Fiorilla, avispada, coqueta, mujer libre, feminista y atrevida adicta a los folletines de las fotonovelas, imagina una historia de amor trepidante y rebosante de erotismo, con un turco galán y seductor (Selim), que se implanta en su vida. A partir de ahí su vida es embrollo tras embrollos libidinosos con las parejas de ambos, en un continuo y jugoso juego de disfraces. De esta desenfrenada comedia de enredo se aprovecha el altanero y miserable poeta Prosdocimo, que la transforma en la trama de su nueva obra, pero pierde el control sobre los personajes, manejados, en realidad, por Fiorilla.
En 1814 Il turco in Italia se estrena en Milán, pero viene rodeada de una seria de acusaciones previas, sin haberse visto la ópera: Ser un pastiche de La Italiana en Argel (CLICK) del mismo Rossini, estrenada el año anterior. Según Joan Matabosch, director artístico del Teatro Real, el crear pastiches de sus obras era muy propio de Rossini, y le encantaba copiarse a sí mismo, pero esta es una de las excepciones de su carrera. En Il turco in Italia no copia nada. Todo es música nueva. Sin embargo la obra nació manchada por esta acusación sin fundamento, nacida probablemente por el parecido de su título Il turco in Italia con el de la Italiana en Argel. GIACOMO SAGRIPANTI, director musical Giacomo Sagripanti (Abruzzo, Italia). Debuta en 2013 en EEUU con La cenerentola en la Opera de Seattle. En 2016 es Galardonado en los Opera Awards 2016 en Londres como Mejor Director Joven del Año. Actualmente es director musical de la Ópera y Orquesta de Tiflis (Georgia). Tras debutar en Italia y Alemania en el Festival della Valle d’Itria y el Theatre de Lübeck, ha dirigido: La Cenerentola en la Semperoper de Dresde, Madama Butterfly en el Teatro La Fenice de Venecia; L’elisir d’amore, en la Opernhaus de Zúrich; Anna Bolena e Il barbiere di Siviglia, en la Staatsoper de Viena; Werther y Madama Butterfly, en la Opéra Bastille de París; La traviata y Don Pasquale, en la Royal Opera House de Londres; La Cenerentola y La favorite, en la Bayerische Staatsoper de Múnich; Turandot, en la Staatsoper de Hamburgo; Moïse et Pharaon, en Festival Rossini de Pésaro; Un ballo in maschera y Don Carlo, en el Teatro Bolshoi de Moscú, y Tosca y Lucia di Lammermoor, en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona. Recientemente ha dirigido Tosca en Viena, Don Carlo, en el Teatro Estatal de Tiflis, e I puritani, en el Teatro di San Carlo de Nápoles y el Théâtre des Champs-Elysées de París. Ante esa polémica de si Il turco in Italia es una copia del mismo Rossini, Giacomo desvela que lo que hay son dos versiones
la primera en 1814 cuando la estrena en Milán, y la segunda en 1815. Claramente Rossini es el autor de estas dos versiones, pero cada vez que se va representar en Italia, es importante decidir lo se va a representar, porque hay piezas de 1814 que Rossini cambió en 1815. Por ejemplo la cavatina de Fiorilla; la segunda aria de Geronio en el segundo acto, que suena fuera del estilo de esta ópera que era muy ligera como un aria de sorbetto, propia del siglo XIX en Italia – aria interpretada por un personaje secundario hacia el final, momento en el los vendedores de helados y sorbetes ofrecen sus productos al público – se pensaba que no era de Rossini, pero tenemos pruebas con la edición crítica que es un aria de Rossini. Cada vez la elección de la versión depende del reparto que tienes. En nuestro caso hemos decidido no hacer el aria de Albazar, el segundo tenor, porque al 100% es seguro de que no es de Rossini. El aria de Albazar se interpretará, para quien le interese, en el proyecto los Enfoques. Todos los recitativos nos son de Rossini, de todos modos mucha gente dice » no es de Rossini, pues no hay que hacerlo». Eso es verdad, pero depende porque si el aria de Albazar estaba desde el principio en la ópera, significa que Rossini la ha aprobado. En este caso hablando con Laurent – director de escena – hemos decidido no hacerla. En la mayoría de los casos no se hace, pero si quieres hacer la edición crítica y quieres ser una historia de Il turco in Italia de toda la ópera a nivel musical o para una CD se puede considerar hacerla. Para Giacomo lo más importante de esta obra es que es un «drama-bufo». Il turco in Italia es como una prueba de La Gazza ladra (La urraca ladrona,1817). Ahí el primer acto es claramente «bufo» y el segundo acto es otra ópera, es una ópera seria al cien por cien, e cuanto al drama, el carácter de los personajes, la música…Hay grandes escenas del Rossini serio, ese Rossini más noble. Aquí tenemos lo mismo en el personaje de Fiorilla. Fiorilla tiene una cavatina muy ligera del estilo del canto bufo, y cambiará totalmente al final de la ópera con la escena más importante de la ópera, la más virtuosa y la única escena que tiene un recitativo acompañado con la orquesta, que es el índice típico de personajes nobles en las óperas. Eso desde Mozart. Por eso es importante, para mí, entre el primero y el segundo ato en el personaje de Fiorilla.
