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LAS RAÍCES CORTADAS LA APROBACIÓN DEL VOTO FEMENINO |
Hacer de la mujer la protagonista |
LAS RAÍCES CORTADAS LA APROBACIÓN DEL VOTO FEMENINO
Las Raíces Cortadas se publicó en 2005 en la colección Damos la Palabra que dirige Jesús Campos (CLIKEAR). En palabras de su autor Jerónimo López Mozo (CLIKEAR) – Premio Nacional de Literatura Dramática 1998 Ahlán –el haber escrito esta obra sobre Clara Campoamor y Victoria Kent, para él: · Además de ser apasionante es necesaria. Es importante la igualdad de derechos y de voto pero también el respeto. Las heroínas existen. Ahora hay que recuperarlas. CELIA GÁMEZ Y VICTORIA KENT Clara Campoamor y Victoria Kent, posiblemente son nombres desconocidos para las nuevas generaciones. Incluso para la generación de los años 1940 eran una especie de nebulosa y a lo más sonaba el nombre de Victoria Kent por el Pichi de Celia Gámez.
Producciones Off se ha comprometido con el proyecto por: · La experiencia, el amor al teatro, el deseo de compartir con el público este texto en el que se nos propone una reflexión sobre nosotros mismos pero también el recuerdo de aquellas mujeres, Clara Campoamor y Victoria Kent, y tantas otras que lucharon por los derechos de la mujer, el voto femenino, durante la II República. PROGRESISTAS Y REPUBLICANAS Las Raíces Cortadas es una propuesta teatral sobre Victoria Kent y Clara Campoamor. Dos mujeres políticas, progresistas y republicanas. El lazo dramático de ambas mujeres se consigue a través de una situación: la aprobación del voto femenino que supuso un amplio y controvertido debate (Cortes Constituyentes 1931). Más tarde les unirá el exilio, vivido de forma muy distinta. · El título de la obra procede de un título que Clara Campoamor quiso dar a un libro suyo autobiográfico: Con las raíces cortadas. – declara Jerónimo López Mozo, autor de este texto teatral. El libro sólo contó con algunas páginas y nunca llegó a terminarse. Yo he pretendido concluir esas páginas iniciadas con motivo del voto femenino y reflejar en sus páginas lo que supone el cortar las raíces de los seres humanos.
Clara Campoamor abandonó España a finales del verano del 36. Vivió en Buenos Aires hasta 1955. Allí apenas tuvo contactos con los exiliados españoles y menos con los que mantenían la llama republicana. Se acercó al mundo cultural y editorial, · tal vez por necesidades económicas, pero en ellos sin duda, a la vista de la labor (literaria) desarrollada, se sintió satisfecha intelectualmente (…) llevaba mal el exilio (…) A medida que pasaba el tiempo sin que en España se diera las circunstancias que hicieran posible el regreso, crecía su ansiedad. Fue eso, y no un intento de acercarse al franquismo, como dijeron algunos, lo que la trajo a España en las navidades de 1947. Permaneció en Madrid algo más de un mes. Buscaba alguna forma de quedarse definitivamente, pero la única solución es que se presentara ante el Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo. Volvió a Buenos Aires. En 1950 regresaba a España dispuesta a presentare ante el Tribunal avalada por una carta de Concha Espina. Los funcionaros no encontraron ningún inconveniente para residir en nuestro país, con tal de que cumpliera una condena de 12 años en la cárcel, abjurase de sus manifestaciones anticlericales y facilitase el nombre de las personas que pertenecían a la masonería. Del Tribunal se fue al Hotel y abandonó España. Con la llegada al poder de Perón tuvo que exiliarse y se instaló en Lausanne. Intentó de nuevo volver a España. En el tren de Irún, antes de cruzar la frontera, supo que sería detenida, sometida a condena, aunque podría ser indultada. No quiso enfrentarse a un proceso que ni lega ni moralmente creía merecer y mucho menos aceptar una condena injusta. Nunca más intentó pisar tierra española.
