según declaraciones de sus creadores, parte de la creación de esta coreografía se debe a los propios bailarines que vuelcan sus propias experiencias relacionales con su "partenaire". Tal integración se palpa, y la explicación se encuentra en haber hecho vida propia, como declaran los coreógrafos. Todos los movimientos, entradas y salidas, está muy ligados de modo que no se pierde el ritmo en ningún momento.
Babylon de Arantxa Sagardoy y Alfredo Bravo, de los tres espectáculos, es el único que no es estreno absoluto, puesto que ya se había estrenado en el Mercat de les Flors de Barcelona. Quiere esto decir que el enfrentamiento con el público ya se ha experimentado. Babylon posee la factura y los visos de apuntar a un ambicioso ballet. Cuenta con 17 bailarines, número que lo sitúan en una escala elevada. La coreografía se reparte entre conjuntos grupales y solistas. La música de Dimitri Shostacóvich – Sinfonía nº 8, opus 65 – resulta impactante, de modo que no se sabe si la grandiosidad de la coreografía proviene de ella misma o de la composición musical. Por declaraciones de sus creadores, sabemos que en este ballet "la música manda". Babylon, por momentos, respira aires de gran ballet tanto en el conjunto coreográfico como en los movimientos individuales, en los que se siente la herencia clásica. Se trazan una serie de líneas bien conjuntadas y sobresalen especialmente los pasos a dos, de una gran belleza y expresividad. Los conjuntos corales, bien construidos como concepción, imagino deben funcionar como un todo. No sucede siempre así, al menos el día que asistí a la función, sin que ello quiera decir que fuera un desastre. Hay una dignidad, pero le falta brillantez.
Demodé de Iván Pérez – salvo la música que es de Luis Miguel Cobo, Iván firma todo el espectáculo – mantiene el contraste entre la apariencia y la emoción interior. Según declaraciones suyas parte de maniquíes, y se les insufla vida. Ello hace que surjan diversas historias. Hay buenas composiciones, en las que el movimiento y la tensión del cuerpo adquieren gran expresividad. Está bien concebido el juego de líneas entre las parejas y el fluir de sus movimientos.
Se puede decir que este España Crea, apunta optimismo hacia posibilidades balletísticas, y ,sobre todo, muestra la capacidad de compaginar diversos estilos en un mismo bailarín.
Lo apunté al centrarme en Babylon, pues era una prueba de fuego para un conjunto de muchos bailarines: hay que ir más allá del buen hacer y la dignidad. Hay que conquistar la brillantez que hemos visto en conjuntos del exterior.
El teatro estaba abarrotado y fueron muchos los aplausos.
|