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ANTOLOGÍA DE CHAPÍ Buen gusto, insólitas y bellas partituras bien hilvanadas |
Ópera Cómica de Madrid, se presenta en los Jardines de Sabatini con una Antología, cuya idea base es lo que le ha caracterizado desde un principio: acudir a zarzuelas inéditas. |
ANTOLOGÍA DE CHAPÍ Buen gusto, insólitas y bellas partituras bien hilvanadas
Otra de las virtudes es la puesta en escena. Francisco Matilla, el director de escena, es hombre que tiene metida hasta la médula la acción dramática y aquí no la pierde en ningún momento. No asistimos a cantantes que nos encandilan con su voz, sino que se revisten de auténticos personajes y se pierden tras ellos. Este concepto de la dramatización no se olvida nunca. Se podría pensar que los fragmentos ya poseen su historia y por lo tanto no resulta difícil. Tal vez, pero nos encontramos con las “Carceleras” de El país del Abanico, y tales coplas encuentran una divertida dramatización en una simpática historia, protagonizada por “la mujer”, los guardias y los presos, historia que se prolonga visualmente al final de El Barquillero y el preludio de La Revoltosa. Este sentido de continuidad dramática campeará por todo el espectáculo, proporcionando la tan difícil cualidad del ritmo: unidad y veriedad. Al buen efecto de la dramatización colaboran eficazmente los cantantes en sus desplazamientos e interpretación. Todo ello revela una inteligente dirección.
El vestuario ha preferido centrar la época mediante la reproducción realista. Él sustituye a la ausente escenografía. Mariana Mara ha creado unos exquisitos trajes de época y consigue una bella paleta de colores en los conjuntos corales. Carolina Gómez, responsable de unas ajustadas coreografías puestas al servicio de la acción, construye una bella danza palaciega en La leyendo dorada, de cadencias renacentistas, así como otra en Los majos de plante con ribetes de danza bolera. La elegancia y el buen gusto son la nota dominante en este aspecto.
Esta Antología de Chapí es un gran acierto, pues nos descubre un Chapí insólito e injustamente tratado por la programación. También nos descubre la realidad de una ópera española, que convendría revisar y subirla a la escena. A la vista de estas arrinconadas y olvidadas partituras, hay que pensar que con todas las cualidades del “género chico” – sainetes de 1 hora de duración musicados al estilo del “bel cantismo” y melodías populares – éste le ha hecho un flaco favor a la zarzuela grande y a la ópera española. Aquel género chico fue un “boom” de público y se rigió por las leyes del mercado. No extraña que los compositores posteriores – Vives, Alonso, Torroba, Sorozábal, Guerrero… -, pasada la fiebre género chico, hicieran todo lo posible por volver a la Zarzuela Grande y a la ópera.
Y llegamos a los cantantes. Obviamente se ha recurrido a la electrónica, puesto que es un espectáculo al aire libre, y esto no siempre suena bien en lo que respecta a volúmenes. No es este el caso. Se ha conseguido una buena audición y las voces surgen nítidas y sin estridencias.El elenco de cantantes y coro, como es ya tradicional en Ópera Cómica, poseen todos una buena altura. Saioa Hernández para mí una revelación en La Traviata de Ópera Romántica – está magnífica en todas sus intervenciones pero llama la atención en Mujer y Reina y Carceleras. Es soprano de voz limpia y segura. Francesca Calero muestra, como en otras ocasiones, su buen gusto y resulta brillante en el cuarteto de El milagro de la Virgen – para mí, un gran descubrimiento musical que nada tieneque envidiar a las composiciones operísticas italianas – y en el dúo de El cortejo de Irene. Ana María Hidalgo, con una coloratura de voz de tintes mezzosopranos, nos da unas guajiras de sabor castizo. El barítono Juan Tomás Martínez sobresale en la romanza de La Tempestad, con un buen empaste dramático y tonal. Buen gusto, insólitas y bellas partituras bien hilvanadas, buenas voces y una inteligente dirección de escena junto a un conseguido ritmo hacen de la Antología de Chapí un bello espectáculo. (1) El programa está dividido en dos partes con un intermedio, y estructurado temáticamente: PRIMERA PARTE: EN PELIGRO: El tambor de granaderos (Preludio).- Los hijos del batallón (Concertante y coro del asalto): Saioa Hernández, Sergio Escobar, Francisco Sánchez, César San Martín, Gerardo Bullón, Airam de Acosta. –La flor de Lys (Romanza de soprano): Francesca Calero. EN LA SOMBRA: La leyenda dorada (Danza). – Mujer y reina (Dúo de soprano y barítono): Saioa Hernández, Juan Tomás Martinez. – El Rey que rabió (Coro de doctores). LA ALDEA: Blasones y talegas (Baile). –El milagro de la Virgen (Cuarteto): Francesca Calero, Francisco Sánchez, Cesar San Martín, Gerardo Bullón.- La bruja (Jota): Sergio Escobar. SEGUNDA PARTE: LA GALERNA: María de los Angeles (Coro y escena de la galerna).- La tempestad (Monólogo): Juan Tomás Martínez. TRAMOYA: La sobresalienta Coro de damiselas y Don Floro, Francisco Sánchez. –El cortejo de la Irene (Dúo de soprano y barítono): Francesca Calero, Juan Tomás Martínez. – Los majos de plante (Seguidillas). LOS MADRILES: El pais del abanico (Carceleras): Saioa Hernández. – El barquillero (Dúo de tenor y barítono): Francisco Sánchez, Gerardo Bullón / Cesar San Martín. –La revoltosa (Intermedio y guajiras): Ana María Hidalgo.
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![]() JARDINES DE SABATINI C/BAILÉN, c/v a Cuesta de San Vicente metro: Pz. De España y Ópera Autobuses: 2, 46, 39, 75, 138 y circular (veranos de la Villa) |