Las apariciones. Delgado- Chaves. TMG 1

LAS APARICIONES
Texto: FERNANDO DELGADO-HIERRO
Dirección: JUAN CEACERO
Intérpretes.
PABLO CHAVES Y FERNANDO DELGADO-HIERRO
en el
TEATRO MARÍA GUERRERO
SALA DE LA PRINCESA
de
MADRID

Del 9 de mayo al 15 de junio de 2025

– Las apariciones es la nueva producción de La Compañía exlímite que hace seis años presentó Los Remedios (click) en este mismo espacio dela Sala Princesa del Teatro María Guerrero. Se trata de una auto ficción hacia el futuro, que se pregunta por lo que está por venir y por la capacidad de los cuerpos en escena para hacer lo presente.
– Pablo Chaves y Fernando Delgado-Hierro, vuelven a encarnar a dos amigos, como en Los Remedios (click) bajo la dirección de Juan Ceacero. – Fernando Delgado-Hierro es una vez más el autor del texto, como en Los Remedios (click), y no falta el habitual humor en el tratamiento de la historia. “Intentaremos aquí reírnos juntos, una vez más, hasta de nuestra

Fernando y Pablo crecieron juntos en el mismo barrio como amigos. Ahora estamos en la mitad de sus vidas, y les urgen algunos interrogantes: ¿Por qué caminos los llevará el porvenir? Las preguntas se suceden en cascada: si lograrán escapar de repetir los ciclos que nos definen; si la hija nos recordará a la madre; si sus cuerpos ancianos habitarán expresiones similares a las de sus abuelos; si las ramas y las raíces se parecen.

Las apariciones, en opinión de sus creadores, es un viaje que transita desde el “de dónde venimos” hacia el “a dónde vamos”. El hábitat de “el barrio”, nacido ya en Los Remedios (click) vuelve en este segundo texto con la modalidad de que obliga a un cambio de barrios. A lo largo de este viaje hacia el destino inevitable, la Muerte, surgen preguntas, miedos y deseos. La pregunta que se plantea es “¿sabremos quiénes somos antes de que esto termine?”

Alfredo Sanzol, director artístico del CDN (Centro Dramático Nacional), precisa que, si Los Remedios (click) era una vuelta al pasado, Las apariciones es una ida hacia el futuro.

JUAN CEACERO, director
APARECE ALGO MUY INTERESANTE:
LOS PROPIOS DESEOS, LOS ANHELOS

Juan Ceacero vuelve a dirigir a Pablo Chaves y Fernando Delgado-Hierro, en lo que parece ser una continuidad de Los Remedios (click), y es volver a un lugar familiar.

Estuvimos aquí en el 2021 (click), y unos seis años después nos volvimos a reunir el mismo equipo para plantear una auto ficción de lo que sería un posible futuro de estos dos personajes, Fernando y Pablo, que se preguntan ¿qué queda de ellos ahora y cuál podría ser su futura vida hasta llegar a su propia desaparición?, aunque pensar en el futuro supone un grado de imaginación muy fuerte. A diferencia de basarse en la memoria, como era en el barrio de los Remedios, aparece algo muy interesante que son los propios deseos, los anhelos, lo que gustaría ser que te pasara, pero, sobre todo, aparecen los miedos, lo que no quiero ser, aquel lugar en el que no me gustaría estar, y eso hace que este viaje sea un poco proyectivo. Eso nos ha permitido generar un espectáculo muy interior y muy “alucinado”.

El proyecto ha partido de las experiencias individuales de cada uno, que luego cristaliza en un texto, y de ahí aterriza en un espectáculo que, según Juan

Adquiere como una forma donde el epicentro es el cuerpo del actor que está imaginando lo que es posible. En ese sentido, el cuerpo es una máquina del tiempo, y el teatro es una especie de bola de cristal al que podemos preguntarle sobre el futuro. Ahí hay algo muy desafiante y muy fuerte en el sentido imaginado-sensorial, y, sobre todo, teatral. Este es uno de los componentes más potentes que tiene el espectáculo. 

FERNANDO DELGADO-HIERRO, autor y actor 
EL MIEDO APARECE MUCHO
AL MIRAR HACIA ADELANTE

Ese texto, fruto de las experiencias individuales, toma forma escrita gracias a Fernando Delgado-Hierro, el cual también escribió Los Remedios (click). De hecho, este montaje nació de Los Remedios (click), y es espejo de ella.

