La sinopsis de Icona es un tanto original: Unos subtítulos. Que pueden ser capítulos, que son motivaciones El diablo en la playa. Lucifer, el portador de la luz. El ángel más bello del cielo que, por desafiar el poder creador de Dios, es condenado. El ángel caído.
Inloca nace con El diario en la playa que pudo verse en el Teatro de la Abadía. Inloca contiene nueve capítulos. Ana Vallés es la autora del texto y de la dirección. ANA VALLÉS, autora, directora de teatro y actriz.
Ana Vallés (Galicia) es cofundadora, junto con Baltasar Patiño, de la compañía Matarile 1986, en la que ha desarrollado la mayor parte de su trabajo artístico. Ha dirigido más de 30 montajes. En 2019 el Festival de Otoño de Madrid programa una retrospectiva que incluye Daimon y la jodida lógica, Los limones, la nieve y todo lo demás y Teatro Invisible. Ese mismo año es finalista a la mejor dirección en los Premios MAX por Circo de Pulgas. En 2008 el Festival TAC de Valladolid le dedica un homenaje por su trayectoria. Los espectáculos de Ana Vallés han sido presentados internacionalmente y ha recibido numerosos premios. Como directora de escena ha trabajado también, entre otros, para Teatro de La Abadía, Centro Dramático Galego, Auditorio de Galicia etc. Entre sus últimos espectáculos destacan Sin pena ni gloria, Métanse nos seus asuntos, Usted está aquí y O rei more. Recientemente Ediciones Invasoras ha publicado una recopilación de textos (Cerrado por Aburrimiento, Staying Alive, Teatro Invisible, El Cuello de la Jirafa) y en 2021 acaba de publicar los textos de El diablo en la playa, en colaboración con Celeste González y Claudia Faci. Ana Vallés considera El diablo en la playa como un preámbulo a Inloca. En los días previos al estreno, reconoce que no tiene mucha perspectiva sobre el espectáculo. Incluso no conocía el tiempo exacto de duración. La presión e incertidumbre normal propia de cada estreno, se une los parones por el COVID. Todo ello ha aumentado la «fragilidad» e «incertidumbre hasta límites insospechados». Inloca forma parte de una Trilogía que se fue gestando a partir de la invitación de Alfredo Sanzol para un trabajo en el CDN, por primera vez, en el 2019. De aquella le propuse hacer una pieza con dos partes muy diferenciadas. Sería un díptico. Como ha pasado lo que ha pasado y con los retrasos, pues se iba a estrenar en 2021, tenía la primera parte que estaba concebida con dos actrices, Celeste González y Claudia Faci, El diablo en la playa. Quise que esa primera parte no se nos muriera y no perdiéramos la energía que teníamos para empezar, y decidimos estrenarlo individualmente en el 2020 como espectáculo cerrado. Dejando esa primera parte Inloca lo define como un espectáculo
de más paisaje, más participantes, pues somos 9 en escena, y conforma una segunda parte de esa Trilogía de la fragilidad, que se ha ido conformando durante este período. Yo no tenía la idea de hacer una Trilogía, pero se ha ido conformando con el estreno de El diario en la playa, con la concepción de Inloca y con la perspectiva de una tercera parte que se estrenará en el 2023: Europa después de la lluvia. EL DIARIO EN LA PLAYA El punto de partida de Inloca es El diario en la Playa donde se ha tratado el mundo del caos, en el que aparece el paraguas protector de Deleuze que construye la filosofía y la ciencia para proteger al hombre del caos También surgen otros temas derivados como, la perspectiva de la distancia para contemplar las cosas, los hechos, nuestras relaciones… A partir de ahí Inloca parte del deseo y la fragilidad, por un lado, y los lugares y la locura por otro lado. Inloca, como título, sale de la locución latina «in loco» (en el lugar, «in situ»), en el propio espacio. Por un lado me gustaba ponerlo en femenino, «in loca», y me gustaba ese juego con la locura, esa negación con la locura. Libremente, del latín, hablo de «lugares a dónde«, el deseo de entrar a lugares que no conocemos, construir lugares que no conocemos. De ahí también situarnos en el lugar que habitamos: nuestra perspectiva, nuestra identidad y nuestro espacio compartido europeo. Cuando se habla de locura, Ana precisa que locos no queremos estarlo, pero, al mismo tiempo, la locura no deja de fascinarnos, por esa lucidez de la locura. Históricamente la figura del loco ha sido como aquel que, de repente, puede decir la verdad, como el bufón del teatro. La locura significa, también para mí, la capacidad de romper las estructuras lógicas que nos atan. Hemos pactado una serie de lenguajes como ese paraguas protector del que hablada Deleuze; lenguajes para convivir, y no matarnos unos a otros y para poder circular. Por lo demás esas estructuras no nos sirven de mucho, son frágiles. Creo que la fragilidad lo impregna todo y también estas estructuras pactadas que hemos construido y que nos sirven sólo para convivir. UN ESPACIO AL QUE NO SABEMOS Según Ana, paralelamente el hombre está continuamente deseando romper esas frágiles estructuras. Anhela lo misterioso, lo que se escapa de lo pactado, lo que se escapa de la lógica. Ahí entra el misterio, la fascinación por la locura, y entra la posibilidad de inventar otros lugares que no tengan unos límites preconcebidos. En Inloca, siempre que hablamos de un lugar, sea Europa o el propio concepto del teatro, le ponemos límites. Parece que sean conceptos muy cerrados y muy delimitados. Quizás sea una propuesta y deseo de no cerrar tanto esos límites o entrar en lugares sin saber a dónde vamos a llegar.
