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DANZAD MALDITOS
HOMENAJE A LOS PERDEDORES
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| FOTO: PABLO RODRIGO |
¿Acaso no mata a los caballos? es una novela de Horace McCoy que narra uno de los espectáculos más inéditos en la época de la Gran Depresión de los EEUU: una serie de pareja bailaban día y noche de manera continuada con mínimas pausas para comer y semi-dormir. Quien resistía más tiempo recibía un premio en metálico: 1.500 dólares. En los años 70 esta historia encontró la versión cinematográfica como Danzad malditos, danzad, dirigida por Sydney Pollak en 1969.
En el Festival Frinje 15 el 3 y 4 de julio se presentaba en el ciclo Cuerpos en movimiento, Danza Malditos, una producción teatral cuya inspiración bebía de la novela y de la película. La idea de tal adaptación provenía del actor José Luis Ferrer, la cual se completaría con los textos de Félix Estaire y la dirección de Alberto Velasco.
NACIMIENTO EN UN TALLER TEATRAL
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JOSÉ LUIS FERRER
FOTO: www.madridteatro.net |
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FÉLIX ESTAIRE
FOTO: www.madridteatro.net |
La prehistoria del espectáculo hay que remontarla a un taller impartido por Andrés Lima, y luego pensaron por qué no hacer un espectáculo juntos. Buscaron a Alberto Velasco
El haber elegido este tema proviene, según José Luis
- porque primero es una de mis películas favoritas. Segundo éramos un grupo de gente que no nos conocíamos. Nos habíamos conocido cinco días en ese taller. Vimos que había una posibilidad como concursantes que acaban de entrar en un concurso, tenemos una coherencia, porque somos tan dispares, cada uno de su padre y de su madre, de una escuela diversa, de una edad diferente, con «curriculums» teatrales y en un momento de la vida diferente. Esta idea sí que encajaba en esto. La esencia era: casi no nos conocemos, estamos juntos y queremos hacer algo. La idea fue buscando su propio camino. Hubo gente que estuvo en el taller, pero no se quedó en el proyecto. La idea llegó a Alberto, afortunadamente y entró. El propio proyecto ha ido eligiendo. Ha habido gente que se quedó fuera y otra dentro. Viéndolo ahora, no me lo hubiera imaginado para nada. Simplemente nos entregamos a un proceso.
Entrado Alberto en el proyecto, José Luis recuerda que
- Alberto sabía muy bien lo que no quería hacer. Tenía una idea muy clara de lo que quería contar, pero el cómo se lo ha sacado así mismo de dentro.
EL TEXTO EN CONVIVENCIA CON EL ENSAYO
El texto de Félix Estaire vino en una etapa posterior, y Alberto reconoce que Félix ha sido muy generoso como dramaturgo, pues venía a los ensayos para ver qué pasaba. De lo que se respiraba en los ensayos surgieron los textos.
- Al ver que había escenas que flojeaban decidimos repartir las cosas de otra manera – aclara Félix. Inventamos una especie de fórmula matemática para repartirlo todo y quedara, más o menos, claro y se fue depurando. Yo aportaba lo que tenía y se puede decir que es más una cosa de ir aportando y depurando. Hay texto que se han ido construyendo cuando Alberto planteaba un ejercicio. Escribían ellos unos textos y yo iba rescatando expresiones de cada uno. Hay un texto que comparte, pero su primera frase es distinta para cada uno. En el caso de que se elimine, por ejemplo, Ana esa frase es sólo de ella y así sucesivamente. El texto ha sido como un engendro que eliminaba o añadía lo que la propia pieza pedía.
PAGAR PARA TRABAJAR
Dado el éxito obtenido, manifestado por el público que se levantó y empezó a aplaudir en la última escena de movimiento, se ha programada en la temporada 2015/16 en las Naves del Español (Matadero) Sala Max Aub, durante tres semanas.
- Hemos hecho la pieza con el mayor amor del mundo – declara Alberto Velasco – y es una pieza muy personal porque el grupo de actores se juntó para hacer este proyecto y ponen el dinero cada mes para poder llevarlo adelante. Hay que pagar por trabajar y porque tengas la oportunidad de que te vean, al menos, pero es que hay muchos directores de casting a los que tenemos que pagar para que nos vean, pues cursos que haces con directores de casting que hay que pagar. Son cosas que pasan, pero no pasa nada. Son cosas de la vida.
