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DANZA CONTEMPORÁNEA DE CUBA en el TEATRO REAL DE MADRID |
Llega al Teatro Real, durante cinco días, la Danza Contemporánea de Cuba. No deja de sorprender, ya que el mítico Ballet Nacional de Cuba de Alicia Alonso no ha pisado el Real.
Miguel A. Sierra quiere deshacer un tópico: · Cuando se piensa en el cubano se dice que “tiene el ritmo dentro”. Esto es cierto, pero no es sólo eso. Por lo tanto no se trata de ritmos cubanos, sino que ese ritmo cubano se incorpora a otros estilos. No tenemos una línea estética precisa, sino que la línea es lo europeo sedimentado en el bailarín que saca su propia improvisación. Se trata de un intercambio: dar de sí algo y transmitir amor quitando los desamores. Así pues, no es una Compañía de autor. Sólo lo fue los primeros años.
DEMO-N/CRAZY, FOLÍA, MAMBO 3XXI
Tres coreografías forman el programa: Demo-n/Crazy, Folía y Mambo 3XXI. Demo-n/Crazy es una coreografía de Rafael Bonachela que se define como “el deseo es un cuerpo que danza”. Según sus creadores: · Representa una especie de exorcismo en el cual lejos de liberar a los cuerpos de sus deseos más secretos, lo que permite al espectador es ver cómo esos deseos llevan a los intérpretes a una dimensión donde cada uno revela su identidad. Y se persigue un ambiente donde la danza es un paisaje propio, en pos de una belleza que derriba prejuicios y procura nuevas verdades. Folía, con coreografía del holandés Jan Linkens, funde la tradición europea con la sensualidad cubana. De esta conjunción resulta un estilo neoclásico y la pasión. Folía · Celebra la alegría de vivir. Lo bailan hombres y mujeres, en parejas, propiciando el acercamiento de los seres humanos… el virtuosismo de los bailarines la convierten en una de las obras más aplaudidas.
Cierra la velada con Mambo 3XXI, que es una coreografía surgida entre uno de los coreógrafos residentes, el joven George Céspedes, y los propios bailarines. · Las líneas, las composiciones, los trazados simétricos se van combinando en esta coreografía en poderosas mezclas de curvas y sensualidades diversas, tal y como es el propio país que durante los años 50 del pasado siglo cayó rendido ante el ritmo de Dámaso Pérez Prado, el rey del mambo. Mambo 3XXI representa a la Cuba actual y recupera ciertos mitos para reprender sus esencias y reciclarlas en un nuevo contexto mientras nos invita a danzar.
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