Si uno menciona El Barbero de Sevilla, las conexiones normales son con el mundo operístico y con Rossini. Sin embargo en nuestro repertorio zarzuelístico existe El Barbero de Sevilla (1901) con música de Gerónimo Giménez y Manuel Nieto y libreto de Guillermo Perrín y Miguel de Palacios.
Es título que ha quedado en el repertorio, pero las antiguas compañías de repertorio no abusaban de él. Pertenece al llamado género chico – aunque algunos autores prefieren llamarle zarzuela chica – y por eso al comprobrar que la duración de este Barbero es de 90 minutos, surge el interrogante.
El libreto es una comedia de situación: una chica que quiere triunfar en el mundo de la lírica. Elena es alumna de César Bataglia, profesor de canto. La posible carrera lírica de la chica está en litigio. Sus padres tienen opiniones contrarias entre sí. Don Nicolás, barbero, no ve bien la mencionada carrera. Casimira, su mujer pone toda la carne en el asador para que a su retoño lo incluyan en una Compañía de Ópera que va a representar El Barbero de Sevilla de Rossini. Don Nicolás bebe los vientos por La Roldán, soprano de ópera, ambos conciertan una cita en Burgos. El novio de Elena, Ricardo, es cantante de ópera pero, ante la aversión de don Nicolás por la lírica, se hace pasar por ingeniero agrónomo. Burgos va a ser el punto de destino de todos. Y allí se armará la marimorena.
Montserrat Font Marco – hija de Dolores Marco y José Font – es la directora musical y es una gran especialista en zarzuela.
En la Compañía Lírica Dolores Marco se sigue una filosofía con respecto a los cantantes solistas.
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