IGNACIO GARCÍA MAY
Tomás de Torquemada O.P. (Orden de Predicadores) (Torquemada ó Valladolid ¿?, 1420 – Ávila, 16 – IX – 1498) fraile dominico, su nombre va unido al de la Inquisición ya que fue nombrado Inquisidor General de España. Fue uno de los tres confesores de la reina Isabel la Católica y primer Inquisidor general de Castilla y Aragón en el siglo XV. Entre 1480 y 1530 desencadenó la persecución a judeoconversos. Recordando el mítico titulo del libreto de ópera Ascensión y Caía de la ciudad de Mahagonny de Bertold Brecht, Ignacio García May define este monólogo como la Ascensión y Caída de Francisco Torquemada. La historia de May es la de un miserable usurero de barrio que presume (aunque nunca le creamos) de descender del célebre inquisidor Torquemada y a quien una serie de imprevistos acontecimientos convierte primero en empresario respetable, luego en senador, y más tarde en marqués, para finalmente verse obligado a cuestionar el sentido de toda su escalada social al encontrarse cara a cara con la enfermedad y la muerte. DICKENS ENTRE BASTIDORES El ciclo, que empieza tímidamente con el primer relato, adquiere poco a poco proporciones épicas. Es, en mi humilde opinión, uno de los trabajos donde más se nota la influencia de Dickens en Galdós. No solo por el protagonismo inesperado de este tacaño maduro, un maravilloso Mr. Scrooge de San Blas, sino por el tono a caballo entre lo trágico y lo descacharrante, entre lo mundano y lo espiritual, los constantes giros argumentales que mantienen al lector en un hilo, como sucedía con los viejos folletines, y la profusión de fascinantes personajes secundarios. Galdós, empero, escapa al melodramatismo tan caro a Dickens a base de aplicar una ironía implacable: véase la forma en que acaba la segunda novela, con la mordaz alusión a la forzada reunión familiar (“¡El bello ideal!”), o el propio final del ciclo, que deja sin aclarar el sentido de las muy ambiguas últimas palabras del usurero. LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE GALDÓS Ignacio subraya que este ciclo de Torquemada va más allá de ser entretenido, que lo es, y está escrito con mano maestra. Las cuatro obras poseen otras virtudes, marca de fábrica de Galdós: hay en estas cuatro historias una descripción casi entomológica de la sociedad española, y muy en concreto de las formas a menudo cuestionables con que se construía, y se sigue construyendo, el éxito social y profesional en nuestro país. En el colmo del sarcasmo, Torquemada añora sus tiempos de humilde prestamista, con sus magras ganancias, y los prefiere al éxito gigantesco que se irá acumulando en torno a su figura. Él, que es avaro y mezquino, descubre demasiado tarde que hay un monstruo mayor, más perverso, más codicioso que él mismo: el Leviatán de ese Gran Capitalismo que entonces empezaba a imponerse en nuestro país y que hoy lo impregna todo. EL DINERO, EL NUEVO ÍDOLO La elección de los cuatro Torquemadas de Galdós, por parte de Ignacio, además de celebrar su centenario, se debe a su actualidad El ciclo de Torquemada habla, y habla a fondo, del dios único y cruel de nuestros tiempos, el dinero, por lo que hemos considerado que merecía la pena elegir estos relatos como materia para rendirle homenaje a Galdós en su centenario, construyendo con ellos un espectáculo teatral. La Tetralogía contiene lo mejor del autor, su calidad como escritor, pero también su calidad como ciudadano; su deseo de hacer una literatura no solo divertida, sino también útil y responsable. DE LO CORAL A LO INDIVIDUAL Es habitual en Galdós el que sus historias estén llenas de personajes, en esta ocasión también, pero todo se traduce en un monólogo. Ignacio es consciente de ese salto y espera estar a la altura de las circunstancias. Llevamos el material a nuestro terreno: allí donde Galdós pone la espectacularidad del relato coral, responderemos con esa modesta herramienta del teatro que es el monólogo: un actor que interpretará a todos los personajes en un espacio único. Al fin y al cabo, todas esas voces que escuchamos a lo largo de las novelas de Torquemada son solo ecos de la voz única, y personalísima, de Benito Pérez Galdós. Quien interpreta a ese Torquemada es Pedro Casablanc, quien también se desdobla en el actor, la tía Roma, Valentinito, los Águila (Rafael, Cruz y Fidela) y misionero Gamborena. JUAN CARLOS PÉREZ DE LA FUENTE
Juan Carlos Pérez de la Fuente toma las riendas de la dirección. Aunque tenemos asociado el nombre de Galdós a los acontecimientos de la España de su época, según Juan Carlos Pérez de la Fuente tampoco quiso ser ajeno a la historia de Europa. Era un europeísta convencido y ya va siendo hora de situar a nuestro autor en la órbita europea. Y con el relieve internacional que se merece. Galdós vive el lento ocaso de un mundo antiguo, tiempos convulsos a nivel político y social. El dinero, la fortuna, son los nuevos dioses finiseculares; los usureros, los cambistas, los banqueros; la nueva jerarquía eclesiástica. Y Galdós tiene la necesidad de dar vida a su Torquemada en ese momento histórico. Esta misma línea lucrativa del dinero a través de los eternos acólitos y usureros, también son denunciados por los Balzac, los Zola, los Tolstoi, los Dickens, los Dostoievski, que también denuncian los abusos políticos y de los cambios sociales. GALDÓS RESUCITA EN EL SIGLO XXI No se le oculta a Juan Carlos que dirige un texto bajo el baldaquino que la Pandemia ha instalado en nuestro mundo. Estamos en pleno siglo XXI, aún bajo los efectos de la gran crisis y en el epicentro de una pandemia. No hay momento más propicio para degustar a Galdós. Los entendidos de la cosa crítica siempre han dicho que la crisis era económica, pero también de valores. Y ahí aparece con todas sus potencias Galdós y su Torquemada. Galdós a sus cincuenta y tantos años es un hombre maduro en la escritura y en la vida. Y un maestro del diálogo y de la ironía, la argamasa de este sainete tragicómico. Y viene para advertirnos que todo negocio que pasa por la explotación de los débiles, de los más desfavorecidos, tiene un nombre feo, desagradable. El nombre es usura y quien lo ejerce USURERO. Para este mal sí hay vacuna, se llama ética o moral, y está en nuestra conciencia. (Información Departamento de Prensa de los Tetrosdel Canal) FUNCIÓN Encuentro con el público. PRECIO Descuentos Asociaciones (solo en taquilla) Personas con diversidad funcional, problemas de movilidad y acompañante
Título: Torquemada
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