ACOMPAÑAR CON EL FORTEPIANO
Giacomo debuta al frente del Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real e interpreta también el fortepiano en los recitativos. El que se ocupa del fortepiano supone estar más cerca del director de escena, porque todos los recitativos de Rossini, e la época, se acompañaban con el clavicémbalo, el violonchelo y, de vez en cuando, el contrabajo, que hacía el bajo continuo. Aquí tenemos un violonchelo a mi lado, y un fortepiano que es un poquito más expresivo del clavicémbalo. No lo hago siempre, pero lo hago sobre todo con Rossini. Así se pueden unir las piezas musicales de una mejor manera. Rossini no ha escrito nada de esto, sino que delegaba. Me gusta terminar la pieza musical y tocar inmediatamente para unir con la otra pieza. Para mí es un poco más fatigoso, porque, normalmente, en los recitativo, yo paro y descanso. VARIAS PIEZAS IMPORTANTES A nivel de partitura las piezas más importantes son, en opinión de Giacomo la Obertura, donde hay un tema principal, el Allegro, que también lo utiliza en algunos números musicales, el final, el dueto de Fiorilla… Eso es señal de que hay una coherencia, y esto no es normal en Rossini, el cual toma obertura de otra obras suyas. Por ejemplo la de El barbero de Sevilla (1816, estreno) es una obertura seria escrita para Aureliano in Palmira (1813), donde hay al final el tema de la obertura, lo cual no sucede en El Barbero. Segundo es interesante ,en los ensemble, la tinta que tiene el terceto del Poeta, Selim y Geronio. Es interesante porque está escrito en un tono muy suave y hay una comicidad muy picante del Poeta con los otros dos. Esto no es propio de Rossini, sino que es mucho más directo. Luego el dúo más cómico de la ópera en el segundo acto del bajo y el barítono, es el típico dúo rossiniano superdivertido. Eso es normal en Rossini. La gran escena de Fiorilla es interesante. El final del primer acto, muy rossiniano, es interesante. El cuarteto es muy interesante, así como cuando están todo enmascarados del segundo acto, done por primera vez vemos el lado melancólico de Geronio y, en algunos momentos, pensamos en Don Pasquale. Es muy clara la conexión de este hombre que se siente totalmente perdido y no sabe lo qué hacer. No entiende nada. Es también otra conexión con el Falstaff, al final. LAURENT PELLY, director de escena y vestuario Laurent Pelly (París, Francia, 1962), es un director destacado en la ópera y en el teatro y es especialista en el repertorio francés e italiano, que ha ampliado recientemente con el checo y ruso. Diseña el vestuario de todas sus producciones. Ha codirigido el Théâtre National de Toulouse Midi Pyrénées entre 2008 y 2018. Ha sido galardonado en los International Opera Awards en 2022 en Mejor Nueva Producción por La voix humaine y Les mamelles de Tirésias para el Festival de Glyndebourne. En 22/23 ha dirigido Lakmé en la Opéra Comique de París, La Périchole en el Théâtre des Champs Elysées de París y Eugenio Oneguin, en La Monnaie de Bruselas. Recientemente ha dirigido A Midsummer Night’s Dream, en la Opéra de Lille; Così fan tutte, en el Théâtre des Champs Elysées; La Cenerentola, en De Nationale Opera de Ámsterdam y la Ópera de Los Ángeles; Candide, en la Ópera de Santa Fe, y Le nozze di Figaro, en Santa Fe y el Festival Matsumoto de Japón. En el Teatro Real ha dirigido La fille du régiment (CLICK) (2014), Hänsel und Gretel (CLICK) (2015), El gallo de oro (CLICK) (2017), Falstaff (CLICK) (2019) y Viva la mamma! (CLICK) (2021). Según Laurent, ante Il turco in Italia se plantea dos problemáticas.
