YELLOW MOON: LA BALADA DE LEILA Y LEE Escocia, ciudad de Inverkeithing (Escocia), finales de os 90 y principios del 2000. Dos adolescentes solitarios, en una noche de viernes, se encuentran en un veinticuatro horas. Beben y comen algo junto al muro del cementerio. Inesperadamente se ven envueltos en un crimen del que tendrán que huir con la esperanza de que el fatal acontecimiento sirva para dar sentido a sus vidas. Tal huida hacia las profundidades de un bosque, y, sin saberlo, a lo más profundo de sus corazones. Lee buscará en ese viaje a su padre, del que sólo conserva su gorra y una postal. Leila buscará una historia real que le haga sentir viva, lejos del vacío que siente en el instituto y en su casa. Leila y Lee descubrirán en esa huida el valor del amor y la amistad. DAVID GREIG, dramaturgo
David Greig (Edimburgo,1969) pasa gran parte de su infancia en Nigeria. De adolescente vuelve a Edimburgo y sus padres lo matriculan en el internado masculino Stewart Melville. Estudia Arte Dramático en la Universidad de Bristol, donde comienza a destacar como dramaturgo. En 1990 funda junto a Graham Eatough la compañía Suspect Culture Theatre Group en Glasgow, para la que escribe numerosas obras como Timeless (1997), Mainstream (1999), Candide 2000 (2000), Casanova (2001), Lament (2002) y 8000m (2004). Sus obras siempre han conseguido un gran reconocimiento de la crítica y el público con alcance internacional. Algunas de ellas han tenido su versión cinematográfica. Entre sus obras más famosas están: Europe (1995), The Architect (1996), Outlying Islands (2002), Yellow moon, The ballad of Leila and Lee (2006), Dunsinane (2010) o The events (2013). También es autor de muchas adaptaciones y traducciones como Calígula de Albert Camus, Acreedores de August Strindberg o Solaris de Stanisław Lem. Reconocido en todo Reino Unido, ha recibido encargos de grandes teatros como el Royal Court, el National Theatre, la Royal Shakespeare Company y el National Theater of Scotland, que, fundado en 2006, contó con él como primer dramaturgo. Desde 2016 forma parte del equipo directivo del Royal Lyceum Theatre de Edimburgo donde ha estrenado su última obra Adventures With The Painted People. BEATRIZ JAÉN, directora y actriz A Beatriz Jaén lo que le llamó la atención de Yellow moon. La balada de Leila y Lee fue el ver a dos personajes adolescentes protagonizar y encarnar con fuerza y valentía la historia de Leila y Lee, con visos de leyenda. Se propuso dirigirla algún día. Me interesa mucho la manera en la que David Greig convierte a los dos jóvenes en dos antihéroes. Me gusta que sin tapujos nos hable de sus miedos, sus complejos y sus sueños. Y que, sin tener nada para convertirse en héroes, sea justo desde ahí, desde lo que para otros serían “taras de adolescentes problemáticos”, desde donde Greig los convierta en dos seres fascinantes y poderosos que emprenden un viaje sin retorno, al que es imposible no sumarse como público, pues la obra contagia una alegría de vivir, e incluso de sufrir, propia de dos niños grandes que están a punto de perder la inocencia de la juventud, y por eso quizá, se aferran a la vida con el riesgo y la pasión que el acto de vivir requiere. La historia de Leila y Lee tiene ecos de Romeo y Julieta en cuanto que les rodea un destino trágico del que no podrán escapar. Lee está herido psicológicamente, herencia de su padre. Leila huye de algo que no cuenta. Greig combina la narración y el diálogo de una manera muy libre (tanto, que deja en nuestras manos el reparto de muchos de los textos, participando así de su dramaturgia) y manteniendo en todo momento la tensión dramática y el vínculo con el espectador. El lenguaje, que por momentos es más coloquial, rápido y mordaz; y más pausado y poético en otros, le da al texto una fuerza y musicalidad, que el traductor, Ángel Martín, ha conseguido trasladar fielmente al español. La obra plantea muchas preguntas y Beatriz Jaén va en busca de respuestas acompañada de Leila y Lee. A riesgo de perder la esperanza en los padres, e incluso en los adultos en general, que no quieren o no saben cómo cuidar de sus hijos me adentro con Leila y Lee, e invito al público participar en esa huída, para perdernos de nuevo entre las luces y las sombras de la adolescencia, y para habitar el universo de los cuentos, donde el bosque nos devuelve a la ligereza de la infancia y nuestro espíritu se ensancha; la peligrosidad es nuestra amiga y las pasiones se vuelven inflamables e incapaces de domesticar, como por suerte, o más bien por desgracia, tan bien sabremos domesticar de adultos. HISTORIA CONVERTIDA EN LEYENDA Un elemento notorio es el difuminar los contornos entre personaje y narrador. Los cuatros personajes articulan y acompañan con pulso la recreación de los hechos acontecidos la noche del asesinato en la ciudad de Inverkething y el viaje posterior de los dos adolescentes a las profundidades de las Highlands escocesas. A partir de ahí, todo pertenece al mito, a la leyenda de esos dos chavales que un día se escaparon huyendo de la policía. David Greig consigue esa sensación de leyenda, fragmentando el relato, suprimiendo lo accesorio y escogiendo momentos muy concretos de gran hendidura dramática, con atmósferas muy distintas y dejando aparecer fugaces personajes que esconden su propia historia y que se cruzan en el camino de Leila y Lee, dando la sensación de que los géneros bailan y que la obra siempre está a punto de convertirse en otra; y sin embargo, guiado por los destellos de una gran luna amarilla, siempre acaba reconduciéndose hacia el corazón de la misma: la balada de Leila y Lee.
FUNCIÓN PRECIO
Título: Yellow Moon. La balada de Leila y Lee
|