Hubo algo que no pensé en la otra y era una autoficción hacia el futuro. En Los Remedios (click) era mirar las raíces, el pasado, pensé ¿qué pasa si miro la obra hacia adelante? De ahí nació todo lo demás. Es verdad que somos muy jóvenes para las cosas que estamos abordando, y hay una inexperiencia muy fuerte para hablar de la muerte, de la madurez, de la pérdida. Como que no toca hacerlo ahora. Ya en Los Remedios (click) éramos muy jóvenes para una retrospectiva de la vida de uno. Esa inconsciencia también está aquí, pero hay algo muy curioso, el espectáculo sería muy distinto si estuviera escrito con 40 años que ahora con 35 años. La razón de escribirlo puede estar en la pregunta ¿qué quiero para mí y, sobre todo, que no quiero para mí en los próximos años.  En este caso hay algo del miedo y de lo inevitable. Cuando intentas imaginar el futuro, sólo hay una certeza: sabes que se va a morir tu perro, tu padre…, y tú mismo en un momento determinado. Los hitos inevitables no son especialmente alegres. Entonces es una situación es una función que atraviesa por lugares oscuros. Ahí nos ha ayudado el humor para tratar de hacerlos más llevaderos. Quitando esos hitos que son sí o sí, ha habido que abordar las desapariciones de cómo vas perdiendo cosas; qué es lo que puedes ganar en compensación de esas cosas que pierdes y cómo se afronta. Son cosas muy existenciales, al final. Si uno asume el destino, que es mirar hacia adelante y morirse, pues te preguntas por la vida. En ese sentido aparecen una serie de vínculos: la familia; qué se está perdiendo uno de lo que tiene al lado; si se puede o no exprimir mejor la vida; los vínculos con los demás…Cómo hay cosas que, queramos o no, de pronto nos separamos, y cómo poner un poco de filosofía en todo eso, y de sentido común y de humor. El miedo aparece mucho, al mirar hacia adelante. En Los Remedios (click) al mirar atrás aparecía otras cosas, por ejemplo, de pronto, una mirada tierna. Aquí hay algo más amargo. Este espectáculo es más amargo.

Juan Ceacero añade que la forma no está exenta de ironía, y como espectáculo, lo compara a una especie de Harakiri, a pesar de tratar temas complejos como son la pérdida, la visión de uno mismo en la que se enfrenta la enfermedad, o algo que uno no desea.

Todo eso nos ha llevado a un ejercicio más irónico, más mordaz que hace que hayamos elegido tonos, estilos diferentes, ya que la función viene a ser una especie de friso. De este modo se mantiene una distancia con esos temas complejos. En ese sentido hay una diferencia fundamental con respecto a Los Remedios (click), en donde con el recuerdo había una especie de distancia. Al ser un hecho que viví y lo recuerdo, no me afecta de la misma manera. En esta obra se padece, y ese padecimiento hay todo un viaje que para ellos es doloroso y complejo, pero para el público es muy divertido.

MIEDO ANTE EL FUTURO

La incertidumbre ante el futuro es lo que produce ese miedo, ya que no es algo profético.

En los personajes hay algo interesante. En el personaje de Fernando, los miedos están más proyectados hacia lo mental, hacia el deterioro de la cabeza, y en Pablo más hacia el cuerpo. Eso determina la construcción de las escenas y cómo están construidos los personajes e incluso el estilo en que está cada viaje de los dos.      

Juan Ceacero destaca algo que califica de bonito.

¿Se puede representar lo real de la muerte en el escenario? No es el objetivo, pero esto sobrevuela durante toda la función, hasta el punto de que la escenografía cuenta con elemento polivalente: una mesa que hace las veces de ataúd, y su constante presencia en el escenario nos está apelando continuamente a ese destino de la propia muerte y a la de los seres queridos. El teatro puede acercarse a lo real de la muerte.  

Ante esta posibilidad del teatro, Fernando califica la función como no narrativa sino “impresiva”, de modo que habría que hablar de ritos y no tanto de escenas. De ahí que no sea lineal sino a retazos.

Vendría a ser eso que se dice de que cuando te vas a morir, ves como fragmentos de vida que aparecen antes de que se apague el espectáculo, y hay algo de como intentar entenderlo.

UN ESPACIO MENTAL

Uno de los aspectos fuerte de la función es el uso del tiempo. Según Juan.

