PARTÉNOPE, UNO DE LOS Parténope es una de las óperas más celebradas de Georg Friedrich Händel, y es uno de los grandes títulos del barroco. Varias de sus arias se interpretan en conciertos, aunque como ópera no es frecuente su representación. De hecho es la primera vez que se escenifica en España en versión de Christopher Alden. Se trata de una mítica producción de la English National Opera estrenada en 2008 en coproducción con las óperas de San Francisco y Australia. Parténope se suma a los diez títulos de este compositor que ha programado el Teatro Real desde su reapertura: Giulio Cesare (2002), Ariodante (2007 y 2018), Tamerlano (2008), Il trionfo del tempo e del disinganno (2008), Tolomeo, Re d”Egitto (2009), Theodora (2009), Agrippina (2009 y 2019), Alcina (2015) y Rodelinda (CLICK) (2017).
IVOR BOLTON, director musical Ivor Bolton es un gran especialista en el repertorio barroco. Es el segundo título de Händel que dirige en el Teatro Real. El primero fue Rodelinda (CLICK) en el 2017, con el que obtuvo un gran éxito. Además de dirigir es él mismo quien toca el clave. Ivor califica Parténope de ópera especial en el repertorio de Händel:
De las 42 óperas compuestas por Händel, de las cuales no todas han llegado hasta nosotros, hay muy pocas de carácter cómico. Esto responde, probablemente, a vetos de la época muy influida por Metastasio y esos libretos serios y clásicos. La ópera anterior, Agripina, que puede considerarse «comedia satírica anti-heroica» es de 1710. Pasaron 20 años hasta que llegó Parténope. Esta ópera contiene elementos serios, pero también es de una gran ligereza y la trama es bastante cómica. Los empresarios ingleses de la época no estuvieron nada de acuerdo. Consideraban que el libreto de Silvio Stampiglia, escrito en 1699, era malo de solemnidad. Christopher y yo no estamos de acuerdo con ese juicio. Parténope se compuso en 1730, un período muy fructífero en la vida de Händel. En los años siguientes compuso 8 óperas maravillosas. Vemos que en ellas hay concisión mientras que anteriormente tenía óperas con arias larguísimas de unos 15 minutos cada una y se sucedían tres o cuatro. Este período de concisión coincide con un período de gran belleza. Parténope estrenada en 1730 se presenta como ópera seria con personajes mitológicos pero una serie de detalles cómicos la emparentan con la ópera bufa. El tema de partida es frívolo, se permite ciertas licencias eróticas y sus personajes son moralmente ambiguos. La misma estructura musical opta por números de conjunto como son dúos, un trío, un cuarteto y un quinteto. El presentarla como «ópera seria» no oculta en Händel cierto sarcasmo hacia la elogiada «ópera seria» de la época. Parténope, reina fundadora de Nápoles, tiene que elegir a uno de sus cuatro pretendientes: el fogoso Arsace (príncipe de Corinto), el tímido Armindo (príncipe de Rodas), el guerrero Emilio (príncipe de Cuma) o el seductor Eurimene, que en realidad es Rosmira, la expareja despechada de Arsace, que se disfraza de hombre para vengarse de su antiguo amante al que sigue queriendo y competir con él en la seducción de la reina. PARTÉNOPE, UNA ÓPERA MUY DIFERENTE DE LO HABITUAL
Para Joan Matabosch, director artístico del Teatro Real, el que Händel haya seguido este derrotero de lo cómico y del sarcasmo, revela cierto sentido del humor y aunque en su época fue rechazada y en la actualidad se es reticente con ella en el presentarla escénicamente, muchas de sus arias son continuamente interpretadas en conciertos. El problema crucial es que no es «defenderla como pieza de teatro, hay que hacerlo muy bien porque la ópera es muy especial y muy diferente de lo habitual» Por su parte, Ivor Bolton piensa que es muy posible que Händel hubiera quedado fascinado por el libreto de Stampiglia, el cual se había interpretado unas cuarenta veces antes de que Händel lo asumiera. Posiblemente Händel asistió en Venecia a una de la representaciones del prolífico compositor italiano Antonio Caldara. Le gustó la idea y ya antes de verla lo