Inglaterra, 1854. Raymonda lee los informes que los periódicos publican del frente y anhela hacer algo para aliviar el sufrimiento que describen. Decide huir de su cómoda vida y convertirse en enfermera en el campo de batalla. Allí se compromete con un soldado, John de Bryan, pero pronto siente algo por su amigo Abdur, líder del ejército otomano, aliado de los británicos. La confusión crece a su alrededor y en su interior pensando en la decisión que debe tomar, entre su vocación y los impulsos de su corazón, sin saber a quién se entregará. Tamara Rojo ha rescrito el Raymonda de Marius Petipa y Alexandre Glazunov, estrenado en el Teatro Mariinsky de San Peterburgo en 1898. De las Cruzadas de la Edad Media pasamos a la guerra de Crimea (1853-1856) en el siglo XIX. Raymonda se convierte en una mujer con personalidad propia, ideales e iniciativas, también con fuertes sentimientos, pero con la capacidad de tomar sus propias decisiones y ser dueña de su propio destino. De esta manera, Rojo construye una línea narrativa más dramática, dando a la historia un contenido que la hace más comprensible al espectador de hoy en día. Esta nueva versión se estrenó en Londres en el 2022.
TAMARA ROJO, bailarina, coreógrafa
Tamara Rojo actualmente es la exdirectora del ENB (English National Ballet) (Inglaterra) y ha sido nombrada directora del San Francisco Ballet (EEUU). Afrontar Raymonda, un ballet que no se representa mucho como los clásicos de su época, fue un proceso largo ya que comenzó 5 años antes del estreno. Al principio Tamara no pensaba coreografiarlo pues había que encajar todo el contexto histórico y aportar una nueva visión. Fue la productora la que le incitó a que fuese ella la que la coreografiara, ya que «tras la investigación tenía las ideas muy claras, y traer a alguien de fuera era difícil». Decidí que lo que tenía que conocer era el verdadero original, no el original que se está bailando hoy en día. Encontramos a un señor maravilloso que todavía es capaz de leer las escrituras originales de las producciones de Petipa, cuando era coreógrafo de los ballets rusos en el Teatro Mariinsky. Había el sistema de escritura Stepanov de los ballets, y todas las producciones se escribieron. Durante la revolución todas estas escrituras se fueron de Rusia y durante unos años se perdieron, y acabaron en el Reino Unido, donde se reconstruyeron El lago de los Cisnes, La Bella durmiente para el Royal Ballet, y ahora están en la Universidad de Harvard (EEUU). Fui a Harvard, estudiamos las coreografía originales y reconstruimos los solos de las mujeres, que son muy parecidos a los originales del estreno de Raymonda. Los solos de los hombres no tanto, pues la técnica de los hombres ha evolucionado muchísimo en estos 200 años. Al tener todo el material original vino el adaptarlo con lógica a la nueva narrativa. Ahí empezó todo el trabajo coreográfico en sí. Se hizo en la Pandemia en grupos de 12 y luego en grupos más amplios. Fue un proceso complicado, pero muy enriquecedor para mí, porque yo conocía a los bailarines muy bien. Además todos tenían muchas ganas de volver al Estudio, crear y volver al escenario. Fue uno de los momentos más felices como directora del Ballet, así como el dejar este Ballet como pieza clave en su repertorio. LA IDEA ERA ACTUALIZAR LA NARRATIVA También fue posible porque contaba con la ventaja de que se podía adaptar.
El ballet clásico tiene muy poco repertorio activo. Muchas obras se dejan de representar por razones buenas. Una de estas obras es Raymonda, que, en su momento, se creó como un panfleto político ante la pérdida de Crimea por el Imperio Ruso. Cuando yo empecé a buscar una obra las dos cosas que me interesaban eran una gran música y una buena coreografía clásica. Raymonda, sin duda, tenía una de las mejores músicas que se han escrito para ballet. Chaikowsky cuando escuchó Raymonda, dijo que «Si lo hubiera oído antes, nunca habría hecho El lago de los cisnes». Así que nos lo hubiéramos perdido, un gran obra de Chaikowsky. La música de Raymonda es extraordinaria y fue la razón principal por la que quería revisitar este ballet. Casi nunca se presenta en su totalidad, por motivos de política, de cultura y por una narrativa bastante pobre. Entonces la idea era actualizar la narrativa en un contexto histórico diferente. Lo traje a la guerra de Crimea, que es una guerra muy presente en la cultura británica. Quería hacer de esta Raymonda un ballet muy especifico para el ENB, para que cuando lo llevara de gira por todo el Reino Unido, el público entendiera la historia y se sintiera representado. CAMBIO DE UNA HISTORIA DE ENFRENTAMIENTO Otro interés de traerlo a la guerra de Crimeapor parte de Tamara era porque me daba la oportunidad de traer a las mujeres al Frente en una de las guerras que más mujeres tuvo en el frente. Fueron como turistas, como trabajadoras sexuales, como enfermeras, fue el principio de la profesionalidad de la enfermería con Florence Nightingale. Eso daba una justificación real de por qué había tantas mujeres en el Frente. Además era un contexto histórico en que los ingleses y los turcos, los dos protagonistas, eran aliados y me daba la oportunidad para cambiar la historia de un enfrentamiento entre dos pueblos a una historia basada en una mujer, Florence Nightingale, que tiene que elegir entre su pasión, las expectativas sociales y un nuevo amor. Quería centrarme en la visión de la mujer con un papel activo, que no, siempre, es el caso en los ballets clásicos, en los que al personaje principal le suceden casos. Pocas veces es un papel que decide la narrativa