Este concepto de pago José Luis lo matiza:
- No es que tengamos que pagar, sino producir creando, aunque supone una traslación económica. Es duro porque no es solamente el dinero, sino porque nos repartimos el trabajo entre todos. Unos llevan las finanzas, otros los temas legales, otros llevamos la parte audiovisual. Entre todos lo llevamos adelante. Cuando no podemos más llamamos a Alberto y su respuesta:»Pero qué tontería, esto es así..» Son muchas ahora y todo lo que está lo hemos hablado, apalabrado, negociado…y pagado. Es, sobretodo, unirse para crear, y, también, no esperar a que un benefactor magnánimo venga y nos resuelva la vida. Somos nuestros benefactores.
DE LA NOVELA Y LA PELÍCULA
HEMOS COGIDO LO QUE NOS MOVÍA
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ALBERTO VELASCO
FOTO: www.madridteatro.net |
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La novela y la película están muy lejanas, añade Alberto:
- Hemos tomado la semilla de ese espectáculo, pero no hemos trasladado una plasmación de la dramaturgia de la película. Hemos cogido lo que nos movía. Cuando empezamos a trabajar en el proyecto, propuse trabajar sobre la extenuación física, el agotamiento real, y a partir de ahí saliese la verdad, más que las historias entre las parejas o la relación entre las parejas y el público. A raíz de ese agotamiento empezó a surgir nuestra propia historia.
Paralelamente, según Alberto,
- hemos hecho un homenaje a los que se quedan por el camino, los grandes perdedores que, en realidad somos todos, pues nos venden una idea de perseguir sueños muy lejanos, inalcanzables cuando cerca tenemos unos sueños preciosos que podemos conseguir poco a poco, y, a lo mejor, un día nos llevarán a ese sueño inalcanzable.
En toda esta historia se habla de extenuación física, supervivencia, de lucha
- pero siempre con la sonrisa y con la esperanza. Con ganas de que algún día pueda cambiar todo. No perdemos la esperanza, ni mucho menos. Hablamos del mundo del Arte, de los actores y de todas las personas que sueñas, porque no sólo los artistas tenemos este poder.
EXPLOTACIÓN DEL SER HUMANO
Otro de los aspectos que se desprenden de la película es la explotación del ser humano, entre los mismos participantes, o bien desde fueran: los espectadores disfrutan del espectáculo.
- Una vez que se exponen a ser objeto de espectáculo – corrobora Alberto – con su propio cansancio y su extenuación física, muestra su alma a todas las personas que lo están viendo, hay algo de pornografía en eso. Está en la película y eso también está en nuestro espectáculo.
Algo de esto se puede palpar en concursos y programas televisivos en todo el mundo, en el que los participantes están sometidos, bajo contrato, a poder ser investigados e instigados en sus vidas privadas. Alberto reconoce que hay un paralelismo pero
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FOTO: JULIO CASTRO |
no hay alusión directa porque utilizamos otro lenguaje más danza-teatro y otros mundos, pero conceptualmente está muy cercano lo que sucedió en la Gran Depresión en aquellos concursos, en que la gente que tenía dinero iba a ver el sufrimiento de los pobres, a lo que sucede ahora. Es igual, pero en la televisión. Sólo que aquí llegas a más gente y no sólo a los ricos. Al final estás viendo las miserias de la gente en la televisión. Lo mismo, pero con distinto formato. En el fondo hemos vuelto a los años veinte y treinta. A principios de siglo, los años 1910- 15, hubo un boom económico. El Titanic, la humanidad que viaja junta, y luego a tomar por saco todo…Creo que 100 años después ha pasado, más o menos, lo mismo. Creíamos que era la bomba económica, que podíamos con todo, tenerlo todo y obviamente hemos visto que no. A pesar de que el factor económico que influye en el ser humano está sobre el aire, lo que contamos son historias humanas que es lo que nos interesa. Cómo influye todo esto en el ser humano y no le impide seguir adelante.
COMPETIR REALMENTE
Lo impactante del espectáculo es que la competición es real, en cuanto se ve en la función lo que está sucediendo. No hay improvisación como tal.
- La dramaturgia es clara y sobre ella no hay improvisación. La competición está en que los actores compiten por las escenas. Es como si en un Hamlet, se compita por hacer de Hamlet o de Ofelia, pero la dramaturgia de esos personajes está definida. Eso hace que el punto de vista sea distinto, porque lo es el intérprete y las relaciones son distintas. Hay muchas posibilidades de juego, que te elijan o no. Son once concursantes y hay que elegir parejas, por lo tanto sobre uno, que queda descartado, aunque se mantenga en escena. Cada día las parejas son distintas, entonces todos tienen que aprender a bailar con todos.
