Un teatro de Broadway mediados de los años 70. Una audición para una nueva producción musical. El director, Zach, y su asistente, Larry, ponen a prueba a los candidatos. Diecisiete de ellos disputan la ronda eliminatoria: Mike, Bobby, Sheila, Bebe, Maggie, Kristine, Al, Mark, Connie, Diana, Don, Judy, Richie, Greg, Cassie, Val y Paul. Queda lo más difícil: Zach busca un coro potente formado por cuatro chicos y cuatro chicas, y antes de tomar la decisión final quiere saber más sobre los candidatos. Así pues, les pide que se presenten y hablen sobre sí mismos. Con cierta reticencia, todos acabarán hablando sobre su pasado. A través de los números musicales iremos conociendo sus sueños y secretos mejor guardados, hasta llegar al número culminante, One, donde las personalidades individuales de los bailarines se fundirán en una identidad nueva y colectiva, la del Coro, constituyendo una compañía que no parece tener fin.
EL ORIGEN DE A CHORUS LINE Antonio Banderas define A Chorus Line como una historia de superación que cambia
el paradigma de cómo se cuecen las historias de pequeñas personas que se dedican a las artes escénicas, pero además encierra una serie de secretos que tienen que ver con el tiempo en el que estamos viviendo. Cuando Michael Bennett graba, en un estudio, a un grupo de unos 30 bailarines en 1974, las historias fueron multicolores: divertidas, tristes…pero otras enganchan con el tiempo que estamos viviendo. Historias de abusos: padres abusivos, crueles con los hijos, abusos entre pareja, abusos de quienes vivían en barrios arrabaleros de Nueva York, el Bronx. Todo eso lo vamos viendo en personajes que conocieron el abuso por su condición sexual. Todo eso se expresa de una manera muy bella y con una música increíble de Marvin Hamlisch y el trabajo extraordinario de Michael Bennett, que supo coordinar todas esas historias. Son casi 17 horas de grabación que aún existen y de la cual se han extraído frases literales y colocadas en boca de los personajes. A pesar del tiempo que tiene – 47 años – está increíblemente viva. LA DESNUDEZ DE LA ESCENA
Otro de los valores de A Chorus Line es la desnudez frente a otros musicales de Broadway, muy arropadas por grandes escenografías. Aquí los actores, a veces, están muy desnudos: un actor sobre fondo negro. El espectador es testigo de una audición. Lo importante es el trabajo de los actores y los músicos. Hemos tomado en serio el no hacer nunca pregrabados. Cuando en la partitura está escrito un arpa, es un arpa; cuando es un silógrafo, es un silógrafo… Hemos sido muy pejigueras en esto, y queremos seguir siéndolo como tributo a los músicos y a la música en directo. Todas la compañías trabajarán con un directo total y absoluto. El que la orquesta no se vea en el foso o la escena es porque, según Bennett, hay que centrar todo en el escenario. Esto nos lo podemos permitir porque es una Compañía que trabaja sin ánimo de lucro. Somos una Compañía privada pero al no querer ganar mucho dinero para nosotros, sino para poder seguir produciendo, nos podemos permitir esos lujos.
BAAYORK LEE, INTÉRPRETE Baayork Lee es la responsable en España, para el Teatro del Soho de Antonio Banderas, de la reposición de la dirección y coreografías originales. Es una de las protagonistas de la producción original, interpretando a Connie Wong, y con su equipo ha estado presente en todo momento, desde las audiciones hasta el estreno.
Estar viendo este pase gráfico del espectáculo es como recibir «Flash Bach» de cuando empecé en 1974. Soy parte del elenco original. La línea de bailarines que presenta Michael Bennett cuentan sus historias, en las cuales el espectador reconocerá la historia de alguien que conoce en alguna de la historia de estos chicos. Después de 1974 de haber estado allí, volver a ver esto me pone la piel de gallina, porque ver esto ahora en 2021 tal cual lo hizo Michael Bennet, es un orgullo. Baayork Lee subraya la línea sobre la que se sitúan bailarines. Divide dos sectores. El sector que va hacia el espectador es la realidad. Casi una realidad en blanco y negro. Todos los sueños, todas las historias ocurren detrás de la línea hacia el fondo del escenario. Es el pasado. En la línea hay unos números que indican dónde tenemos que estar exactamente. Al ser un «show» increíblemente humano tiene que ser increíblemente meticuloso. De lo contario no funciona el «show». En eso se trabaja todos los días. BAAYORK LEE, UNA LEYENDA VIVIENTE Antonio Banderas recuerda que Baayork Lee es una leyenda en Broadway que recibe zapatos dorados, émulos del estilo «chorus line», con su nombre, porque A Chorus line cambió la historia de los musicales de Broadway. Todavía tiene ese halo de brillantez y «modernez» que aportó en su momento y ella no sólo fue una de las intérpretes, sino que el personaje que interpretó está basado en ella. Está escrito para ella.
