Asesinato y adolescencia es la historia de Luis y Lucía. Lucía es la adolescente que está en este tránsito hacia la madurez o la juventud. Dos soledades empujadas al filo del abismo por una suma de violencias propias y ajenas. Es, también, la posibilidad del amor, no tanto en un sentido romántico, como en el sentido de la continuidad de la vida. El 17 de enero de 2020 se estrenaba Prostitución (CLICK) en el Teatro Español de Madrid en la Sala Principal. El texto y la dramaturgia de Albert Boronat y Andrés Lima, partía de otros textos de diversos autores y testimonios de prostitutas de polígonos y de lujo. Aquel montaje fue fruto de una concienzuda investigación. Ahora Andrés Lima vuelve con otro proyecto con método de trabajo similar que Alberto San Juan ha concretado en un texto: Asesinato y adolescencia. VIOLENCIA POR Y PARA LA ADOLESCENCIA Asesinato y adolescencia se asienta en la Sala Max Aub (Naves del Español, Matadero), espacio del agrado de Andrés Lima, que, en esta ocasión, el proyecto nace «en parte» para ese espacio físico. La temática se incluye en la inquietud del grupo sobre la violencia abordada en estos últimos años. En este caso es sobre la violencia en, por y para la adolescencia. Andrés precisa que eso no es del todo cierto.
La propuesta nace a la vez, y de ahí el título Asesinato y violencia, que sobre el asesinato, por muchas razones. La razón más práctica es la película M el vampiro de Dusseldorf (1929) de Fritz Lang, la cual trata de un asesino de niñas. Queríamos que Asesinato y Violencia estuviera en un caso extremo de violencia como puede ser el asesino de niñas pero lo sufre una adolescente. Al fin y al cabo es una historia. El proceso de trabajo con Alberto San Juan y el grupo ha sido el habitual en Checkin Producciones, la productora de Andrés Lima : talleres donde se puede investigar y profundizar, y tener contacto con la realidad. Para empezar queríamos tener contacto con adolescentes. Han desfilado ante nosotros un montón de adolescentes: el adolescente medio, «latin Kings», gente de bandas…, pero vimos que era una fórmula muy interesante lo que es un adolescente de un barrio obrero, como puede ser Carabanchel o, incluso, de clase media, en donde, aún así, se reflejan todas violencias más que un caso extremo. El caso extremo viene dentro de la función. Es la historia de Luis y Lucía. Lucía es la adolescente que está en este tránsito hacia la madurez o la juventud. Ese tránsito vertiginoso y peligroso donde muchas veces estás perdido y Lucía lo está. Un tránsito relacionado con la violencia, tanto sobre ella misma como hacia los demás. Luis es un misterioso personaje, que no sabemos cómo se llama, ni de dónde viene, es el presunto asesino, y ahí nos desviamos bastante de la anécdota originaria, que es la de utilizar a M para nuestro propio recorrido. LA RELACIÓN ENTRE DOS PERSONAS Llegado a este punto el interrogante es ¿qué les mueve a estos asesinos? con lo cual consultaron con diversas abogadas de asesinos. La respuesta no es clara, por ello
hay un misterio en torno a todo ello que se refleja en la obra, acerca de las causas del asesinato y sobre todo en los caso de violencia hacia la juventud. Aunque la obra no pretende ser documental, tras la investigación de algunos casos, vimos que cualquier violencia juvenil e infantil, es mucho menor de lo que se hace con la prensa. Lo que pasa es que es un tema muy jugoso e inmediatamente genera una respuesta de seguridad policial o de métodos de seguridad que tanto preocupan, se supone, a la clase política. Nosotros nos hemos centrado más sobre qué es lo que pasa en la cabeza de estas personas. Ya desde Hamelin (CLICK), que era un caso de una red de pederastas basado directamente en la realidad, en el Raval. Aquí es un hombre de 42 años que tiene una relación con una niña de 12 años, y en la posible investigación teatral – no soy ni psicólogo, ni psiquiatra – te obliga a consultar con gente que sí sabe del tema, y ves que se detecta en la adolescencia, incluso siendo un adulto. Bergman dice que, en el caso de los hombres, «la adolescencia suele llegar hasta los 40 años». No se suele pasar a la madurez hasta esa edad. En ese sentido es interesante ver la relación entre dos personas, que se puede confundir entre la atracción y la violencia, o la posesión y el dominio