Nicolás y Liza han llegado al restaurante, pero sus amigos, otra pareja, no. Es extraño pues se encuentran a cenar todos los jueves desde hace más de doce años. El reloj avanza y la misteriosa e inusual demora de los amigos comienza a preocupar. En esa espera surgen interrogantes: ¿Por qué llegan siempre tarde? ¿Qué rol ocupamos en la vida de ellos dos? ¿Se interesan realmente por nosotros? ¿Habrá llegado el momento de mostrarles nuestro descontento? La obra reflexiona sobre cómo percibimos el lugar que ocupamos en esta sociedad. MALENA ALTERIO es LIZA
Los amigos de ellos dos se estrenó en diciembre de 2023, y comenzó a girar por toda España. Malena Alterio interpreta a Liza, cuya pareja es Nicolás. Dos seres que Malena califica de absolutamente perfectos, como todos los jueves esperan a su amigos en un reservado de un restaurante. La esperan se dilata y aparecen una serie de sentimientos. Son sentimientos y conversaciones que estaban ahí, pero de una manera inconsciente. Al verbalizarlo y sacarlo fuera se empieza a contrastar la situación de la pareja. Malena se enamoró del texto desde el mismo instante que le llegó. Me enamoró el texto, me enamoraron los personajes y, sobre todo, volver a coincidir con Daniel Veronese, con el que había trabajado años atrás con Los hijos se han dormido (CLICK), una adaptación de La Gaviota de Chéjov. Todos los ingrediente son maravillosos y estoy muy agradecida a Mónica Regueiro – la productora –, por esta proposición LA «PUTEADA» ARGENTINA ES Entre otras cosas que le sedujeron, fue el que le enviasen el texto original con giros argentinos, ya que es una comedia de hace unos años estrenada en Buenos Aires, y Malena, hija del actor Héctor Alterio exiliado en España, nació en Buenos Aires. Me moría de la risa, porque los personajes «putean» (fastidian) mucho, dicen muchos insultos, sobre todo el personaje de David – Nicolás –, y escucharlo en argentino me mata, porque la «puteada» argentina es realmente divertida, ingeniosa…Hemos dejado alguna (puteada) en homenaje a este acento tan hermoso..
Al eliminar el acento, vocabulario y sintaxis argentinos que rodeaban a la obra de cierta comicidad, estaba el peligro de cercenar ese lado festivo, no obstante, según Malena, al ser Daniel al autor nos ha dejado mucha libertad y ha confiado mucho en nosotros. También nos pasó con Los hijos se han dormido (CLICK). Venía con un texto muy argentino, con un lenguaje muy argentino y somos nosotros autores también de esa versión. Lo hemos hecho un poco entre todos, tratando de respetar la gracia, pero lo que pasa es que para mis oídos es más gracioso el argentino. Seguro que para los argentinos es más gracioso el español. Estoy convencida de ello, porque siempre lo que uno no tiene es más exótico. Hemos tratado de respetar el espíritu y la gracia de ese insulto, de ese lenguaje y en general las expresiones. En un segundo momento apareció David Lorente, el cual para Malena es un acierto porque cuando se trabaja con uno solo, y en gira la elección tiene que estar muy meditada. Cuando trabajas sólo con uno, ese uno tiene que ser perfecto en todos los sentidos. No solamente en la calidad actoral que esto es incuestionable, sino en la calidad humana, y afortunadamente mi intuición no me falla y dije «¡David Lorente!» Dudaba por si estaba muy liado con compromisos, pero al final no falló. Soy muy afortunada por compartir este viaje con David. DAVID LORENTE, actor
Afortunado ha sido David, según su testimonio porque llevan treinta y tantos bolos por toda España, y aterrizan en Madrid sin saber del todo ¿Cómo se hace la función? El señor director – Veronese – nos ha dejado en un sitio muy interesante para ofrecer al público nuestra inseguridad, porque somos dos inseguridades andantes y cada día que hacemos la función salimos dudando de si la hemos hecho bien, regular o ¿qué? La respuesta del público está siendo muy buena, entonces vamos con fe a este asunto. Durante la función me da que pensar que delante tengo a Malena Alterio, y qué suerte tengo. Daniel Veronese al que no conocía ni físicamente siquiera, luego, cuando lo