VERDI, EL HÉROE NACIONAL Recién construido el Teatro Real se estrenaba en su escenario Nabucco en 1853. Con anterioridad, en 1850, sirvió para probar acústicamente la Sala del Real. Tras el estreno, durante varias temporadas se volvió a representar hasta 1871 con gran éxito. Después nunca más, hasta ahora. Han pasado 151 años. La versión actual se estrenó en la Ópera de Zurich en 2019 y después de Madrid se repone en septiembre del 2022 FORCEJEO ENTRE MERELLI Y VERDI Nicola Luisotti, director musical de esta versión, recuerda que cuando Verdi escribe Nabucco no imaginó lo que ello supondría:
convertirse en un héroe nacional. Había tenido muchísimos problemas con su familia: su mujer había muerto en 1840 y dejaba una hija y un hijo. Estaba destrozado y decidió abandonar su vida como compositor. Era un joven de 27 años. El empresario de la Scala, Bartolomeo Merelli, recordó a Verdi su contrato de tres óperas para la Scala y le entregó el libreto de Nabucco, pero Verdi lo rechazó. Merelli insistió entregándoselo físicamente y Verdi se lo devolvía igualmente, como si fuera una lucha. Verdi era un muchacho de 27 años. Fue una conversación muy divertida, pero no para Verdi. Cuando se llevó el libreto a casa lo lanzó lejos sobre la mesa. Le echaba una mirada de lejos y leía «Va pensiero»…»No, no me interesa»…Otra mirada y se lo acerca «… «va, ti posa sui clivi, sui colli, / ove olezzano tepide e molli»…se lo aparta.. y no pudo dormir toda la noche, leyendo y leyendo el libreto. A la mañana siguiente fue a la Scala y se lo arrojó sobre la mesa a Merelli«¡Toma este libreto!»… «¿No te gusta?»… «¡Síiii, por eso te lo devuelvo!» Esta es la simple historia del rechazo. Mantuvo el libreto en su casa durante 5 meses y pensó que su vida debería seguir adelante, y sin quererlo se convirtió en un héroe nacional, porque el libreto de Temistocle Solera (1) convertiría a cualquier compositor en un héroe nacional, ya que pone el acento en el pueblo. Italia necesitaba un pueblo que se opusiera a los austríacos que dominaban el norte de Italia: Milán, Venecia y el resto del norte. Cuando comienza a componerla, Verdi no era un héroe nacional. Era un compositor que había tenido un poquito de éxito con Oberto (1839), Un giorno di regno (1840) que fue un fracaso total. Nabucco fue un exitazo porque
la ópera es muy bonita y tiene muchísimas páginas muy bonitas, y esta historia de los asirios y lo babilonios, porque los babilonios son los hebreos y los asirios son los conquistadores. Los babilonios estaban construyendo ciudades fantásticas maravillosas. Tenía dos ciudades, una alta y otra baja. la alta se llamaba Sión y la baja Sóliman. La parte alta de la ciudad servía para controlar a la gene y la parte baja para rechazar al enemigo, los asirios que cada 10 años iban a destruir la ciudad. Los babilonios construían y los asirios destruían. Es una metáfora de nuestra vida. Hay gente que construye, hay gente que destruye. Si Nabucco tiene la estructura de metáfora de la invasión austríaca y la resistencia en aquel momento, según Joan Matabosch, tuvo más que ver con Temistocle que con Verdi. Temistocles tuvo unos antecedentes de persecución familiar por parte de los austríacos. Él mismo había sido encarcelado varias veces, y su padre fue encarcelado en el famoso castillo checo Špilberk al que llevaban a los patriotas italianos. Tenía realmente una historia familiar muy potente de resistencia numantina y de conspiraciones por los bajos fondos de Milán contra la dominación austríaca.
ORQUESTA + BANDA En la temporada de carnaval de 1842, en la Scala de Milán se contaba con una ópera nueva de Donizetti, Bellini con La Straniera (1829) y un compositor nuevo, esperanza de la ópera italiana: Alessandro Nini con la Odalisa (1842), y Verdi tenía sólo doce días desde el ensayo con piano hasta el estreno.
