El próximo miércoles 27 de marzo podrá escucharse en el Teatro Real la versión original de la ópera Carmen, de Georges Bizet, tal y como la concibió el compositor en 1874, antes de que los responsables de la Ópera Cómica de París le exigieran los importantes cambios que configuraron la obra tal y como la conocemos hoy en día, y que él nunca llegó a escuchar. La idea original de la ópera es mucho menos hispanizante y la protagonista todavía no se presenta como una gitana. Es una mujer fuerte, frívola, con múltiples facetas y su carácter casi desafía al texto de Merimée. La obra es más una tragicomedia, con numerosas escenas ligeras, que un drama, y contiene parodias y alusiones que debieron encajarse mal en la época. GEORGES BIZET ASEDIADO POR
Georges Bizet había terminado completamente su partitura en el verano de 1874, sobre el libreto de Henri Meilhac y Ludovic Halévy, basado en la obra homónima de Prosper Mérimée. Al comenzar los ensayos sobre el escenario de la Opéra-Comique, empezaron también los problemas: con el coro, considerado demasiado numeroso y cuyos miembros protestaban sus partes tachándolas de ilegibles, por las exigencias de algunos de los solistas (especialmente de la protagonista), por los diálogos hablados sobre música, por la ausencia de escenas de baile y por las continuas injerencias de los directores del teatro. Bajo presión, el compositor accedió a todo. Uno de los aspectos que más llaman la atención de esta recuperación es poder escuchar la famosa aria L’Amour est enfant de bohème antes de que los arreglos de Sebastien de Yradier, introducidos por exigencia de la mezzosoprano Célestine Galli-Marié – primera intérprete del mítico personaje – la transformasen en la famosa habanera que todos conocemos. Según René Jacobs,el director de orquesta de esta función, El aria de entrada en escena de Carmen, originalmente planeada y compuesta por Bizet en 1874, es una canción muy ligera típica del género de la ópera cómica francesa, un auténtico retrato de Carmen como una caprichosa cocotte que proclama orgullosamente su ideal de amor libre (L’amour est enfant de Bohème). Durante los ensayos fue sustituida por la famosa Habanera, que se convertiría en el éxito de la ópera L’amour est un oiseau rebelle (El amor es un pájaro rebelde). Todo ello a petición de Madame Célestine Galli-Marié, la intérprete del papel principal, que prefería cantar un aria bailada en la que pudiera, según ella, «mover las caderas«. Pero la idea de Bizet y de sus libretistas era engañar al público al principio de la ópera y luego revelar gradualmente el verdadero carácter de la gitana. Hacia el final del primer acto canta, o más bien tararea, su segunda canción sobre un texto que no es tal (Tra-la-la…, etc.). Porque la verdadera naturaleza de Carmen debe permanecer borrosa y misteriosa. En 1874, era esta canción la que iba a encantar a Don José y al público por primera vez en la ópera, con una música hispana, y por tanto exótica, y por tanto enigmática, y no la Habanera, ¡un arreglo de Bizet de una canción ya existente compuesta por el compositor español Sebastián Iradier! Hay más Bizet en el aria de entrada original de Carmen, que ahora se ha editado, que en la Habanera. A pesar de la ausencia del aria exitosa de la ópera, el concepto dramático de Bizet y sus libretistas se conserva mejor
BIZET EN EL ESTADO MÁS PURO, De las tres ediciones realizadas por el musicólogo francés Paul Prevost – la del 1874, antes de que las exigencias externas modificaran su obra y su pensamiento; la de 1874-1875, tras los reajustes iniciales y las primeras representaciones, y la de 1875, publicada por Choudens poco antes de la muerte del compositor -, tras concienzudas investigaciones y análisis de los materiales existentes, René Jacobs se ha decantado por la primera de ellas, porque recoge el trabajo compositivo original de Bizet en su estado más puro, sin ninguna intervención externa, con una dramaturgia musical coherente y en la que se muestra como un maestro absoluto de las confrontaciones estilísticas entre personajes vulnerables, inofensivos, frívolos o violentos logrando un impresionante efecto teatral. La versión de concierto que se escuchará en el Real es, en palabras de Jacobs la reconstrucción de la ópera que Bizet nunca llegó a escuchar, pero con la que soñó. Instrumentos de época con músicos especializados, un gran coro (adulto e infantil) y unas voces de primer nivel, todo lo necesario para extraer la enorme riqueza de colores que contiene la obra.
FUNCIÓN PRECIO
Título: Carmen (Opéra comique en cuatro actos) Intérpretes: Dirección del coro de niños: Ana González
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