Señor Ruiseñor vuelve a Madrid. En su primer paso por el Centro Dramático Nacional agotó las entradas y se pensó en una vuelta. El COVID19 dijo algo así como «¡Soo! para el carro», y el carro de estos cómicos, como el de tantos otros, se «paró». Cuando los teatros fueron abriendo, poco a poco, Señor Ruiseñor pudo estar en Sagunto y en La Bañeza, en su Festival de Teatro. Su tercera parada es Madrid en los Teatros del Canal. En el 2019, primera fecha de representación en Madrid, www.madridteatro.net ya la dedicó una amplia información Señor Ruiseñor. Els Joglars. CDN / Señor Ruiseñor. No nos alquilan. CDN Señor Ruiseñor . Els Joglars. T. del Canal (CLIKEAR). Alberto Castrillo-Ferrer, directorde la puesta en escena, alude a estos tiempo que los califica de «curiosos» en cuanto que la gente está con ERTES, con enfermedades…, me toca a mí, y es un honor, presentar a una de las compañías emblemáticas de este país. Yo, desde que era estudiante de teatro es un sueño poder estar aquí. Este es el segundo espectáculo en que colabora con Els Joglars. Como actor trabajó sustituyendo al actor Julián Ortega en Zenit (CLIKEAR). Alberto desea
transmitir a toda la gente que es una oportunidad increíble para ver un tipo de teatro que no se ve normalmente. No por raro sino por auténtico y esencial. Lleno de humor, de reflexión y de plantear preguntas que nos hicimos antes del encierro. Aquí ahora más, con las manos de estos maestros que nos permiten preguntarnos muchas cosas, entre ellas las intolerancias. Santiago Rusiñol es un pintor que era un antídoto para los fanáticos y esto hoy en día es necesario. Verlo en esta forma de teatro que hace Joglars desde hace casi 60 años, la compañía más veterana en continuidad de toda Europa, y que siguen fieles a un estilo, exigencia, calidad y a no conformarse ni con lo primero, ni con lo segundo, ni con lo tercero, ni con lo cuarto. Al final la idea que sale está destilada. Es esencial. Para mí es una escuela y en los siguientes montajes que estaré con ellos seguiré aprendiendo. El amor que tienen por el teatro se nota en sus montajes lo transmiten. Este espectáculo es un gozo verlo. El público sale por un lado con ganas de comerse el mundo, y por otro de dar un puñetazo en la mesa. SANTIAGO RUSIÑOL En palabras de Ramón Fontseré, Santiago Rusiñol es un artista, destinado a ser heredero de una fábrica textil. Es el «hereu» porque sus padres murieron muy jóvenes. Él escoge el camino del Arte. El camino de la libertad a escondidas de su abuelo. Es un hombre de espíritu renacentista: pintor, coleccionista de hierros antiguos, dramaturgo, poeta, actor. De él se cuentan muchas anécdotas. Es un personaje que oscilaba entre el humor y la ironía más brillante, compaginado con la melancolía y los períodos de retiro. Pasados estos períodos, volvía otra vez a la carga. El que Señor Ruiseñor se hayan inspirado en Santiago Rusiñol es por representar a un catalán cosmopolita y abierto. Representa la inducción a la vida sensual, a la belleza, al arte. Sólo comulgaba con el Arte, y él introdujo, junto con Zuloaga, los Grecos en España, y a esta figura tan magnífica la hacemos servir para hacer una reivindicación del Arte como parte universal frente a las patrias identitarias. LA SÁTIRA DE UBU Y LA BELLEZA DE DALÍ
Señor Ruiseñor tiene la sátira del espectáculo Ubu, y la belleza del espectáculo Dalí, recuerda Ramón. Es un espectáculo muy bello. Hay una escenografía funcional, elegante, mínima con un gran ciclorama que envuelve el espacio escénico para proyectar la pinturas de Santiago Rusiñol, el cual es un pintor, quizás, no demasiado conocido. Más conocidos son Sorolla o Ramón Casas, que son colegas. Rusiñol ha quedado un poco en la penumbra, por lo tanto tenemos que presentar al espectador quién era este hombre. De hecho tenemos una pequeña escena de 2 minutos que es el resumen de la filosofía de Els Joglars. Con unas gomas elásticas que vale 5 € y unas máscaras, se representa la vida de Rusiñol en 2 minutos. Es decir con lo mínimo, lo máximo. Es de una