Por el contrario Victoria Kent pudo ver el final del franquismo y la instauración de la democracia. · Visitó España en 1977. En los años anteriores siguió firme en sus convicciones. En 1961 decía que fuera de la República no había solución que permitiera un renacer de España. En 1965 se mostraba convencida de que, en cuanto se abriera una pequeña vía de libertad, la República surgiría con un ímpetu arrollador. En su opinión la monarquía es un sistema absolutista (…) en nuestro caso concreto (…) sería una prolongación del régimen franquista (…) En 1976, iniciada la transición, reconocía que, una vez admitido el sufragio universal, el pueblo español tenía el derecho a elegir el camino que quisiera emprender. Pero, para entonces, España ya tenía Rey. A medida que avanzaba el tiempo, Kent empezó a percibir cosas positivas (…) tiempo después el Rey, en nombre del Gobierno, le concedió la Gran Cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort. Volvió a visitar España en 1978 y lo intentó en dos ocasiones más, pero su delicada salud no selo permitió. Murió en Nueva York, en 1987. Las Raíces Cortadas es una propuesta teatral sobre Victoria Kent y Clara Campoamor. Dos mujeres con puntos en común, pero distanciadas en su relación personal. · Ambas consiguieron llegar al Parlamento en 1931, recién proclamada la República, siendo las únicas mujeres que ocuparon plaza en el Congreso – añade Jerónimo. Curiosamente, ninguna logró renovar el escaño en las elecciones del 33. Sus vidas parecen cortadas por un mismo patrón y que, sin embargo, diversos acontecimientos determinaron que tuvieran muy distinto desarrollo. El primero y más conocido fue el enfrentamiento que mantuvieron en el Parlamento durante el debate sobre el voto femenino. A pesar de ser fervorosas defensoras de los derechos de la mujer, entre ellos el del sufragio universal, sostuvieron puntos de vista distintos sobre el momento en que, una vez reconocido, debía entrar en vigor. Clara exigía que fuera de inmediato, mientras Victoria proponía que se demorara el tiempo necesario para que la mujer tuviera la formación suficiente para ejercerlo con conocimiento de causa y en libertad.
La reivindicación de los derechos de la mujer, para Jerónimo López Mozo no ha terminado: · Tratándose de un debate apasionante, incluso hoy, cuando siguen sin atenderse numerosas reivindicaciones femeninas y el papel de la mujer en la sociedad continúa estando sobre el tapete, el interés que despiertan estas dos mujeres ejemplares no debiera agotarse en aquel episodio. Este encuentro dramático y la ligazón entre ambas por el derecho al voto de la mujer, no se corresponde a una relación entre ellas. Jerónimo añade: · Resulta llamativo que dos personas que aparecen estrechamente ligadas ante la Historia, lo estuvieran escasamente a lo largo de sus vidas. Apenas se conocían antes de aquella trascendental sesión parlamentaria y jamás volvieron a verse. ¿De que hubieran hablado si se hubieran encontrado en alguna ocasión? ¿Qué se hubieran dicho? ¿Se hubieran reprochado algo? A estas cuestiones he tratado de dar respuesta en Las raíces cortadas y lo he hecho imaginando varios encuentros entre ambas. Encuentros apócrifos, es cierto, pero en los que cuanto dicen o hacen lo dijeron o hicieron en alguna ocasión.
HACER JUSTICIA Y LA LUCHA POR LA LIBERTAD Luis Maluenda – director de este montaje – destaca como temas fundamentales de la obra: · Hacer justicia y la lucha por la libertad. Las Raíces Cortadas lo demuestra una vez más. Recordar a Clara Campoamor y a Victoria Kent en su lucha por el voto femenino en la II República es hacer justicia a mujeres que, como ellas, desde hace más de 100 años, defienden sus derechos de libertad, que también son los nuestros. No hace tanto nuestra sociedad negaba a la mujer derechos tan elementales como el voto, el derecho a estudiar una carrera universitaria, tener una cuenta corriente, tener pasaporte, participar en política, etc., al igual que actualmente, sucede en tantos países del mundo donde siguen negando esos elementales derechos humanos.
LO QUE FALTA POR CONSEGUIR
Se ha realizado un cuaderno pedagógico que se enviará a 2000 Institutos de Madrid y otras ciudades en un entorno de 100 km.
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