Tras estrenarse con éxito el pasado 18 de mayo y permanecer dos meses en cartel llenando prácticamente todas sus funciones, el monólogo No soy tu gitana, la nueva producción de Teatro del Barrio, vuelve a nuestra cartelera el 1 de septiembre, y permanecerá en cartel toda la temporada. No soy tu gitana es un monólogo teatral en el que se deconstruye la histórica imagen pública de las mujeres gitanas desde 1499 hasta hoy, ese estereotipo que obedece a unas lógicas patriarcales, machistas, de dominación. No soy esa gitana construida por las mentes de los poderosos: hombres, payos, católicos… a través de las leyes que han perseguido nuestra identidad y a través de la ficción promovida por la cultura dominante. No soy ni Preciosa ni Carmen ni Esmeralda ni Zemfira. Tampoco soy la gitana que te muestran a través de la telebasura.
No soy tu Gitana no es un monólogo, sino un diálogo teatral sin pretensiones de deconstruir a nadie. Más de una hora de historia, risas, cambios de vestuario, cante, baile y alguna que otra maldición. Hacer reír al público con el racismo de leyes históricas absurdas es la única pretensión para llegar a un lugar común donde las gitanas te enseñen a hacer compás por tangos. Ah, y que todos seamos un poco más felices. Este monólogo cuenta con humor y amor cómo las personas payas poderosas han ido construyendo el estereotipo de la mujer gitana y el racismo que lo acompaña. No soy tu gitanase basa en las investigaciones de Pretendemos Gitanizar el Mundo, a partir de una intuición de Silvia Agüero y Pamela Palenciano, cuyadramaturgia es de Silvia Agüero – también intérprete – y Nüll García que se ocupa de la dirección. NÜLL GARCÍA, dramaturga y directora
La idea de No soy tu gitana surge de Silvia Agüero, que será la intérprete, y de Pamela Palenciano que se encargará de dirigir el trabajo actoral. Para dar forma a esta idea Silvia acude a Nüll García Silvia me propuso que escribiera con ella, y a medida que iba investigando con ella la historia real del pueblo gitano, y sobre lo que está escrito acerca de las mujeres gitanas como La Gitanilla de Cervantes, Carmen de Mérimée y demás obras literarias, cada vez iba viendo más lo injusto y cruel que se había sido y lo terriblemente racista. Todo eso que se ha ido escribiendo y visibilizando en la historia hace que hoy estemos en una situación donde hay muchísimo racismo y «antigitanismo». Creo que yo, como mujer, me siento apelada y con las herramientas que tengo lo que puedo participar, de alguna manera, o colaborar con Silvia para ayudarle a contar esta historia y que si puedo poner un granito de arena para que haya un poco menos de «antigitanismo», pues ahí estoy con ella. DESCUBRÍ MI GITANIDAD FUERA DEL GUETO Silvia Agüero (Vallekas, Madrid, 1985) no sólo interpreta a una gitana, sino que ella es gitana. En palabras suyas «En el gueto descubrí mi gitanidad, fuera de él he descubierto el acoso antigitano». Sorprende que en su interpretación no tiene ningún acento gitano, lo cual espera el espectador por aquello de un realismo o por seguir los tópicos escénicos. Nüll precisa
Lo tuvimos muy en cuenta y estuvimos pensando y probando si lo metíamos o no, y, al final, lo que hemos hecho es dejarlo para algunas frases muy concretas, que las dice con el acento más gitano suyo, porque acentos gitanos hay muchos muy diferentes. También porque la manera más cotidiana de Silvia es como habla ella en la vida. Es una gitana real. Silvia se define a sí misma como Gitana, mestiza, feminista. Trabajadora en mi hogar. A la playa voy con moño, marido y 4 chavorrillos – niños gitanos – (a los hospitales y supermercados también). Actualmente, colaboradora de Pikara con orgullo e ilusión. Gestiono, con mucho comadreo, La Revolución de las Rosas Romaní, en la lucha contra la violencia obstétrica y, con amor, el blog familiar con el que pretendo gitanizar el mundo. EL TRABAJO DE LOS PERSONAJES Los personajes escénicos, según Nüll, no es fácil de describir en cuanto a su composición. Silvia y yo hemos hecho una simbiosis total. Hemos trabajado muchísimo juntas, y además, hay algo muy bonito como es el que la puesta en escena es de las dos. Una dice una cosa y la otra añade algo. Es como dame más, dame más…y vamos sumando. También está el trabajo de entrenamiento de Pamela, porque Silvia no ha actuado nunca. Entonces el trabajo de los personajes lo hemos estado haciendo las tres, probando con distintas técnicas de construcción de personajes para ver cuál encajaba mejor a Silvia y fluía. Ahí sí estábamos las tres seleccionando por dónde podía ir los diversos personajes. Por otro lado Silvia tenía las cosas muy claras que querían que se mostrasen y yo la iba acompañando para mostrarlas con ellas.