La primera es general a la música de Rossini, y no sólo a la música bufa. Es la dificultad de poner en escena estas arias y diálogos tan repetitivos múltiples veces. Esto nos obliga a la búsqueda de soluciones narrativas para que la historia siga adelante. La segunda problemática se refiere a la ligereza del libreto sentimental y más cómico que serio con personajes absolutamente cómicos como Geronio que es un personaje típico de la Comedia del Arte, que aparece en todas las comedias de Molière como Geronte. Esto último llevó a que el eje de la acción no fuera el Poeta, siempre presente y de hecho es el que escribe la obra. El eje central sería Fiorilla. Esta obsesión de Fiorilla por las fotonovelas se adaptaba muy bien a la ligereza del libreto y a la música de Rossini, para contar esta historia. «La historia de una mujer desgraciada e insatisfecha con su matrimonio con espacios de libertad se refugia en las fotonovelas y en el cine, que es lo que le hace soñar». Pensamos que era la mejor manera de contar la historia y la música, teniendo en cuenta cómo es el libreto. LA FOTONOVELA NOS PROPORCIONABA La fotonovela es un invento italiano de los años cuarenta y cincuenta y que se prolongó hasta los setenta, que es cuando entra en los hogares la televisión.
La fotonovela nos proporcionaba un material romántico y burlesco a la vez. Nos permite reflejar los sentimientos de estos personajes y también las situaciones muy burlescas. Este formato de la novelita ilustrada, que es muy melodramático y del puro melodramático resulta cómico, con lo cual nos resultaba un buen formato para reflejar estas situaciones que acaban siendo cómicas de puramente melodramáticas. A medida que los cantantes han ido comprendiendo a dónde queríamos llevarlos, los ensayos han sido muy divertidos y han visto que esto funcionaba muy bien. Preguntarnos por la idea primigenia de Rossini, sin tener el recurso de la fotonovelas para llevarnos a esa fantasía, Laurent no sabría responder, ya que no conocí al compositor en persona, pero hay algo especial en este ópera: por un lado la mezcla de lo bufo y lo serio, y por otro lado las incoherencias del libreto, por ejemplo, entre otras, la presencia del Coro que no sabemos para qué sirve. está todo el tiempo pero no interviene en la acción. La obra termina con una pretensión claramente moralista, que hemos tratado de evitar o subvertir. Fiorilla vuelve al orden y punto. Hemos dicho «¡No! no vuelve al orden porque la historia puede repetirse». Habrá más peleas, más amantes, turco o no, y eso hace que no podamos encerrar a Fiorilla en aquel final moralizante. Fiorilla es un personaje muy bonito que, incluso, puede considerarse feminista. En su época Il turco in Italia tuvo muchos problemas con la censura: hay una infidelidad explícita de una mujer, algo intolerable en la época, y encima tomado con sentido del humor. En Milán pasó más o menos, pero en su estreno en Roma se cambió todo. Narciso ya no es el amante de Fiorilla sino que se concierte en el criado de Fiorilla; en Nápoles Don Geronio en vez de ser el marido de Fiorilla se convierte en el tutor. Para cumplir las normas de censura, parece ser que se publicó el libreto con todos esos cambios, pero en escenario se hizo lo que Rossini había escrito. De todos modos para Laurent lo importante no era el situarla en los años sesenta/setenta, o el recurso de la fotonovela sino representar la música de Rossini lo más viva, lo más sensible y lo más actual posible. Podría haber recurrido a la fotonovela o buscar otra solución. La fotonovela es una situación poética que me permite dar acceso a la música y ponerla en el corazón de los personajes.
METATREALIDAD EN IL TURCO IN ITALIA La obra, con motivo de ese Poeta que reescribe la obra y quiere reformar los personajes a su modo, habla de metateatro, término de estos últimos tiempos y nada cercano a Rossini, en esta terminología. Para Matabosch tiene mucho de metateatro como lo tenía Viva la mamma! (CLICK) Laurent integra al Poeta dentro de la misma trama, pero el planteamiento que hace Romani y Rossini es muy sorprendente. El Poeta parece que ha leído un tratado sobre el romanticismo incipiente y quiere buscar los personajes en la vida real, y los encuentra. El concepto tiene un concepto tradicional de teatro, anacrónico. Cree que los personajes tienen que adaptarse a lo que es una dramaturgia tradicional, y cuando encuentra los personajes reales, resulta que no se dejan. Cada uno hace lo que le da la gana. Eso tiene una dimensión metateatral, pero también es verdad que los autores lo utilizan para que este final convencional sea forzado.
FUNCIÓN PRECIO
Título: Il turco in Italia (Dramma buffo en dos actos) Intérpretes: Dirección del coro: Andrés Máspero
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Il turco in Italia. Rossini. Romani. Sagripanti.Laurent. TR