Hemos buscado estructuras que son impresivas, a base de cuadros o fragmentos, pero tanto el cuerpo como el espacio permiten escénicamente viajar en el tiempo sin necesidad de moverse en el espacio. En realidad, es un espacio mental que tiene que ver con la idea de esos momentos fragmentarios, pero, al mismo tiempo, nos permite estar en un espacio interior que no es recuerdo sino proyectivo, y crea situaciones costumbristas. Con todo esto se pretende que el espectador no piense en el viaje de ellos dos, sino en su propia vida y se ponga en esa situación en la que me enfrento a la muerte de mi madre o el médico me comunica una mala noticia

PABLO CHAVES, escenógrafo y actor
UNA AUTOFICCIÓN DE ALGO QUE NO HA PASADO

Pablo Chaves encarna al otro personaje, Pablo, pero, al mismo tiempo, es el escenógrafo de la función. Respecto a su personaje destaca como interesante enfrentarse a un papel de uno mismo en el futuro, sobre lo que no hay nada escrito.

Estamos haciendo una autoficción pero de algo que no ha pasado, pues estamos en el presente para hablar de un futuro y habitar una historia que no ha sucedido. Normalmente la autoficción es una historia de algo que te ha sucedido. Es un relato que es igual a la realidad. Aquí sólo parte del presente y de todo lo que sucede en la obra no hay nada de que haya pasado. Hacer ese ejercicio como actor y como personaje, es rarísimo porque yo tengo la sensación de que muchas de las escenas que estamos habitando es como si las hubiésemos vivido, y no las hemos vivido para nada. Da como un poco de Yu-yu, da miedo. De hecho, yo le pedí a Fernando, que no apareciese la muerte de mi madre, porque no quería ni hablar de ella, ni enfrentarme a ella, ni de la muerte de mi familia. Da mucha impresión, a pesar de que es una ficción absoluta. En realidad, encarnamos a dos personajes que no somos nosotros. Sólo parten de nosotros y van hacia nuestros miedos, nuestras ansiedades   

Un “espacio precioso que va a encantar” define humorísticamente Pablo Chaves al espacio escénico ya que él es su creador.

Es muy complejo pues es íntimo, pero, al mismo tiempo, topas con una sala de poca altura. Por otro lado, la obra pasa por unos 30 sitios diferentes: salas de estar, tanatorios, hospitales, nuestras casas del futuro, … Entonces buscamos un espacio neutro que también abarcase el terreno de lo onírico. Son espacios que tienen que ver mucho con lo siniestro. El espacio parece muy sencillo, pero hay elementos como el ataúd siempre presente, el umbral de una funeraria, las cortinas…para evocar el retrofuturo, propio de las ficciones de los años cuarenta y cincuenta.

Coligado a este terreno onírico estaba la pregunta de ¿qué queremos que aparezca en este espacio mágico?, precisa Juan Ceacero.

A través de estas telas puede aparecer cualquier cosa. Es algo dickensiano, en cuanto a que el que te va a visitar el fantasma de la Navidad futura, y va a decirte, “Cuidadito con esta cosa”. Entonces el espacio genera a través del pasillo de fondo y las cortinas, circularidad. Los personajes desaparecen por un lado y por otro lado aparece otra cosa. Tiene algo de lo fantasmal. Un fantasma siempre se ha representado como alguien que no tiene rostro, tapado con algo, porque no se puede mostrar lo que hay debajo. Siempre está el miedo del espectro que hay debajo, que no es matérico, que no tiene cuerpo, y aquí estamos dándole cuerpo a fantasmas.  

FERNANDO DELGADO-HIERRO, dramaturgo y actor
Estudia interpretación textual en la RESAD en 2013 y completa su aprendizaje realizando diversos cursos. Comenzó su carrera profesional en el teatro con La distancia, (Pablo Messiez). Se sucedieron  Bodas de Sangre (click) (F.G Lorca), He nacido para verte sonreír, (click) (Santiago Loza). También intervino en varios montajes con Juan Ceacero: Iliria (click), Comedia fallida y Los Remedios (click), obra por la que gana el premio Max a mejor autoría revelación en 2021. También con La_Compañía exlímite realizará la dramaturgia de Cluster (click), (junio, 2021). En 2022 estrena como director y actor El mal de la montaña (click) en el Teatro Español, a partir de un texto de Santiago Loza y en co-dirección con Francesco Carril. En 2024 escribe Ficciones, obra estrenada por La Compañía exlímite en los Teatros del Canal. En el audiovisual ha participado como actor en diversas películas.