En su estreno en el Frinje motivó un aplauso grande, y parte del público empezó a llorar porque, según Alberto
- algo se había revuelto dentro de él, y descubrimos que este espectáculo, al final, es una experiencia. El público está viéndolo activamente y viene a ser como una parte del espectáculo. Entonces se implica y tiene sus favoritos, los cuales caen y cogen otros favoritos. Hay una escena en que tienen que dar muchas vueltas corriendo y ves cómo el público se remueve en la silla, y siente que paren ya, porque es cansancio real.
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| FOTO: JULIO CASTRO |
CADA ESPECTADOR TIENE
UNA REACCIÓN DIFERENTE
Félix Estaire, autor de los textos, precisa que las reacciones no son iguales en todas las personas del público, porque
- por ejemplo una persona tiene a Karmen Garay como favorita y cuando la eliminan esa persona del público queda fastidiada. Otra persona dirá «Que se quiten a Karmen Garay de encima «… Por tanto cada espectador tiene una reacción diferente, con lo cual la función está completamente viva. Para los actores también, porque hoy, por ejemplo, José Luis tiene de pareja a Carmen Garay, pero al otro día no. Esto supone que cada día gana una pareja distinta.
José Luis Ferrer añade que no han podido explorar todas las posibilidades de combinaciones, y ya desde los ensayos se trabajaba con esta dinámica.
- Hay una escalada de perdedores, pero nunca salimos de escena. De ahí que los actores podamos hablar del espectáculo desde fuera porque somos «espectactores». Ves todo lo que está sucediendo. En el teatro el actor intenta no repetir, y ese es nuestro trabajo. Aquí es imposible repetir. No sabes qué pareja tienes, cómo estás tú, factores de suerte, de resistencia. Puedes salir con pocas papeletas y ganar; hablar mucho y no ganar; no decir nada e toda la obra y tu trabajo es más d cuerpo y ganar…Las combinaciones son enormes. Es un «shock» para tu ego y es ponerlo a prueba, por muy guay que te creas que eres. Al final ves que tienes que competir ante tus amigos y estás metido en una estructura, que es la estructura de la vida. de nuestro ADN. Somos competitivos, pero ante todo somos compañeros y es un reto para el ego. Es un depurador del Ego. Luego, cada texto, cada momento.. son textos muy elevados y con ellos se pueden decir cosas que viaja de lo cotidiano a lo trascendente, pero desde un lugar físico que te permite decirlos desde ese lugar.
José Luis en este juego, piensa que todos los actores son como un único personaje que se expresa
- por uno o por otro actor, y cada día de un modo diferente. Es, también, como un regalo. Hoy te quedas en esta parte del camino y todo depende como lo veas. Puedes pensar que has perdido, pero también que has ganado.
- Dirigiendo, Alberto– añade Félix – es como si fuese un porteador de un paso de Semana Santa, en donde todo está bien colocado, pero después se trata de contar con el trabajo de los actores, en el cual se advierte que «Chicos, tenemos que competir de verdad y salir a ganar». Si los actores no le echan arrojo cada día, la función no ocurre. Cuando a uno o elimina, éste tiene que procesar esa eliminación. Eso ocurre de verdad.
SALIMOS A ESCENA Y
DECIDIMOS LA PAREJA
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ANA TELENTI
FOTO: www.madridteatro.net |
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Ana Telenti es una de las actrices. Por su parte subraya:
- Yo salgo a ganar. A competir y darlo todo. Obviamente es muy interesante cuando das todo de ti y no llegas, pues no depende de tu esfuerzo, sino de la decisión que tome otro, del azar…como en la vida. Es un homenaje a los perdedores, como se ha dicho, a los que se quedan por el camino, a nuestra profesión y la decisión siempre depende de que la tome otro.
El competir y la incógnita de qué pareja me va a tocar juega desde el principio.
- Salimos a escena y, en ese momento, decidimos con quien queremos concursar. Todos nos sabemos todos los textos y la estructura de la función. Después habrá una serie de pruebas eliminatorias, de resistencia, de azar… que te lleva a un personaje u otro.
Esta forma de llevar la función supone estar muy atento, por parte de los actores, para ver en qué número quedan pues tendrá un texto u otro. Cuando se van eliminando esos números van variándolo todo.
- Si el 5 es eliminado, entonces el que dice el texto es el 4, por lo tanto tengo que estar muy atento. Esto hace que los actores tengan verdad absoluta. Esto es algo que yo digo mucho. Nos dejamos mucho dinero con grandes maestros del mundo de interpretación para conseguir la famosa organicidad, la famosa verdad. En este espectáculo tenemos momentos de verdad absoluta. Los intérpretes están arrojados a lo que puede pasar, y, en un momento, me doy cuenta de que soy eliminado, o de que tengo que decir esto . Esa verdad es la que hace que transforme la energía eléctrica de la función. Es una tormenta eléctrica lo que sucede.