La pretensión de Silvia es poner en solfa la visión tópica que han creado los payos porque tienen una consecuencia real y directa en nosotras, impactan en nuestra vida y la destrozan. A mí, a nosotras, vuestros tópicos estereotípicos me afectan directamente en mi vida cotidiana. Rompamos el círculo vicioso y maléfico en el que Preciosa, Esmeralda, Carmen y Zemfira, construidas por hombres payos, ocultan con su fascinante poder invocador a las gitanas reales, de carne y hueso. Este pensamiento crítico nos hará más felices a todas, las mujeres gitanas han resistido 600 años de legislación antigitana y machista, hemos desarrollado estrategias válidas para la lucha feminista actual. En este proceso de deconstrucción surgen un sinfín de preguntas: «¿De dónde vienen?¿Cómo vivían las gitanas?» Y lo más importante: «¿qué comían?» Preguntas a las que antes no podíamos contestar porque borraron la historia del Pueblo Gitano de nuestra memoria y que recuperamos desde el máximo rigor científico. SILVIA TIENE LA MIRADA DE ACTRIZ Y ACTIVISTA
Lo que Silvia ha podido aportar a su personaje desde su experiencia como gitana no está muy personalizado, se trata más bien de una construcción escénica entre las tres creadoras. En la dramaturgia aparecieron los personajes y tanto Pamela como yo nos planteamos si era posible que Silvia interpretara esos personajes. Nunca se había puesto a hacerlo y había que ver hasta qué punto puede interpretarlos. Lo que vimos es que era una tía con mil herramientas, muchísimos recursos, muchísima imaginación y mucha capacidad de llegar a mostrar varias caras distintas. Tienes una María Cabrera que es acróbata circense y muy fuerte; tenemos a Carmen que es una mujer seductora; la propia Silvia que la hemos construido desde un lugar muy tierno, pero también la Silvia del pasado que es más inocente… Nos hemos ido sorprendiendo de todas las nuevas. Luego está el sentido del humor que tiene Silvia, que es un regalo para este montaje. Cada dos por tres juega con nosotros. A lo mejor le lanzo una coña para meter en la obra y ella la eleva. También es muy inteligente, pues siempre está con una mirada de la actriz, pero también la activista sabiendo lo que estamos contando. VOCES EN EL TENDEDERO El espacio escénico recurre a un tendedero donde las cuerdas cruzan el escenario horizontalmente soportando múltiples prendas Hemos querido evocar un patio de un vecindario con el intento, también, de que sea legible para todo el mundo. A veces con el lenguaje feminista y antirracista es muy académico, aunque es necesario para buscar las palabras para decir algo concreto, pero como queríamos que llegase a todo el mundo y no fuese una tesis doctoral, dijimos vamos a bajar el lenguaje a la calle y hablar todo el mundo, como si estuviésemos en un patio de vecinas en el que hablas a tus primas, a tu gente, a tus vecinas. Todo muy horizontal. Partiendo de ahí tenemos un tendedero con todos los objetos colgados: el vestuario de Silvia, el atrezzo,…Es como el teatro de cómicos antiguo en el que viajo con mi teatro, lo puedo poner en cualquier lado y lo tengo todo a mano.
No soy tu gitana es una producción por la que ha decidido apostar del Teatro del Barrio. Pamela, Silvia y yo presentamos esta propuesta y Teatro del Barrio enseguida la acogieron y la hicieron posible. Es una suerte que hemos tenido. Algo maravilloso
FUNCIÓN PRECIO
Título: No soy tu gitana AGRADECIMIENTOS: A todas las Mujeres Gitanas que nos han precedido en la historia. Gracias por luchar y seguir siendo Gitanas.
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