JUAN CEACERO, director y actor
Juan Ceacero (Úbeda, Jaén) estudia Comunicación Audiovisual en la Complutense (primer ciclo) y se licencia en Arte Dramático, Interpretación textual, por la RESAD (2005). Completa su formación con diversos directores.  En teatro, como actor, destacan entre sus últimos trabajos El pato salvaje (click) (H. Ibsen), Sueños y visiones (Rodrigo Rato, Pablo Remón y Roberto Maiztegui), La noche justo antes de los bosques (click) (B. M. Koltès), Un cine arde y diez personas arden (Pablo Gisberty Tiestes). Otros títulos como sustitución son: La ternura (click) (Alfredo Sanzol), El tratamiento (Pablo Remón), Bodas de Sangre (click) (Lorca, Pablo Messiez), Como está Madriz (click) (Miguel del Arco); Tito Andrónico (click) (W. Shakespeare, Andrés Lima y Carne viva y Los dramáticos orígenes de las galaxias espirales (click) (Denise Despeyroux); Un artista del hambre (Franz Kafka), La increíble historia de la chica que llegó la última (C. Guimará). En el ámbito audiovisual, ha participado en varias series y cortometrajes. En 2011 funda junto con Michael Stubble fieldy Sol Garrela Asociación Vértico dedicada al entrenamiento de actor, a la investigación y a la creación. En 2014, junto a Fernando Delgado-Hierro, crea la serie web Diplarama, donde ambos escriben, actúan, dirigen y editan. En 2015 estrena el primer espectáculo de su compañía Iliria, en 2017 Moon River, en 2018, funda con Gérard Imbert Espacio exlímite, proyecto de formación, investigación y colaboración con sede propia, y refunda su compañía como La Compañía exlímite, con la que realiza Los Remedios (click) en 2019, Cluster (click)  en 2021, De la juventud en 2023 y Ficciones en 2024.

DOLOR Y MUERTE CONTADOS CON HUMOR

Vistos los temas tratados como son el dolor, la muerte, cuesta imaginar que la obra sea divertida, algo en que sus creadores insisten. Fernando intenta explicar que 
El humor, a veces, es como un bote salvavidas. Es como si estuvieses al borde del abismo y dices “¡Me tiro!”, y te agarras a una ramita. Eso es el humor, es lo que salva en el último momento, porque el humor nace, a veces, de la desesperación. El humor es algo existencialista. Frente a las grandes preguntas entras en un lugar de negrura, que dices “O me río, o no se sostiene esto”. 

Juan Ceacero lo ejemplifica aludiendo a los guiones de Azcona y Berlanga, que tratan temas dramáticos a través del humor.
Esta obra hecha por noruegos, hubiera salido un Bergman. Nosotros mediterráneos y afrontamos las durezas de la vida desde lugares un poco desenfadados, nos reímos de nosotros mismos y de ahí que en algún momento aludimos a los Monty Pinton. 

FUNCIÓN
De martes a domingo: 18:00 H.
Encuentro con el equipo artístico
20 de mayo de 2025

ECIOPRECIO
25 €
Descuentos
Discapacidad
12,50 €
Invitación Acomp. Discapacidad
0,00€
Desempleados, Familia Numerosa/Monoparental
Mayores 65 años, Menores 30 años
12,50€ 

Título: Las aparecidas
Texto: Fernando Delgado-Hierro
Escenografía: Pablo Chaves
Iluminación: Rodrigo Ortega
Vestuario: Paola de Diego
Espacio sonoro: Daniel Jumillas
Ayudante de dirección: María Martínez Rivas
Asesor artístico: Geérard Imbert
Estudiantes en prácticas: Elena López Pardo y Avelino Rodríguez Aguilar
Realización de escenografía: SCNIK
Realización de vestuario: Marisa Sánchez González y Paola de Diego
Asistencia y realización de vídeo: Inés Sánchez y Mamen Díaz
Coordinación técnica de La_Compañía exlímite: Leyre Escalera
Comunicación y títulos de crédito de La_Compañía exlímite: Inés Sánchez
Distribución de La_Compañía exlímite: Caterina Muñoz Luceño
Dirección de producción de La_Compañía exlímite: Elena Martínez
Diseño cartel: Emilio Lorente
Tráiler y fotografía: Bárbara Sánchez Palomero
Producción: Centro Dramático Nacional y Juan Ceacero/La_Compañía exlímite
Intérpretes: Pablo Chaves y Fernando Delgado-Hierro
Dirección: Juan Ceacero
Duración: 1 h y 55 min aprox.
Estreno en Madrid: Teatro María Guerrero (Sala de la Princesa), 9 – V – 2025

Teatro María Guerrero (CDN)
Sala Princesa
Director: Alfredo Sanzol
C/ de Tamayo y Baus, 4, Centro
28004 – Madrid