profundidad teatral y poética en nada. También es muy didáctica. EL TEATRO TIENE QUE SERVIR Acercarnos a esta figura lleva a Els Joglars a plantear el tema nacionalista a través del teatro para crear lo que es propio del teatro: la deseexortización y la catarsis El teatro lo que tiene que hacer es desvelar la realidad insospechada para el espectador. Muchas veces los espectáculos son catárticos porque con lo que pasa en el escenario, el espectador se identifica con ello. Por miedo, por pereza, por complejo no opina, en cambio el teatro tiene que servir para esto. Para desacralizar las cosas que nos hacen ver como sagrado. Tiene que provocar reacciones. Aristófanes, la Commedia dell’Arte, Brecht, Béckett, Shakespeare… eran grandes provocadores hasta el punto de poner en duda algo que se tragan y el teatro tiene esta función social con humor, de forma divertida, y entretener. DOLORS TUNEU: La historia va de un jardinero encargado de Parques y Jardines y tiene mucho trabajo. Como Santiago Rusiñol tiene mucha artrosis. Lo ponen en el Museo de Santiago Rusiñol para que haga visitas teatralizadas. Dolors Tuneu aclara que
Esta es la excusa para presentar a este personaje. A partir de aquí tiene la magnífica idea de que Rusiñol ya no interesa, es antiguo y no aporta nada a una sociedad nueva, la «ex novo», que es la nueva sociedad de Cataluña, que necesita un museo para mostrar sus símbolos e identidades que representan esa nueva sociedad. A partir de aquí, el jardinero al que Rusiñol le ha cambiado la manera de ver la vida, decide abanderar una batalla individual para que este museo no se cierre. A partir de este conflicto se crean una serie de personajes que intentan llevar hacia adelante el es Museo de la Identidad, cerrando el Museo de Santiago Rusiñol, esperando la pieza capital que el gran Cráneo que dicen «será nuestra Gioconda». Evidentemente es una sátira. Nosotros damos un paso más allá como es el «esperpento» aunque no sé si lo conseguimos, dado que la realidad supera ese esperpento teatral que intentamos plasmar en el escenario. El espectáculo tiene mucho sentido del humor, marca de fábrica de Els Joglars porque según Dolors el humor es lo que entendemos como nuestra herramienta natural de la que no podemos apartarnos, para contar las grandes tragedias del mundo, pues nos da esa distancia que nos permite sanarnos, reflexionar, poner en duda y divertirnos. Al mismo tiempo disfrutar de la belleza plástica que aprovechando la figura de SantiagoRusiñol como pintor con esa pantalla semicircular muy simple, pero mucho más compleja de lo que parece. La pantalla presenta los placeres baratos de Santiago Rusiñol frente a esa locura presente que todos conocemos. Es desquitarnos un poco con el humor, porque ya sabemos que todos los nacionalismos miran un poco hacia el ombligo, y lo que intentamos es, como dice Santiago Rusiñol al final: Contra las fronteras, contra las patrias identitarias, prefiero más un fragmento de Dante, una melodía de Chopin, un cuadro de Velázquez o el Greco, que una ciudad o un pueblo. SIN HUMOR NO HAY SENTIDO COMÚN Ramón añade Encima de las fronteras, las miserables inclinaciones del egoísmo, ve la patria universal en la que nos holgamos, es decir la verdad, la virtud y la belleza. Este es un mensaje que nosotros damos, en estos tiempos es de sentido común. Una París. Hacía la vida que le daba la gana, pero tenía un gran sentido común. Eso lo de las cosas que tenía Rusiñol, aparte de su vida de bohemio, pues vivió la bohemia con una intensidad total. Después de casarse con su mujer se larga tres años a decía su mujer y su hija: «Gracias a Santiago no hemos hecho tonterías», y es por el humor ya que sin humor no hay sentido común. Era un hombre con un gran sentido común. Tampoco ha sentido común en el individuo que no es capaz de sentir el humor en la existencia humana. Basta leer el Quijote para ver que la existencia humana está llena de humor. Ramón apela a ese dicho «esto no ha servido para nada«. Piensa que no, pues ha servido para el humor.
