Violante está enamorada de Don Diego. Cuando, invitado por ella, se dispone a raptarla, el santo Don Gil logra detenerlo. Tentado él mismo, suplanta a Don Diego para forzar a Violante y la engaña para que, con el pretexto de la venganza, huya con él y se conviertan en bandidos: ya que él ha perdido su salvación eterna y ella puede arrepentirse más adelante. Dos años después, Violante se dispone a asesinar a Don Vasco, su propio padre, pero se arrepiente y le pide una bendición. Don Gil, enamorado ahora de Leonor, hermana de Violante, vende su alma al demonio y se convierte en su esclavo. Violante se niega a vender su alma y abandona a Don Gil. Encuentra a Don Diego en una cueva, convertido en santo penitente, y renuncia a su venganza para hacer penitencia. Don Gil, cansado de pecar, exige al demonio que le consiga por fin a Leonor. El demonio, incapaz de dársela, le da un cadáver. Don Gil, arrepentido, con la intercesión de su Ángel de la guarda, derrota al diablo. Don Diego y él piden perdón a Don Vasco y lo llevan a contemplar la piadosa penitencia de Violante, que muere clavada en una cruz, encomendándose a Dios. TEATRO MUSICAL PARA VARIOS AUTORES
La compañía Scándere ofrece una historia construida a partir de textos de varios autores:Antonio Mira de Amescua, Agustín Moreto, Gerónimo Cáncer y Juan de Matos Fragoso. La versión es de Arturo Martínez Vázquez en las líneas del teatro musical con música original de Mario García y Guillermo Pareja. Para ello cuentan con un grupo de cantantes y actores amplio, formado por un Coro interpretado por Raquel de la Fuente, Ana Moreno, Óscar de la Blanca, Paula Delgado, y un amplio reparto: Arturo Martínez Vázquez (Don Gil), Laura Ferrer (Violante), Javier Lago (Don Vasco), Noelia Linares (Leonor), Carlos Manrique Sastre (Don Diego), Elio Ruiz (El Demonio), Paula Delgado (Ángel de la guarda) La dirección musical es de Iván López-Ortega y la dirección escénica de Laura Ferrer LOS ERRORES DEL HOMBRE Según sus creadores con este espectáculo Queremos cuestionar los presupuestos morales de un texto clásico desde el ideal de mujer libre, obviando la iconografía del bien y del mal que la obra propone desde una coordenada ontológica para hacerla ética. No es lo importante el camino de la determinación del hombre, sino cómo sus errores marcan para siempre la vida de una mujer. Nuestra protagonista, Violante, es sometida a una violación física y psicológica. Don Gil no sólo se aprovecha de ella, sino que le trae el dysangelium que supondrá su caída. Muy por encima de la hilarante desventura de un santo impío, prevalece el vía crucis de una joven que cae y en su ascenso se convierte en ejecutora de su propia inmolación.
FUNCIÓN PRECIO Grupos de 5 a 9 personas Grupos
Título: Caer para levantar
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