UN REPARTO DE 9 ACTORES Inloca cuenta con un generoso reparto: Vicente Colomar, Ana Cotoré, Antón Coucheiro, Claudia Faci, Celeste González, Alfredo Pérez, Alfredo Rodríguez, Ricardo Santana, Nuria Sotelo. Como portavoz está Celeste González CELESTE GONZÁLEZ, bailarina
Celeste González (Las Palmas de Gran Canaria), se formó en danza académica en Las Palmas, Madrid y Zaragoza. Desde 1980 y hasta 1992 trabaja como intérprete en las compañías de danza: Ballet de Zaragoza, Ballet Royal de Wallonie (Bélgica) y Ballet Nacional de España, donde permanece ocho años, realizando papeles solistas y principales en obras de: Petipa, Ballanchine, Granero, Barra, Tedley, Duato…y bailando como partenaire entre otros de Maya Plisteskaya. A partir del año 1993 comienza sus propios trabajos, alejándose radicalmente del lenguaje académico, influenciada por la performance y las artes en vivo, pero manteniendo en sus piezas constantes referencias al ballet. En ellos comienza a aparecer su identidad transgénero hasta llegar a Wakefield Poole: visiones y revisiones (2010) con el que recibe el premio de la Crítica de Barcelona en 2015, y en el que ese deseo de transitar el género se hace ya evidente. Para este trabajo contó con la mirada externa de Paul B Preciado, entre otros. Inicia su tránsito en el año 2012 y en 2015 es reconocida oficialmente como mujer.Trabaja en Mayo de 2019 con la actriz y maestra de actores Consuelo Trujillo en la obra: El cuerpo se hace nombre, presentada en junio en el Teatro Pavón Kamikaze. Su último trabajo en solitario es la obra Ningún hombre me llevará a la cumbre presentada en el Segundo Congreso de Identidad de Murcia 2019. En ese mismo año publica con el sello La uña rota el libro: Regina & Celeste una correspondencia, escrito junto a la performer portuguesa Regina Fiz. Es parte integrante de la compañía Matarile desde el año 2007. Con esta compañía participa en Daimon y la jodida lógica (2019), presentada en el Festival de Otoño (Madrid). En 2020 protagoniza El diablo en la playa junto a Claudia Faci. Celeste es la bailarina-actriz más veterana de la compañía Matarile, así como la intérprete junto a Claudia Faci en El diablo en la playa. Formula un deseo
Quiero pensar que el público que viene ahora al teatro, viene de otra manera. No quiero que se dé como si no hubiera pasado nada, sobre todo para los que estamos viviendo de esta situación sanitaria complicadísima que nos ha afectado muchísimo a nosotras. Quiero pensar que el público que viene a vernos, también tiene esa condición. No me gustaría pensar que viniera como si nada hubiera pasado. Lo digo porque, de alguna manera, aunque no sea evidente, lo que estamos viviendo, también lo estamos viviendo en la escena. Eso se refleja de alguna manera. Ahora me siento más vulnerable porque hemos tenido límites y aunque no es consecuencia de lo ocurrido, sí tiene que ver. Quiero pensar que el público que viene avernos forma parte de este estado que es diferente. Para engarzar con El diablo en la playa, Celeste recuerda la última imagen de aquel espectáculo. Esa imagen última es el comienzo de Inloca, pero es una imagen dada la vuelta, vista desde otra perspectiva. Es recoger esa imagen para empezar otra cosa. Lo que sí es que guarda relación con El diablo porque aparecen algunas imágenes que están en el diablo y hay algo de contaminación con él, pero es muy diferente. Inloca es un paisaje– precisa Ana –, que ha sido concebido específicamente para el María Guerrero contando con su caja escénica desde el minuto cero. Queríamos desnudar por completo el María Guerrero y mostrar esa desnudez teatral como espacio para habitar. Mostrar ese espacio, que me pareció maravilloso, entre lo que es la maquinaria de la caja escénica de un teatro a la italiana, enmarcada en esos marcos dorados, palco dorados y embocadura dorada, que es un exponente brutal el María Guerrero. Como uno de los temas era nuestra posición de europeos con un pensamiento y cultura heredada, qué mejor marco para representar la vieja Europa con un marco a la italiana como el María Guerrero. Para mí se produce algo muy bonito, sobre todo por parte de Baltasar con el espacio escénico y la iluminación, como es un blanco y negro rodeado de una luminosidad de dorado, que envuelve el espacio del María Guerrero. Hay también un movimiento de poner en evidencia lo que es la maquinaria dentro de ese espacio desnudo. En uno de los textos interpretado por Celeste González se indica cómo vaciar ese espacio y habitarlo. Un espacio vacío no es un espacio vacío, sino un espacio que ya no está habitado por lo que había antes. Antes de vaciar algo, primero hay que construirlo, llenarlo y después vaciarlo. Ana añade que eso sucede en los teatros que han sido usados muchas veces. Eso es algo evidenciable, y aquí lo queremos mostrar.
FUNCIÓN PRECIO
Título: Inloca
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