LA CULTURA EN ESPAÑA
Pilar Sáenz , intérprete y diseñadora del vestuario deseaba volver a Madrid con Señor Ruiseñor. Confirma la seguridad de los Teatros del Canal e insta a que el público no tenga miedo de acudir. Por su parte Dolors Tuneu reconoce que el acudir al teatro en España no ha sido, como en otros países, tan numerosa. Constata que la cultura en España no es un bien muy preciado. Lo sabemos. Es nuestro trabajo el que sea, entre otros, distinto. Todos tenemos clarísimo que antes de la cultura está la sanidad y estar protegidos, pero la cultura nos puede hacer este camino mucho más llevadero, y el teatro que hicimos después de la pandemia en Sagunto y La Bañeza fue realmente emocionante ver que acudía el público y constatar los controles y que la gente tenía ganas y tenía la paciencia de pasar el control de temperatura, de higiene de manos, el sentarlos uno a uno en una butaca y ver la representación con una máscara. Entra dentro del rito del teatro en este momento. TRAS LA PANDEMIA Durante el confinamiento todas las compañías y teatros han emitido teatro en diferido, o en «streaming» Nosotros mismos hemos colgado desde las redes obras que habíamos hecho y distintas actividades para compartir, pero el acto teatral es el directo. Es el estar ahí en ese momento que sube y baja el telón, que tienes esa complicidad con el público. A pesar de lo que estamos viviendo y de las dificultades que es todo, sigamos yendo al teatro, sigamos consumiendo cultura, como parte esencial de lo que somos como individuos y como sociedad, que nos ayuda en los momentos estupendos y en los más complicados como ahora.
Tras la pandemia, los estrenos en Sagunto y La Bañeza han supuesto un fenómeno parecido tras la Segunda Guerra Mundial en Londres. Los teatros se llenaron de público. Dolors Tuneu constata que surgió un fenómeno curioso: el entusiasmo del público reflejaba las gracias que nos daban por estar allí, cuando nosotros éramos los que dábamos las gracias por dejarnos estar allí. Era algo realmente compartido. La directora de Cultura de Sagunto nos decía: «Están abriendo terrazas, y ¿por qué abril el teatro? Vamos a hacerlo lo mejor que podamos, pero me resisto a no abrir». En La Bañeza el Festival era enorme. Ahora se ha hecho todo más pequeño, pero fue emocionante, por compartir el acto real. Hemos estado confinados viendo muchas cosas pero a través de una pantalla. Fue fantástico y todo ha salido muy bien. Nos ha salvado de muchos ratos, pero es una pantalla. En Sagunto y La Bañeza fue algo realmente catártico para el público y para nosotros. Si el hecho teatral ya lo es de por sí, ahora hay un plus. Si eso se mantiene en el tiempo y conseguimos que la gente sienta curiosidad porque hemos entrado en las redes sociales y que el teatro es algo que nace y muere en el instante, y que es un acto compartido en directo bueno gracias a la pandemia, aunque ojalá no hubiera tenido que ser así, pues la pandemia no creo que lleve nada bueno en sí. Ha sido terrible y cada uno gestionará lo que ha sacado de provecho o no. UNIVERSALIDAD El espectáculo no ha cambiado en este tiempo a pesar de lo acontecido. Se siguen manteniendo la figura de Rusiñol en contraste con los acontecimientos catalanes. La idea es la misma. Alberto Castrillo corrobora que no se ha hecho necesario. Cuando se escribió ya se fue a una esencia y a una universalidad de lo local. Las grandes obras son eternamente contemporáneas, y aquí se ha conseguido una obra cuyo mensaje es muy potente y no hay que ir al detalle de cada día. Si volviera Puigdemont algo habría que cambiar, pero de momento sigue allí… Ramón recuerda que han hecho espectáculos basados en a la actualidad y entonces siempre estás cogido por la actualidad. Cuando tienes cierta experiencia ya amplias el campo a una universalidad. En un cierto momento – aclara Dolors Tuneu – aparece Pujol. Si pasase algo te planteas si cambias algo o no. En Ubu se murió la Reina Madre y nos lo apañamos, ya que es teatro y puedes hacer lo que te dé la gana. Mientras lo cuentes bien, lo importante es lo que quieres contar. Lo que ha cambiado es referente a las normas de seguridad: cada uno tenemos nuestros geles, nuestras máscaras detrás, cada uno tiene sus gafas, cada uno utiliza sus cosas e intentamos que el protocolo realmente se mantenga al máximo. LA HUÍDA DE LA REALIDAD
