El texto es fruto de un equipo de renombrados dramaturgos: Albert Boronat, Juan Cavestany, Juan Mayorga y el propio Andrés Lima. Juan Mayorga y Juan Cavestany son invitados a un proceso ya en marcha, al que aportan escenas que ya se verá dónde encajan. Juan Cavestany deja claro que los auténticos dramaturgos son Albert Boronat y Andrés Lima. El concepto «invitado» humorísticamente se ironiza por parte del grupo de dramaturgos al desvelar que Juan Cavestany es un «invitado» de 100 páginas. LOS DRAMATURGOS
ANDRÉS LIMA, director de 1936
Andrés Lima, actor y prolífico director de teatro, agradece al CDN (Centro Dramático Nacional) el haber aceptado este montaje sobre la Guerra Civil, el cual abarca desde el 1936 al 1939, desde el Alzamiento Militar por los militares sublevados hasta el 1 de abril día de la Victoria, según Franco, y con un gran «gran flash-back», hacia las causas y motivos del golpe a la Segunda República donde se refleja, el 14 de abril de 1931, Calvo Sotelo, José Antonio y un grupo de aristócratas conspiraban para conseguir el dinero y dar este golpe de estado. La Guerra Civil es inabarcable, es el conflicto sobre el que más se ha escrito; sobre más historiografía nacional que hay; internacional es el tercero o el cuarto, después de la primera y segunda guerra mundial, sólo igualado por la Revolución Francesa. Tal ingente cantidad de información se debe también a la dimensión internacional. Muchos historiadores consideran que la Guerra Civil forma parte del principio de la Segunda Guerra Mundial. Otros hablan de prólogo de la Segunda Guerra Mundial. En cualquier caso la intervención de Alemania e Italia dentro de la guerra, y de la no intervención de Francia e Inglaterra fue básica y decisiva para el transcurso de la guerra. El propio Azaña dice que «más que el ejército rebelde». Andrés Lima recuerda que cuando en el Teatro Valle Inclán se montó Shock 2, (CLICK), que era la segunda parte de un díptico acerca del avance del capitalismo y del liberalismo, se hablaba de la liberación de Mosul y se veía, en las pantallas, Mosul devastada. Eso fue exactamente igual que Guernica – Gaza ahora – y lo que fue Barcelona y Madrid. Era el momento de intentar representar nuestro propio Shock, que fue 1936. La obra se basa en el caos que supone la guerra, y debemos saber nadar dentro de este caos. LA DEVASTACIÓN Y EL AVANCE DE LA ULTRADERECHA, Los motivos para llevar a cabo esta obra, según Andrés, han sido esa imagen de devastación, pero también el avance de la ultraderecha y del neofascismo del mundo y en Europa y en España. Ello plantea un interrogante ¿Cómo es posible que no solamente gente violenta, sino ciudadanos pacíficos depositen su voto en gente que va a aplicar un estado violento y autoritario? ¿Qué está sucediendo y qué sucedió en España? Es importante saber cómo éramos para intentar descubrir cómo somos y cómo podemos llegar a ser. España, durante la República, pudo llegar a ser algo muy interesante, si no hubiera habido un golpe de estado, que por medio de la violencia destruye la legalidad de la democracia que había. EN ESTOS 40 AÑOS DE DICTADURA Otra dimensión de este conflicto es en opinión de Andrés, lo mal contada de esta historia. En una guerra la historia siempre la cuentan los vencedores, y en estos 40 años – la dictadura de Franco – la historia ha sido «descontada». Más que informar ha sido desinformada. En mi generación, en la escuela, nunca llegué al capítulo de la guerra civil, pero es que mi hija que tiene 19 años y es de novísima generación, tampoco llega. Es ridículo en los planes de estudio, el cómo se considera un suceso tan importante. La visión contemporánea y el estar informando a la juventud es, para mí, importante. Cuando pregunto y en los talleres y cursos que doy, la gente no saber quién es Queipo de Llano o la teoría del terror de Mola, y muchísimo menos se ha leído La velada de Benicarló de Azaña, ni el pensamiento básico de un intelectual tan importante, o no sabe que sucedió una revolución en España y, sobre todo, en Barcelona donde sucedieron cosas muy significativa. Toda esta historia no ha sido contada, y por lo menos en teatro – aunque hay obras muy importantes como ¡Ay Carmela! (CLICK), La bicicletas son para el verano (CLICK) y tantos otras –, pero una visión más o