Estoy muy feliz de estar aquí, y como dice laCompañía original estaría orgullosa al ver este «show». Así como le dimos nuestras historias a Michael Bennett, en esa audición y él puso la historia, la música y la iluminación, nunca imaginamos que esto iba a durar tantísimo tiempo. Antonio Banderas recuerda las «palizas» que todas las mañanas les metía Baayork Lee. Tiene una energía que, de mayor, yo quiero ser como ella. Ahora nos somete a toda una serie de entrenamientos a los que tiene que estar sometida la Compañía diariamente. Cuando firmamos el contrato, se firma, y aquí en el Teatro Calderón también, el que todas las tardes una hora y cuarto antes de la función hay un protocolo físico que es una paliza. Baayork quiere que entren en el escenario, y sudando, porque lo que estamos interpretando es una audición. La preparación física de todos nosotros tiene que ser extraordinaria. MANUEL BANDERA, actor y bailarín Manuel Bandera ducho en esto del cante, baile e interpretación tanto en teatro musical (Cabaret [2003-2006], Chicago [2010]) como en cine (Las cosas del querer 1 y 2, y una nutrida lista de películas, donde no falta Pedro Almodóvar), interpreta a Zach, director de una compañía de musicales. Recibir la propuesta de esta interpretación fue un sueño y un regalo para Manuel.
Desde el mes de agosto que me lo ofreciste – declara Manuel a Antonio Banderas – no voy a tener forma de agradecértelo suficientemente. Se me juntan muchas cosas. Para los que fuimos bailarines de los años ochenta – yo fui bailarín del 1984 a 1989 -, Chorus Line es un emblema, porque encontramos un musical que hablaba de nuestras vidas. Hablaba de nosotros, los bailarines, de lo que sentíamos cuando íbamos a una audición. De los problemas y la ilusiones que teníamos. Yo no tuve la ocasión de verlo en 1985 en el Monumental, y luego ya no volvió a Madrid. Que Antonio me haya hecho responsable de Zach, para mí es un sueño. Si hace unos meses me preguntase por un sueño hubiera dicho A Chorus line. Se ha cumplido. Tuve la suerte de hacer Chicago que como A Chorus Line es una franquicia y te lo enseñan exactamente cómo se creó en Broadway. No me esperaba hacerlo, pero si me hubieran peguntado qué personaje me gustaría hacer en A Chorus Line hubiera respondido Zach. Un plus que se añade para Manuel Bandera es actuar
en el Teatro Calderón tiene un plus. De las primeras veces que me subí a un escenario fue aquí con Cocha Velasco en Mamá quiero ser artista. Yo era bailarín y también nos daban algunas frasecitas. Yo entre cajas veía a Concha Velasco y Paco Valladares cómo disfrutaban y cómo se lo pasaban de bien. Yo hacía un personaje que salía con una guitarra y respondía a Concha: «¡Digo!» Tener la oportunidad de estar aquí y tener el camerino que tenía Doña Concha Velasco… Después he vuelto aquí muchas veces. El otoño pasado estuve con La última Tourné (CLICK), que era maravilloso, pero estar ahora representando A Chorus Line, es una responsabilidad. Tengo que estar a la altura de la señora Baayork Lee, de lo que creó Michael Bennett, de Antonio Banderas, del Soho Producciones. Es toda una responsabilidad. Ahora me toca dar a mí el callo y espero que esté a la altura. GUARDIANES DEL LEGADO Antoniodestaca algo que califica de «muy bonita». Todos ellos hablan de » ser guardines del legado». Entonces la noche en que yo estrené en Málaga, Baayork Lee vino a mi camerino a entregarme «la espada» para decir «ya eres un guardián del legado, ahora formas parte de la familia de Chorus Line, y tienes que protegerlo». Ese legado hoy le pasará a Manuel con el resto de la Compañía, que pasarán a formar parte de la familia. Es una idea muy bonita. Cuando estuve en Nueva York todavía preparando el «shwo», y coincidió con toda la promoción de la película de Pedro Almodóvar ,que yo protagonizaba, Dolor y Gloria, yendo y viniendo a los ensayos, en una de esas venidas que Baayork estaba en Nueva York, me preparó una sorpresa. Yo no había bailado nunca en la «línea». Me había preparado y conocía los pasos, pero bailar en la línea es muy complicado, porque estamos todos muy pegados. Baayork llamó en Nueva York a todos aquellos que había formado parte de diferentes compañías, de Nueva York, de Los Ángeles, San Francisco, Tokio… A pesar de que muchos estaban trabajando en otros «shwos» vinieron todos para que yo pudiera bailar en la línea por primera vez. Ese es el cariño que se despierta en toda la gente que ha participado en un «shwo» como este, y es lo que tratamos de trasladar a los espectadores y que se expresa en la canción: «Lo que haces, lo haces por amor», es la esencia de lo que la gente va a ver. Eso se puede hacer en el teatro y en cualquier profesión de la vida. La versión que presenta Antonio Banderas, pertenece a lo que se denomina «franquicia», en cuantoque se reproduce tal cual el original. Todo está milimetrado.
FUNCIÓN PRECIO
Título: A Chorus Line EQUIPO TÉCNICO EQUIPO DE PRODUCCIÓN REALIZACIONES LA ORQUESTA INTÉRPRETES: (Por orden alfabético de actores) Alternante: Zach Tomy Álvarez Swing: Flor Lopardo / Cover: Diana/ Bebe/Maggie/Judy Dirección musical: Pau Baiges
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