LORENA VEGA Y HERMANOS La actriz, directora y docente Lorena Vega es de esas inquietas creadoras escénicas crecida profesionalmente en el siempre bullente teatro independiente argentino, al abrigo de grandes nombres del teatro de allá como Ciro Zorzoli, Gabriel Chamé, Rubén Szchumacher o Mauricio Kartún. Lorena Vega y sus hermanos son los artífices de este Imprenteros – en Argentina, obreros que trabajan en una imprenta -, una obra documental en la que Lorena cuenta su historia personal a partir de un episodio familiar, entre cuyos ingredientes están: una herencia, un taller gráfico familiar que provoca, a partir de la muerte del padre, la disputa entre los herederos y los hermanos que no pueden volver a Argentina. El aspecto documental no está atravesado por la autoficción salvo lo necesario para la puesta en escena en su engranaje, pero en cuanto a la historia es real y la ficción no he entrado en ella.
DIVERSOS LENGUAJES A nivel de construcción de la obra entran diversos lenguajes: papeles, carpetas, folletos, vídeos en vhs, entrevistas y bailes al ritmo del sonido de las máquinas, conforman el hilo de la historia de una imprenta y una familia que habitó un lugar plagado de resmas de papel, rotativas y guillotinas. Entre esos lenguajes es
el sonido es un canal muy importante porque la narración está en varios planos. Pienso que las obras de teatro, más allá del discurso sucesivo de acontecimientos, son obras de música, de danza. Entonces una imprenta artesanal con máquinas antiguas tiene una sonoridad particular, y en el origen de la creación de la obra, ese era uno de los lugares donde podía convocar esa atmósfera. Vibrantes coreografías a partir de un campo sonoro industrial, donde la repetición, el engranaje y el ritmo se funden con guitarras, percusiones y violines. Junto a este trabajo sonoro se añade un trabajo de archivo personal, audiovisual, fotografías artísticas de las máquinas del taller de mi papá que las saqué con un amigo fotógrafo a escondidas para regalárselas a él cuando cumplió 60 años. Con el paso del tiempo, esas fotos se convirtieron en uno de los vectores del relato. No sabíamos si había sobrevivido, pero lo encontramos. Ello hace que la obra sea como un museo en cuanto a la recuperación de cosas para mirar ese pasado y releer nuestra actualidad. Eso, me parece, es un trabajo sobre la memoria que es una de las cosas que más me importan. Esto es una de las cosas que tiene la ficción en el lenguaje escénico, en el cual podemos expresar y canalizar una mirada del mundo que de otro modo no se puede decir o ver. UNA HISTORIA FAMILIAR Lorena precisa que se trata de una historia pequeña de una familia trabajadora
una familia popular, del extrarradio delo boanorense argentino. En principio es una historia más contada por la clase obrera y no por la burguesía que mira la clase obrera, puede dar voz a gran cantidad de gente que se siente identificada por tener historias similares. Eso significa gente que forma parte de esa célula social que en Argentina es la mayor parte de la clase trabajadora. Son los pequeños negocios sostenidos por los lazos afectivos y, concretamente, golpeados por los sistemas económicos nacionales y sus derivados.
A este trabajo de archivo audiovisual de fotografías se une otro de entrevistas a familiares que Lorena pudo hacer. Otras quedaron en suspenso. Todo ese material forma el trabajo sobre la memoria, que, también, en Argentina ocupa un lugar de reflexión muy importante, con todo lo que ha pasado políticamente sobre todo después de la dictadura cívico-militar. Para narrar escénicamente esta historia participan parte de la familia de Lorena que no son actores, y otros sí. Esa combinación de no actores y actores profesionales, que son convocados porque son parte de mi origen: la familia escénica de mi origen, con la que empezamos juntos a hacer teatro. Entonces la obra en su puesta en escena, también convoca a la familia de origen y la familia elegida, que es la familia escénica, en un espacio de trabajo que es donde pone el foco la obra, aunque también hay otros. La historia que nos cuenta Lorena es su visión personal, lo cual admite que puede ser que no todos los de su familia estén de acuerdo. Como dato está el caso de su madre. Mi mamá es nombrada en la obra y es polémica su participación. Ella vio la obra y dijo: «Todo muy bien pero «sacás» el video». Cosa que no voy a hacer. Es mi relato, mi versión, pero doy lugar a otras versiones también. LA HISTORIA COMIENZA Otro punto de la obra es el intercambio con el público. Para mí recién termina la obra y el público se fue, es donde aparece el material que lleva a la comunicación. Es una especie de comunión respecto a que se habla de la historia de una familia en particular, pero, en realidad, se está hablando de todas. Este encuentro, entiendo que es un trabajo sobre los oficios, la familia y una mirada sobre la clase trabajadora y su recorrido en la forma en que los afectos y lo económico también determinan los afectos. Una historia evocada que se imprimirá en la imaginación de los espectadores.
FUNCIÓN PRECIO
Título: Imprenteros.
|