o el amor, a veces. Ese paso de la adolescencia a la madurez, es como la muerte. Los procesos de maduración, muchas veces, es cuando te viene a visitar la muerte. En el caso de la adolescencia, el caso de Lucía, la visita, incluso baila con la muerte y ahí lo dejo… Lo que nos ha impresionado es la carga de angustia en el adolescente que puede llegar al suicidio, y por lo tanto no hay futuro. ASESINATO Y VIOLENCIA SE DISTANCIA En ese paralelismo de la obra con la película M, hay como una cierta desviación. En M se trata de un asesino de niñitas que no pueden enfrentarse a él, mientras que en la obra teatral es una adolescente y por lo tanto el enfrentamiento con su asesino es posible. En M las niñas son el fondo de la historia: la agresión a la infancia. En nuestro caso es un proyecto de una adolescente. En M el foco está en el asesino. Se llama M. el vampiro de Dusseldorf, aquí ponemos el foco en la adolescente y «a ver qué pasa». Hablamos mucho de M, porque la película nos gusta y nos emociona, pero la obra teatral no tiene nada que ver. Es un punto de partida. Lo mismo que hablamos de documental, pero no es un documental. Todo es una investigación que da lugar a una historia pura y dura, lo que pasa es que se nutre mucho de la realidad, incuso en lo que se ve. M también tiene una parte muy interesante documental: el funcionamiento de la policía, el funcionamiento del hampa, incluso el actor que es el jefe del hampa, después fue el actor preferido de Hitler y de Goebbels, el propio director de la película, Fritz Lang, fue acusado de asesinato y luego perteneció al partido nazi…Hay todo un magma que no se cuenta en la película, pero está debajo. Todo eso está también debajo de esta obra. Todo este fondo da lugar a una historia de dos personajes en un encuentro que puede ser muy peligroso. El problema que plantea esta historia es cómo contar esto teatralmente, pues el teatro no está para resolver nada sino para inquietar. Ahí es donde entra la referencia de M. Para un artista el qué y el cómo lo contamos van unidos y es nuestro punto de vista como equipo. Yo quería que buscáramos la expresividad de todo esto para que llegara la emoción, como sucedió con las vanguardias del siglo XX. La escritura de Alberto San Juan es lo que nos da pie con los talleres, pero también es importante la escenografía de Beatriz San Juan, la música de Dick Powel, o la videocreación de Miquel Àngel Raió. Dramatúrgicamente forman parte del espectáculo. La mezcla del realismo con el expresionismo alemán ha dado lugar a nuestro expresionismo propio. Es muy importante cómo lo contamos y estoy muy contento. EL SER HUMANO NECESITA VINCULARSE
Alberto San Juan es el autor del texto y la idea del espectáculo le llega como una invitación de Andrés Lima con una propuesta: Subir al escenario una versión teatral de la película: M. el vampiro de Dusseldorf. Esa película habla de un asesino de niñas en una sociedad golpeada por la crisis capitalista de 1929, en unas sociedades en las que comienzan a ascender el nazismo y el fascismo. Esto es interesante, porque habla de un caso de violencia extrema individual en un contexto estructuralmente violento, y que iba hacia una violencia desenfrenada. Andrés me dijo «Quiero que nos inspiremos en esa historia para contar una historia no en Berlín en el 29, sino en Madrid en el 2023, y que las víctimas no sean niñas, sino mujeres adolescentes». El interés de Andrés Lima era hablar sobre la adolescencia y sobre una sociedad violenta, un tema que siempre nos ha generado muchas preguntas y mucha inquietud: ¿Por qué el ser humano no ha logrado construir una sociedad a partir del cuidado mutuo, sino que seguimos cayendo y avanzando en una sociedad donde competimos unos contra otros, y donde la finalidad parece que es que unos dominen a otros y no convivir en igualdad. Una sociedad así, según Alberto generan comportamientos individuales que reflejen ese espíritu y pretenden dominar o destruir lo otro. Esto sucede con otra cosa: el ser humano necesita vincularse con otros seres humanos, necesita amar, romántica no romántica, sexual no sexual, como sea. Ahí está la necesidad más esencial. NECESIDAD DE UN ENCUENTRO Los dos protagonistas son un hombre maduro y una mujer adolescente en una sociedad donde un hombre maduro está asesinando adolescentes.