NO HAY IMPROVISACIÓN,
TODO MARCADÍSIMO
Tal tratamiento podría pensarse que hay improvisación, lo cual niega Alberto, pues todo está marcadísimo, las coreografías, los textos y la estructura, salvo que cada pareja no sabe cuál le va a tocar hasta el momento de salir a escena, e incluso en la misma escena. El maestro de ceremonias nombra a uno de los actores y éste elige pareja. Así sucesivamente.
- A veces sucede – apunta Ana Telenti – que piensas elegir a uno y de pronto, sin saber por qué te sale otro nombre. Eliges en el momento de la escena.
- Además no puedes elegir libremente – añade José Luis – porque si eres el cuarto o quinto a elegir, es la persona que queda. El margen de elección no es muy libre. Es como la vida. La elección es uno y luego hay otros factores que no están bajo tu control. No hay posibilidad de actuar porque lo que está sucediendo es más relevante que cualquier cosa que te puedas inventar. Hay que estar muy atento por todos los factores que requiere y porque lo que está pasando, está pasando de verdad. Entonces no tenemos que hacer ese trabajo actoral de meternos en la piel de alguien que le está pasando algo. Nos está pasando algo, ya. Es muy directo. No somos personajes. Somos nosotros, no hay ningún sitio donde esconderse.
- Lo que varía es el punto de vista del intérprete en cada momento y ello hace que haya infinitas funciones. Al final solo quedan dos pruebas y una persona del público decide la ganadora – precisa Alberto.
EL MAESTRO DE CEREMONIAS:
UN RELOJ PRECISO
LA CANTANTE: ELPESO DEL PASADO
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FOTO: CÍA MALDITOS |
Rulo Pardo interpreta al maestro de ceremonias, el presentador. José Luis lo define como
- reloj de precisión infalible, porque marca el tempo y ritmo de toda la obra. No le he visto bajar el ritmo ningún día en ningún ensayo. Es un ritmo implacable, tenso, cargado de la emoción del tiempo. Otro elemento es la cantante, Verónica Ronda, que aunque tenemos nuestra opinión de lo que es ese personaje, es el público quien tiene que sentirlo. Lleva una carga más emocional. Es el peso que llevamos, pero heredado de todo: la familia, los padres…, el pasado. Verónica y Rulo so dos piezas fundamentales. Rulo marca el tiempo en este planeta, porque esto es un universo con magnetismos diversos, en el que cambian las densidades del aire en ciertas zonas. Verónica pasa del canto lírico a una deconstrucción de él, con disonancias , así como pasa de los más cotidiano, realista y creíble a lo absolutamente expresionista, loco, físico…Hace un recorrido inmenso.
José Luis confiesa que están muy bien arropados por la dramaturgia y Alberto que ha hecho
- lo que ha querido con nosotros dentro. Nos sentimos muy desnudos, pero muy arropados.
TRABAJO EN CONTINUA REVISIÓN
Ana Telenti destaca que lo que lo impresionaba es que Félix y Alberto a partir de un ensayo
- trabajaban en casa y cómo podía ser el espectáculo, y al llegar a ponerlo en pie, muchas veces, se podrían haber conformado porque era un buen trabajo y lo han mandado a la mierda, para hacer algo que tuviera que ver más con el espectáculo y que fuera honesto con lo que queríamos contar.
- Ese es el trabajo – precisa Félix – te has pasado tres días haciendo un trabajo y te das cuenta que te has equivocado, y tienes que tirarlo a la basura. No es trabajo perdido porque has tenido que haber hecho eso para llegar a ese fin.
COMPAÑÍA MALDITOS
Con motivo de esta función han tenido que formar una compañía que responde al nombre de Malditos, título surgido familiarmente en los washap entre ellos, pero que tuvieron sus dudas por lo que supone el término maldito como algo negativo. No obstante actualmente
- lo llevamos con dignidad – advierte José Luis –, porque los malditos no son los coronados por la sociedad, sino que son otra cosa, como sucede con los poetas malditos: Rimbaud, Baulelaire… Nos ponemos de ese lado, y el espectáculo es un homenaje a los perdedores de los cuales nos ponemos de su lado. Es el triunfo que nos quieren vender y no es el que nosotros buscamos, sino que buscamos comunicarnos de otra manera.
El futuro en seguir como Compañía es un ideal, pero no hay nada todavía. José Luis concreta que
- Nuestra intención es ahora.
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