Señor Ruiseñor es una reflexión acerca del sentido de los Nacionalismos que ha divido a la opinión pública y ha engendrado el concepto de Independentismo. Por otro lado la Pandemia ha obligado a una unión de fuerzas. En opinión de Ramón Fontseré no es muy optimista en esto de que cambie el panorama nacionalista. Al menos en lo que respecta a mi Comunidad (Cataluña). El otro día el Presidente que tenemos (Quim Torra) dijo que se permitía una reunión de máximo de diez personas, pero hay bula papal para el día de la Diada. Esto es lo que yo llamo la huída de la realidad. Aparece como algo que debe continuar. Creo que ya es una cuestión religiosa, de fe. Hemos entrado en este campo. Lo que piden es un imposible. Está muy fuera de la realidad. DE UN COSMPOLITISMO A UN NACIONALISMO Este cambio de sentido de Cataluña como es el pasar de una ciudad cosmopolita y abierta a un nacionalismo que restringe las fronteras Ramón lo explica:
En Cataluña hubo un señor que se llama Tarradellas, que dijo «Ciutadans de Catalunya, ja sóc aquí» («Ciudadanos de Cataluña, ya estoy aquí»). Dijo «ciudadanos», porque él ya entendía la realidad catalana como gente de distintos sitios. Luego viene Pujol que empieza con el Nacionalismo, pero con una complicidad con España: Pujol es nombrado «español del Año». Ha sido como una lluvia fina que va calando, después de años en los que se instala un señor como en un califato, todo esto ocasiona un clientelismo, unas redes, unas élites, y estalla una corrupción, una crisis y se tapa con una bandera. Dalí decía que el Nacionalismo era una cosa de Oligarcas que estimulaban las emociones de la gente para ellos mantenerse en el poder. La gente era un medio para conseguir el fin. Es lo que hay. CAZA DE BRUJAS EN TWITER Está hecho muy poco a poco, con una lluvia fina, como ha dicho Ramón, que va calando – añade Dolors –, desde un discurso siempre de buenismo y de victimismo como todos los nacionalismos. Poco a poco vas creando una falsa realidad, una historia conveniente para tu relato, y, poco a poco, se va construyendo una mentira, que se hace verdad, y ahora el señalamiento es tan feroz a día de hoy, porque tenemos Twiter que casi se ha convertido en la «caza de brujas». Hay tantos momentos que te recuerdan los peores momentos. Los Nacionalismos, creo, nunca, nunca han traído nada bueno a la humanidad, al Arte, en absoluto…
Cataluña es un negocio– interrumpe Ramón. Es la «pela». Aquí hay la pasta mantener esta élites. Es una revolución de los señores que han pedido ayuda al pueblo. Artísticamente no aporta nada bueno al pueblo y como sociedad menos. Todos los nacionalismos en su funcionamiento siempre son exactamente igual: hacerse la víctima, buscar un culpable, y construimos algo perdiendo tanta energía y tanto tiempo…Estamos aquí hablando de SantiagoRusiñol que es un catalán. Es decir nosotros somos catalanes. Llega un momento en que parece que los que no formamos parte de esa Cataluña, ya no somos catalanes, en el sentido de ciudadanos que viven en una tierra que comparten unos derechos y unas obligaciones. Es lo que nosotros creemos. Más allá de eso cuando el ámbito personal y se lleva hacia lo político, aparecen los nacionalismos y populismos que son un veneno para la sociedad y entristece. Por eso nos hemos decidido a contarlo a partir de una figura catalana, Santiago Rusiñol, que es alguien que analiza todo con ese filtro de humor y de ironía que tenía. «Otro gallo nos cantaría» decía Josep Pla, refiriéndose a esa postura de Santiago Rusiñol, el cual era un destructor de fanáticos.
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