Estos dos personajes se encuentran en un estado de soledad, de aislamiento y necesitan un encuentro con el otro. Son dos soledades que van vagando por las calles, tropiezan y necesitan establecer un vínculo amoroso, pero potencialmente puede que sean el asesino y la víctima. No sabemos si uno va a matar a la otra, o la otra va a matar al uno, o se van reconocer como seres humanos con capacidad de empatía y van a poder convivir. No lo sabemos Uno de los estímulos para decidirse a escribir fue las respuestas sobre la adolescencia extraídas de los talleres con los jóvenes. Nos han hablado de su experiencia vital y del duelo que supone dejar atrás la infancia; del miedo que supone ese mundo que se abre que es el de los adultos y la ilusión que supone la potencia de vida, pero también un ambiente conciertas sombras objetivas: la dificultad de acceder a los recursos básicos para la vida adulta, vivienda, salud educación etc… Están la pulsión de vida y el miedo ante lo nuevo. CUANDO ERES ADOLESCENTE EMPIEZAS Otro de los aspectos de la adolescencia es la creación de fuerzas muy poderosas de amistad. Se crea su propia familia. Cuando eres niño están tus amigos, pero están tus padres. Cuando eres adolescente empiezas a cuidarte con tus propios amigos, con tu pandilla y posiblemente se genera un vínculo de confianza. Otra cuestión que me ha llamado la atención es percibir, al menos en el grupo con los que hemos trabajado que eran personas muy inquietas en general, pero particularmente por la parte artística, esa inquietud, manifestada con tanto a través de la cultura oral o escrita , sino por, no sé cómo llamarlo, cultural visual, digital o qué. Son persona muy inquietas, pero la forma de contar historias a través de la literatura, los libros¡No!. Son las películas y las canciones. ESTA GENERACIÓN CARECE MUCHO MÁS Andrés Lima precisa Si nosotros tenemos una falta de educación emocional, esta generación adolescente carece mucho más todavía. Han ganado en otras muchas cosas como es la información, pero en educación emocional menos que nosotros. Yo también doy clases a jóvenes, y la palabra que más sale es «angustia y ansiedad«. me da que pensar que la confianza es algo que desean, pero no la encuentran. No tienen confianza en encontrar trabajo, no tienen confianza en las relaciones duraderas… A eso le llamo yo educación emocional. Es una falta de confianza en sí mismo, y por eso esa duda, ese incremento de la soledad, la angustia y en muchos casos es a punta del iceberg, que es el suicidio. Es verdad que generamos una sociedad violenta que no consiste solamente en pegarse o no pegarse, sino en un manera de reaccionar violenta. El ser humano, mucho más que hace muchos años, tiene muy claro que el modo de relacionarse es la guerra. Hoy cualquier guerra es una guerra mundial, con lo cual con respecto a la violencia yo noto más sensación de violencia que cuando nosotros éramos jóvenes, y eso que en la Transición había mucha pelea en la calle, pero con un sentido de futuro, ya que estaba todo por hacer. Ahora creo que es más difícil creer en ese futuro Es cierto que la idea de futuro está en crisis, pero que nosotros lo tuviéramos mejor, no lo creo –corrige Alberto San Juan.
De todos los trabajos hechos por Andrés Lima, este lo considera el más complejo, porque quería que «la historia fuera clara, sencilla y directa», con lo cual saltaron por los aires una serie de entrevistas reales a expertos, y por lo tanto quedan muchas preguntas sin resolver. FUNCIÓN PRECIO
Título: Asesinato Y Adolescencia Un thriller contemporáneo sobre la adolescencia y la violencia
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Asesinato y adolescencia. San Juan- Lima. TE