No pudo ensayar la intervención de la banda y se hizo en el estreno. Era una novedad porque la banda tocaba con la orquesta. Fue un triunfo total. El público quedó ilusionado y ello produjo un éxito total para Verdi, porque ante todo cambia la orquestación. Hasta ahora los compositores hacía un uso muy discreto de los metales y de su fuerza. Verdi pone muchísimas trompas, trompetas y trombones en la orquestación. Cuando al principio el Coro canta Gli arredi festivi, enseguida se percibe que hay novedad en la orquestación: más fuerza, más participación del pueblo. Por primera vez la ópera tiene al pueblo como protagonista. El italiano, enseguida, se ve reconocido en él. Además tienen una novedad absoluta: un sexteto de violonchelo con el bajo solita. ¿Por qué hacer un aria como Vieni, o Levita? Porque es íntima. Por un lado tenemos la explosión de la orquestación – las bandas que van marchando sobre el escenario, aunque aquí no sobre el escenario, pero existe la banda -, y por otro lado una intimidad absoluta en las arias. Por ejemplo, al final, en el aria de Abigaille tenemos un violonchelo solo y un corno inglés, y un pizzicato y el trémulo de los arcos, como el susurro del aire. EN EL REAL TENEMOS LOS MEJORES CANTANTES La ausencia en el Real no está clara, sobre todo cuando se sabe de la gran popularidad en otros países. Una de las razones que, a veces, se esgrime es la dificultad de su partitura para los cantantes en algunos fragmentos. Según Nicola Luisotti en el caso de esta versión no ha habido tal dificultad en el Teatro Real siempre vamos a tener los mejores cantantes que hay en el mundo. Joan Matabosch es un director artístico increíble. No hay duda en esto. en el Teatro Real siempre lo mejor, no tenemos problemas en esto hasta ahora. Una de las dificultades es el papel de Abigaille, la cual es una soprano dramática de coloratura. Significa que antes que nada tiene que tener voz desde el bajo hasta el agudo de forma muy potente, porque la orquestación es muy densa. Es distinta de la soprano de Donizetti, Bellini u Orsini. Verdi usa muchísimo metal. Naturalmente hay que controlar el metal, indicando cuando es más fuerte o más suave, pero, de todas formas, la textura orquestal es muy densa y tiene una extensión muy amplia, pero con coloratura, lo cual significa que debe ser ágil al cantarla, colorando con notas, arriba y abajo, en la frase musical. Esta coloratura me interesa muchísimo, porque cuando hablamos, por ejemplo, de Lucia de Lamermour, siempre pensamos que Lucia es una soprano ligera de coloratura. No es verdad. La tesitura de soprano de Lucia de Lamermour es una soprano dramática de coloratura y cuando tenemos una soprano que puede hacer todas las notas y con fuerza, entendemos mejor el personaje, porque sí que es un personaje frágil, pero en un momento dado hace algo increíble vocalmente. Creo que esta figura de esta soprano dramática de coloratura es la más interesante de todo el ochocientos.
VA PENSIERO… A todas estas innovaciones hay que añadir el famoso coro Va pensiero, que Nicola califica de increíble: Va pensiero, sull’ali dorate! /
Al principio no era tepide e moli sino libere e moli, pero el censor la censuró y fue tepide que quiere decir cálidas. Es un coro increíble , donde un pueblo encadenado, no puede viajar. En la historia de Nabucco, en la historia de la humanidad, es la primera vez que un dictador lleva a cabo una deportación de los hebreos. Ahora que conocemos todo lo que ha hecho Hitler, con todo lo que está pasando en Ucrania, tenemos muy claro que no se deben llevar acabo más deportaciones. El pueblo debe ser libre. Esto es una cosa muy importante, pero en la época de Verdi aún no se sabía lo que iba a suceder en el futuro. Hoy lo sabemos muy bien. Este coro encadenado no se puede mover, pero cerrando los ojos puede volar con el pensamiento. Es algo mágico. Hay que pensar en el poeta italiano Giacomo Leopardi(1798 – 1837) que mirando todo el panorama no ve nada, pero se sienta y pone un obstáculo frente a él y ve el infinito. Esta es la sensación que tiene el coro cuando canta el Va pensiero. «Yo no puedo viajar, estoy encadenado, pero soy libre de pensar«. En la versión que se estrena en el Real se trabaja sobre la Edición Crítica, la primera versión en 1842 estrenada en la Scala, y no tiene mucha diferencia con la tradicional. En el estreno para dos funciones, el final fue cantado con el corno inglés y los violonchelos. Después la Strepponi tuvo un problema vocal. Verdi intentó echarla, pero no pudo y entonces cambió a la soprano porque no podía cantar toda la ópera. Dese la tercera función lo último que se cantaba de la ópera era Inmenso Jehova por el coro. Fue bisado en la Scala en casi todas las funciones, pero en Otoño fue bisado el Va pensiero, por lo que este bis no fue algo tradicional. ANDREAS HOMOKI, director de escena El director de escena Andreas Homoki traslada el conflicto entre judíos y babilonios del siglo VI a.C. a la Italia del siglo XIX, en pleno Risorgimento, representando el enfrentamiento entre el viejo orden europeo y la nueva burguesía en las luchas fratricidas en la familia de Nabucco.
