La venganza de Don Mendo de Pedro Muñoz Seca (1878 – 1936), se estrenó en el Teatro de la Comedia de Madrid en 1918, convirtiéndose al instante en un éxito como comedia ambientada en la España medieval. En aquel entonces, aún, se vivían los gustos del teatro histórico, en verso, con cierta ampulosidad. Entre ellas la obra de teatral de Manuel Tamayo y Baus: La locura de Amor (1885). La Venganza de Don Mendo vuelve al teatro histórico, pero de un modo totalmente distinto y en un género que fue calificado: Astracán, cuya finalidad es, simplemente, hacer reír. Para ello la acción, los personajes, y el decorado están trazados bajo una clave cómica, así mismo el lenguaje se deforma y se usa el retruécano. Es una sátira inspirada en el teatro histórico del modernismo literario, el drama romántico y las comedias de honor de Calderón de la Barca. Al ser una parodia del género histórico, lleva las formas de este género al absurdo. Otra de las características son los anacronismos, mezclando pasado y presente. Este ingenio cómico, Muñoz Seca lo llevó hasta el final cuando iba ser fusilado en Paracuellos del Jarama (1936), por sus ideas monárquicas y católicas. Ante el pelotón les dirigió estas palabras: «podéis quitarme la hacienda, mis tierras, mi riqueza, incluso podéis quitarme, como vais a hacer, la vida, pero hay una cosa que no me podéis quitar…y es el miedo que tengo«. Otra versión de estas palabras, las transcribe de otra forma, aunque la esencia es la misma: «Me podéis quitar todo, la familia, la libertad, mis bienes, Pero, ¿sabéis lo que no podréis quitarme jamás? El miedo, este miedo horrible que tengo»
La obra es en verso utilizando todo tipo de estrofas de arte menor. Magdalena, hija de Don Nuño Manso de Jarama, está enamorada de Don Mendo, un noble pobre con quien mantiene relaciones secretas. El padre de la joven decide casarla con un rico privado del Rey, Don Pero. Ella, que quiere ascender socialmente, acepta sin decirle nada a Mendo ni a Pero. Cuando éste último los descubre, Mendo se auto-inculpa de robo y acaba encarcelado y condenado a muerte. Un amigo de él, el Marqués de Moncada, le rescata, dándole así oportunidad de llevar a cabo su venganza. La Venganza de Don Mendo es título recurrente a lo largo de la programación teatral profesional, y de aficionados. El paso del tiempo no la ha deteriorado.
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Título: La venganza de Don Mendo
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