del Ballet. Quise encontrar un personaje que en su verdadera vida histórica como la de Florence Nightingale, fue a contracorriente de las expectativas de su entorno, de su entorno familiar, social. Fue una mujer que siempre supo tomar decisiones. El caso de Raymonda es igual: sale de su casa familiar, donde espera casarse bien, decide irse a una guerra, ser una profesional y decide amar o no amar a diferentes hombres. Parte del cambio histórico era porque me da la oportunidad de darle más sustancia al papel principal, del original, de la que no se sabe nada, sino que se va a casar con John, al que nunca ha conocido. LA COREOGRAFÍA La coreografía de Tamara Rojo ha mantenido gran parte del original de Marius Petipa como son los solos, ya icónicos, y la dificultad de las variaciones (bailar solo). Lo que ha habido es una adaptación a las condiciones físicas, técnicas y expresivas de los intérpretes de la danza clásica actual. Ha desarrollado la presencia masculina dando la oportunidad al bailarín de exhibir sus dotes atléticas. Entre otras innovaciones se han reorganizado algunos números, así como se han introducido instrumentos tradicionales húngaros para las partes folclóricas. También se han transformado en notas más intimistas y tristes acciones tradicionalmente alegres (como el segundo vals, que cede su alegría a una cadencia que recuerda a los soldados caídos), sin renunciar a la riqueza melódica. Ello ha supuesto El cambio de acciones tradicionalmente alegres a una situación más intimista obliga a un cambio de la partitura y de la coreografía. Eso sucede en la última parte del primer acto, que es el más largo. Es el que tiene el sueño o el acto blanco tradicional que encontramos en El lago de los cisnes, Bayadera… En este caso es el sueño de Raymonda. Originalmente es un sueño como muy heroico, muy alegre aunque no se sabe muy bien por qué. En teoría son Las Cruzadas. Me pareció que en el contexto de la guerra de Crimea, que fue una guerra muy dura y muy triste, donde se perdió mucha vida humana. Hablé con Gavin Sutherland– director musical del ENB – para que me encontrara otra parte de la partitura de Alexander Glazunov que no fuera tan festiva. Es un adagio mucho más triste. En medio de ese adagio está el paso a tres que Raymonda baila con John y empieza a soñar con Abdur. Se ve la caída de los soldados que entran como espíritus, más que como un festejo heroico. APROVECHAR EL ALTO NIVEL TÉCNICO DE LA ENB En Raymondase subraya las dificultades técnicas. Tamara confirma esta opinión. Es uno de los ballets más difíciles que se hacen hoy en día. No lo era tan difícil originalmente, pero sí difícil. Tiene seis variaciones. En El lago de los cisnes Odette tiene sólo dos variaciones. Para empezar, ya el volumen de baile que hay. En este caso quise aprovechar el nivel técnico de la Compañía ENB, y el nivel técnico el de los hombres de la Compañía. Entonces todo el mundo baila, desde el último del cuerpo de baile, y es técnicamente muy difícil. He reducido mucho las partes de pantomima porque me que se entienda la historia a través de la coreografía. NUREYEV INSPIRADOR Detrás de esa potenciación de los hombres y de llevar los bailarines al límite, se encuentra Nureyev. Me inspira mucho el personaje de Nuyerev lo que él consiguió hacer durante 12 años como director de la Ópera de París, y en parte fue porque todas sus producciones eran técnicamente al límite de lo que los bailarines eran capaces de hacer. Yo hice esta producción al límite de lo que los bailarines pueden hacer. En Inglaterra Nuyerev presentó, solamente, el tercer acto de Raymonda, que es en la que menos me he inspirado porque es la más tradicionalista. Me inspiró más su versión de la Ópera de París, sobre todo el «roll» de Abdur que lo siguió manteniendo en el «roll» del malo, porque recreó, más bien, la versión tradicional rusa como hacía con casi todas su producciones. Lo que sí es cierto es que lo que hizo con la técnica de los bailarines masculinos del cuerpo de baile del «roll» de Abdur, sí me inspiró. El resto de las coreografías no creo que se parezcan, pues son lenguajes diferentes, pero sí la ambición de empujar a la compañía y darle a todos los bailarines de la Compañía un reto. LA ADAPTACIÓN MUSICAL Los ballets originales de Marius Petipa duraban 4 ó 5 horas, y esta versión de dura dos horas, por lo que la partitura de Alexander Glazunov se ha cortado. Gavin Sutherland se ha encargado de la reorquestación para adaptarla a la nueva dramaturgia. Además de cambiar el vals alegre al final del primer acto por otro vals más triste, en el tercer acto tenemos instrumentos musicales del folclore húngaro Quisimos explicar porqué se bailaban en ese tercer acto danzas húngaras. Encontramos que en la época de Florecence había mucha inmigración rumana y húngara para la recolección de frutos en el Reino Unido. Los festejos suceden en el campamento de los trabajadores de las tierras de Florence. Pusimos algunos instrumentos tradicionales, sobre todo en el solo, el címbalo húngaro, que es lo que inspiró la partitura de ese solo, lo que pasa es que Glazunov lo compuso para piano, nosotros lo hemos extraído del piano y lo hemos vuelto a poner en el címbalo. Hubo mucho trabajo de investigación histórica.
FUNCIÓN PRECIO
Título: Raymonda, op. 57 El English National Ballet agradece enormemente a los filántropos y fundaciones benéficas que apoyan Raymonda, y le dedican sus más sinceros reconocimientos a Doug y Ceri King, Sir Damon y Lady Buffini, Manuel y Amparo Falcó, Beaverbrook
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