menos general que nos ayude a comprender el mapa general, nunca lo había visto. Otra de las cosas que me excitaba era el llevar a cabo cómo se traduce todo eso en teatro. TODA LA OBRA ES UN ÉJERCICIO Esta importancia de llegar a la gente joven fue un motor clave para crear este montaje. De ahí que la inclusión de un Coro de Voces de jóvenes, 20 mujeres y hombres entre 18 y 23 años. Están presentes cantando la función. Lo que la música puede aportar es un golpe directo a las vísceras y a la emoción, y al mismo tiempo recibe también esa historia. La conversación entre gente joven de hoy y lo que pasó en el 36, me parece importante para que la obra tenga vigencia. Toda la obra es un gran ejercicio de memoria histórica. Eso, para mí, es importante: saber cómo éramos para descubrir cómo somos. LA PUESTA EN ESCENA DEUDORA La puesta en escena es deudora de los dos montajes de Shock 1 (CLICK) Shock 2 (CLICK). El público se sitúa en derredor del espacio escénico – misma situación de los montajes mencionados -, y lo abraza con el equipo técnico y artístico que ya estaba en Shock. A ello hay que añadir las múltiples colaboraciones de dramaturgos, historiadores, cineastas, talleres de investigación durante dos años… Sin ese trabajo de estudio continuado y de investigación, no hubiéramos podido llegar a este resultado, del cual estoy contentísimo. Dura 4 horas y 30 minutos, algo que de primeras asusta. Ahora la cartelera está llena de obras largas, y no podría ser de otra manera. Por mí hubiera durado más, pero había que ser inteligente. En principio quería hablar de la Segunda República y del Franquismo y se iba a llamar Franco, Franco, Franco, pero era demasiado. Ya se lo ofreceré a Alfredo (Sanzol) en otro momento, la primera y la tercera parte. ALBERT BORONAT, dramaturgo. Albert Boronat declara que Andrés Lima ha explicado muy bien el proceso y contenido del texto. El gran problema del texto es
intentar explicar algo que es infinito. Son kilos y kilos, litros y litros de tinta y de estudios, con la dificultad de que todos cargamos una mochila, todos nuestros prejuicios, nuestras anécdotas familiares, nuestras ideologías, y eso genera muchas preguntas a la hora de elegir los materiales. A mí, en general, me pasaba como en Shock, que me sosiega la decisión que tomamos entonces, de dejar hablar a los protagonistas y que cada uno sea dueño de su palabra. Me gusta mucho que en nuestros montajes podamos escuchar muchísimo las voces de aquellos que tienen que hacerse dueños de lo que dijeron, porque si alguien dijo algo, lo dijo, y no lo estoy pasando por ningún filtro, ni lo estoy poniendo en su boca. Eso me genera cierta paz, sobre todo, porque tiene que ver lo que a mí me interesa de este trabajo: hacer una puesta en común de cuáles son las preguntas, más que dar respuestas. En esta función ves que las respuestas son muy peligrosas, sean cuales sean. Lo que me interesa del teatro es esa máquina de articular preguntas y de articular diálogo. En ese sentido la función del Coro de jóvenes es básica. Es un Coro entre un encuentro lúdico, un encuentro pedagógico y un encuentro político, que se convierten en cosas muy distintas, pero además no todos son dueños de su voluntad, sino que, a veces, son llevados, de aquí a allá, por los personajes, por los actores, por el sonido y que, de alguna manera, son los protagonistas del diálogo real de 1936, que es cómo y de qué manera habla esto de nosotros todavía. Hasta qué punto es verdad que nos vertebra tanto la guerra civil. LAS SESIONES PARAMENTARIAS DE 1936, Albert Boronat es de los que en su temario escolar tampoco llegó a la guerra civil, y ahora al empaparse de tanta información una de las cosas que le ha sorprendido al leer las transcripciones de las sesiones parlamentarias del 36 es que si nadie me hubiera dicho que son del 36, sino del mes pasado, me lo hubiera creído, en cuanto a términos, narrativas, vocabulario…, en cuanto a todo. En algunas ocasiones incluso en los apellidos.Esto me impactó de una manera muy fuerte, que, para mí, recodificó todo el trabajo que estábamos haciendo y lo puso en valor de una forma muy fuerte. Entonces gran parte del trabajo ha sido poder ser irónico en un sentido romántico: ser ágiles en pasar de lo pequeño a lo grande, de un diario personal a la macro política, a la macro historia, y geopolítica del Tratado de Munich o el Pacto de Mussolini o lo que sea. Es un montaje muy ágil pasando de lo pequeño a lo grande, de modo que cada escena se convierte en un símbolo efectivo muy cargado de potencia. LOS INVITADOS
