MARK WIGGLESWORTH, director musical La nariz estuvo prohibida en la Unión Soviética durante 40 años y la recuperó la Ópera de Cámara de Moscú en 1974. El estreno fue recordado durante muchos años como uno de los momentos legendarios en la vida musical de Moscú. El éxito hizo que fuera el montaje de la Compañía y durante décadas estuvo viajando por diversos países. En 1992 llegó a España al teatro Carlos III de El Escorial, al Teatro Cervantes de Alcalá de Henares. Ahora es estreno en Madrid en el Teatro Real, pero en los años noventa se presentó en varias ciudades de España. Ese montaje hizo que La nariz entrara en repertorio.
La nariz es una obra de juventud se Shostakóvich, y su historia basada en la novela homónima de Nicolás Gogol y ha contado con cuatro libretistas: Dmitri Shostakóvich, Yevgueni Zamiatin, Gueorgui Ionin y Aleksandr Preis. En palabras del director musical Mark Wigglesworth Básicamente el libreto es de Shostakóvich con un poco de Dostoyewski. Lo que pasa es que como era muy joven decidió buscar asesoramiento de gente en quien confiaba, concretamente en un persona famosa, Yevgueni Zamiatin, por los libretos que escribía, pero al final no resultó muy útil aunque mantuvo su nombre. Yevgueni Zamiatin es uno de los motivos por los cuales la obra acabó siendo tan herética. Es un poeta que acabó muy mal con el estalinismo y junto con otros cayó en desgracia años después de estrenarse la obra. Yvgeny Zamyatin había participado en la Revolución de 1905. Cuando los comunistas llegaron al poder se independizó. Viendo las premisas de la Unión Soviética, en un manifiesto literario que tituló Tengo miedo declaraba: “Tengo miedo de que la literatura rusa tenga un único futuro: su pasado… La verdadera literatura puede existir únicamente donde la hacen no obedientes y disciplinados oficiales, sino eremitas, locos, heréticos, soñadores, rebeldes y escépticos”. La ópera de Shostakovich, le venía al pelo. LA MÚSICA DE LA NARIZ POR SÍ SOLA NO DICE NADA, La historia que nos cuenta, Mark Wigglesworth la califica de
absurda en extremo y divertida, lo mismo que la música. Carece de fin en sí misma. A Shostakóvich le horrorizaba presentarla en versión de concierto, porque la música por sí sola no dice nada, ya que está al servicio de la trama, la cual hay que verla para entender la música. Con respecto a las óperas del siglo XX nos podemos preguntar si la trama está al servicio de la música o es la música la que está al servicio de la trama, pero tanto Shostakóvich como los compositores de su época, como Janáček, no se planteaban esta cuestión, porque hacían coincidir el «time» del drama con el «time» de la música. El drama está en cada minuto. Shostakóvich tenía 21 años cuando compuso esta ópera y encontramos en ella referencias a todo lo que escribió después. Todas sus composiciones posteriores están en La nariz. A veces pensamos que tal acorde es una cita de tal o cual sinfonía suya, pero no porque esas sinfonías son posteriores. Esta ópera contiene el caos en todas sus formas, y en el resto de su producción Shostakóvich se dedicó a refinar y ordenar ese caso. Fue madurando y nunca volvimos a ver esta misma sensación como de aventura, de caos total, de anarquía y libertad compositiva. La nariz es una aventura brillante, una experiencia completa y total. Pensar que fue compuesta por un músico que tenía 20/21 años, nos hace sentir pequeños. TODOS LOS ESTILOS DE MÚSICA:
En cuanto a la partitura precisa Mark Wigglesworth está compuesta para una orquesta de cámara con el añadido de 10 percusionistas, lo cual da una sensación de gran orquesta. La percusión está escrita sin tonalidad, sin armonía, simplemente con ritmo. La percusión representa un mundo sonoro frío, terrorífico en el que se intercalan momentos liricos con las cuerdas, viento, madera y el canto. Son estos contrastes los que representan la gran diferencia entre el ser humano que es una persona con emociones y la sociedad en la que se inserta, que es cruel y deshumanizada. Es decir, la falta de esa individualidad se representa por la falta de música. Cómo actuar cuando no nos dejan expresarnos. En cuanto a estilos de música hay de todo: tonal, tradicionales, música rompedora…, las cual representa la infinita gama de opciones emotivas del ser humano.