Como se ha dicho Italia vio en el pueblo hebrero esclavizado por Babilonia, como en un espejo, la propia situación italiana frente a la ocupación austríaca. Esta estructura de un trasfondo político frente a una historia familiar, es una estructura que Verdi establece en muchas de sus óperas. Siempre hay un padre con respecto a sus hijos, los hijos que tienen que enfrentarse a su padre. Este tema de las sociedades rurales en las que la familia tenía mucha fuerza, frente a las estructura de nación o del estado, está muy presente en la época de Verdi. Esto es importante para comprender el desarrollo de la sociedad europea del siglo XIX. El centro de esta versión es una situación familiar : un padre cuyo poder político está en declive. Este líder está inmerso en un sistema totalitario, aristocrático, que es el de Babilonia, frente al nuevo sistema que es el del pueblo hebrero que aporta el monoteísmo, y el valor del individuo: la libertad individual y la reclamación de su propia libertad. Este pueblo hebrero representa la sociedad actual, democrática , es decir la sociedad en comunidad frente al antiguo sistema autocrático e inflexible. Este Rey Nabucco tiene dos hijas, y la tragedia para él es que están en dos bandos ideológicos diferentes. Una de ellas acepta que el sistema en el que viven no tiene futuro, y se une a los enemigos e incluso se enamora de uno de ellos, y se cambia de bando porque reconoce que este régimen tiene sus días contados. La otra hija es incapaz de aceptar este declive y dice que hay que luchar para que sobreviva, utilizando la fuerza. Ane el empuje del nuevo sistema democrático que es más fuerte y que a vencer, aumenta su presión. Nabucco ve que su poder disminuye y toma las riendasdel Estado. Quiere imponerse y se extralimita. Cuando se da cuenta, ya es demasiado tarde. a los dos tercios de trascurrida la ópera, se da cuenta de ese error y cambia de bando. Se da cuenta de que el viejo sistema no va a sobrevivir, algo que no ocurre a menudo con los dictadores reales, pero, al menos, en el teatro sí.
Anna Pirozzi (Abigaille), Luca Salsi (Nabucco), Silvia Tro Santafé LA LUCHA ENTRE LA TRADICIÓN ARISTOCRÁTICA Para representar esa contradicción entre el antiguo sistema, Babilonia, y el nuevo sistema, el pueblo hebreo, Homoki se planteó como escenificar quiénes pertenecen al antiguo régimen y quiénes al nuevo ha decidido
trasladar el contexto histórico al siglo XIX: la lucha ente la tradición aristocrática europea del Imperio Austrohúngaro, y el nuevo movimiento popular revolucionario. Lo primero a decidir fue la escenografía, pues tenemos una ópera relativamente breve, dos horas y media, con cuatro actos y cada acto tiene dos escenas distintas. Ello nos obligaba a montar 8 escenografías diferentes, lo cual es imposible de hacer si se quiere mantener el fluido de la historia. Viendo algo que es sistemático en Verdi como es su cercanía a Shakespeare, en lo que se refiere a cambios continuos y muy rápidos, decidimos que la mejor manera de representar ese fluir de la historia, era, precisamente, sin escenografías, de modo que los personajes pudieran expresarse y tuviéramos libertad. No es un escenario totalmente vacío, pero hemos decidido mantener un movimiento fluido, respetando las exigencias de cada escena y los vínculos que Verdi establece entre una escena y la siguiente de forma espléndida con una introducción musical. Evitamos que los cambios de escena interfieran en efluir de la historia. Así hemos podido centrarnos en los dos grandes temas que son ese trasfondo político con esas grandes escenas corales y la historia familiar de esta familia feliz, en la que se evocan los recuerdos felices de su pasado, porque estamos ante un padre que ama por igual a sus dos hijas, pero, por desgracia, una de ellas sigue una vía distinta. La versión de Homoki bebe como fuente de inspiración de la novela El Gatopardo (1954-1957) de Giuseppe Tomasi di Lampedusa, ambientada en 1860 hasta 1910, y que en 1963 Luchino Visconti adaptó al cine con una grandilocuente puesta en escena, así como de la novela Senso de Camilo Boito que en 1954, también de Visconti, la trasladó al cine con una grandielocuencia similar.
________________________ FUNCIÓN PRECIO
Título: Nabucco (Dramma lírico en cuatro actos) Escenógrafo: Wolfgang Gussmann Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real
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