JUAN CAVESTANY, dramaturgo invitado Juan Cavestany, define 1936 como una aventura alucinante. Hace tres años se plantó sobre la mesa este proyecto
Me pareció que el título 1936 lo decía todo. Invitaba a entrar de distintas formas a esa propuesta, y al provenir yo de los anteriores montajes de Shock, sabíamos de lo que hablábamos. ¿Es un documental? ¿Una epopeya? ¿Teatro dentro del teatro? ¿Una clase magistral? ¿Una conferencia?…Es querer abarcarlo todo sabiendo que es inabarcable, hay como una asunción previa de «No vamos a poder pero lo vamos a intentar». Como siempre, Andrés y Albert trazan el andamiaje y nosotros proponemos junto con su material que es muchísimo. Entonces nosotros los autores nos acercamos con mucha libertad, bajo esta premisa: «Propón de qué quieres hablar». Uno se lanza de que va a ser absorbido por el montaje y la propuesta general y, a la vez, con una gran responsabilidad y exigencia. Me puse a trabajar en distintos temas que fui proponiendo a Andrés. Ahí están hilvanados con el resto de los materiales. JUAN MAYORGA, dramaturgo Juan Mayorga es otro de los autores «invitados«, y se siente muy afortunado de participar en este equipo que admira y quiere. Del equipo destaca el trabajo de Andrés Lima como líder de un trabajo coral, y su capacidad de entusiasmarse y entusiasmar, de formar alianzas, de convocar, de pedirte que sigas delante cuando vas a ciegas. Por otro lado este trabajo ocupa un lugar especial en la carrera de Andrés Lima. Muchas preocupaciones que están en este espectáculo lo han acompañado hace muchos años. Dirigió, hace años, un Moby Dick y creo que tiene algo de Capitán Ahab, siempre buscando esta ballena inaccesible y peligrosa, que responde a las obsesiones y pesares de Andrés Lima. Algo que invade también a todos los de este proyecto. Juan Mayorga sale al paso de reiterados interrogantes «¿Por qué una obra sobre la guerra civil? u «¡Otra obra sobre la guerra civil!». No sólo la guerra civil llega en exceso, a nuestros escenarios, nuestras pantallas, nuestras novelas o nuestras conversaciones, sino que, por el contrario me pregunto ¿por qué no hablamos más? Presento tres argumentos: Uno, es importante y normal hacer teatro sobre la guerra civil, porque tiene una extraordinaria narrativa: están todas las historias y todos los personajes: Antígona, Creonte, Teocles, Polinice, Ismene, y todos los demás. Es un espacio muy fértil para el teatro. En segundo lugar el teatro es el arte del conflicto, y la guerra civil es un enorme conflicto que alberga muchos conflictos, cuya narración es al mismo tiempo conflictiva: por dónde empezar y por dónde acabar de contarla. El hecho mismo de contarla es conflictivo. Hay gente que al ver el cartel de 1936 se sienten ya incómodos. Si el propio hecho de hablar de ello es conflictivo, tenemos que hablar de ello. En tercer lugar, hablar serenamente sobre la guerra es trabajar sobre la memoria histórica. ¿Por qué ese pasado ocurrió? ¿Qué fuerzas que condujeron a la guerra pueden estar vivas o haberse metamorfoseado? Hay quienes dicen que hablar sobre esto es fomentar hostilidades, creo que por el contrario hablar de esto serenamente es trabajar para la paz. Es lo que hemos intentado, modestamente, los que estamos aquí.
FUNCIÓN PRECIO
Título: 1936 Coro de Jóvenes de Madrid: Inés Alonso, Carolina Álvarez, Julia Avisbal, Irene Bello, David Blanco, Marcos Carvajal, Antonio Carlos Civantos, Agata Czaplicka, Marina Díaz, Eva Fernández, Sandra Fernández, Madeleine Fleming, Christian Galán, Raquel Gamella, Luis García, Alejandra Gascueña, Elena Gaubeka, Clara González, Arian Kazemi, Luar Lijó, Eugenia Martínez, Lucía Muñoz, Marta Olmeda, Pablo Pérez, Clara Pinos, Javier Pla, Lucía De Prado, Miguel Reviriego, Ignacio Risueño, María Rocano, Javier Sastre, Carla Tejedor, Guillermo G. Trueba, Sebastián Velayos y Carmen Villa. Agradecimientos: Intérpretes (por orden alfabético): Dirección: Andrés Lima
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1936. Lima. Boronat. Cavestany. Mayorga. TVI