conocí, entendí por qué había yo entrado en esto. Es un director como la copa de un pino, interesantísimo que te mueve todo el rato a no solidificar nada en el teatro, sino a que todo siga estando en un terreno que tienes que ver hacia dónde va y hacia donde se desequilibra. UNA AMISTAD QUE CONSISTE En esta historia los personajes se reencuentran consigo mismo en lo que no habían meditado hasta ahora, pero por referencia a los amigos que esperan, lo cual casi lo convierte en un psicoanálisis, en el que psicoanalista son los amigos. Los espectadores cuando han visto la función nos dicen: «¿Cómo son esos dos personajes a los que nunca llegan?» porque en el imaginario del espectador también se crea una imagen casi mítica de ellos dos. Creo que esa situación en la que esos dos amigos nunca llegan, lo que nos provoca a los personajes es ponernos delante de un espejo deforme, como lo es la amistad no bien entendida. Una amistad que consiste en ver quién tiene más; si ellos me dan o yo les doy más a ellos que ellos me dan a mí. Eso en el espacio teatral que tan maravillosamente domina Veronese, tanto en la escritura como en la puesta en escena, llega a generar esa ilusión de que verdaderamente ya no se sabe si estamos esperando a nuestros amigos, y nuestros amigos son seres humanos o legendarios, los elfos del Señor de los Amigos, y eso te refleja a ti, a la imagen que estás dando. Para mí ese es el gran tema de la función: Cómo Liza y Nicolás intentan sobrevivir a eso, con una parte privada y personal que es absolutamente reconocible en este mundo en que nos movemos, pero no pretende dar un mensaje al espectador, ni solucionar la vida, que nos gusta un poco demasiado solucionar la vida en el escenario. Trata de plantear una situación, casi Beckettiana – dos personajes esperando -, y a partir de ahí es el espectador el que se va a hacer su propio proceso. Plateemos las cosas y luego que cada uno vea. Los personajes se desbocan y, como buen teatro, pasa algo.
Malena destaca un tema que surge en ese esperar y que es de gran actualidad: La comparaciones. Medirte con el de al lado. Esto está a la orden del día, y, con las redes sociales vamos a más. Es inevitable mirar al de al lado y decir «¿Por qué ellos sí, y yo no?» «¿Por qué a ellos siempre les pasan las cosas bonitas?» Siempre sintiéndote en déficit, porque nunca vas a estar a la altura de tus expectativas, que piensas es para ti. De esto hablamos también en la función. Uno de los personajes se conforma y está feliz con lo que tiene, y el otro no tanto. Entonces empieza a cuestionarse la pareja en relación a nosotros y en relación a los amigos. Eso es interesante. AUNQUE ES DIVERTIDA, Otra virtud es, según Malena, el que se presenta como algo cotidiano una simple «peleita» de pareja, pero en el texto y la dirección hay algo que, aunque es divertida, se vuelve como oscura, un poco densa, un poco críptica. La gente se lo pasa muy bien, pero la gente se va a tomar la cerveza con una reflexión: «¿Y entonces…?» Es bueno que el teatro nos haga pensar, nos veamos reflejados y tomarte dos cañas para contrastar con los amigos… Tales reflexiones e interrogantes del público surgen ante los posibles finales de la obra, que queda un tanto abierta. Mónica Regueiro – actriz y productora – es quien ha llevado al escenario este texto como productora. Una de las cosas que me llamó muchísimo la atención del texto es que es muy de Daniel Veronese, como son los finales abiertos y dar la posibilidad al público de tomar una elección o una lectura. Eso me parece muy enriquecedor para el espectador, para los actores, para la propia propuesta y es ir un paso más allá: el considerar al público lo suficientemente inteligente para poder tener su propia lectura. Daniel es un mago en dejarlo abierto para que podamos tener diferentes lecturas, e incluso cada día también porque depende de cómo los actores vengan ese día, lo cual hace que la función vaya más hacia un lado que hacia otro.
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Título: Los amigos de ellos dos
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