había propuesto. Händel tenía instinto y además había creado el grupo de cantantes adecuados para cantar Parténope. Por ejemplo, entre ellos Ana María Estrada que es la que más se identifica con Händel y llega a cantar la suma astronómica de 42 óperas de Händel, algo inimaginable actualmente porque, para empezar, ningún compositor compone tan rápido. Händel compuso para este grupo de cantantes. Hay un famoso castrati, Antonio María Bernachi, que fue profesor de Farinelli y tenía una voz extraordinaria con un virtuosismo impresionante, aunque no se correspondía con su físico. Eso se demuestra en un par de arias que tiene Arsace al final del segundo acto. La primera Furibondo spira il vento es agresiva, y la segunda Dimmi pietoso ciel de una gran suavidad. Aquí tenemos la suerte de contar con Iestyn Davies y Franco Fagioli que son dos cantantes maravillosos que pueden asumir esta dificultad. Händel además de considerar lo atractivo del libreto, tenía los cantantes. Joan Matabosch subraya que posteriormente quien se interesó por ese papel fue Semesino, uno de los castratri más impresionante. Él fue quien hizo la reposición de Parténope en Londres. La obra no se entendió y el público quedó muy desconcertado. El hecho de que Semesino se interesase por ella la obra se siguió representando. Semesino había descubierto que Parténope era un vehículo ideal para mostrar todas sus posibilidades. El mismo Händel hizo una serie de modificaciones y añadidos para que Semesino se sintiera cómodo. Las versiones musicales anteriores a Händel posiblemente también estaban cantadas por castrati, pero con lo que juega Händel es una ambigüedad sexual en uso de las voces: Arsace, que es el macho alfa es un castrato y hoy contratenor, una voz la más aguda de todas; Armindo, su opositor, tímido es un castrati, hoy contratenor; Eurimene, el pretendiente amante de Parténope, que es el más viril, en realidad es una mujer disfrazada de hombre. Esa ambigüedad le da a la obra un picante bastante espectacular y que hoy en día nos parece increíble. LOS COROS EN PARTÉNOPE En la obra existe el Coro, pero curiosamente son los mismos protagonistas lo que lo forman cuando ellos no cantan. Según Ivor Bolton se utilizaba este recurso probablemente para ahorrar dinero. De todas formas estamos ante una ópera seria y las óperas serias contenían muchas arias y menos números de conjunto. Los coros eran solamente utilizados para enmarcar la acción o para presentarla. No es el elemento principal y nunca corresponden a la mejor música de Händel, salvo en Alcina. De hecho posteriormente Händel se interesa más por los Oratorios que por las óperas, pero lo hace por una cuestión política para evitar la censura. Ahí la escritura vocal y coral alcanza niveles fantásticos. CHRISTOPHER ALDEN, director de escena Christopher Alden (Nueva York), lleva cuatro décadas dirigiendo ópera en todo el mundo: English National Opera, la Opera North, la Scottish Opera, la Welsh National Opera, la Opéra Comique de París, el Festival d’Aix-en-Provence, la Opéra de Lyon, el Grand Théâtre de Ginebra, la Deutsche Oper de Berlín, la New Israeli Opera, el Teatro Nacional de Praga, la Canadian Opera Company, la San Francisco Opera, la Grand Opera de Houston, la Lyric Opera de Chicago y también de la Chicago Symphony, la New York Philharmonic y Los Angeles Philharmonic. Como premios posee: un Premio Olivier y un Premio Helpmann por su producción de Parténope para la English National Opera, una Máscara de Oro por A Midsummer Night’s Dream para este mismo teatro tras su presentación en el Teatro Stanislavski de Moscú y ha sido galardonado por su producción de Norma para la Opera North en los Theatre Awards del Reino Unido. construye una puesta en escena ignorando la trama histórica y sitúa la acción en los años veinte del siglo XX. De la Parténope de Händel, a Christopher le impacta el que ella sea una mujer fuerte, en contra de lo habitual en la mayoría de las óperas ya que
