Dios visita al mundo e idea una función de teatro. Los seres humanos serán los actores que interpretarán diversos personajes. La Ley de Gracia será el apuntador, el cual sólo ayudará a las debilidades de los intérpretes con el «obra bien, que Dios es Dios». En el transcurso de la obra se plantean disquisiciones filosóficas, candentes en su época, y que siguen vigentes como es el sentido de nuestra vida y los valores que la rigen. El gran teatro del mundo es un auto sacramental que Calderón escribe para representarse en la festividad del Corpus Christi, la cual subraya los valores de la Eucaristía en la Iglesia Católica frente a los movimientos de la Reforma y en el contexto del Concilio de Trento. Está en la línea del llamado Theatrum mundi, por el cual, el mundo es un teatro donde cada ser humano representa un papel social. Tal concepción se encuentra ya en los filósofos pitagóricos, en Platón, los estoicos, Lucilio de Séneca y el Enquiridion de Epícteto. El mismo Calderón trató el tema en la comedia Saber del mal y del bien, y con anterioridad Lope de Vega lo toca en su comedia Lo fingido verdadero (CLICK). Por otro lado era tema recurrente en los sermones barrocos.
LLUÍS HOMAR, actor y director de teatro.
Lluís Homar junto a Xavier Albertí y Brenda Escobedo, ha escrito una dramaturgia, cuya premisa, en palabras de Lluís, parte del convencimiento de que hay que romper con la idea de que el teatro clásico es teatro de otra época. El teatro sólo puede ser del momento en que se hace. En este contexto de contemporaneidad, se ha procurado que la versión de El Gran Teatro del mundo vaya a la esencia y explique el conflicto con claridad de modo que llegue al público, esto justifica su programación por parte de la CNTC (Compañía Nacional de Teatro Clásico) más allá de lo que podría ser una curiosidad literaria y filosófica. Calderón de la Barca pertenecía a esa extraordinaria generación de hombres y mujeres de teatro que durante el Siglo de Oro se habían educado en las corrientes liberales, dentro de los dogmas eclesiásticos, y que educaron a sus espectadores en esas corrientes. En El gran teatro del mundo vemos que Calderón intenta sustituir la obediencia por la consciencia, vemos cómo humaniza a Dios, cómo la culpa es sustituida por la clemencia, cómo la religión no puede ser impuesta por el poder, vemos, en fin, cómo la libertad del ser humano necesita de unos valores para vivir en comunidad y esos valores dependen de nuestra propia libertad de conciencia. En un mundo como el nuestro, en el que la palabra «religión» ha sido manipulada por el excesivo peso del poder eclesial, volver a Calderón es una maravillosa y poética forma de volver a darle significación. COMPAGINAR DOGMA
Calderón ha sido tachado de haber llevado la teología a varias de sus obras y por tanto de ser un defensor de la Iglesia dogmática de la época. Más bien es todo lo contrario. Al ser hijo de la Contrarreforma, tiene que compaginar las nuevas ideas liberales con el dogmatismo eclesial. De esta tensión se hace eco Lluis Homar El genio creador de Calderón intentó en innumerables ocasiones conjugar su obediencia a esos principios dogmáticos con elementos que elevasen la consciencia de sus espectadores a espacios más allá de la obediencia ciega y les permitiesen amplias cotas de reflexión, abrazando la naturaleza humana sin límites. El gran teatro del mundoes una obra paradigmática en ese sentido. En ella se conjuga un imaginario escénico inédito en su tiempo y una versificación de una extraordinaria belleza, con unas reflexiones espirituales y filosóficas de gran profundidad que proponen a los espectadores del siglo XVII y a nosotros mismos amplias cotas de reflexión sobre la naturaleza de nuestra existencia y los valores que la acompañan. Por todo ello, El gran teatro del mundo sigue siendo una de las más importantes producciones teatrales del Siglo de Oro. XAVIER ALBERTÍ, dramaturgo y músico
Xavier Albertí, ha participado no solamente en la dramaturgia sino que ha compuesto y dirigido la música. Xavier recuerda que el contexto de El gran teatro del mundo es el siglo XVII, en el cual la óptica va a revolucionar la forma de relacionarnos con nosotros mismos, y el teatro de Calderón va a ser paradigmático para entrar en las fronteras entre la obediencia ciega a una idea de Dios impuesta por los teólogos o un camino abierto para que cada ciudadano desde su libertad, pueda escoger cómo relacionarse con su idea desde el albedrío libre que cada uno debe de tener. PABLO d’ORS, dramaturgo y teólogo Pablo d’Ors (Madrid, 1963), nieto del ensayista y crítico de arte Eugenio d’Ors, es sacerdote, profesor de dramaturgia y Estética teológica. Fue llamado para ser asesor teológico en la dramaturgia de El gran teatro del mundo.
Al tratarse de un auto sacramental de Calderón y versar la obra sobre lo que en la doctrina católica se conoce como Escatología, es decir, los misterios del Juicio, el purgatorio, el infierno y la Gloria, la consulta técnica parecía en Principio justificada. (…) Nunca imaginé que nuestra conversación iba a ser tan fecunda, en particular cuando nos centramos en la imagen de Dios y en la eucaristía, puesto que la obra termina en una suerte de banquete Celebrativo. Acometer un texto de este calibre, tanto por lo que se refiere a la Forma como al contenido, me parecía – y así se lo hice ver – una auténtica Osadía, por no decir una empresa de Alto riesgo. Pablo asistió al ensayo general y quedó impresionado, disipando toda duda: Quedé sumamente impresionado … porque no era solo que Calderón siguiera siendo actual para el público de hoy, sino que la versión, magistralmente dirigida por Lluís Homar, era fresca y chispeante. Así como – y esto es lo que quiero subrayar – ligera y profunda a un tiempo, explosiva combinación. En efecto, tal y como ha sido puesto en pie, este espectáculo pone de manifiesto que también hoy nos concierne, aunque con distintas categorías, el destino de la humanidad. Que no es indiferente vivir de una u otra forma y que, de algún modo, a este mundo, nos guste o no, hemos venido a representar un papel.
FUNCIÓN PRECIO
Título: El gran teatro del mundo
|