JOHANNES STEPANEK, responsable de la reposición escénica Johannes Stepanek es el responsable de la reposición escénica de La nariz para el Teatro Real, concebida originariamente por Barrie Kosky. El argumento, sacado de la obra Nicolás Gogol, nos narra las vicisitudes de Una persona que se levanta por la mañana y se cuenta de que su nariz ha desaparecido. Ha salido huyendo, con lo cual se dedica a perseguirla por San Petersburgo, sin conseguir atraparla. Pone un anuncio en el periódico que, obviamente no funciona, luego la encuentra en una catedral y se da cuenta de que ha adquirido un rango superior al suyo.
Johannes Stepanek precisa que aunque esa es la historia concreta, en realidad cuenta muchas cosas, pero el centro es la situación social de esa persona en la comunidad, es decir de su identidad, de su estatus social, porque al perder su nariz, piensa que ha perdido su identidad, su estatus. Por otro lado no es una persona muy agradable. Es alguien lleno de defectos. Lo mejor del montaje de Barrie Kosky es que nos presenta a esta persona, que es muy desagradable y que maltrata a la gente, pero nos hace comprenderla, en cierto modo, aunque no empaticemos con ella. Esta ópera es algo con lo que podemos identificarnos, porque, en el fondo, muchas veces se trata de la imagen que damos al público. Por lo que pienso que este montaje es genial porque nos hace empatizar con esta persona que no deja de ser un ser humano lleno de defectos. La producción de Barrie Kosky no se sitúa en el momento original, ya que, según Stepanek hay tantas cosas que no necesita las especificación de aquel momento original. Muestra una gran cantidad de situaciones complejas que pueden acaecer en cualquier momento y en cualquier época. ANNE IGARTIBURU ACLARA Sorprende la presencia de la televisiva Anne Igartiburu como presentadora. Esta figura se encuentra ya en la obra de Nicolás Gogol que, según Johannes Stepanek encaja muy bien la ópera. El montaje de Barrie Kosky es una obra brillante del teatro musical. Es profundamente cinematográfica que transcurre a todo velocidad. Hay situaciones que se duplican e historias que ocurren a la vez. Es como un ataque a todos nuestros sentidos al mismo tiempo. La idea de la participación de Anne Igartiburu está en el cuento. En la producción de Londres era un presentador de televisión y aquí se ha optado porque sea una presentadora. Se trata de un texto al final de la ópera que la Presentadora lee al público y sirve para entender mejor lo que hemos estado viendo en estas dos horas.
Se trata de una presentadora de televisión, que en otras producciones la interpreta una cantante, pero se ha escogido a una presentadora real de Televisión, conocida por su profesión y el público ya sabe que es una presentadora TV. Su papel es poner intelección en todo ese jaleo que se ha montado. MARTIN WINKLER, Platón Kuzmitch Kovaliov El barítono Martin Winkler es el único que se ha librado de doblar, triplicar o cuadriplicar personajes. El interpreta únicamente al protagonista Platón Kuzmitch Kovaliov, un tipo que en su opinión podría ser yo miso. De hecho su nariz se parece a la mía. Como se ha dicho es un chulo. En realidad yo no pienso mucho en el personaje. Me limito a procurar interpretarlo. De primeras tengo el inconveniente del idioma que no es mi idioma nativo. Cada uno nos podemos encontrarnos en esta situación y elegir una identidad específica. Yo actúo como si fuera un payaso que siempre puede cambiar de identidad. Luego uno puede aprender de esa identidad que ha adoptado. A Kovaliov, por ejemplo, no le ha servido de mucho esta experiencia desnarigada porque no aprende nada. Piensa que lo tiene todo, es perfecto, Hay de todo, pero Barrie Kosky hace un montaje tan denso en esas dos horas tan intensas que no tengo tiempo de pensar en ello. Me limito a entrar cuando me toca y perderme en ese caos surrealista de cosas que ocurren, pero me encanta.
Se han organizado actividades paralelas a La nariz en el Teatro Real, Fundación Juan March, Residencia de Estudiantes y Biblioteca Musical Víctor Espinós. FUNCIÓN PRECIO
Título: La nariz (Ópera en tres actos y diez escenas) Asistente de la dirección musical: Hetag Tedeev Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real Dirección del coro: Andrés Máspero
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