uno se encuentra con personajes femeninos que se vuelven locos por amor y acaban muriendo. Son personajes desgraciados, y está muy bien que, por una vez, la protagonista no muera, y, en cambio, aparezca como esa gran reina de una colmena rodeada de hombres. Cuando estuvimos estudiando el libreto para ver con qué personaje pudiera encajar esta Parténope, empezamos a pasar revista a una serie de personajes femeninos poderosos. Descartamos, de entrada, a Margaret Thatcher, también Eva Perón y nos interesó mucho Cocó Nachel, porque es una personalidad que encaja bastante bien con el de este libreto: una mujer «chic», irónica… Finalmente descubrimos que el personaje que mejor encajaba era Nancy Cunard, que es una musa en los salones parisinos de los años veinte, siempre rodeada de intelectuales y de artistas. Es una mujer muy interesante que luchó contra el clasismo, contra el racismo, en pro de la justicia social… y cuanto más leíamos más nos fascinaba. Por eso decidimos que Parténope se basaba, ligeramente, en Nancy Cunard
Christopher precisa que Lo que me gusta de esta ópera es una actitud muy moderna hacia el género y la sexualidad. Nos encontramos con una reina muy poderosa, rodeada de hombres que todos son contratenores, sustitutos de los castrati. La desaparición de los castrati como estrellas de la ópera, trajo consigo la aparición de la «soprano» como nuevas estrellas de la ópera. Así tenemos esa visión patriarcal del siglo XIX llena de hombres que venían a ver a mujeres bellas en escena, como bailarinas o bellas heroínas que morían por amor o sufrían. A mí, en el fondo, me gusta mucho más esa fluidez de género, de esa ópera del siglo XVIII con esa brillantez de sus castrati más que la ópera del siglo XIX, que, para mí, ya no hay nada bueno hasta las óperas de Jazek,
EL ESPACIO ESCÉNICO El espacio escénico es un rico piso parisino «art deco» muy elegante donde Parténope ofrece reuniones para sus excéntricos amigos, entre los que abundan los artistas y bohemios. En ese ambiente el personaje de Emilio, un guerrero en el original, también pretendiente aquí está trazado según el perfil del artista visual estadounidense dadaísta y surrealista Man Ray, que se movió en ese mundo parisino y, además de pintor, fue conocido por su fotografía de vanguardia, moda y retratos. Es un personaje muy interesante. Emilio viene de otro lugar e intenta entrar en el círculo cerrado de estos aristócratas para sacarles fotos en situaciones íntimas y luego exponerlas. Durante la obra se muestra una película de Man Ray, La vuelta a la razón, totalmente opuesto a su contenido por su contenido. Es una película muy surrealista y lo más alejado de la razón que uno se puede imaginar. Teniendo en cuenta la directrices de Christopher la Parténope de Händel reproduce una de esas fiestas glamurosas de Nancy Cunard. Amigos, artistas y bohemios son invitados a una copiosa cena amenizada con alcohol, juego de cartas, claqué, creación de grafitis a lo Mattise, y otros de trazo lascivo. A ello se une la incitación al juego amoroso en derredor de la cama de Parténope.
Del 2008 al 2021 La producción es de 2008. Tras todos estos años el montaje ha tenido sus cambios. Christopher revela que La escenografía y el vestuario es lo único que no cambia. Es muy interesar revivir a una producción, a lo largo de los años, en los distintos teatros del mundo, porque cada situación, los cantantes, el maestro aportan ideas nuevas y una energía nueva. En este caso ocurre lo mismo, y más si pensamos que son dos repartos diferentes. Cada uno de ellos aporta su energía diferente. Esto es lo más fascinante. Joan Matabosch puntualiza que esta es una producción legendaria y de las más excepcionales, pero lo estamos haciendo como si fuera una nueva producción. Christopher y doto su equipo están en Madrid desde el primer día repensando la obra totalmente como si fuera nueva. Incluso musicalmente hay arias añadidas como hacía Händel, según la gente que tenía. Como es habitual Parténope lleva consigo Actividades Paralelas.
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